Susan y la app

Cuando Susan tenía 18 años era tímida e insegura, pero en el foro montado por los estudiantes del instituto encontró un link a una app de autoayuda.

Susan y la app

Susan tenía un mal día otra vez. Se sentía odiada y rechazada por todos. Su madre le había vuelto a regañar por salir tarde de casa. La profesora le había humillado otra vez al entregar los deberes. Ella no tenía la culpa de necesitar horas y horas de estudio para hacer apenas trabajos aceptables. Pero todos le exigían tanto desde que se fue su padre de misión al extranjero…

Se sentía atrapada de nuevo en su caparazón. En el recreo, aislada como siempre, se entretuvo mirando el foro “secreto” que montaron los alumnos del instituto. Entonces vio algo extraño en el post principal:

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Anónimo123:

¿Alguna chica por aquí? Pago fantas y lo que surja.

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Anónimo27:

Las chicas crecen tan rápido, lol

¡Quiero manosearlas a todas!

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Anónimo 87:

Bien... Otro hombre de cultura :v

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Papá Piano:

Exclusivo para las chicas como tú:

¡Completa mi desafío especial!

Te mostraré la mejor forma de vivir tu vida. Sólo necesitas

seguir mis instrucciones y tomarte una foto como prueba.

¡Después todo será emocionante y tu vida mejorará!

Y recuerda, todo lo que esté después de las flechas...

=> ¡Se hará realidad!

=> Te atreves a participar ;-)

=> ¡Pulsa en este enlace AHORA!

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Anónimo46:

Otro pardillo de autoayuda, ¿de dónde salen?

Seguro que pica alguna igual de tonta.

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Anónimo27:

@Anónimo46 se te ve informado, lol xD

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“Papá Piano” capturó su atención de inmediato. Impulsivamente se adentró en su web como le decía el enlace y curioseó.

Era una web de fondo negro que lo único que tenía era el nick del creador y un enlace para descargar su app, y un mini tutorial con imágenes para activar orígenes desconocidos. Siguió las instrucciones, había oído hablar de ello, pero nunca lo había hecho.

Después del tutorial había una flecha como decía el mensaje del foro, y un botón:

=> Vas a instalar la app. Necesitas hacerte un selfie:

[Selfie para continuar]

Después de pulsar el botón apareció una ventana con la función de cámara frontal. Sin hacerse el selfie no podía continuar.

Se lo pensó un momento. Finalmente se hizo el selfie que pedía para la descarga. Después de todo el enlace a la web estaba en el foro de alumnos del instituto: Papá_Piano debía de ser uno de ellos y conocía su cara de todas formas.

Click

“Para poder instalar la app tendrás que esperar la confirmación del desarrollador Papá_Piano”, leyó en voz alta. Un chico a su lado la miró con curiosidad y se guardó el teléfono en el bolsillo. El timbre sonó, volvió a clase y tuvo que olvidarse por un rato. De vez en cuando lo miraba bajo la mesa, pero la web ahora sólo decía:

=> Seguirás esperando.

Así que supuso que era un alumno ocupado también en clase y hasta que no terminara no podría confirmarla personalmente.

Cuando por fin terminó la jornada escolar y retomó de nuevo su teléfono al apartarse del gentío, le aparecía un mensaje de felicitaciones y un link de descarga del archivo. Le había hecho esperar tanto que sólo quería ver de una vez de lo que se trataba y aceptó todos los permisos. Se encontró una app rudimentaria de sólo texto plano, incluso en sus emoticonos:

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¡Bienvenida! :—*

¡Si has descargado esta app es porque has decidido aceptar el reto y quieres aprender la mejor forma de vivir tu vida!

=> Antes de comenzar aceptarás las condiciones de uso:

1-guardarás el secreto sobre esta app ;—)

2-terminarás lo que empieces :p

3-llegarás hasta el final con una sonrisa para conseguir tu premio!

4-usarás esta app sólo cuando estés sola en tu hogar. Esperarás si es necesario.

=> [Yo Acepto] :—)

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Era un alivio ver un acuerdo de uso tan simple y breve, nada de páginas y páginas. Empezaba a caerle bien ese Papá_Piano. Y con el texto en negrita vio que usaba texto enriquecido, así que el aspecto simple era intencionado.

Se imaginó con una sonrisa consiguiendo un premio, y empezó a sentir curiosidad por este. Odiaba de sí misma dejar las cosas a medias una y otra vez, pero la app le incitaba a ser constante. Le pareció algo bueno. Se decidió y aceptó las condiciones.

Espera a estar sola si es necesario.

[Ahora estoy sola – Continuar]

Acababa de aceptar la condición de estar sola, así que esperó a llegar a casa. Se descalzó y fue al dormitorio de inmediato. Se tumbó boca abajo con las piernas flexionadas y siguió mientras balanceaba los pies:

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Prueba 1: Desafío de valor.

=> Demostrarás que eres capaz de cumplir todas las instrucciones.

Tal y como dicen los niños traviesosdisfrazados en Halloween, tú eliges entre:

[Truco]

Ir a cualquier lugar donde vendan revistas porno y comprar la que más te guste. ¡Tratarás directamente con el vendedor! Y te verá tu cara y tus gustos...

Y si te pones colorada, con la cara caliente, lo verá. Muchas personas compran revistas porno, pero si te sonrojas y se te pone caliente delante del hombre, puede que no se olvide de ti... Y no tienes permitido comprar la revista a una mujer.

O...

[Trato]

En secreto, no llevarás ropa interior durante todo el día de mañana (¡sin que nadie se entere!).

El desafío de valor está en que puede que se te pongan los pezones duros con las suaves caricias de la tela, y entonces tu cara también se pondrá roja y caliente. Pero la gente no sabrá por qué y pensarán que estás en tu mundo imaginando cosas.

Una prueba es más vergonzosa, pero con un desconocido. La otra es muy normal porque muchas chicas no usan sujetador ni bragas para ir más cómodas y frescas, y les gustan las caricias de la tela, pero lo harás en secreto ante los que sí te conocen. Tú eliges cuál de los dos desafíos vas a superar ;—)

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De tan sólo imaginar la escena en la tienda se puso colorada. Podía sentir el calor en su cara, y luego creyó oír incluso sus latidos. Se llevó la mano a la cara y la sintió arder. ¡Si hiciera eso se moriría de vergüenza!

Pulsó en Trato sin dudar.

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Procesando la petición. 33 segundos de espera.

=> ¡Imagina lo que vas a hacer mañana y piensa en lo emocionante que es a su manera!

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se imaginó sin sujetador y cómo alguien la veía en clase con sus pezones duros... los pequeños bultos asomando desde su punto de vista. Imaginó las caricias suaves en sus tetas... en sus pezones... seguro que se pondría colorada, con su cara caliente, ardiendo... ¿Cómo sería sentir caricias suaves en sus pezones ya duros? ¿Sentiría caricias si estaba quieta en clase? ¿Si estaba muy, muy quieta, evitaría que se le endurecieran los pezones?

Pero si pasaba eso, con un poco de suerte no se darían cuenta de la razón.

Era tan vergonzoso sólo pensar en ello... pero también empezaba a resultarle emocionante. Su respiración se estaba acelerando y sentía los efectos de la adrenalina. De algún modo empezaba a parecerle divertido.

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[Estoy sola en mi dormitorio. — Siguiente]

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Click

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Detalles de la travesura que has elegido:

No llevarás ningún tipo de sostén, y si no tienes el período, tampoco bragas. Sentirás el frescor e irás cómoda, pero si los chicos guapos te miran el pecho puede que se te marquen los pezones y se den cuenta.

Así que intentarás no pensar en cómo los pezones se te ponen duros siempre que te mire un chico guapo. Aunque a lo mejor en el fondo de ti te gusta que los chicos guapos se fijen en ti... :-p

¡Recuérdalo, si te miran chicos guapos los pezones se te pondrán duros sintiendo las caricias! Así que no pienses en ello siempre que te miren o te sonrían los chicos guapos, porque tus pezones se te pondrán duros. ¡Aunque no se den cuenta de por qué te pones roja y caliente!

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Tiempo restante para desbloquear el botón de prueba superada:

28:17 (Mañana a las 22:00)

[***]

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Al parecer no podía hacer nada más con la app hasta el día siguiente. La cerró y la volvió a abrir. Le salió de nuevo el botón de confirmación de estar sola en casa. Lo pulsó pero el contenido no había cambiado.

—¿Nada que hacer hasta mañana por la noche? Qué aburrimiento...

Pero no se sentía aburrida. Estaba... emocionada. Cuando lo comprendió se sorprendió, y luego sonrió pícaramente, como un niño haciendo una travesura y siendo descubierto. Continuó imaginando cómo sería la experiencia al día siguiente. Antes de darse cuenta estaba acariciando sus pezones, y luego su clítoris.

-Estoy tan caliente... -Susurró imaginando cómo los chicos guapos la veían con los pezones duros y se ponían tan calientes como ella estaba en ese momento. Cómo le acariciaban las tetas, los pezones... Se corrió muy pronto. Y continuó, imaginando cómo le acariciaban también su entrepierna como se la acariciaba ella misma. Se corrió de nuevo y continuó... imaginando las caricias que ella le haría a ellos... más tarde comprendió que estaba fantaseando con una orgía en un aula en la que sólo estaban los chicos guapos y ella después de clase.

-Oh, dios mío... ¿Esto es lo que me va? -Murmuró. Pero le había gustado tanto... Estaba tan caliente...

Ding!

La app sonó con una notificación. La abrió. El contenido había cambiado.

-Aydios aydios aydios...

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Trato escogido actualmente: “Un día sin ropa interior.”

Riesgos: “Pezones duros, cara roja y caliente, que te miren las tetas y te de vergüenza."

Beneficios: “Superar un desafío, pasar a la segunda prueba, aumentar tu valentía, una experiencia emocionante, te resultará más fácil hablar con los chicos guapos tras lograrlo (esto sirve como entrenamiento de timidez), algunos de ellos se acercarán a hablarte, que los chicos guapos que vean tus pezones duros te miren tus tetas con deseo sexual, más posibilidades con chicos guapos en adelante.”

¡Alternativa sorpresa disponible!

Si aún no te atreves a cumplir el trato que has elegido, puedes probar suerte y aceptar una misión alternativa al azar. Podría ser más fácil para tí... O más difícil... ¡O aún más emocionante!

Pero si pulsas el botón de alternativa sorpresa no podrás echarte atrás y volver al trato actual. Del mismo modo que no puedes volver al Truco: “Comprar revista porno a un hombre.”

Tú eliges qué deseas hacer:

[Quiero probar “Un día sin ropa interior”, ¡es emocionante imaginarlo!]

[Quiero probar suerte y que la app elija al azar por mí. (¡Sorpresa!)]

[Quiero que Papá_Piano elija por mí lo que debo hacer. (Sin comunicación alguna. Conlleva tiempo de espera.)]

Si no eliges antes de 30 minutos y 30 segundos perderás la oportunidad.

29:07

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Leyó y releyó varias veces. Siempre se atascaba cuando tenía que tomar decisiones. ¿Era buena opción? Tenía muchos beneficios. ¿Sería mejor o peor la sorpresa? ¿Debería dejarlo en manos del desarrollador de la app y ya está? Aunque le tocaría esperar otra vez. Pero tenía otra cuenta atrás... odiaba elegir bajo presión. ¿Cómo sería dejar que Papá_Piano le dijera lo que hacer? Pensó en ello y de nuevo su respiración comenzó a acelerarse. Volvía a sentirse emocionada. Sus pezones se endurecieron de nuevo... se imaginó las caricias de ese desconocido en ellos... tal vez era uno de los chicos de sus fantasías...

Cada vez que acercaba el dedo a dejar que él eligiera por ella, su mano temblaba y retiraba el dedo en el último momento. Su corazón se disparaba cada vez. No se atrevía. Incluso aunque pusiera que no habría comunicación... Le daba vergüenza.

Luego pensó en la alternativa sorpresa. Después de todo, lo de ir sin ropa interior al instituto no le parecía para tanto tras pensarlo fríamente... después de haberlo pensado muy calientemente antes. En cambio, se moriría de vergüenza como le saliera algo como lo de la tienda, o peor.

-Definitivamente, nada de sorpresas. Entonces... tampoco lo que elija él.

Quedaban 15 minutos cuando casi se había decidido a mantener su propuesta actual. También estaba la alternativa de no hacer nada de nada y borrarla. Por alguna razón ni siquiera se le había pasado por la cabeza antes, pero por alguna razón no quería renunciar a la app. ¿Era por las cosas que le hacía sentir? Ya no pensaba en cómo de aislada se sentía, la humillación cuando su profesora le regañó por los deberes mal hechos, la bronca de su madre por ir tarde a clase... en lugar de eso se sentía bien, despierta, emocionada... y muy a gusto tras varios orgasmos.

Bloqueó la pantalla del móvil y dejó que terminara el tiempo. Ya no estaba tan excitada como antes, pero se acarició un poco más esperando a que terminara la cuenta atrás.

cuando más tarde lo consultó, volvían a aparecer sólo los detalles del trato actual y la cuenta atrás hasta el día siguiente a las 22:00 para desbloquear el botón de misión cumplida.

Era pasada la media noche y seguía dando vueltas en la cama, inquieta y emocionada. En cierto modo se sentía revitalizada, como si al día siguiente fuera a hacer algo emocionante como ir a la feria o a la playa en vacaciones. Mordisqueando su uña del pulgar sentía que iba a hacer una travesura... Como una niña traviesa. Como las que piden caramelos y dicen truco o trato según había visto en las películas. ¿Su disfraz sería no llevar ropa interior? De vez en cuando pensaba otra vez que no era para tanto, que apenas importaba.

Pero luego se dio cuenta de que lo divertido, lo emocionante, es que era parte de un "juego" que jugaba con otra persona, un desconocido misterioso... Dejó escapar una risita infantil. Y volvió a sentirse excitada. Acarició su clítoris una vez más, suavemente porque estaba un poco irritado a esas alturas, y poco después se durmió.

Tuvo sueños húmedos.

*

Por la mañana, camino a clase con mucho sueño, con su uniforme escolar con minifalda, sentía la brisa en su entrepierna. Era extraño, emocionante, agradable... Y le daba un poco de vergüenza.

Los pezones los tenía sensibles rozándose contra la ropa más áspera que su sostén, pero no llegaba a molestarle. Sentía sus tetas botando a cada paso, y estaba realmente cómoda. Empezaba a gustarle. Pero tenía tanto sueño que no estaba en condiciones de disfrutar mucho de nada.

Al llegar a clase se le hizo raro sentarse sin bragas directamente sobre la falda. No se enteraba de nada. Es decir, aún menos de lo habitual. Tampoco dedicó mucha atención a buscar miradas de los demás.

Hasta la hora del recreo no se terminó de espabilar, paseando por el patio, desayunando su sándwich y batido de chocolate, y estirando las piernas.

Sólo entonces, y sin la cercana vigilancia de los profesores, comenzó a preocuparle que algún chico guapo la mirara y se le pusieran los pezones duros.

De repente, lo notó: Ahí estaba. Estaban despertando. Se quedó paralizada. “Si me muevo muy, muy despacio...” Recordó. Pero no servía de nada. Sus ojos se abrieron como platos al ver que un chico la miraba. Se dio media vuelta avergonzada y se alejó. Empezaba a sonrojarse, a sentir el calor en su cara, y sus pezones se pusieron más duros. “Oh, no...” Pensó.

-Hola, te llamas Susan, ¿verdad?

Se sobresaltó y se dio media vuelta. Le había seguido. Era uno de los guapos. Y eso no le pasaba nunca. Retrocedió un paso, negó con la cabeza sin pensar, luego asintió enérgicamente y al fin contestó:

-S-Sí... ¿Por qué?

-Te dije que se llamaba así. -Le dijo otro a su lado. También era mono, pero menos.

—¿Qué pasa... Chicos?

-Hey, tranquila, no te pongas nerviosa... -Le dijo un tercero que se le acercó por detrás. Estaban demasiado cerca. Se sentía incómoda. No tenían esas confianzas.

-Hoy estás más guapa de lo habitual... -Le dijo el primero sonriendo. Se dio cuenta de que se le escapaban algunas miradas fugaces directas a su pecho. Le hizo sentir que su cara ardía, su corazón martilleaba en su cabeza.

—¿Tienes novio? -Le preguntó el de atrás. Se giró hacia él. No era muy guapo, pero era fuerte. La miró con seguridad fijamente a los ojos. Ella tragó saliva y sus rodillas temblaron. -N-No...

El más guapo de los tres la tomó suavemente del brazo, sintió cómo le acariciaba con las yemas de sus dedos y tras volverse de nuevo a él la soltó.

-Sueles estar un poco triste, pero hoy estás... diferente. Hay algo nuevo en ti. -Su rostro emitía candidez. Era tan agradable...

-Me gustan tus tetas. -Le dijo sin asomo de vergüenza el segundo. -Estás más buena de lo que pensaba. Tienes las tetas grandes. ¿Es que normalmente te las aplastas con un sujetador?

-Pero... pero... -No supo qué responder ante tal descaro. Y luego le preocupó que tuviera razón. ¿Y si tenía un pecho que podía lucir y no lo hacía? ¿Le prestarían más atención? A veces se sentía invisible.

-Si quieres a la salida te llevo a tomar algo. ¿Un helado? -Le dijo el chico más alto y fuerte tras ella. Ahora estaba aún más cerca. “¿Me está pidiendo una ci-cita? Esto no puede estar pasando...” Pero la vergüenza que sentía le impidió responder. Al mismo tiempo sus pezones parecían a punto de atravesar el uniforme escolar. Los tres la miraban cada vez más directamente a sus tetas. Sonreían con la certeza del que va a cobrar la nómina y piensa que será un buen día. ”El timbre tiene que estar a punto de sonar...” pensó preocupada. “¡Me preocupa que suene y esto se acabe!” De repente se acercó al más guapo, el más gentil. Lo hizo sin pensar. Se sentía más cómoda con él.

—¿Puedo invitarte a salir yo también? -Le preguntó el que no tenía pelos en la lengua.

-Eh... no sé que decir... ¿Gracias?

-Sólo dí que sí.

-Yo...

El más guapo tocó suavemente su hombro y ella se relajó un poco. Se acercó a su oído y habló con voz suave.

-Tú eliges con quien quieres salir, guapa. -Ella se estremeció. Entonces notó algo de humedad goteando de su entrepierna. Recordó sus fantasías de sexo en grupo y pensó que podría salir con los tres a la vez si quisiera... y no a tomar un helado. Su corazón casi explotó en su pecho y sintió que se iba a desmayar. Empezó a jadear.

-Hoy tienes muy buena cara... Me gustas más así... -Le dijo el guapo y educado.

-El chico también se puso colorado, pero sólo un poco. A ella eso le pareció adorable. No era tan desvergonzado como su amigo, pero lo intentaba.

Ella estaba en un torrente de emociones bullendo y mezclándose, quería huir, pero estaba rodeada. Quería que el guapo la besara. Que el fuerte se la follara desde atrás como a una perra en celo. Quería levantarse su falda y que vieran su coño mojado y sin bragas, disponible, y que los tres se pusieran tan cachondos que se la follaran allí mismo en el rincón, ahora que nadie podía verlos en esa esquina. Se mordisqueó el labio y recordó nítidamente su fantasía mientras se masturbaba. Tal vez ellos podrían follársela de verdad al terminar las clases en un aula vacía... se le escapó un gemido mal disimulado.

-Guau. -Dijo el sinvergüenza. -Me encanta. Si ha gemido es que quiere tema. Y Mirad eso. -Señaló a su pierna. "Oh, no..." El cosquilleo en su muslo indicaba sin lugar a dudas que una gran gota había recorrido todo el camino hasta más allá de su minifalda, y ese hizo que los otros también se dieran cuenta. “Serás capullo.”

-Oh, tío... -susurró el imponente. -Tampoco lleva bragas. -y rápidamente su expresión se convirtió en la de un salido, y le sonrió con cara de bobo. -Y la tenemos empapada. Y sola para nosotros.

Ella se asustó. ¿De verdad iban a follar allí mismo? La parte racional de su mente se abrió paso a codazos.

Pero el primero, tras ella, la tomó delicadamente del hombro y la apartó de ellos. Rápidamente se sintió aliviada.

-Tranquila. ¿Por qué te has puesto tan nerviosa? Estamos en el instituto, y tampoco pasaría nada que tú no quisieras.

“Que yo no quisiera... -pensó. -Lo que me preocupa es que quiero.”

-Tranquila -le dijo-, a nosotros también nos pasa. Cuando se nos pone dura... También pasamos vergüenza. Y se nota más que con los pezones. Y en cuanto a excitarte delante de otras personas, nos pasa más fácilmente.

Ella miró el bulto en sus pantalones. Se imaginó su polla dura apretada en su ropa interior, comprimida, luchando por salir. Se mordió el labio inferior. Se imaginó sacándola y acariciándola.

-Mira, yo también estoy cachondo. -Dijo el bocazas. Su bulto se notaba menos.

-Madre mía... -susurró cuando vio al grandullón cruzado de brazos sonriendo satisfecho. Su pollón parecía ir a escala con su cuerpo. Se preguntó si eso podía entrar en su coño sin hacerle daño. Y de repente estaba comparando sus pollas y cómo se sentiría cada una. “Si lo hiciera, debería empezar por el que la tiene más pequeña e ir en orden para acostumbrarme, ya que soy virgen...“Tragó saliva. “De verdad podría follarme a los tres... Hoy mismo... ¡Oh-dios-mío! ¡Esto va en serio!”

-Es natural... -le dijo el gentil también en susurros junto a su oído. —...al ver unos pechos tan grandes-...¿Eh? -Creía que era por sus pezones duros. -Dijo el fuerte. -Indican que está cachonda. Tú dijiste eso. -El guapo se enfadó y corrió a disimularlo.

-Me gustan así, grandes. -Continuó. -Tú tienes los segundos más grandes del instituto, ahora que los veo de cerca. -Ella sintió el impulso de abrazarse a sí misma por debajo de sus tetas, y al hacerlo las levantó. Cuando se dio cuenta se preguntó si era algo instintivo para cortejar.

-De hecho, estás a mucha distancia de las demás. Y por encima de las del último curso. Lo de vosotras dos es... Especial. —”¿Quién es la otra?” Pensó celosa. Aún le faltaba un año para los exámenes de acceso a la universidad, y no podía ser menor que ella. Alguien de su curso competía por los chicos. Seguro que era una guarra. “Pues se va a enterar...” -Y sonrió para sí misma.

-Me llamo Jack. -Le dijo él.

Se rió. ¡No sabía su nombre! Menos mal que se lo había dicho. Hacía mucho que no se reía, y menos con un chico. Y encima uno guapo. Luego recordó que no debía pensar en sus pezones poniéndose duros... Pero sólo se pusieron aún más duros.

-Eh, tío, ¿de verdad te la estás ligando? ¿aquí en medio de todos? -el sinvergüenza había pasado al ataque al ver que tenía menos posibilidades. Ella no supo leer el instinto competitivo o territorial. "Yo iba antes", parecía decir. Pero era un idioma que ella no entendía. Sólo vio que un chico protestaba a otro y que ella no quería que hubiera una pelea.

Sonó el timbre de vuelta a clase. Ella saltó del susto y se fue casi corriendo dejándolos atrás.

—¡Lo siento! -exclamó sin saber por qué pedía perdón.

El resto del tiempo en clase transcurrió de otra forma. No podía concentrarse. Su cabeza daba vueltas y vueltas. De repente le gustaba a los chicos, aunque no fueran los más interesantes o atractivos. Le habían visto los pezones sobresaliendo muchísimo de su uniforme porque ahora eran enormes. Ella no sabía cuánto había crecido hasta ahora. Le habían dicho que tenía las segundas tetas más grandes del instituto, y pensándolo bien tal vez incluía a las profesoras. “Y con diferencia sobre el resto”. El chico que la había tratado con gentileza estaba excitado al verla... ¡y según su amigo estaba ligando con ella! Contuvo una risita en clase. Los de al lado la miraron mientras la profesora hablaba.

“Todos querían una cita conmigo... Todos querían follarme de verdad. Ohdiosohdiosohdios... ¡esto es real!”

Lo malo es que al sentarse notó cómo se empapaba al extender su flujo vaginal. Su minifalda se había manchado. Esperaba que no se notara al salir de clase. Por si acaso debería esperar y ponerse en pie la última, y salir del instituto cuando no mirara nadie. Era un problema en el que no había pensado, y no estaba entre los riesgos del desafío.

Estaba emocionada, nervios y excitada a pesar de estar en clase. Recordaba las pollas duras y sus propios pezones duros cada pocos minutos. Los tuvo así casi todo el tiempo. Notó cómo poco a poco cada vez más chicos diferentes le dedicaban miradas furtivas y breves, y un par cuchicheaban entre ellos mirándola. Le daba vergüenza, se sonrojaba y sentía su cara roja y caliente.

Y si quería, ese mismo día podría follar con tres chicos seguidos. Intentaba no imaginárselo demasiado porque se excitaba demasiado. Se moriría de vergüenza si gimiera en clase.

Recurrentemente venían a su cabeza pensamientos sobre que no debía pensar en sus pezones poniéndose duros si algún chico la miraba, pero estando en clase era inevitable que se cruzaran algunas miradas de vez en cuando... Trataba de concentrarse en no pensar en cómo sus pezones se ponían aún más duros, pero cada vez atraía más miradas a medida que los chicos se llamaban unos a otros con codazos o gestos disimuladamente. Y cada vez estaban más duros y ella más excitada y ellos más lujuriosos.

“A este paso podría follarme a toda la clase si quisiera...” Tragó saliva y apretó sus muslos. Se estremeció. Sus pezones apretados contra el uniforme escolar con ganas de agujerearlo, se mordisqueaba los labios y su coño sólo se empapaba más en lugar de secarse. Cambiar de postura sólo le hacía notarlo más.

El recuerdo del bulto de los tres chicos se transformó en imaginar el bulto de los que ahora la miraban con cara de salidos mal disimulada, y la imaginación se convirtió en realidad cuando se atrevió a mirar la entrepierna de los mejor posicionados para ello. Antes de que acabara la última hora se encontraba comparando el tamaño de sus pollas e imaginando en qué orden debería follárselos. Trataba de evitar recordar su fantasía de la orgía en el aula porque las clases estaban a punto de acabar y a ese paso iba a gemir de verdad.

¿Qué estaba pasando? De repente había pasado de sentirse ignorada a desear que dejaran de observarla y disfrutar de que la observaran al mismo tiempo... Pero no la miraban para reírse de ella como solía pensar... y emocionada como estaba, comenzó a sentir que era un cambio a mejor... Mucho, mucho mejor... Y otra risita se le escapó. Algunos intercambiaron miradas. Los tres chicos del recreo eran del mismo curso, pero en otra clase. Descubrió que estaba impaciente por que sonara la sirena y pudiera volver a verlos. Se sorprendió de querer ver también al desvergonzado.

“Supongo que habría que seguir un orden al fin y al cabo...” Se rió en voz baja.

Cuando sonó el timbre del final de la última hora, despegó y salió corriendo del instituto como los de primero de secundaria. Su plan era salir la última, pero irse corriendo era otra opción que no esperaba tomar.

Sentía ganas de reír, de llorar, de gritar, de bailar y de follar.

No llegó a oír a una compañera quejarse de lo babosos que eran los hombres, ni a su amiga sobre que Susan era una guarra por ir sin sujetador.

Tenía 18 años, pero empezaba a pensar que tal vez se estaba conteniendo demasiado. Si de verdad estaba tan buena, ir sin sujetador debería ser sólo el principio. ¿Por qué no hartarse de follar mientras pudiera?

¿Y cómo había llegado a esa conclusión? Siendo el día que más excitada recordaba haber estado en toda su vida. Después de ducharse seguía igual pero más impaciente. ¿Tendría que esperar un día para volver a verlos? ¿Podía conseguir el teléfono de alguno de ellos? Cada vez estaba más decidida a desvirgarse ese mismo día.

Pero finalmente se relajó lo suficiente viendo la tele y merendando y se puso a hacer los deberes. Luego algunas tareas domésticas... Y así le dieron las diez de la noche.

Ya llevaba un rato en su dormitorio jugando con la idea de masturbarse imaginando cómo sería follarse a cada uno de ellos, al menos el guapo y el fuerte. Pero también estaba impaciente por darle a continuar en la app. ¡Todo eso había pasado gracias a esa aplicación y a su desarrollador, ese tal Papá_Piano! ¿Sería uno de los que la habían mirado ese día? Tal vez...

Vio que el reloj del móvil marcaba las 22:01 y abrió la app:

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¡Bienvenida de nuevo!

¿Cómo te ha ido el día?

[ ¡Lo he logrado! ] :-D

[ He fracasado ] :_(

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Con alegría y orgullo, contestó. Sonó una música de celebración y sonrió satisfecha de sí misma por primera vez en mucho tiempo.

La app reprodujo un sonido de aplausos no estridentes ni ruidosos, y mostró un pulgar arriba y varios emoticonos de alegría y sonrisas como dibujos bien animados y coloreados. Su sonrisa se acentuó.

—¿Para esto sí usas imágenes e iconos?

Lo que no sabía era que la app grababa y emitía sus reacciones en vídeo cuando la utilizaba. La había grabado masturbándose, gimiendo y murmurando sus pensamientos.

No sólo había aceptado los permisos, sino que lo que suele hacer dudar, permiso de acceso a la cámara, ya lo había utilizado ella manualmente para mandar un selfie desde la web, así que ni se lo había planteado.

El desarrollador la vio feliz a través de su propia pantalla cuando sonó la fanfarria tras marcar éxito. Sonrió mientras una chica se la chupaba arrodillada frente a él mientras controlaba la app con su teléfono. Por el momento no era necesario desviar el comportamiento por defecto. Había ido todo según lo planeado para el primer día sin ropa interior.

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¡Enhorabuena por tu logro!

¡Primera prueba de tu desafío superada!

Puedes elegir una respuesta para decidir cómo te ha ido el día.

Dirías que ha sido sobre todo...

[¡Emocionante!]

Como una travesura X-D

[Interesante]

Me gusta jugar :-p

[Excitante]

Cuando los chicos me miran...

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En cierta medida las tres eran correctas, pero la respuesta estaba clara.

El programador la observó con disfrute mientras ella pulsaba "excitante" con una mirada pícara como si hiciera otra travesura. La chica que tenía su polla en la boca notó cómo se endurecía más y aceleró.

-Eso es... Sigue así...

Pensó que se lo decía a ella y se estremeció con un espasmo de su coño, el cual goteaba. Se sentía tan bien cuando era felicitada por Él... Sus duros pezones podrían cortar cristal. Si él se los acariciara y estrujara tan sólo unos segundos, ella se correría. Pero no iba a hacerlo. No tenía interés en ella en ese momento.

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Instrucciones complementarias:

Mañana seguirás sin usar ropa interior.

=> Los chicos se acercarán a hablar contigo.

[Aceptar y mostrar siguiente prueba]

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Tragó saliva. ¿Otra vez? Sonrió. “Otra vez...” Se le escapó una risita.

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Prueba 2: “Descubre tu auténtica belleza.”

Ponte ahora mismo el uniforme escolar y arréglate lo más guapa que puedas, como si fueras a posar para una revista sensual.

Imagina que te están haciendo fotos y tú posas buscando el mejor ángulo, tu mejor pose y tu mejor sonrisa, mientras te miras en el espejo, que es el fotógrafo. Aprende cómo gustar al fotógrafo. Demuéstrale tu atractivo. Haz que te acepte la persona en el espejo.

Esto es un ejercicio de imaginación que:

=> Reforzará tu autoestima.

=> Descubrirás tu auténtica belleza.

=> Descubrirás con quién van a fantasear los chicos cuando vuelvan a ver tus pezones duros delante de ellos.

Puedes imaginar que uno de los chicos que te ha mirado es el fotógrafo. Tú eliges quién es la persona en el espejo a la que vas a impresionar.

[Ya he posado en el espejo con el uniforme 5 minutos]

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¿Vestirse de uniforme otra vez, a las diez de la noche? Le daba pereza, pero finalmente lo hizo. También se peinó e incluso se maquilló, algo que nunca hacía. Pasó más de media hora antes de que pensara que ya estaba lista.

Se le hizo raro posar en el espejo, pero poco a poco se sumergió en ese extraño juego de imaginación. Cada vez posaba más provocativa y sexy, y se metía más en el papel.

Luego recordó que tenía que imaginarse que su reflejo era un chico haciéndole fotos. No dudó y se concentró en visualizar al chico amable y guapo. Aquel ejercicio sin embargo no le resultó excitante, pero sí interesante. Realmente se sentía mejor consigo misma. No estaba tan mal, después de todo. Incluso comenzaba a comprender qué habían visto en ella aquella mañana.

Cuando pensó que ya había hecho suficiente, volvió a la app y pulsó el botón.

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Paso 2: Ahora seduce al fotógrafo. Imagina que es un chico que te gusta. Enséñale lo que oculta tu ropa y haz que te desee. Toma la siguiente postura sexy: Sujeta tu minifalda con tu boca y desabrocha tu uniforme para enseñar tus tetas.

Sin que se te vea la cara (pero sí la boca sujetando la minifalda) haz una foto al espejo. Necesitas hacerlo sin bragas ni sujetador. No están permitidos los tangas ni bañadores.

No se te verá la cara entera, pero tendrás una copia donde verás tu capacidad de seducción para que te suba la autoestima cada vez que dudes de ti misma.

Este ejercicio te ayudará a perder la vergüenza cuando tengas que desnudarte delante de un chico.

También te asegurará que no se eche atrás porque aprenderás a seducirlo por completo.

=> Te harás una foto de cuerpo entero en el espejo mientras te sujetas la minifalda con la boca con tus tetas destapadas.

=> Demostrarás que has superado las pruebas 1 y 2 con esta foto anónima. Pulsa el botón:

[ Seducir al fotógrafo ]

Tiempo restante: 0:04:05

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¡Menos de cinco minutos! Le costó un rato decidirse pero finalmente lo hizo porque el móvil vibró al llegar a sólo 2 minutos de cuenta atrás. Quedaban menos de 30 segundos cuando estaba en posición y le dio por fin al botón de hacer foto. La app le preguntó si la foto era correcta. A simple vista era lo que le había pedido y estaba bien encuadrada. Confirmó. Un mensaje se sobrepuso en la parte superior:

=> Observarás la foto que seduce a la persona que hace fotos y comprenderás lo excitante que eres y lo buena que estás.

No salía nada más, ningún botón. Aparentemente sólo podía esperar. Así que se sentó en la cama y analizó su foto.

Descubrió que sus pezones estaban poniéndose duros al mirárselos a sí misma. Recordó cuánto le habían gustado a los chicos. Sonrió tímidamente, y poco a poco se miró a los ojos en el espejo. Cada vez con más confianza. Al final se sonrió a sí misma. Volvió a mirar la app y le salía un botón:

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Ahora posa a tu manera y continúa seduciendo al fotógrafo. Te observa desde el espejo.

Si quieres puedes desnudarte poco a poco y practicar cómo hacerlo de forma erótica para seducir. Observarás después tus fotos para ver lo que excita más:

=> Seducirás a la persona que hace fotos en el espejo haciendo más fotos sexys.

=> Comprenderás la excitación de los chicos al ver tu cuerpo.

=> Aprenderás a tenerlos listos para el sexo.

Disparó varias fotos al espejo con distintos encuadres y poses, abarcando demasiado o demasiado poco. En un momento dado sus pezones estaban blandos y eso no le gustó. Decidió acariciárselos y ponerlos duros antes de seguir. Como estaba hermosa era con los pezones duros, como les gustaban a los chicos.

Se dio cuenta de que ya no le pedía confirmación, cada foto iba directa a la galería, lo comprobó. La primera foto, encuadrando justo a hasta la base de su nariz, tenía insertado el subtítulo "la verdadera belleza". Sus pezones se le pusieron más duros al mirárselos a sí misma, pero no lo notó. Se distrajo observando las demás fotos ya hechas... se excitó bastante y se imaginó a los chicos del recreo excitándose si la vieran así. “Podría mandarles estas fotos... así seguro que no se echan atrás y tenemos sexo de verdad. O podría pedirles que me hicieran fotos...” Se avergonzó y sacudió la cabeza y volvió a la app.

Pero no sabía que en realidad había estado emitiendo vídeo todo el tiempo, por ambas cámaras, via wifi. En cada momento Él cambiaba entre ellas, y ambas se grababan localmente y luego enviando el buffer de video. Tenía ambos ángulos a la vez.

La chica bañada en su semen se estaba masturbando por orden suya, sin permiso para correrse. Estaba arrodillada frente a él mientras disfrutaba con su teléfono.

Ella se preguntó cuántas fotos más tendría que hacerse. Tal vez por un contador de tiempo, o por parar de hacer fotos, le apareció un botón para volver al modo cámara. Lo pulsó.

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Esperando confirmación...

Mientras tanto aprecia lo hermosa que eres. (Foto principal guardada en la galería de tu teléfono.)

=>Tu cuerpo excitará a cualquier persona que observe tus tetas desnudas con tus pezones duros.

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-O

-Otra vez a esperar... buf.

Pensó en ponerse con otra cosa, pero sin pensar volvió a la galería y observó de nuevo su propia foto. Miró sus tetas desnudas entre ambos lados de la falda. Sus pezones duros. Tragó saliva. Esta vez sí que notó que se excitaba. “Tiene razón... esas tetas... sus pezones son muy excitantes. Comprendo perfectamente que me miraran tan salidos.” Distraídamente acarició su vulva mientras miraba la foto que el fotógrafo del espejo había hecho. Cuando gimió ya se sentía completamente seducida por la chica tan sexy en esa pose tan erótica.

No fue un orgasmo fuerte como los de la noche anterior, pero fue extraño. ”¿Me he masturbado pensando en las sensaciones de tener los pezones duros? ¿O pensando en lo buena que estoy? Creo que los chicos han tenido poco que ver esta vez, aunque se me pasaron por la cabeza.” No sabía cómo se sentía, ni cómo debería sentirse. ¿Había hecho algo bueno, o malo? ¿Era un error hacerse esas fotos? ¿Era bueno para ella como afirmaba la app?

Poco a poco sus divagaciones se centraron en analizar su cuerpo en la foto semidesnuda. Se excitó de nuevo. ¿Realmente era tan atractiva? No se había dado cuenta. Era como si juntar su cara con su cuerpo estropeara el conjunto, pero su cuerpo por separado era... ¿Hermoso? Buena figura, piel bonita, ¿Tetas espectaculares? Estaba sorprendida consigo misma. ¿Realmente tenía un verdadero problema de autoestima? ¿En tal caso, lo estaba superando gracias a la app?

Se descubrió acariciándose sus pezones de nuevo con la mano libre.

-Y sobre todo, ¿Mis pezones son tan excitantes para los chicos como para mí? -Se preguntó en voz alta.

Papá_Piano rió con maldad y triunfo en su habitación. Susan tampoco sabía que la app emitía palabras subliminales, aunque estuviera en segundo plano como al mirar la galería. Y que el desarrollador podía elegirlas o incluso escribirlas, emitiéndolas un sintetizador de texto a voz de frecuencias casi inaudibles.

Pero todo iba perfecto en su modo por defecto. El apenas controlaba las pausas y reanudaciones.

Ella comenzaba a aceptar que sus problemas de autoestima los superaría si obedecía todas las instrucciones de la app, y que se sentiría mucho mejor gracias a la app. Y ya estaba viendo resultados.

Él decidió no confirmarle esa noche y dejarla esperando confirmación hasta el día siguiente.

Vio que le quedaba bastante batería a su teléfono y podría estar emitiendo audio subliminal toda la noche.

Marcó la opción de emitir que mantuviera el teléfono junto a ella y durmiera relajada

Pocos minutos después ella decidió dejar de esperar, se desnudó y se acostó. Mantuvo el teléfono en la mesita de noche a medio metro. Recordó que al día siguiente tampoco debía llevar ropa interior, pero se sorprendió sintiéndose bastante despreocupada al respecto. Después se durmió.

El volumen de los subliminales se adaptaba al ruido ambiente y usaba cancelación de ruido.

Una vez dormida, él encadenó varias rutinas de programación del subconsciente de Susan.

Estuvo influenciando su manipulable mente, que además estaba con la guardia baja, toda la noche. Los dos días previos había estado abriendo poco a poco su cerebro como una lata de sardinas, y ya estaba lista y con su subconsciente expuesto.

Por supuesto al día siguiente volvió a ir sin ropa interior a clase porque se lo había dicho la app. Después de todo obedecer a la app le hacía sentir sólo cosas buenas. Ese tal Papá_Piano era increíble. Le hacía sentir tan bien... Estaba muy agradecida. Esperaba que al menos le hubieran gustado sus fotos, porque no podía hacer nada más por él... aparte de obedecer sus instrucciones. Pero le gustaba tanto obedecerle que no le parecía justo. Necesitaba darle más. Se lo había ganado.

Mientras caminaba por la calle hacia clase se sentía con los pezones cada vez más duros a medida que pensaba en Papá_Piano y obedecerle. Y luego empezó a sentir hormigueo en su entrepierna y algo de humedad y calor a medida que pensaba en las fotos, en lo buena que estaba... y cada vez deseaba más haber impresionado a Papá_Piano. “Ojalá fuera Jack. Me habrían hecho sentir tan bien... Ojalá tenga sexo con él. Con ellos.”

Se detuvo en seco y su parte racional tomó el mando: “No sé quién carajos es el desarrollador, ¿Cómo voy a acostarme con un desconocido? Primero necesito conocerlo.” Y retomó su camino con más decisión, dispuesta a descubrir la identidad del misterioso Papá_Piano. De otro modo sería imposible follárselo.

Ese día más chicos se acercaron a hablar con ella en el recreo. Incluso entre clases los más cercanos. Ella se lo tomó con más naturalidad. Se lo esperaba, y lo deseaba. Era tal y como le dijo la app.Ahora casi no le daba vergüenza aunque tuviera los pezones duros y le miraran las tetas mientras hablaban con ella. Lo encontraba excitante y emocionante, y una prueba de su belleza que le hacía sentir bien consigo misma. Estaba muy contenta por la atención recibida, y ya no sentía que fuera inmerecida. Ahora comprendía su belleza, lo buena que estaba, y sabia que era normal que los atrajera. Aún le hacía sentir incómoda sentir el goteo por sus muslos pero le gustaba cómo se sentía recibiendo tantas atenciones.

Todo el tiempo que hablaba con chicos que la miraban con deseo tenía el coño húmedo y caliente. Y la mayor parte de la mañana tuvo los pezones duros en clase, tanto si la miraban como si se lo imaginaba como si lo recordaba. A veces se estremecía de imaginar a cuantos podría follarse si quisiera, y trataba de no pensar en ello en clase, pero era difícil evitarlo. Si la miraba un profesor joven, "un chico", también se le ponían duros. Incluso un poco más.

Para el final de la mañana ya no le preocupaba. Lo esperaba y lo deseaba. Sabía que a ellos les gustaba vérselos duros. Incluso comenzaba a desear destapar sus tetas y enseñarlas por completo para que todos disfrutaran de su presencia. Quería sentirse deseada por todas las personas que vieran sus pezones duros como estacas. Que los contemplaran libremente igual que harían con fotografías eróticas.

Para cuando las clases terminaron se fue andando muy tranquila y rodeada de varios chicos que le daban conversación. Ahora los tres del día anterior eran solo parte del grupo. Una parte de ella estaba sorprendida e impresionada y apenas lo entendía, pero se había adaptado a la situación rápidamente.

Lo más extraño era cuánto le resbalaban las miradas hostiles o desafiantes de las chicas celosas de la atención que ella había comenzado a recibir.

Antes de darse cuenta estaba intentando quitárselos de encima para entrar en su casa, y algunos le invitaban a merendar a la suya.

-No, gracias, chicos. Mañana nos veremos en clase. Tengo que irme, de verdad.

Finalmente se descalzó y corrió a su cuarto. Enchufó el móvil. La app seguía sin mostrar confirmación y lo soltó frustrada. ¿Hasta cuándo tendría que esperarle? Abrazó su peluche en la cama y rodó sobre ella. Se puso a repasar el día. Había sido un día genial, se lo había pasado tan bien… Ahora se sentía muy bien consigo misma. Divagó perdida en sus pensamientos.

Estaba mirando el techo pensando en el desarrollador, Papá_Piano. Definitivamente quería conocerlo. Quería gustarle. Quería follárselo. Le debía mucho. Le hacía sentir muy bien.

—¡Papá Piano es increible! -Exclamó en voz alta, emocionada. Pero no se atrevió a decir lo demás en voz alta por si su madre la oía desde el salón.

Él sonrió satisfecho mientras la chica arrodillada le hacía una cubana con sus grandes tetas y le chupaba el glande al mismo tiempo.

Desde hacía unos minutos el teléfono de Susan repetía un mantra subliminalmente: “Papá piano es increíble. Quiero conocerlo. Quiero gustarle. Quiero follármelo. Le debo tanto.” un bucle sin fin penetrando en su cerebro. No lo detuvo hasta unos minutos después para asegurarse de que todas las partes estaban asentadas. Entonces ella pensó con más claridad. Meditó acerca de cómo en dos días su vida había cambiado por completo: Dejó de estar triste y sentirse marginada y rechazada. Dejó de dar una importancia colosal a la aprobación de los profesores y pesarle como una lápida cada examen o trabajo suspenso. Le daba igual que las chicas la miraran resentidas por robarles la atención de los chicos. En lugar de todas esas emociones negativas, ahora estaba, simplemente, feliz. Y tan agradecida… y tan excitada. Todo gracias a él.

Y es que el nuevo mantra decía: “Soy tan feliz. Estoy tan agradecida. Estoy tan excitada. Gracias Papá Piano.”

Rodó sobre su cama risueña y contenta consigo misma, con su coño húmedo y caliente y sus pezones duros. Estaba tan acostumbrada a estar así que ya no sentía la urgencia de acariciarse o masturbarse. Sólo pensaba en Papá Piano y cómo le hacía sentir.

“Papá”, pasó a decir únicamente la aplicación. Una y otra vez.

-Papá… -Dijo en voz alta.

Su padre se había distanciado de ella al haberse ido varios meses de misión militar al extranjero. En casa era muy autoritario e inflexible. Ella siempre le obedecía, y cuando lo hacía, todo iba bien.

Básicamente su padre había criado sin pretenderlo a una sumisa total. Incluso causaba rechazo en el instituto debido a ello. Agobiaba a los demás al sentir la extrema dependencia de ella, tan brusca e improcedente sin una relación íntima. Se volcaba por completo en otras personas y acababan aprovechándose o riéndose de ella. Eso cuando no las agobiaba y se alejaban sin mala intención.

-Te echo tanto de menos.

Cuando Papá_Piano entendió en lo que estaba pasando por su cabeza, detuvo de inmediato el mantra y dejó que se normalizara el cauce de los pensamientos de la chica.

Luego puso el siguiente mantra antes de ponerla más triste.

"Papá Piano sí está cuando papá no está".

"Obedecer a la app me hace sentir muy bien"

"La applicación está para decirme lo qué debo hacer"

"Papá Piano me hace sentir muy bien"

“Necesito gustarle y obedecerle”

Sonaba una y otra vez, durante más tiempo que los anteriores bucles. Finalmente ella misma lo pensaba con su propia voz mental, como un eco.

Él detuvo el mantra y mandó sólo la sugerencia, más espaciada, de utilizar la app hasta que la abrió de nuevo:

Desenchufó el teléfono tras haberlo cargado un rato y consultó la app.

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Esperando confirmación…

Mientras esperas observa las fotos que te hacen sentir bien de la prueba 2.

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Se sintió frustrada de nuevo. Pero obedeció y abrió la galería. Volvió a observar lo buena que estaba mientras esperaba, y de qué manera resultaba más excitante comparando unas fotos con otras. Se excitó de nuevo tras el bajón por recordar a su padre.

Cuando la vio sonreir por la cámara frontal envió un nuevo mantra:

"Papá Piano me está mejorando la vida"

"Papá Piano se merece una recompensa"

"Ojalá Papá Piano estuviera aquí conmigo"

"Ojalá Papá Piano me diga lo que debo hacer"

"Papá"

-Papá. -dijo ella en voz alta. La app la mantuvo pensando en Papá Piano al 80% y en su padre al 20%. Especialmente tras haber hecho que mencionando sólo “Papá” pensara en su propio padre en vez de en su nombre abreviado. Era arriesgado pero a la vez útil.

-Papá... -susurró tras un minuto. Por el tono de voz empezaba a ponerse triste. Él borró la referencia a su padre en el audio subliminal y lo cambió por:

"Quiero obedecerle"

"Papá Piano me ha mejorado mucho la vida"

"Papá Piano se merece que yo le recompense."

"Ojalá Papá Piano estuviera aquí conmigo"

"Ojalá Papá Piano me diga lo que debo hacer"

"Quiero obedecerle."

La sutil sustitución fomentaba la asociación entre la obediencia a su padre y a él. Se distrajo corriéndose en la cara de la chica arrodillada.

Entonces fue más explicito:

"Papá Piano es increíble"

"Ojalá Papá Piano estuviera aquí conmigo"

"Ojalá Papá Piano me diga lo que debo hacer"

"Papá Piano se merece que yo haga todo lo que él me pida"

"Quiero obedecer a Papá Piano"

Ella estaba poco a poco en un trance más profundo a cada minuto. Él pudo verlo claramente cuando distraídamente volvió a encuadrar su cara sin saberlo.

“Me atrae Papá Piano”

“Me excita Papá Piano”

Por supuesto ella comenzó a imaginarse a Papá Piano, un desconocido sin avatar, sólo un nombre, y jugó con su imaginación. De forma natural acabó imaginándose una mezcla entre Jack, el fortachón y su profesor de Historia, con un carácter parecido al de su autoritario y dominante padre, que siempre sabría decirle lo que hacer.

Se masturbó fantaseando con él.

10 minutos y dos orgasmos después cambió el mantra:

“Me gusta obedecer a la app"

"me gusta ir sin ropa interior”

"estoy muy buena”

“disfruto con Papá Piano"

Eso la hizo repasar las dos pruebas y cómo se sintió, con una lente de emociones positivas.

Luego de 10 minutos cambió de nuevo:

"Me gusta sentirme deseada"

"Me gusta excitar a los chicos"

"Es natural querer gustar y atraer a los demás"

“Quiero pollas duras”

Eso la hizo meditar sobre "ser una guarra" con un enfoque positivo. Y alternaba con visualizar las pollas duras de sus compañeros, compararlas de nuevo en su imaginación, y cada vez le gustaba más habérselas puesto tan duras. Quería más. Quería pollas duras. Quería excitarlos tanto que sus pollas estuvieran como piedras.

10 minutos más:

"Me gusta mucho sentirme excitada"

"Me gustan mucho las pollas duras"

"Me gusta mucho el sexo"

“Quiero hacer todo lo que me pida Papá Piano”

Únicamente podía pensar en él mientras pensaba en lo mucho que le gustaban las pollas y el sexo y estar así de cachonda, y luego en cuanto le gustaría que el sexo fuera con él.

tras otros 10 minutos y correrse otra vez, y seguía masturbándose estando cada vez más cachonda:

"Si me excito mis pezones se ponen duros"

“Las pollas se ponen duras al ver mis pezones duros”

"Me excito cuando veo pollas duras"

“Cuando me excito mis pezones se ponen duros”

“pensar en pollas duras me excita”

“pensar en pezones duros me excita”

era una reacción en cadena. Le resultaría muy difícil no excitarse en un día normal. Ella comenzaría a asociar las pollas duras con sus pezones duros. Y sus pezone se pondrían duros cada vez que un "chico" le mirara las tetas, como ya estaba programado en su subconsciente previamente. Tan sólo con pensar en pezones duros de alguien, o en alguna polla dura, o recordándolo, las asociaciones vendrían encadenadas.

5 minutos y dos orgasmos después cambión de nuevo:

"Las pollas duras me excitan"

"Cuando me excito quiero sexo"

“Quiero que los chicos disfruten”

“Quiero que Papá Piano disfrute”

“Quiero hacer todo lo que él me pida”

Ya no era el mero deseo de sexo, sino hacer disfrutar con él. 5 minutos después:

"Pezones y pollas duras. Quiero sexo".

"Quiero dar y recibir orgasmos.”

“Que las pollas disparen semen”

"Papá Piano. Quiero que dispare semen."

“Me masturbo. Orgasmos. Obedecerle”

No sólo estaba asociando que le miraran las tetas con ponerse cachonda y querer sexo. También le dio una imagen con la que fantasear que se impuso sobre los chicos de su escuela: Papá Piano. Y deseaba su polla y su semen, darle y recibir orgasmos de él.

y obedecerle... Asociado a masturbarse, su placer sexual y su orgasmo.

La oyó estemecerse y contener su gemido. ¿Cuantos llevaba ya?

"Quiero más. Quiero más..." Emitió subliminalmente.

Mientras ella aún estaba digiriendo su último orgasmo, comenzó a masturbarse de nuevo sin pensar en ello a pesar de lo sensible que estaba todo.

Y tuvo otro. Y otro. Y quería más. Quería orgasmos, y semen, y pollas duras. Y que Papá_Piano la regara disparando su semen, y que se la follara, y obedecerle, y recompensarle y hacerle disfrutar.

Éntonces hizo un repaso por todos los mantras 2 veces cada uno, con pausas entre ellos. Con eso bastaba para reafirmar cada uno.

Cada vez que el subliminal mencionaba a Papá Piano se corría segundos después al pensar en él y su polla disparando semen.

Él sabía que las mujeres no necesitaban descansar como los hombres tras un orgasmo.

finalmente detuvo el mantra y tras un minuto de adaptación al silencio, esperando ella un nuevo orgasmo que no terminaba de llegar sin los subliminales, su mente divagó con tanta información mezclada sin dirigir. Montones de ideas e imágenes mezcladas en su mente a nivel subconsciente y consciente la habían saturado, pero las emociones que las unían eran las mismas, sobre todo lujuria. Entonces incluyó un nuevo y breve mantra en bucle:

"Papá Piano. Su chorro de Semen sobre mis pezones duros. Papá Piano.".

Rápidamente se corrió de nuevo. Y siguió masturbándose. No parecía tener fin.

Él abrevió y lo cambió a solo "Papá Piano". Su mente asoció su nombre con su placer sexual, sus orgasmos, y la polla de él dura y disparando semen sobre sus tetas y pezones duros. Se corrió de nuevo.

“Haré todo lo que Papá Piano me diga.”

“Haré todo lo que su aplicación me diga.”

“Le daré todos los orgasmos que me diga”

“Le haré disparar semen siempre que me diga”

tuvo otro orgasmo.

“Aprenderé a hacer disfrutar bien.”

“Aprenderé cómo follar bien.”

“Aprenderé cómo chuparla bien.”

“Aprenderé todo lo que me diga.”

Detuvo el mantra y la dejó descansar un par de minutos. Se quedó dormida.

pulsó el botón de confirmación.

¡Ding!

Ella se despertó bruscamente. Una de las cosas que hacía la app era silenciar el teléfono, y se había acostumbrado al silencio. Tenía el cuerpo entumecido pero cambió bruscamente de tumbada a sentada al ver que por fin había recibido la confirmación.

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¡Enhorabuena!

¡Felicidades por tu logro!

¡Has conseguido demostrarte a tí misma que eres hermosa y atractiva!

Y también has conseguido una foto simbólica que mirar cuando tengas la autoestima bajita ;—)

Siempre recordarás cómo Papá Piano te hizo sentir muy bien y todo gracias a obedecerle, ¡qué fácil es hacerlo con su app! :-D

Pulsa siguiente cuando estés lista para recibir tu siguiente prueba. Tendrás 22 horas de descanso. Recibirás la prueba mañana.

-21:29

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A ella se le saltaron las lágrimas. Estaba feliz y aliviada. ¡Por fin! Había echado tanto de menos a Papá Piano... Subconscientemente estaba ahí de nuevo la asociación parcial con su padre y la obediencia.

Ahora el audio subliminal sólo repetía "Papá Piano". Así que ella se excitó mucho de nuevo. Volvió a masturbarse, con más delicadeza que nunca, porque lo tenía todo muy irritado.

Él detuvo el subliminal y minutos después ella se durmió, agotada.


Pasó un día difícil en clase. Su coño estaba hinchado e irritado, pero seguia poniendose cachonda todo el tiempo, y si no se controlaba, MUY cachonda. Seguía conociendo a los chicos, sus nombres, intereses… querían impresionarla. Se preguntó qué hubiera pasado si hubiera ido maquillada como algunas de las pijas populares.

Por la noche, en casa, a las 22:00.

Pulsó aceptar.

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Prueba 3: “Confirmo y acepto.”

Elige quién quieres que mande y tenga el control:

[PAPÁ PIANO]

[tú]

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Era tan fácil (y guiada subconscientemente con el mantra subliminal) que le preocupó que fuera una pregunta con trampa tipo algún objetivo terapéutico.

Pero finalmente se dejó llevar por el subliminal y pulsó en Papá Piano, nombre que no paraba de resonar en su cabeza junto a toda la carga de emociones y asociaciones de ideas. Era demasiado potente como para resistirse.

El subliminal cambió a

"Necesito a Papá Piano"

“Me liberará de la presion de decidir cosas”

“Me liberará de responsabilidades diciéndome lo que debo hacer”

“Me relajará obedecerle”

“Quiero obedecer a Papá Piano”

“Ojalá Papá Piano me dé órdenes”

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Detalles:

Pulsando en Aceptar te comprometes a entregar el control a Papá Piano tal y como quieres y necesitas:

Te comprometes a que Papá Piano tome todo el control de ahora en adelante.

Entiendes que lo necesitas y que quieres que te diga lo que hacer.

Él te acepta y tú le aceptas.

El te dirá lo que debes hacer, y lo que necesitas hacer, y lo que quiere que hagas. Él te dará instrucciones y tú las obedecerás. En resumen:

=> Obedecerás todas sus órdenes.

[Yo Acepto]

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Aceptarle y sentirse aceptada… comprometerse… que alguien por fin le dijera paso a paso lo que debía hacer, sin agobiarse, sin tomar decisiones... realmente lo necesitaba.

“Por fin.”

“Quiero obedecerle. Él manda.”

“Quiero que me dé órdenes. Él me excita.”

“Quiero hacer que su polla dura... dispare semen en mis pezones duros”

Mientras volvía a ponerse cachonda con esos subliminales, cambió de nuevo el contenido y sonaron aplausos:

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¡Felicidades! ¡Has superado 3 pruebas!

¡Has ganado tu primer premio especial!

=> Eligirás una de estas cosas que quieres, has querido o querrás:

[Un vale para poder negarte a hacer una prueba que no te guste y saltar a la siguiente]

[Enviar un único mensaje a Papá_Piano. Te responderá una vez. Piensa bien qué decir.]

[Recibir foto de la polla dura de Papá_Piano]

[Premio sexual. Él decidirá el chico y cómo le harás disparar semen. No será con Él.]

[Que Él te ordene a qué mujer con buenas tetas y pezones seducirás y te follarás.]

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Su corazón dio un vuelco con lo de una foto de su polla. Deseaba tanto verla… Casi le dio impulsivamente, pero siguió leyendo. Otro vuelco con lo del premio sexual, pero tuvo un bajón al ver que no sería con él. Casi le da una taquicardia. Pero aun así podría ser interesante… Luego leyó lo de la mujer y se quedó desconcertada.

—¿Qué? ¿Quiero con una mujer?

Sonaba

“Buenas tetas, buenos pezones, buenos orgasmos, con chorros de semen”

No sabía cómo asimilar los chorros de semen en una escena con una mujer, así que su mente generaba flashes de tetas con pezones duros, y varias pollas disparando, cada una era una escena independiente. De cualquier forma ambas imágenes la excitaban.

Inconscientemente había aceptado que si él decía que quería con una mujer, es que era verdad. Y al mencionar las buenas tetas y pezones duros, que era un concepto que ya la excitaba incluso viéndose a sí misma, su mente se encauzó por ahí. Muy pronto “chorros de semen” se convirtió en varias pollas disparando a la vez.

Y finalmente, disparando sobre tetas con pezones duros… Sus tetas.

—...Quiero con una mujer… -Murmuró lentamente. Estaba sorprendida con su descubrimiento y asimilando cada palabra. Recordó que le excitaron sus propias tetas, e incluso se masturbó con sus propias fotos. Y ahora se estaba imaginando unas tetas apetitosas, con pezones tan eróticos… aunque fueran las suyas. Regadas en semen de varias pollas. ¿Cómo no se había dado cuenta antes?

—¡Quiero con una mujer! -Lo dijo demasiado alto y temió que su madre la oyera en el silencio de la noche.

Siguió imaginándose la escena.

-Tal vez con Papá Piano mirando… disparando su semen sobre nuestras tetas… varias pollas, no sólo él. -A medida que se lo describía a sí misma aclaraba sus pensamientos y hacía la escena coherente. -Pollas, chorros de semen sobre pezones duros… varios chicos, y otra chica con buenas tetas y pezones… buffff. -Se estremeció y se masturbó de nuevo imaginándose los detalles. Gimió en la almohada para silenciarse cuando se corrió rápidamente. Fue uno fuerte.

Piano aplaudió riéndose.

-Ya tienes lista una nueva compañera de juegos, Esther. -Dijo acariciando la cabeza de la chica sentada en su regazo, que se lo estaba follando con su culo bien lubricado.

—¿Qué quieres, Papá?

-Si elige follar con una mujer, le ordenaré que folle contigo. Le enseñarás cómo se chupa, y ella te imitará. Me correré sobre las tetas de ambas.

La chica gimió largamente, tembló, se estremeció, se sacudió y se corrio imaginando la escena, con la polla metida en su culo hasta el fondo todo el tiempo, y la apretó con espasmos. Él se corrió.

—¿Qué debería elegir? -murmuró Susan. -Ojalá Papá Piano me dijera qué elegir…

Él se rió de nuevo. Marcó la opción “Quiero probar tetas”, y eso resonó en la mente de Susan. Medio minuto después se decidió por fin.

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Tú has elegido el premio que quieres:

[Que Él te ordene a qué mujer con buenas tetas y pezones seducirás y te follarás.]

Detalles:

En algún momento y lugar recibirás un mensaje a esta app con las instrucciones de a dónde ir y qué hacer.

Se trata de una chica a la que le gustan tanto las chicas como los chicos. Tiene buenas tetas y buenos pezones, se le ponen duros muy fácilmente y suelen estar así cerca de mujeres con buenas tetas como tú.

Aun así tendrás que seducirla porque ella ya folla con un hombre.

Cuando la excites lo suficiente, ella te enseñará lo que no sepas hacer.

No habréis terminado hasta que ambas tengáis al menos dos orgasmos.

Hasta que ese momento llegue, cuando Papá_Piano quiera, todo seguirá con normalidad.

Probablemente pasado mañana por la tarde.

[Siguiente – Prueba 4]

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Antes de pulsar descansó. Aún no era muy tarde, pero su coño había recibido una paliza en dos días.