Sus sensuales pantaletas sucias (02)

Colocando la punta de mi pija sobre la telita de la tanga que cubre la cuquita, la parte donde habían restos de los jugos vaginales.

SUS SENSUALES PANTALETAS SUCIAS (02)

Al cabo de un año de vivir en casa de mis suegros, me aflijo por mi situación actual, desde que descubrí lo placentero que era masturbarme con las pantaletas sucias de mi cuñada Susana, no he parado de hacerlo, ahora es mas frecuente, creo que no ah quedado pantaleta alguna de su ajuar sin recibir las embestidas de mi miembro. El deseo por estar con mi esposa Valeria ha desaparecido por completo, no siento ni una pizca de placer en su cuerpo, al penetrarle muerdo mis labios por no pronunciar el nombre de su hermana.

Hace una semana al salir de mí habitación veía como Susana salía rápidamente del baño al asecho de mi presencia, no permite que la vea en toalla, los pocos segundos que vi su blanca espalda y sus deliciosas piernas corriendo hacia su habitación, hizo que mi miembro se disparara por completo hasta lograr una perfecta erección; mi verga medirá de algunos 16 a 18 centímetros, siendo considerable su grosor y su disposición, ya que de inmediato se endurece y retoma ese fabuloso color rojo que hace que me reviente de placer, sintiendo una gran carga por dentro, la efervescente calor que fluye en el glande, el cosquilleo y frenesí de mis testículos; todo esto sumado al deleite de mi visión, ver el cuerpo de Susana mojado, que excitación!

En ese momento como deseaba que ella resbalara y cayera al suelo, para así poderme mostrar su vulva, su hermoso sexo que impregna con exquisitos jugos su ropa interior, esa vulva que tantas noches imagino, frondosa en su parte púbica de negros y largos pelos, que en mas de una ocasión eh encontrado en su ropa interior y los cuales atesoro; sus dos pliegues de piel, de tejido adiposo, cubiertos por su vello púbico que cubren su vulva, esos labios vaginales aun sellados, poder abrirlos y encontrarme debajo del punto donde los labios menores se encuentran, el centro de placer de la vulva, un pequeño y rosado clítoris.

Que deseo! Poder saborear su sexo, deseaba que cayera y de inmediato lanzarme sobre esa peluda cuca, lamiendo toda su parte externa (labios exteriores), sin importarme tragar sus vellos, hasta posar mi húmeda lengua sobre lo que divide a los labios el uno del otro, esa pequeña rajita, a la que de a poco y suavemente introduciría mi musculosa y potente lengua, dando lametazos, saboreando esa cuca interminablemente, como quien devora un manjar, buscando la punta de mi lengua ese pequeño y rosado clítoris, el cual chuparía afanosamente, como una puta chupa la verga de su cliente; extasiado en su centro de placer, introduciendo mi lengua en su cavidad vaginal hasta hacerla acabar, para luego bajar hasta su rosado ano y comenzarlo a desequilibrar con potentes lengüetazos.

Ahí estaba, parado frente al cuarto de baño y la habitación de Susana, pensativo y sin saber que hacer, Una violación, NO!!!, echaría a perder todo. Me metí al baño y comencé a jalar mi dura y roja verga tan fuerte como podía, sentía los huevos (testículos) duros y pesados, mis pies no podían sostener el peso de mi cuerpo, mis piernas temblaban sin parar, cuando por fin de mi verga salio un gran chorro de semen, caliente y espeso, pero no paraba de jalar mi verga, seguía dura como una roca, poco a poco fui bajando la intensidad de mi pajazo y mi gemir era mas entrecortado que acelerado, pare al escuchar que se abría la puerta de la habitación de Susana, la espié, llevaba un jeans azul, que marcaba su hermosa figura, su blusa sin mangas dejaba ver su cuello y hombros, que placer seria besarle.

Ella se maquillaba frente al espejo que había en la sala, entre dudas y nerviosismo me introduje a su cuarto, entre sus prendas de baño sustraje el panty que había traído puesto antes de ducharse, la lujuria era inmensa, una tanguita color rojo, que expedía un suculento aroma a cuca de mujer caliente, o por lo que recién la traía puesta, sentía esa tanguita húmeda, cerré mis ojos y lleve la prenda hasta mi miembro donde la enrolle, colocando la punta de mi pija sobre la telita de la tanga que cubre la cuquita, la parte donde habían restos de los jugos vaginales, jale y jale mi mazo pretendiendo romper aquella prenda.

Imaginaba que era la vulva de Susana, tal cual estaba penetrando.-

  • Ohhh, Susana que cuca mas rica tienes, que placer poderte penetrar, uuumhhh, aaahhh

Ya no solo gemía, sino también me expresaba, mis expresiones eran incontrolables, mi respiración era fuerte y me quede sumergido en un tremendo – aaahhh!!! Cuando mi verga exploto, depositando todo mi semen en la tanguita roja de SUSANA, corrió por todo mi cuerpo un toque eléctrico similar al de mi primer pajazo, que ya hacia varios años atrás, que sensación, esa tanga seria mi trofeo a tan exquisita paja.

“Este relato es 100% real. Si se preguntan porque lo publico. - Disfruto con el hecho de saber que alguna mujer pueda leerlo y excitarse, o me excita el simple hecho de hacerlo”

Tengo muchos relatos reales que pienso publicar, de diversas categorías, como los siguientes:

? La mama de mi compañerito. ? La criada de mi tía ? Noche compartida ? En el Parque ? En el elevador con la gordita ? En la oficina con mi jefa

Y de todos los que me pueda acordar, pero los que si quedaron impregnados en mi mente son esos, que ya días pensaba escribir, por ahora solo pienso en comerme el conejito de Susana.

Si gustan de mis relatos escríbanme y háganme saber sus comentarios. Mujeres me gusta tener cybersexo, escríbanme. SOLO MUJERES, NO SOY GAY.