SUS MANOS (Parte I)

Al empezar a trabajar con él, nunca pensé que podría atraerme sexualmente, puesto que solo he estado con chicos de mi edad y mayores cómo máximo por cinco años, sin embargo, poco a poco se ha ido generando en mi, un deseo que me consume debajo de la falda sin que él pueda siquiera imaginarlo.

Hola.

Mi nombre es Luisa, tengo 24 años y hace exactamente seis meses, me enteré de que mi jefe, me vuelve loca.

Este es mi primer relato, así que entraré a detallarme; soy bajita, pero tengo una personalidad que me hace sentir muy a gusto en cualquier lugar. Siempre he sabido que soy eufórica, alegre, curiosa y sensible. En cuanto a mi cuerpo, soy una mujer sencilla, de proporciones lindas, firmes y pequeñas. Mi cabello es largo, color castaño y mi piel no es blanca pero tampoco doradita... Estoy en medio de esas dos tonalidades. Mis ojos son oscuros muy grandes y expresivos, acompañando a una boquita carnosa que antes de pandemia se llevaba muchísimas miradas.

Llevo un tiempo leyendo relatos y me animé a escribir el mío, espero que les guste y si no... Soy nueva, tengan paciencia conmigo (suponiendo que esa sea una buena excusa jaja).

Soy asistente en una empresa muy grande, doy apoyo a una de las personas más influyentes en la organización. Me gusta destacar por ser diligente, amable y responsable. Siempre estoy haciendo las cosas lo mejor posible y eso me ha traído muy buenos resultados laborales. Nunca he obtenido un beneficio que no sea el resultado de mi excelente gestión.

Mi jefe es un hombre muy serio, respetuoso y a veces muy distante. Es inteligente, organizado, pero testarudo y ensimismado. Lo poco que sé de su vida, lo he ido escuchando aquí y allá cuando compañeras de trabajo me han soltado algunos comentarios referentes a él. Al parecer está casado, tiene hijos y un perrito. Mide aproximadamente 1.80, piel muy clara, cabello abundante, canoso, con barba que enmarca perfectamente sus ojos fuertes y de físico MUY cuidado (Nótese la mayúscula).

Para tener 50 años, se viste de una manera atractiva y combina cuidadosamente todo lo que usa.

Al empezar a trabajar con él, nunca pensé que podría atraerme sexualmente, puesto que solo he estado con chicos de mi edad y mayores cómo máximo por cinco años, sin embargo, poco a poco se ha ido generando en mi, un deseo que me consume debajo de la falda sin que él pueda siquiera imaginarlo.

Mi locura empezó una noche estando solos en la oficina. Él hacía algo en su computadora y yo tenía que terminar unos informes urgentes en la mía. Por un corto instante tuvimos un bajón de energía, todo se apagó y supuse que podría haber perdido parte del trabajo, ya que, no recordaba cuando había hecho el último bendito Ctrl+g. La computadora no encendía y empecé a sentir desespero por la idea de perder no solo la última parte del trabajo sino el trabajo entero. Intenté comunicarme con la línea de la empresa que atiende este tipo de casos, pero al estar fuera del horario de oficina, no recibí ninguna ayuda. Viéndome desesperada por esta situación, mi jefe se acercó y me indicó que le permitiera dar un vistazo, moví mi silla solo un poco hacia la izquierda y él empezó a revisar detalladamente todo. La computadora es de esas que todo lo tienen incluído en la pantalla, así que él movía cables, desconectaba y volvía conectar, mientras yo no entendía nada.

Al no tener nada más que hacer, mis ojos se fueron en dirección a sus manos...