Supervivencia en la isla

Mi nuevo trabajo me lleva a situaciones al límite en una isla desierta en Bali...

No recuerdo bien el momento en el que me hablaron del proyecto, pero nada más escucharlo tuve por seguro que sería una de las mejores experiencias de mi vida. La idea era grabar un programa de supervivencia en distintos escenarios, yo iría de cámara y solamente nos encontraríamos el presentador y yo mismo, frente a los elementos. A mis 27 años la verdad es que me apasionaba la idea de salir, viajar por el mundo, y vivir experiencias fuertes. Soy un fanático de los deportes de riesgo, del deporte y de las situaciones extremas y sin pensármelo mandé enseguida el curriculum,

Me llamaron a la semana porque les había interesado mi perfil como cámara y realizador, así como los programas para los cuales había grabado y mis aficiones extremas. Creyeron que era uno de los que estaba más preparado para las condiciones del programa. Acudí a firmar el contrato y enterarme de todos los entresijos del trabajo.

Grabaríamos en el mes de Junio, en una pequeña isla de la Polinesia, en la que nos abandonarían a nuestra suerte. El presentador era un tal Nathan, un marine de mi misma edad, experto en supervivencia, y al parecer curtido en todos los terrenos. Estaba seguro de que nos caeríamos bien desde el primer momento, pues por la descripción que me dieron, parecía que teníamos bastantes cosas en común.

Faltaba un mes hasta la fecha de partida, y no podía pensar en otra cosa, estaba realmente nervioso. Cogí un avión directo desde Londres, pero realmente lo bueno comenzaría una vez llegados a la isla de Bali. Fue allí cuando por fin conocí al presentador, el tal Nathan, y no pude evitar sentirme uno de los tíos con más suerte en el mundo por pasar una semana en una isla desierta sólo con él. Nathan mediría un metro noventa, tenía el pelo corto y castaño, unos ojos azules un poco achinados, la cara redonda, fuertes maxilares y una sombra de barba de días. Pero sobretodo un cuerpo cuidado y realmente placentero a la vista. Sin estar cachas estaba definido, con cuerpo de nadador profesional. Llevaba uno de esos pantalones desmontables de safari y una camisa azul arremangada, dejando entrever unos moldeados y fuertes brazos, y los primeros botones abiertos dejaban entrever un pecho sin vello y de piel blanca realmente delicioso. Además resultó ser realmente majo y con un tremendo sentido del humor.

¿Preparado para sobrevivir y aguantarme durante más de una semana?-

Claro, siempre puedo ofrecerte como comida a los tiburones

Antes de partir nos dieron las indicaciones de lo que querían que grabásemos. Pequeños consejos de supervivencia, conseguir alimento, agua y fuego, construir un refugio, una pequeña balsa para dos personas y por último hacerla navegar hasta avistar un barco del equipo en la cercanía. El equipo se mantendría en el barco a una distancia prudencial por si surgía algún problema, entonces sólo tendríamos que lanzar una bengala desde la isla y listo. El objetivo era dar al programa la máxima veracidad.

Abandonamos Bali en Helicóptero y cuando sobrevolamos la isla tuve que grabar a Nathan arrojándose al agua con lo puesto y unos instrumentos básicos de supervivencia: pedernal, una cantimplora de agua y un cuchillo. Después desde una lancha me acercarían a la playa a fin de que el equipo de cámara no sufriese daño alguno. El equipo de la lancha había decidido grabar a Nathan escalando los acantilados del lado más escarpado de la isla. Sabían que quedaría bastante bien en el montaje final, y que Nathan no tendría ningún problema pues era un escalador profesional.

Así que nada más llegar estaba solo en la playa después de perder de vista al resto del equipo, en cualquier momento aparecería Nathan y comenzaríamos a grabar todo nuestro reportaje.

Estaba realmente con ganas de estar a solas con él, era un buen tipo, y joder estaba de puta madre, me iba a dar unas cuantas alegrías a la vista. La verdad es que todo tenía una pinta genial: una isla paradisíaca, un trabajo de fabula, un pedazo de macho a mí lado…dejé la cámara en el suelo y fui corriendo al agua a darme un baño.

Todo era genial, pero el tiempo no tardaría en ponernos las cosas difíciles.

Nathan apareció poco después mientras yo andaba dormido tirado en la arena. Me lanzó un cubo de agua fría y me dio un susto de muerte el muy cabrón. Me desperté y le vi allí de pie con toda la camisa y el pantalón empapados, se le marcaba todo. Los brazos, el pecho y por supuesto ese fenomenal paquete que daban ganas de apretarlo dentro de la mano.

Cabrón! Sólo unas horas y ya te tomas estás confianzas

Jaja, no iba a desaprovechar esta ocasión. Yo escalando riscos para entrar a la isla y tú hay durmiendo placidamente.

Se sentó a mí lado y contemplamos el mar.

Creo que deberíamos grabar unas tomar de cómo llegas a la playa, unas vistas también de la playa, y de cómo hacemos el cobertizo antes de que caiga el Sol. Pero si estás muy cansado podemos dejarlo para después, quizás mañana y montar las imágenes.

¿Cansado yo? No sabes con quien estás hablando, pequeño… - y volvió a soltar una risotada.

Mi polla estaba creciendo más de lo necesario con estos panoramas y estos comentarios de niño chulo y prepotente.

Jaja, pues perfecto pues entonces manos a la obra.

Al caer la noche ya habíamos tomado algunas de las tomas más interesantes por grabar, estábamos seguros de que quedaría un reportaje bien entretenido y chulo. El problema era que no habíamos podido hacernos con nada de comida, así que mañana a primera hora nos encargaríamos de buscar algo de alimento para llevarnos a la boca.

Nos tumbamos en el cobertizo bajo las hojas de palma, y cerca del fuego, grabe un poco a Nathan decir unas palabras a la cámara mientras oscurecía. Después estuvimos charlando un poco antes de que nos dominara el sueño. Hablamos de nuestras familias, nuestros trabajos y hobbies, y de los distintos lugares a los que habíamos viajado.

Nathan me dijo que tenía pareja desde hacía 4 años, Jessy. La verdad es que no pude evitar un pequeño escozor en el corazón de envidia. Me preguntó si yo tenía pareja, le dije que lo había dejado con mi pareja David hacía 2 meses, poco antes de venirme a grabar el programa.

David? Así que eres gay? Estoy diez días en una isla desierta con un marica!

Y comenzó a desternillarse de la risa.

Jaja, vale, veo que te lo has tomado bien. Espero que no te moleste

No que va, de ninguna manera. Es sólo que me resulta bastante irónico, tengo muchos amigos gays, no te preocupes. Se te ve bien formado, así que no creo que seas uno de esos debiluchos a los que hay que cuidarles las veinticuatro horas del día, jajaja

Descuida, jaja, se cuidar muy bien de mí mismo

Así que nunca te has acostado con ninguna chica?

No, realmente no

Chico, no sabes lo que te pierdes

Supongo que tú tampoco te habrás acostado con un chico. Tampoco sabes lo que te pierdes

Jajaja, Buena respuesta, pequeño

Ahí lo dejamos. Mañana iba a ser otro día duro de trabajo.

El día transcurrió bastante normal, pero con mucha hambre eso sí. Por la mañana realizamos unas tomas en la playa y en el bosque cercano sobre como encontrar frutos y pescar pequeños peces alevines en la orilla. Nathan se pasó todo el programa sin camisa, y yo lo pasé francamente mal, estaba enamorado de ese cuerpazo. Tan blanco, limpio, tonificado…podría estarme días lamiéndole los pezones, esos abdominales... Me imaginaba su culo lampiño y redondo, sus piernas…estaba enfermo por él.

El peor momento para mí fue cuando consiguió cazar unos erizos de mar para almorzar. Yo le grabé mientras los abría e ingería sus huevas. Ver caer todo ese líquido oscuro en la boca de Nathan, mojando su cuerpo, resbalando por todos sus músculos hasta su paquete, esa cara de satisfacción de Nathan…mi polla empezó a levantarse dentro de mis bermudas sin poder evitarlo. Nathan siguió su discurso como si nada mientras yo grababa y rezaba porque no se diera cuenta.

Pero este mismo episodio volvió a repetirse cuando consiguió unos cocos de lo alto de una palmera, y a golpe de cuchillo los abrió y vació toda su agua en su boca… La escena se volvió a repetir paso a paso, ver todo aquel cuerpo lleno de dulce agua de coco, estaba lleno de ganas de lanzarme hacia él, de devorarle, y volví empalmarme de nuevo, cada vez más dura, cada vez más insoportable.

Llegó la noche, y lo pasé francamente mal. A lo largo del día sólo había comido dos cocos, ya que me daba un asco tremendo comer un erizo de mar y los alevines no eran gran cosa. Nathan estaba más calmado que yo, se veía a primera vista quien tenía más experiencia en esto de la supervivencia

Estoy preocupado, hoy casi no has comido nada

Si bueno no te preocupes, mañana confío en que podamos pescar algo

Jaja, bueno pequeño mariquita, ya te dije que yo no te iba a dar nada gratis jajaja

Entiendo, jaja. Pues espero que no estés esperando a que me muera de hambre sólo para poder devorarme después

Chico, si quisiera devorarte, no esperaría a que murieras de hambre jajaja

Nathan, eres un creído

Gracias, jajaja

El tercer día grabamos bastante poca cosa, hicimos acopió de los materiales de la balsa, y Nathan intento pescar algo con una lanza que había fabricado atando el cuchillo a una caña de bambú…pero no fue tan bien como esperábamos. Así que mi apetito seguía creciendo a un ritmo considerable.

Por la noche nos volvimos a tumbar junto a la hoguera.

Que tal andas hoy?

Bastante débil tío, tengo un apetito que me comería cualquier cosa. Cualquier cosa que antes no me hiciera vomitar como esos dichosos erizos

Jajaja, si es verdad, la marea ha venido muy cálida y los pocos peces se han adentrado mar adentro, es mala temporada, quizás mañana con suerte

Entonces tendrás que pasarte otra noche escuchando a mis tripas jaja

Toma, te he traído este coco, es mejor que nada. Te saciará aunque no te dará mucha energía...

Me lanzó el coco a las manos y me dispuse a abrirlo con su cuchillo.

Jajaja, Gracias Nathan, aunque estoy un poco harto de los cocos

Bueno yo estoy un poco harto de otras cosas…aquí en esta isla abandonados

A que te refieres?

Echo de menos a Jessy tío, me ha mal acostumbrado…entiendes?

Te refieres a…sexo, no?

Jajajajaja, claro pequeño! No hay una sola noche que no caiga un buen polvo…con esas tetas, con ese culo tan prieto…será mejor que deje el tema o tendré que irme a pegar un buen baño jajaja

Jajaja, bueno tú entrepierna parece que ya está preparada…me parece que ese baño es obligado jaja

Jajaja, bueno esto no es nada de lo que puede llegar a ser –dijo Nathan agarrándose el paquete de una manera tan soez que me puso a mil-. A ti que te gustan estas cosas seguro que te encantaba

No lo dudo, pero estoy seguro que tendré que quedarme con las ganas de verlo

Jajaja, me estás provocando? – Ahora Nathan se hacía el inocente…-.

Jajaja, yo? No para nada. Eres tú el que necesita un "favorcito" no yo, jaja

Eso es cierto pero…nunca creí que pudiera decir esto jaja. A ti te gustan estas cosas, y yo estoy salido como te habrás dado cuenta. Podría ofrecerte mi aporte gratuito de proteínas a cambio de tu lengua…jajaja Ya he visto a tu paquete cambiar de tamaño varias veces en la isla mientras filmabas…jajaja

En ese momento me atraganté con el coco

Pero Nathan! Estás loco?

Ya te dije que no te iba a dar nada gratis, jaja Q me dices? Q le dices a esto?

Entonces Nathan se levantó a menos de un metro de mí, y de pie, de manera inesperada, comenzó a abrirse el cinturón. Se abrió el botón del pantalón, bajo la bragueta lentamente, y deslizó la goma del calzoncillo. Su polla de 19 cm., saltó como un resorte justo enfrente de mis labios, podía oler su perfume a sal marina y a macho en celo, después de 4 días sin poder habernos dado una buena ducha allí estaba todo concentrado.

Nathan se agarró la polla fuertemente con una mano, y mientras se masturbaba lentamente delante de mi cara. Sentado en la arena podía ver como comenzaban a salir pequeñas gotas de precum

Ahora o nunca, pequeño.

Mi sueño se había hecho realidad. Alargue la lengua para capturar una de esas gotas con su esencia, y lamí con mi caliente y húmeda lengua su orificio del que prendía una de estas perlas. Cuando sintió mi lengua echó la cabeza hacia atrás, como si de una descarga eléctrica de placer se tratara. Acaricié con mi lengua todo su glande y aproveché para masturbarle lentamente con la mano a la vez.

Nathan tenía una polla admirable, larga, equilibrada y potente. Venosa, con un capullo hinchado y rojizo, y unos cojones gordos y bien cargados. Estaba jugándome mi alimento, y sabía que Nathan estaba demasiado excitado, iba a llevarle hasta el límite, a hacerle descargar completamente sus huevos y a no desperdiciar ni una gota de ese manjar que me ofrecía. Realmente no sabía con quien había dado

Al verse liberada la polla de sus manos pasó a agarrarme la cabeza. En sus ojos relucía el fulgor de la hoguera encendida, lo que le daba un brillo malicioso. La lujuria hacía de él un diablo en aquel entorno paradisíaco. Mis lametones resonaban en la oscuridad, y Nathan aprovechaba el silencio y la absoluta oscuridad para jadear como un animal salvaje.

Tenía a todo un macho ante mí, y a un pene en su máximo esplendor con el que mi lengua no dejaba de jugar. Era hora de pasar a la segunda fase, y me introduje todo el capullo en mi boca. Nathan se adelantó un poco más con unos pasos para estar más cerca, y se aferró aún más a mí cabeza. Estaba flipadísimo con la mamada… No quería que acabara tan pronto así que me deslice por su tallo y pasé a darle un buen repaso a sus cojones provocándolos para que liberaran bien todo su contenido.

Volví a introducirme su glande entero en la boca y a masajearlo con la lengua, cuando oigo su voz diciéndome:

Trágatela, vamos

Esa era justo la señal que necesitaba

Aparté mi cabeza de su polla, y un pequeño reguero de saliva permaneció brevemente uniendo su polla a mis labios. Desde ahí abajo Nathan con su 1.90 de estatura parecía un monstruo, con su ariete en la mano, dispuesto a romper y follar todo lo que pillara por delante. Ahora iba a dármelo todo a mí, en cuestión de segundos…desconocía las habilidades de mi garganta.

Así de rodillas desde el suelo me preparé para mi especialidad. Agarré la polla de Nathan desde abajo con una mano y me puse a lubricarla bien con mi saliva por todo el exterior, pasando la lengua todo a lo largo de su rabo. Cuando estuvo bien servida, pase a la acción, y comenzando desde su glande no paré de avanzar hasta notar sus cojones golpear en mis labios y la polla de Nathan bien enterrada en mi garganta. Al pobre Nathan le fallaron las piernas ante la sorpresa, y soltó un aullido de placer que bien podría haber sido el de un lobo perdido

Jooooderrrrr tío, pero quien coño te ha enseñado eso

Años de práctica–sonreí limpiándome la comisura de los labios de saliva con la manga de la camisa-

Pues ahora no vas a dejar de hacerlo, cabrón

Así que me dispuse otra vez a la tarea. Y Nathan estaba que estallaba. Poco después de cuatro o cinco comidas tremendas y profundas, Nathan me sacó la polla de la boca y me avisó:

Prepárate, que aquí viene, todo para tíii

En ese momento apoyo su rabo en mi lengua, y soltó dentro de mi boca tres trallazos de lefa bien espesos. Se ve que quería cuidarme bien. Los digerí en dos segundos, y mientras la polla de Nathan soltaba sus últimas gotas, volví a introducírmela entera en la garganta. No era cuestión de desperdiciar nada.

Dos segundos después Nathan cayó desplomado en la arena.

-Tío, bufffffffffffff, jajaja

No dijo más. Yo me reí y me limpié un poco la boca con agua de coco. Había estado tan concentrado en conseguir la mayor y mejor corrida de Nathan en toda su vida, que ni siquiera me había ocupado de hacerme una paja mientras se la mamaba. Poco después Nathan se recostó en su sitio y desde mi cama de palma llegaron sus suaves ronquidos… Sin duda el muy cabrón hoy dormiría tranquilo, pero a mí ya se me ocurrían muchas más cosas para pasar el tiempo en la isla