Superar los miedos

Quinto capítulo de la relación de Jota y Donni

La cena no estuvo mal. Tomamos unos esquisitos manjares. Jota me presentó a algunas personas que iban a trabajar en su negocio, como el jefe de prensa, el comuniti manager, el diseñador gráfico, los redactores, el encargado de la publicidad. los revisores, los editores... en fin un montón de gente importante. entonces llegó el momento de la presentación del libro. Jota subió al escenario.

-Hola a todos- dijo- antes de nada, muchas gracias por venir a esta gala benéfica. Este evento es muy importante para mí por varios motivos. Cuando mi padre murió y vi lo que me tocaba heredar, al principio me sentí fatal. Tenía un montón de dinero, mientras que otros no tenían nada. Para los que  no lo sepaís, a mi siempre me ha gustado darme a los demás. Nadie de aquí lo sabe, pero yo de adolescente hacía voluntariados en secreto junto a mi amiga Martha. Decíamos que ibamos a salir por ahí, pero en realidad estabamos haciendo obras de caridad.

"otro motivo por el que esta gala es muy importante para mí"-continuó- "es la presentación de Los guardianes del cosmos . Una novela de ciencia ficción y fantasía que mi amigo Donni y yo ideamos cuando eramos unos críos. No llegamos a escribirla. Ahora es una realidad. Y Donni, el autor principal de esta estupenda novela, está sentado ahí en el público. Por favor un fuerte aplauso para él"

El público rompió a aplaudir. Yo al principio estaba avergonzado, pero luego decidí levantarme, porque el públcio lo pedía. Y entoces me di cuenta de lo que era un baño de masas. Todos parecían adorarme.

"Y el motivo más importante por el que este evento es importante, también está relacionado con Donni. Es nuestra primera cita."

El público volvió a aplaudir.

"Ahora pasemos a temas más importantes" -dijo- " Los guardianes del Cosmos no solamente es un libro. Tengo la alegría de anunciar y que el año que viene será una película del mismísimo Steven Spielberg. Steven es el director favorito de Donni, que está aquí entre el público. Por favor Donni, Steven, subid al escenario."

Yo al principio dudé, pero cuando vi  que era verdad que Spielberg estaba entre el público, me levanté. Me levanté muy deprisa. tan deprisa que golpeé la mesa y se movió de tal manera que todas las copas se cayeron. Me dirigí al escenario, pero estaba muy nervioso. Evidentement tropecé y golpeé el carrito de los postres que  cayó al suelo. Tuve suerte de no caerme por las escaleras del escenariio.

Jota, Steven y yo posamos ante la prensa. Yo estaba de los nervios. Steven me dijo al oído "tenemos que  hablar". Entonces no pude más. Todo mi nerviosismo explotó y allí mismo vomité. El salón se quedó en silencio. noté como todos me miraban. entonces me entró un temblor de piernas y no pude evitar salir corriendo. Atravesé la sala, los pasillos del hotel, luego el vestíbulo y por último salí a la calle. pero no terminé ahí. seguí corriendo por la ciudad. Mi mente no guiaba mis pasos. Solo quería alejarme.

Fue ese el momento en el que me di cuenta de que me había dejado el abrigo en el hotel. No tenía fuerzas de ir a buscarlo.

Y me di cuenta donde estaba. Era un lugar llamado Templo de Debod. Un templo egipcio en mitad de Madrid. No sabía que había guiado mis pasos hasta ahí. Entonces me acordé que de chaval había pasado por una fase en la que me gustaba la egiptología. Siempre quise visitar ese templo. Pero nunca hubo oportunidad. La otra vez que había estado en ese lugar, estaba cerrado por obras.

Me senté en un bordillo y me puse a llorar. Entonces me di cuenta del frío que hacía.Alguien  me puso una chaqueta por los hombros. Mi propia chaqueta.

-No me mires, Jota. Se que he arruinado la fiesta y hecho el ridículo. Puedes avergonzarte de mí.

-Jamás me he avergonzadode tí- dijo una voz distinta. Era Oswald.

-¿Qué haces aquí?- dije

-Jota se ha quedado preocupado. Yo le dije donde estarías. Te conozco. Me pidió que viniera. Aunque yo considero que no es apropiado me lo pidió. Supuso que no tenías ganas de que te viera así.

-Vaya, su capacidad de predicción no deja de sorprenderme.

-Dime que te ha llevado a irte así.

-¿Acaso  no has visto lo que ha pasado? He hecho el ridiculo delante de uno de los directores de cine más grandes de los últimos tiempos. Delante del chico que me gusta, la prensa y un montón de gente importante. Pero si estaba hasta la alcaldesa... y su marido el ministro.

-Todos hemos hecho el ridiculo alguna vez. No tienes que sentir eso. Anda volvamos. Tu novio está preocupado.

-Oswald- dije- gracias.

Entonces Oswald mantuvo la mirada. Por un momento parecía que iba a decir algo. Volvió a mantener silencio mientras caminabamos.

-¿Qué ha pasado después?- dije rompiendo el silencio.

-Bueno, Jota dice que va a preparar un encuentro con Spielberg un poco más privado. Y ha anulado la presentación del libro de esta noche. Habrá otra presentación en unos días para la prensa. Pero no tienes porque ir si no quieres. Dirá a todos que tienes trabajo.

-He pasado de ser anónimo a ser famoso en un momento. Necesito asimilarlo.

Seguimos caminando hasta llegar al hotel. En el vestíbulo había  mucha gente. La  mayoría de la fiesta. Oswald me dirigió hasta el bar, donde estaba Jota, el cual me sonrió y me abrazó. Jota me pidió que le dejara hablar un momento con Oswad. Me pidió una copa mientras esperaba. Tan solo fueron unos minutos de charla. Luego intercambió una mirada cómplice con Oswald, el cual se fue.

-Tengo que pedirte perdón- dijo Jota-. Te he convertido en famoso en un momento. Tenía que haber pensado que necesitabas un tiempo para asimilar todo.

Yo le cogí la mano.

-No te preocupes. Ya voy poco a poco acostrumbrándome. No te preocupes iré a la presentación. Y juro no volver a vomitar delante de Spielberg.

Entonces una voz sonó detrás de mí.

-Eso me alegra oírlo- me giré y ahí estaba. Con su gorra, sus gafas y su famosa barba- Tu debes de ser Donni, la estrella de hoy.

-Señor Spielberg-dije y le estreché la mano- es un honor conocerle. Le admiro desde siempre. Me encantan sus películas...

-Dejate de cosas de fans. Siempre dicen lo mismo. Y aunque me gusta que me admiren, a quien debería admirar esta noche es a tí. Jota me ha contado todo. He leído el libro y ya tengo un montón de ideas para llevarlo a la pantalla. Hay que cambiar ciertas cosas, con vuestro premiso claro, para adaptarlo como producto para cines, pero estoy seguro de que será un pelotazo. ¿Te parece que te envíe el guión en unas semanas para que podais revisarlo?

-Claro que sí, señor...

-Y llamame Steven...Ahora somos socios.

-Claro que sí, Steven. Por cierto tengo unos objetos de coleccionista de sus películas... Me gustaría que me los firmase.

-Como no- dijo. Entonces se marchó.

Jota estaba muy callado. Yo me acerqué a él.

-¿Estás bien?

-Si- dijo- me alegra verte animado de nuevo.

  • Jota, ha sido un día muy largo. Quiero irme a casa.

-No te preocupes, yo te llevo...

-Y si quieres tomarte la última en mi casa.

-Mejor que no- dijo- si lo hacemos podemos acabar haciendo algo que rompa nuestro compromiso de ir despacio.

-No lo decía con esa intención. Solo pretendía pedirte que te quedaras a dormir...

-Claro, claro

-En serio- y le miré a los ojos fijamente- a dormir. Nada más.

-No te preocupes, te prometo que cuando acabe la presentación del libro a la prensa me quedaré a dormir en tu casa más a menudo- y soltó una risita- a dormir...ja ja...

El viaje de vuelta a mi casa fue tranquilo. No hubo mucho tráfico. Me dejó en el portal. Me dió un abrazo y me toco la cara con una mano. Yo le miraba a los ojos. Nuestros labios se juntaron. Emecé a sentir como algo en el estómago que subía. Sus labios aún sabían al mojito que se había tomado en el bar. entonces le rodee con los brazos y el con los suyos. Mis labios no querían parar de besarle y no quería soltarlo, pero sabía que no podíamos ir a más, si queríamos ir despacio. Entonces de forma tan inesperada como  todo había empezado nos separamos.

-Buenas noches- dijo con un hilo de voz.

Yo entré en el portal y le miré a través de los cristales. Entonces lo supe. Le quería. Quería pasar con él el resto de mi vida. Y sabía que él sentía lo mismo por mí.