Sumiso usado por un desconocido
Un sumido da una mamada a un desconocido.
Esta historia me la ha enviado uno de mis nenes. No me importa que mis nenes tengan aventuras ajenas a mi, siempre y cuando me mantengan al corriente de sus aventuras.
La primera vez que le vi fue en el bar donde desayuno y me pareció un personaje un poco sucio, pero me dio la sensación de que podía ser el tipo de hombre que me excita: de unos 40 años, no cuerpo de gimnasio, muy macho, eso si, un poco oscuro de piel y unos ojos claros. Supe que no era español, pero no sabia de donde podría ser. Le oí pedir el café y note un acento. Tenia las manos grandes, curtidas, de trabajador. Le mire un momento y él me miro, pero pensé que seria un tío casado y que yo no le interesaría. Disimule leyendo el periódico, pero al mirarle de nuevo, vi que me miraba y que me sonreía. Note algo que se nota cuando uno ve a alguien con el que desearía acostarse. Salí a la calle y el salió detrás de mi. Se acerco y con un acento “del este” me dios los buenos días. Yo le conteste, pero estaba tan nervioso que le parecí por la manera de saludarle que yo fuera italiano. Me lo pregunto y yo le dije que era español.
-“Me gustan los españoles maduros y me parece que sumisos, verdad?”
No supe que decirle, solo le pregunte que si me conocía de algo ya que sabia que era en realidad sumiso.
-“Te he visto nerviosa”, me dijo.
Al decirme lo de “nerviosa” pensé que seria un problema con el idioma, pero eso me hizo ponerme todavía mas nerviosa…
-“Tienes donde ir?”, me pregunto.
Le dije que estaba casado, pero que podríamos ir a una sex shop. Le parecio bien. Por el camino me preguntaba cosas y me decía cosas que me iba a hacer.
-“Aparte de sumisa eres un poco zorra, verdad. La típica casada que necesita ser follada”.
Yo no sabia que decir y el lo notaba.
-“Me parece que vamos a ser buenos amigos, espero que seas mi putita”.
A veces se tocaba el paquete y me decía que el juguete que tenia iba a ser para mi y que se le estaba poniendo duro.
-“Te gusta ser follada, verdad perra?”
Parecía que me conocía de hacia tiempo y que sabia mis gustos. Me dijo cosas que otros machos me las han dicho dos semanas de conocerme o de joderme, este me pregunto cosas como si realmente fuera su mujer que me dejo sorprendida. Una de ellas de pregunto muy serio que le dijera cuando me venia el periodo algo que me dejo muy caliente y sorprendida y nerviosa. El lo noto me djo:
-“Tu necesitas un marido como yo, Ya veras como vas a necesitarme”.
En la sex shop entramos en una cabina y me dio un beso de lengua nada mas cerrar la puerta. Olia a sudor y eso me excito mucho. Luego me dijo que me desnudara y que me arrodillara y se saco la polla y me dijo que se la besara. Cuando yo vi esa polla me puse a temblar como pocas veces. Era un poco oscura, gruesa, olía un poco polla un poco sucia, y grande, realmente grande. El noto que yo estaba sorprendida y un poco aturdida y me dijo:
-“Siempre pasa igual cuando la ven por primera vez, pero luego se acostumbra, venga cómetela que quiero follarte la garganta”.
Me dio unos pollazos tan fuertes que me hizo dar arcadas y vomitar un poco y eso le gusto mucho. Se corrió sin decir nada y yo no pude con toda la leche y se salió un poca de mi boca y fue al suelo, eso le enfado, me dio un par de hostias y me mando que limpiara el suelo. Salimos y me dio su móvil. Me dijo si tenia diez euros. Se los di.
-“Empieza a pensar que va a ser mi puta y te voy a pedir cosas”.
Quería verme al día siguiente en la misma cabina. Cuando se fue me dijo:
-“Cuando tengas el periodo te voy a preñar”.
Eso me dejo todo el día hecha una puta en celo.