Sumiso kay

De como mi pareja de Amos, mi Amo y la perra de mi Amo que la vez es mi Ama me utilizaron para su disfrute

Relato de mi última sesión, sumiso kay.

A  continuación voy a describir como fue mi último encuentro con mi Amo y la perra de mi Amo que a su vez es mi Ama. Fue una tarde de enero, llevaba tiempo esperando ese momento, una semana antes recibí la orden de no masturbarme por parte de mi Amo estaba que me subía por las paredes. Aún recordaba el  último encuentro de los tres en un hotel, fue fantástico. Como decía esa tarde recibí un sms con el número de habitación del Hotel Hesperia, el mismo donde nos conocimos por primera vez, me resultaba excitante volver a abrir una puerta sin saber que encontraría detrás. Nada más entrar estaba mi Ama, perra de mi  Amo, había adelgazado muchísimo y tenía buen aspecto, sus pechos no estaban tan grandes como otras ocasiones pero seguían siendo muy apetecibles, ahora su figura era mucho más atractiva, bien proporcionada, me saludo con un beso y me dijo que me desnudara. El Amo estaba al llegar y debíamos esperar. Ella es un poco despistada en sus obligaciones como sumisa pero es una gran sumisa, mi Amo debe estar muy satisfecho con haberla encontrado y está adiestrada como solo él podría hacerlo.. Se puso unas medias de rejilla y se quito todo, yo también, jugamos un poco en la cama, me obligó a tocarla pero sin correrse claro. Después llegó el Amo.

Los dos nos recompusimos y miramos al suelo, nada más oír la puerta sudor frío comenzó a brotar de mis poros. Siempre trajeado como el hombre importante que fue a darse una ducha tras saludarnos con una buena azotaina. Nos puso a cuatro a sus perras como le gusta decir y nos dejo los culos bien rojos, hice lo que pude pero algún gemido se me escapó, maneja bien la fusta. A su perra, mi Ama, le dijo que ni se le ocurriera correrse. Acto seguido pasó delante y puso so polla en la cara de ella, le dijo que chupase y vaya si chupó, es la mejor mamadora que conozco, toda una experta su boca es una delicia para cualquier hombre que pueda tener el placer de gozarla. Después me tocó a mí, nunca había chupado una polla pero mi Ama me había estado preparando chupando consoladores. Creí que no lo haría pero en cuanto mi Amo lo ordenó usé mi boca con avidez, tiene una linda polla, me sentía contrariado pues quería negarme pero estaba chupándole la polla a un hombre! claro, ese hombre es mi Amo. Lamía y succionaba lo mejor que sé pero se cansó, dijo que no lo hacía mal pero nada que ver con su perra.  Me hubiera encantado compartir mamada con mi Ama, las dos perras del Amo peleando por su polla, hubiese sido fantástico.

Después de chupar ordenó a su perra, mi Ama que se pusiera su arnés. Tenía miedo pues tengo un problema anal que esperaba respetase mi Amo, cuan equivocado estaba. Ordenó a M que me lubricase y penetrase. Se colocó detrás de mi noté el frio del lubricante en mi ano. Me dolía horrores cuando intentó penetrarme, me resistí pero fue inútil, ella me penetró totalmente, en ese momento estaba viendo las estrellas sufría lo indecible pero aún quedaba más. Mi Amo se puso detrás de su perra y empezó a follarla por el culo. Su mete y saca hacía más fuerte la penetración del consolador en mi culo, que hombre! nos estaba follando a las dos! ella cada vez gritaba más, le estaba dando bien por el culo, hasta que el Amo y ella se corrieron, al fin cesó el mete saca, mi culo estaba dolorido. El Amo se retiró para encender un pitillo pero siguió jugando con sus perras, hizo que ella se sentara en mi cara con todo el semen y sus jugos mezclado, me lo hizo probar bien, moviéndose de arriba abajo hasta embadurnarme por completo, siempre siguiendo órdenes del Amo. Me sentía totalmente humillado aunque por suerte gocé de un poco de complacencia de mi Ama. Después pasé al rincón, como siempre ahora el Amo disfrutaría de su perra a solas, creo que es su forma de recordarme que yo no soy nada,  quedé  de rodillas mirando al suelo unos 30 minutos, me pasó por la cabeza revelarme debido al dolor de culo y rodillas que tenía y al sabor de mi paladar pero fui lo que soy, sumiso, no dije nada. El Amo se marchó por desgracia tras despedirse orgulloso de sus perras. Sus perras jugaron un rato más, mi Ama estaba aún caliente como siempre y nunca la había follado así que me lo pidió y conseguí penetrarla. No llegué a correrme, cuando ella se fue a la ducha terminé sólo, con el mejor orgasmo de mi vida, algo que mi Ama consideró imperdonable. Después salió y me quedé arreglando la habitación, ducha y hasta hoy, no he vuelto a sentirme tan lleno. Gracias, eternamente agradecido, kay.

Si quieres saber más: torito-1-@hotmail.com