Sumision y dominacion de un matrimonio 2ª Parte

Poco a poco; poco a poco....

Durante un par de semanas no paso nada , bueno si paso, sencillamente me di cuenta que no tenía ya nada que me uniera  a mi mujer , no teníamos niños, , habíamos dejado de querernos y … ni siquiera teníamos una casa que sirviera de nexo de unión, eso también  facilitaba las cosas , por lo que decidimos separarnos , con Oscar , intercambiaba, email , casi todos los días, pero por la vida de cada uno era difícil quedar, también notaba como que lo deseaba pero algo en su interior, le paraba algo parecido a lo desconocido, tal vez miedo a que la situación se le marchara de las manos, eso me excitaba todavía más, ese deseo y pánico a la vez que transmitía, en cada correo que me mandaba.

Ahora tenía más tiempo para pensar en la situación, y el morbo de lo prohibido de dar un paso más, de adelantarme y provocar situaciones inesperadas.

María Jesús llevaba cada día a sus hijos al cole, en su todo terreno negro, por la mañana era todo un caos, las madres llegaban justas de tiempo y aparcaban donde querían o podían, siempre a la hora de entrada y salida del colegio, mandaba un coche de policía,vcon la intención de estar al tanto y proteger a los niños, esa mañana cogi a Juan , un pilicia minicvipal en prácticas y le dije.

_Mira Juan  hay un todo terreno negro , matricula 3522---- que aparca siempre donde quiere , ponle una multita para que sepa que estas ahí por algo…

: Ok jefe

En mi coche particular me acerque y aparque a una distancia que me permitía ver sin ser visto,Juan se bajo de la unidad, busco el todo terreno, y como casi siempre estaba aparcado en una línea amarilla, no tuvo ni que perder tiempo haciendo el parte ya lo tenía hecho y lo deposito en el parabrisas.

También vi a María Jesús, como minutos después llegaba y su cara de fastidio y cabreo al ver el recadito.

Como cada día tomaba un café unas veces sola y otras con alguna madre en una cafetería del centro del pueblo, por suerte esta vez estaba sola.

_Buenos días perdone que la moleste, es usted María Jesús la mujer de Oscar verdad¿

  • Si por?

Bueno soy Santiago, fui al instituto con él , bueno el iba dos cursos por debajo y que casualidad vivimos en el mismo pueblo y hasta hace unos días no sabía nada de el

  • Si Vaya casualidad, no me había dicho nada

Es normal ha sido una sorpresa para los dos… puedo invitarla a ese café¿

  • Como quiera

Sera un placer para mi, además después de mi separación es bueno que vean al jefe de policía con una mujer tan bella como usted….

Por un momento sus mejillas se tiñeron de un rosa intenso, para de pronto crisparse su mirada y espetarme.

  • Qué bien , pues me acaban de poner una multa por nada , por dejar un segundo el coche regular en el cole…

Cuanto lo siento entienda que debe haber un orden… pero para mi seria un placer si me dejara solucionarlo…

  • Se lo agradecería, vamos un poco justos este mes y seria un problema ,

No se preocupe, démela y olvídese de la multa, un placer saludarla

Las cosas iban tomando su forma, era un buen principio, durante la conversación , mis ojos se `posaban en sus curvas sobre todos en esas grandes tetas que poseía, intentaba disimularlas, pero eso era realmente difícil, cuando nos despedimos, como un caballero, me levante y retire su silla, además cogí su abrigo y le ayude a ponérselo, sus mejillas eran de un color rosa intenso, se notaba que era de aquellas mujeres antiguas que les fascina la galantería  la caballerosidad y sobre todo note una gran sensualidad encerrada en sus ojos…

Nos despedimos con un ligero apretón de manos y mi vista se perdió   a la par del todo terreno negro.

Por la noche tenía un email en el ordenador “ Joder Santiago, que haces? No quiero que mi mujer se entere de nada”

Durante unos minutos pensé la respuesta “ Creo que no lo tienes claro , Yo mando, tu obedeces , y mañana te presentas en el puesto de policía a primera hora , sin mas”

Sabía que solo con eso, no habría más preguntas, a las 9 de la mañana allí estaba Oscar, hice que le pasaran a mi despacho, iba a hablar pero le chiste, psssss

Agáchate, ponte de rodillas ¡

-          Pero?

Pero nada haz lo que una puta debe hacer todas las mañanas… Traga hasta el final.

Sumisamente Oscar gateo hasta quedar debajo de la mesa del despacho, con cuidado desabrocho mis pantalones, y empezó a mamar con ganas.

Me excitaba más la situación que la propia mamada, aunque hay que reconocer que le `ponía ganas, en un segundo se me encendió una luz, cogí el teléfono y marque un numero…

María Jesús? Perdona que te moleste, nada era solo para decirte que ya está arreglado, no te preocupes.

No hombre, mujer no es nada, los amigos están para eso,

Que no mujer que con que me invites a un café es suficiente…

La mamada era cada vez más intensa, notaba que al maricon también le ponía la situación,

La verdad es que tengo aquí un tema bastante duro, pero en unos minutos se bajara y si te apetece tomamos ese café…

Donde? No te molestes, ni gastes ahí en tu casa estará bien,

Nada no te preocupes ahora voy…..

Colgué el teléfono al mismo tiempo que crispe mis manos se crispaban sobre su cabeza y con golpes de riñones le inunde con mi leche.

Avergonzado se levanto y intento limpiarse, pero se lo impedí.

Ahora sales ahí, que vean lo puta que eres y esta noche le preguntas a tu mujer por mi….

La verdad es que cada vez mi vida sexual mejoraba y quería que siguiera así, Me levante y me dirigí hacia la casa de Oscar, mi mente pensaba rápidamente en distintas situaciones, mas  yo quería que fueran duraderas y la prisa nunca es buena, aparque a unos metros, la calle estaba mojada y algunos charcos hacían una presencia incomoda en la acera, pegue un zapatazo en uno de ellos y me manche todos los pantalones, la camisa en fin…

Hola María Jesús, gracias por invitarme...

  • No gracias a ti, que te ha pasado?

Nada un coche un gracioso que ha pasado a toda leche y ha pisado un charco…

Fíjate como me ha puesto…

  • Pasa a ver qué podemos hacer

Me fije en ella, ahora vestía de una forma más causal, unos vaqueros, que destacaban un culo grandioso, y una camiseta holgada, que no lograba esconder aquello que me volvía loco.

Puedo arreglarme algo… necesitaría entrar al baño y una toalla grande.

  • Claro  está en la parte de arriba , mientras hago el café y bueno déjame esa ropa en media hora la lavo y no pasa nada,

Creo que no tenía claro, lo que decía, pero la seguridad de quién era y que conocía a su marido, la hacía confiar

Allí mismo en la cocina, me quite la camisa, ella hice un ademan de decir algo pero se cayó y miro hacia otro lado, deje al descubierto mi pecho duro y velludo, la verdad que a muchas mujeres les gustaba esa masculinidad un hombre macho de verdad, María Jesús , miraba de reojo y bajaba su mirada , me quite los zapatos y los calcetines y me desabroche el pantalón , mientras la miraba fijamente, ella intentaba hacer cosas , en la cocina , pero se mostraba azorada, mi pequeño slip hacia que mi polla morcillona resaltara mas , la verdad es que tenía un gran paquete y estaba orgulloso de él, lo sopese con una mano , mientras con la otra mirándola a los ojos, le acercaba el pantalón,.

Gracias Voy arriba.

Me di la vuelta y por el rabillo del ojo observe como se quedaba ensimismada mirándome, antes de salir de la cocina me gire y allí la vi, fijándose en mi trasero y sin saber qué hacer.

Me duche tranquilamente, era un placer el agua caliente por mi cuerpo y pensar lo que se pasaría por su cabeza, cuando Salí, me perfume con un perfume me imagino de Oscar  en concreto Dolce&gabanna men y me enrolle a la cintura la toalla, un poco pequeña dicho sea de paso.

Mi polla estaba bastante erguida por la situación y era difícil de disimular, además quería, tensar un poco la situación; allí estaba ella , atareada con sus cosas, la sorprendió mi presencia, pero se rehízo pronto.

El agua estaba para quedarse a vivir allí, gracias por permitirme usar el baño,

No pasa nada el pantalón estará en un ratito, ahí tienes el café,

Gracias,  lo único que la toalla es un poco pequeña jaja, pero no pasa nada.

  • Si jajaj

María me miraba como sin querer, se fijaba sobre todo en mi torso velludo y en la rendija que dejaba la toalla en mis piernas, la conversación era intranscendente pero agradable en un momento dado la espete…

Oye tu qué opinas el pecho está bien así o me lo tendría que afeitar….

La pregunta la sorprendió, y volvieron a teñirse sus mejillas de un rojo intenso.

  • No se a mi me parece bien , Me gusta… digo que está bien , como mi marido no tiene nada , y a mi … bueno que está bien

T oca toca veras a si puedes apreciar mejor…

Cogi su pequeña mano y la apoye en mi pecho, ella sola  sin casi querer rozo mis vellos y mi tetilla que reacciono al instante poniéndose como una piedra.

Yo creo que tengo demasiado.

Su mano ya sola se entretenía por  mi pecho, mi polla estaba a 100 y con un pequeño movimiento hice que asomara por la abertura

Sus ojos te posaron rápidamente con cara de sorpresa, pero su mano seguía en mi pecho,  su respiración era entrecortada sus fosas nasales se abrían y cerraban acompasadamente, sus pechos, algo caídos pero enormes, mostraban una  dureza delatora en la camiseta, yo sin darle más importancia, dije.

Bueno pues entonces me lo dejo así, la verdad es que ahora que estoy separado pues, saldré un poco más, …

Me levante para el truco final y según  me levantaba la toalla se escurrió por mis piernas, allí estaba ella, mi polla, balanceándose, a los lados, y mis huevos como pelotas  colgando orgullosos, el pantalón que llevaba en la mano se le cayó y de su boca salieron palabras balbuceantes.

  • Vaya¡¡¡ oh¡¡ la toalla..

Sus ojos como platos, se abrían sin poder creer la que veían, azorada sin pensar lo que hacia  se inclino a coger la prenda, con lo que primero me dejo una parcial visión de sus pechos con lo que mi herramienta pego un respingo hacia arriba, que rozo su cabeza, al levantarse a escasos centímetros se quedo parada, le  di las gracias y me subí al baño , quería , poner  tensión , llevarla a límites que ni ella sabia, y sobre todo , ese plus de morbo, que medaba el elegir yo el día y el momento…

Al bajar, ella se mostraba igual de nerviosa, le volví a dar las gracias por el baño y el café y al despedirnos me tendió la mano,  me acerque a ella con los brazos a abiertos;

Mujer ya tenemos más confianza somos amigos no?

La estreche en mi pecho bajando mis manos por su espalda;

Espero repetirlo cuando desees, ya sabes dónde estoy, ¡qué suerte tiene ese cabron de Oscar de tener una mujer como tu¡

Con la palma de mano le pegue un buen azote en su trasero, plafff ¡… ella solo hacia sonreír bobaliconamente, y me despedí , con un beso en la comisura de sus labios