Sumisión y dominación de Alice cap-22

Resumen: Aunque era consciente de que el tiempo para darle una respuesta a Raúl se me agotaba, me había sido imposible hablar con Daniel, y lo que me temía sucedió......

Capítulo - 22

Miércoles….., a Raúl se le acaba la paciencia, y con su crueldad no tardaría en presionarme….

Con otro día por delante, mi rutina fue la misma, no podía mojarme y además no deseaba para nada bajar a la piscina, así que de nuevo regresé junto al mar.

Allí podía pensar o no hacerlo pero me sentía viva, al aire libre, lejos de los lugares cerrados que empezaba a odiar después de todas aquellas experiencias por las que había pasado , siempre en lugares cerrados, desde el picadero, hasta el sótano del chalet de Raúl y Beatriz y hasta en su propio ático.

Ya hacía tres días desde que aquel cerdo de Raúl me había exigido una rápida respuesta y empezaba a temer que el tiempo para hablar con Daniel se me terminase.

Tenía que decírselo ya, y esperar que el me diese su aprobación, no quería contrariarle y prefería hacer las cosas bien.

Estábamos ya a miércoles y no había vuelto a saber nada ni de Zoe y por supuesto de Raúl, aunque me temía que si se ponía en contacto antes que yo le dijese que había hablado con mi marido, su reacción fuese la típica de el, la de un salvaje déspota, así que esta noche debía hablar con Daniel.

Por desgracia lo que más temía sucedió. Por la mañana, y sin haber encontrado el momento oportuno para hablar con Daniel, recibí un Whatsapp de Raúl. Y lo que me decía en el no auguraba nada bueno.

  • -- ¡ Zorra, hace ya tres días que te dije lo del trabajo, y aún no tengo una respuesta afirmativa por tu parte…. ¿ A qué esperas ?

Raúl seguía en su estilo. ¿ Si esperaba una respuesta afirmativa para que me preguntaba.  Estaba claro que lo único que buscaba es que me enfrentara a mi marido.

  • — ¡ Lo siento Amo – respondí al Whatsapp – ¡ No he tenido oportunidad de hablar con Daniel…., no he encontrado el momento oportuno, mi Amo

Temía la iracunda respuesta de Raúl, esperé en vano su respuesta.  Que no respondiese era lo que aún me daba más miedo.

Casi 20 minutos después llegó un nuevo whatsapp.

  • — ¡ Zorra, preséntate en 15 minutos en el garaje, espérame al lado de mi coche. Ponte un vestido con falda, y tu collar, es lo único que necesitas….!

Al oír lo que me ordenaba, las piernas se me aflojaron, sabía que me iba  a castigar, eso seguro.  ¿ Qué habría tramado para mi ?  Estaba segura que algo severo y que el confiaba en que me obligaría a no demorar más mi respuesta…., afirmativa claro.

Me daba mas miedo esta situación que una respuesta enfadado.

Me preparé rápido, por suerte ya había cogido la costumbre de afeitarme todas las mañanas, y así no me pillaba en una falta.

Busqué rápido un vestido, me lo puse, cogí mi collar y me lo coloqué, me arreglé un poco el pelo rápidamente, total, tampoco parecía que a Raúl le importase, y cogí el bolso y bajé corriendo al garaje para no llegar tarde. No quería un nuevo castigo.

A los 15 minutos exactos estaba al lado del coche de Raúl, rezando para que se diera prisa y nadie me viera allí esperando.

Como era de esperar, el cerdo de Raúl quería hacerme sufrir, y tardó mas de quince minutos en aparecer. Mientras le esperaba una de las vecinas cotillas pasó por mi lado en el garaje, y yo me hice la distraída buscando algo en el bolso para disimular, me saludó, me miró con cara de asco y siguió hasta su coche.

Aunque estaba junto al coche de Raúl, ella no podía adivinar si había bajado a por mi coche ni que hacía allí. Peor hubiese sido si me hubiese visto unos momentos después sentada en el coche de mi vecino Raúl marchándome con el.  Eso si le hubiese dado motivos para hablar mal de mi, e inventar (aunque no se habría equivocado de mucho) que yo era un putón que tenía un lío con mi vecino.

Cuando Raúl apareció le saludé para intentar congraciarme con él.

— ¡ Buenos días Amo…. – dije sonriendo.

Pero Raúl ni se molesto en dirigirme la palabra, abrió el coche, y se subió en el lado del conductor, yo rápidamente subí al asiento del copiloto.

Me miró de arriba abajo, con cara de enfado, y de disgusto. Y de repente recordé lo que me había dicho cuando fuimos a su casa de la playa.

Recordé de repente en ese instante, lo q“Las zorras se sientan siempre con el culo directamente en la tapicería”.

Reaccioné rápidamente, y levanté mi falda, para sentarme como me había dicho, por suerte había elegido un vestido con una falda ancha, que me permitía sentarme así sin necesidad de levantar la parte de delante.

Raúl arrancó y salimos del garaje, una vez nos alejamos de la urbanización me tranquilicé un poco, ya no había peligro de que alguna de las cotillas nos viera juntos.

Lo que me daba miedo era el silencio y la cara de Raúl. Estaba claro que estaba enfadadísimo, y su actitud no presagiaba nada bueno.

No sabía donde íbamos y desde luego no me atrevía, ni me estaba permitido  preguntar, pero estaba segura de que a donde me estaba llevando, no me iba a gustar.

Fuimos en dirección a la Sagrada familia, y en la avenida Marina Grácia metió el coche en un parking, al lado de los Jardins de la Industria.

Salimos del coche, y comenzó a andar, sin decir nada, yo le seguí detrás, manteniendo la distancia, como me había enseñado Zoe. Subimos hasta la calle de Sant Antoni Maria Claret, y en el número 96, llamó al video portero y enseguida le abrieron.

Por un momento pensé que íbamos al bufete donde trabaja Beatriz, pero no me sonaba que estuviera en esa zona. Subimos hasta uno de los pisos y Raúl llamó a la puerta y enseguida abrieron.

Una mujer de unos 40 años nos recibió. Vestía con poca ropa, mas bien escasa. Pensé que sería alguna de las sumisas que según le había entendido a Zoe tenía Raúl, ya que parece ser que había más de nosotras. Pero me extrañó que no llevara collar, que parecía uno de los símbolos de Raúl.

Raúl la saludó con dos besos.

  • — ¡ Hola Marta ! – dijo.
  • — ¡ Hola Raúl ! – dijo ella devolviéndole el saludo.

La tal Marta, que tenía todo el aspecto de ser una buena zorra, me miró de arriba abajo.

  • — ¡ Guau Raúl ! – dijo Marta - ¡ Vaya ejemplar que me traes !
  • sacarías más partido de ella en “Felina” o en “La Víe en Rose”….!
  • que aprenda una lección … desde abajo…., y me la tengas trabajando con las tuyas.   ¡ Esta puta me está saliendo desobediente, y quiero que vea la vida que le espera si no acepta lo que le he propuesto …..
  • Sus palabras me confirmaron que me había traído a aquel piso, para hacer de prostituta barata y no parecía que sus planes futuros fueran a ser mucho mejores para mi….

Raúl me agarró del brazo. Mira zorra, esta es Marta.

  • — ¡ Encantada ..– dije yo intentando ser cortés.

Ella no me dijo nada. Y dirigiéndose a Raúl le dijo

  • cliente porque me traes una puta que no es capaz de hacer su trabajo… !

¿ Puta ? …¿ Trabajo ? Empezaba a confirmarse lo que saltaba a la vista, el cabrón de Raúl me había llevado a un prostíbulo, para que ejerciese de puta.

  • sea, pero no esto ! … ¡ No soy una puta !

Raúl me miró con severidad. Me agarró con fuerza del brazo y me arrastró a una habitación. Marta nos siguió.

La violencia sin palabras de Raúl me daba más miedo que cualquier otra cosa.

Me empujó y caí al suelo.

  • —¡ De rodillas zorra….! – me gritó.

Me incorporé para ponerme de rodillas en posición de sumisión, mientras un sentimiento de impotencia y rabia me invadían.

Lo que tanto temía que pudiese llegar a ocurrir…., que Raúl me obligase a prostituirme se estaba haciendo realidad y en aquellos momentos estaba sucediendo, sin que yo pudiese hacer nada por evitarlo.

Raúl se puso en cuclillas frente a mí. Me agarró del mentón, y me hizo mirarle.

  • — ¡ Te ofrecí un buen trabajo, cómodo y bien pagado sirviéndome a mi tu Amo domo una sumisa de alto nivel, y tu ni me has respondido aceptando ese magnífico trabajo, así que ahora te voy a destinar a otro, puta perra desagradecida..
  • — ¡ Tu como me lo has agradecido zorra ….  Ignorándome ?….. – pues bien, este sitio será tu futuro y tu día a día si no recibo una confirmación de que el lunes empiezas en el bufete…
  • — ¿ Entendido …..?
  • — ¡ Shhh….Si Amo … – dije asustada y nerviosa – ¡ Sí, de verdad que voy a hablar con mi marido, pero no he encontrado el momento en estos días, mi Amo…!
  • cornudo de tu marido. … ¡ Aquí vas a aprender a obedecerme, mamando pollas sin parar y sin importarte de quien sean. ¡ Esto es un glory hole…. !  ¿ Sabes lo que es eso ?

Si que lo sabía, había oído hablar de esos sitios, aunque creía que era más una cosa de locales de gays. Pero si, sabía lo que era. Unos tipos anónimos metían su polla por un agujero en la pared, y alguien al otro lado le chupa la polla, o les ofrece su coño o culo para que se lo follasen anónimamente……, tenía muy claro cual iba a ser mi papel allí.

  • — ¡ Si mi Amo …. – dije temblorosa – …. ¡ creo que sí… !.
  • — ¡ Muy bien…. – dijo Raúl – … está claro que una puta como tú lo sabe….. ¡ Estoy seguro de que ya has estado en alguno, por puro vicio, chupando pollas… !.
  • — ¡ Pues bien, hoy te quedas aquí a las ordenes de Marta….¡ Cuando ella te lo diga vas a poner tu boquita o tu coño o tu culo, según te ordene Marta….! … Y sin tan siquiera rechistar….. ! … Cuando regrese a por ti,  ¡ No quiero recibir ni una queja…. !

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, sintiendo como el mundo de la prostitución me engullía y con la certeza de que aquellos instantes, cambiarían mi vida para siempre, empezando una nueva etapa de mi vida, como una simple puta.. !

De repente Raúl me agarró del brazo y me señaló a la pared, donde algún desconocido había metido su polla por uno de los agujeros que a tal efecto había en el cubiculo.

— ¡ Ahí tienes al primero de muchos, zorra, ha pagado por una mamada…..  Así que venga, ponte a ello, quiero ver cómo te portas, y como se la mamas como bien sabes hacerlo, con ganas y deseo…  … , Se que te gusta chupar pollas…, así que a partir de ahora vas a ser una puta perra muy feliz, porque te sobrarán pollas que chupar.., grandísima puta… ¡ Vamos.., empieza ya que te vea hacerlo, zorra

Increíblemente humillada, me puse de rodillas frente a aquella polla, y sabiendo que no tenía otra opción que cumplir lo que me ordenasen, tras cogérsela con una mano y meneársela un instante, abrí la boca y empecé a chupársela con mucho asco, pero disimulando mis sentimientos mientras veía su vello púbico canoso ya que debía ser un hombre ya de cierta edad.

Era una sensación algo extraña ya que solo podía ver su polla y sus huevos empotrados contra el agujero para que yo le hiciese una buena mamada.

Sabiéndome observada atentamente por mi Amo Raúl no tuve más remedio que ponerme a ello con falsas ganas.

Con aquella polla en mi boca me esforcé en chupársela lo mejor que sabía, ya que no tenía otra opción ni iba a poder escapar de ahí lo mejor era que fuera rápido, así que chupé, con mi mano jugué con los huevos del desconocido, mientras me comía su polla. La metía y sacaba de mi boca, mientras la polla se movía adelante y atrás en un intento de follarme la boca con deseo al sentir mis labios y boca sobre ella.

Por suerte quien estuviera al otro lado estaba necesitado, porque se corrió rápidamente, llenando mi boca de semen, que tragué como pude, aunque lo que me pedía mi cabeza era escupirlo, pero sabía que Raúl no me lo permitiría….

La polla se retiró, y yo totalmente humillada me quedé sentada en el suelo sobre mis talones y derrumbada moralmente, sintiéndome muy sucia interiormente, tras haber sentido como el semen de un desconocido, llenaba mis tripas, había sido muy degradante y solo era el principio.

  • te ofrezcan… - Dijo Raúl – ¡ Ya verás como con unas horas aquí trabajando,  aprenderás a obedecerme….
  • — ¡ Ahí la tienes Marta… ! Explícale como funciona esto…..
  • — ¡ De acuerdo Raúl, será un placer, gracias – Dijo Marta – ¡ Parece, que como siempre me has traído una buena mamadora….  Sabes elegirlas muy bien Raúl …,
  • — ¡ Venga Marta, hasta luego ..– dijo Raúl – …ahí te la dejo!

Raúl salió de la habitación, y Marta se dirigió a mí.  La miré y viendo su cara no me costó adivinar que en su momento, también había estado haciendo de todo como puta, aunque ahora al parecer se encargaba de aleccionar a las nuevas como yo.

  • — ¡ Ven bonita…. – me dijo.

Me levanté, llorando, ya sin poder contenerme… ¡ Snniiff….., Snniiff….

  • atrás…
  • — ¡ Hoy vas a estar aquí, y la verdad, es que me parece que este no es sitio para una chica como tú, así que yo que tú haría lo que sea que te ha ordenado Raúl, para que satisfecho, te ponga en otro lugar más acorde con lo que por lo guapa y ese cuerpo tan sensual que tienes, sea más adecuado y menos rudo que este…

Ya no lloraba, pero era incapaz de detener los suspiros de miedo y desánimo que sentía al haberme convertido finalmente en una simple puta barata…¡ Snniif… snniff…¡snniiff…!

¿ Esto es lo que me esperaba sino le confirmaba a Raúl que aceptaba trabajar con Beatriz ?…. ¿ Este sádico cabrón de Raúl se dedicaba a la prostitución ? , y vivía de los beneficios que le reportábamos, todas las chicas idiotas captadas por el ?

¡ No podía ser…..!….. ¡ Ese era un destino demasiado miserable para cualquier ser humano !

Marta siguió hablando.

  • — ¡ Mira bonita… ¡ Por cierto,… ¿ Cómo te llamas ?, Raúl no me lo ha dicho.
  • — ¡ Ali…Ayira…. – Le dije yo.
  • — ¡ Bonito nombre… – dijo Marta –
  • —¡ Ya lo has comprobado. Aquí los hombres pagan para que una de las chicas le chupe la polla, sin ver quien hay al otro lado…. , aunque pueden pagar un extra por elegir que quien se la va a chupar, sea mujer o un transexual.
  • — ¡ Tenemos tres tarifas, por chuparla, por follaros el coño, y por aceros  sexo anal.
  • — ¡ Antes de entrar en la cabina te diré lo que ha pedido el cliente, y tu tendrás que satisfacerle….,  así de simple y fácil Ayira.
  • — ¡ Si el cliente ha pedido sexo anal, o vaginal, es obligatorio que utilice preservativo, aquí no nos arriesgamos a que nuestras chicas pillen alguna enfermedad…. Así que si alguno mete la polla para sexo y no se lo ha puesto, tienes un timbre en el rincón, que me avisa, para que yo hable con el cliente. No necesitas saber nada más guapa.
  • — ¡ Ahora espera en ese cuarto de ahí … – dijo señalando una habitación al otro lado del salón, a estas horas, por la mañana hay poco jaleo, por lo que sólo estás tu y Sara, un transexual, que ahora está con un cliente.
  • — ¡ Aquí funcionamos por reserva, cualquier cliente debe haber reservado antes el servicio, así que ya te aviso de que vas a tener cuatro clientes hoy. Uno de ellos quiere sexo vaginal. Si llama alguno más, también lo atenderás tu, a no ser que quieran un transexual. ¿ Entendido Ayira ?
  • — ¡ Si señora…. – dije – ….entendido.
  • — ¡ Muy bien, pues espera aquí, hasta que te llame…..

Pasé a la habitación, asustada y hundida moralmente, al comprobar lo bajo que me había echo caer Raúl.

Por un lado no entendía nada de lo que estaba pasando, no veía nada claras las verdaderas intenciones de Raúl. ¿ Por qué era Raúl así de cruel conmigo?

Si quería obligarme a trabajar en el bufete, al final sabía que lo haría, que no podría negarme, además de que es algo que me apetecía de verdad. Porque estaría con Zoe (o eso es lo que esperaba) ….¿entonces ….por qué este castigo ? … ¿Sólo para mostrarme que podía hacer cualquier cosa conmigo que le viniese en gana ?.

Estuve esperando un rato, hasta que Marta me avisó, tenía un nuevo cliente.

  • lo hagas antes acabas. ¡ Por cierto, debes andar un poco más lista y cuando vayan a correrse apártate cielo. ¡ Termínales con la mano, no te tragues su semen, se que son ordenes de Raúl, pero no te lo recomiendo aquí, no sabes quien hay al otro lado. Y no es obligatorio…. !
  • — ¡ Esta bien, así lo haré.. – dije – ¡ Gracias Marta por avisarme.. !.

Entré en la habitación, y ya había una polla en el agujero. Me arrodillé delante, y comencé “mi trabajo” no podía hacer nada para negarme sin pagar las consecuencias, así que decidí que intentaría que esto pasara lo más rápido posible.

Tras manoseársela un poco, me metí aquella polla en mi boca, y la tragué profundamente, introduciéndola hasta mi garganta, mientras con mi mano masajeaba las pelotas del tipo, a quien oía gemir a través del agujero.

Chupé con ganas, para que el tipo se corriera. Me ayudé de mi otra mano para agarrar la polla, y pajearle mientras me metía su capullo en la boca. Así el tipo no notaría mucha diferencia, y yo podría hacer que se corriera antes.

Chupé su capullo poniéndole ganas, usé mi lengua para excitar su glande al máximo, e imprimí un ritmo rápido a mi mamada, mientras masajeaba las bolas del tipo para hacer que se corriera antes.

No tardó demasiado, enseguida noté como su polla se hinchaba y me la saqué de la boca, para que el tipo se corriera, aunque no fui lo suficientemente rápida, y la corrida del tipo salió disparada a mi cara.

Rápidamente la polla se apartó del agujero, y yo nuevamente humillada me levanté y salí del cubículo.

Marta estaba fuera. Me miró con la corrida del cliente resbalando por mi cara y riéndose me dijo.

  • muy graciosa con la corrida en la cara…., eres de verdad una chica guapa.
  • — ¡ Debes aprender a separarte rápido de las pollas. Que disparan a traición .. jaja. Ahí tienes el baño … – dijo señalando una puerta – … lávate ahí.
  • — ¡ Gracias Marta … – dijo yo contagiándome del buen humor de aquella mujer estaba segura que ya había visto de todo y se notaba que me entendía y sabía como tratar a las “chicas”.

Entré y me lavé, y cuando salía del baño Marta me indicó que mi siguiente cliente ya estaba ahí.

  • — ¡ Este quiere follarte. Así que ya sabes, siempre con condón, si no lo lleva avísame.
  • — ¡ Claro Marta, gracias de nuevo. – Dije.

Entré de nuevo en el cubículo sin tiempo para recomponerme. De todas formas, a los cerdos que venían allí, ¿ Qué mas les daba ? …..Sólo querían un agujero caliente de puta para usar, en este caso literalmente.

Nuevamente, cuando entré ya estaba la polla en un agujero, comprobé que llevaba el condón, como me había dicho Marta y pude ver que era una polla de grosor considerable.

Como no llevaba ropa interior, lo único que tuve que hacer fue levantar mi falda, y humedecer mejor mi coño con mi propia saliva y mis dedos, excitándome yo misma masturbándome unos segundos, para permitir que aquella polla que me esperaba deseosa de coño, me  follase sin lastimarme y poniéndome de espaldas me agaché y me la introduje.

Me apoyé en una silla que había en el cubículo para no caerme.

Introduje la polla en mi coño, me costó un poco, ya que no es que estuviera mojada, aunque la situación me estaba produciendo una extraña sensación de excitación y progresivamente estaba empezando a sentirme menos avergonzada y con más deseos de follar.

Obviamente el tío del otro lado esperaba que el trabajo lo hiciera yo. Así que empecé a follarme yo misma con la polla, mientras aquel cerdo, mantenía su pelvis presionada contra el agujero, para penetrarme más profundamente.

Moviéndome adelante y atrás, introduciéndome esa gruesa polla. Sentí como mi coño se llenaba una y otra vez con aquella gruesa y dura polla.

Me movía adelante y atrás, y también agitando mi culo oía gruñir y gemir al dueño de esa polla al otro lado de la pared. Lo que me estaba excitando sin poder evitarlo.

Dios mío, pensé para mis adentros…. ¡ Me excitaba también estar trabajando como puta.. !,

¿ Qué me estaba pasando ? … ¿ Como podía sentir placer teniendo aquel sexo de pago con alguien a quien ni siquiera llegaría a conocer nunca? ….. ¿ Era así yo en el fondo, una zorra a la que no le importaba quien me follase, con tal de que me jodiesen bien ?

Por el motivo que fuese, mi cuerpo reaccionaba a los estímulos de aquella gruesa  polla que me estaba follando y llenando mi coño por completo, y que sin remedio me estaba poniendo muy cachonda, como si fuese yo la que lo ofrecía para que me lo jodiesen por placer, no por dinero como era mi caso..

El placer que me producía hizo que me moviese con más deseo y vicio adelante y atrás, lo que sin duda, aquel desconocido podía apreciar por como me movía yo también, no era ya un simple hoyo que follar, poco a poco mi coño se transformó en un caliente hoyo que buscaba ser follado duro, con deseo, encelada.

Aquel tipo del otro lado empezó a moverse también, aumentando el ritmo con que los dos estábamos copulando. Estaba claro que los que venían aquí lo que buscaban era un desahogo rápido, y enseguida el tipo entre fuertes gruñidos se corrió. Llenando el preservativo con su leche. Entre gemidos de placer…. ¡Hoooo…, Siiii…! …

Cuando terminó y retiró su polla, me sentí un poco frustrada, porque yo me había quedado a medias, y era una sensación a la que no estaba acostumbrada,  pero era una puta, no estaba ahí para disfrutar, y creo que eso es lo que quería mi Amo que aprendiera. El tipo sacó la polla de dentro de mí, lo que me hizo sentirme vacía.

Mientras le seguía oyendo al tipo respirar de placer, me vino a la imagen un tipo gordo y grande, con pinta de gran cerdo, lo que me produjo por un momento una sonrisa, y mucho morbo, también el saber que al retirar su polla, mi coño se mostraba ofrecido y pegado al agujero.  Sentí como con sus dedos me lo tocaba, empapado y recién follado como lo tenía y aunque mi primera reacción fue la de retirarme de hole, se lo volví a mostrar por el morbo que me daba hacerlo y porque la verdad, es que estaba muy cachonda al no haber tenido mi orgasmo.

Aquel desconocido, no desaprovecho la ocasión para acariciar mis hinchados y excitados labios vaginales durante unos breves segundos, en que se lo dejé hacer, aunque cuando sentí como empezaba a introducirme un par de dedos mientras yo me mordía los labios, me retiré definitivamente, observando al mirar como los dedos de aquel extraño, seguían buscando mi coño…., un escalofrío de morbo, recorrió todo mi cuerpo y tras acariciar mi excitado coño, cuatro o cinco segundos, abandoné la cabina.

Salí del cubículo y me fui a la sala de espera. Me crucé con Sara, el transexual que iba a otro servicio. La verdad es que para ser por la mañana el sitio tenía bastante movimiento.

  • — ¡ Hola guapa, ya me ha dicho Marta que hay una nueva ….bienvenida – Me saludó Sara plantándome dos sonoros besos – ¡ Soy Sara…
  • — ¡ Hola Sara,  me llamo Ayira.
  • — ¡ Huy guapa…  ¡ Que nombre más bonito. Muy bien elegido… ! – Me dijo – ¡ ahora hablamos cielo, que tengo a un caballero esperándome. Pórtate bien – dijo bromista mientras se iba riéndose.

Desgraciadamente no volví a ver a Sara ese día, ya que nuestros servicios se cruzaron, y no volvimos a coincidir. Yo tuve que chupar otras dos pollas esa mañana hasta que vino Raúl. Por suerte ninguno había pedido un anal, aunque no me hubiese disgustado nada, que alguno más de los que quedaban, hubiese pedido también follarme el coño….

Cuando terminé con el último cliente, salí y me encontré a Raúl. Por suerte ya había aprendido a que las corridas no cayeran sobre mí.

  • — ¡ Hola zorra….. – me dijo – ¡ Venga, ya es hora de volver….

Aunque debía haber sentido alivio al ver que Raúl me sacaba ya de allí, me produjo un profundo disgusto volver a verle. A cada nueva ocasión en que tenía que estar junto a el, más difícil y desagradable se me hacía soportarle

¿ Cómo podía decir Zoe que acabaría adorándole ? Ella estaba muy equivocada si pensaba que yo podría llegar a ser como ella que le amaba. No entendía como era posible adorar a un tipo tan despreciable. Aunque es cierto que en la casa de la playa tuve momentos en los que le desee, pero fue algo muy breve, puntual y pasajero.

Me despedí de Marta, y salimos a la calle.

Raúl seguía callado. Fuimos al parking, y nos subimos al coche. Tuve cuidado de sentarme sobre la tapicería del coche. De regreso a casa Raúl seguía serio y callado, lo que me daba miedo.

Cuando llegamos al parking de la urbanización Raúl aparcó, y paró el motor.

  • es ser una puta barata. Hoy has visto una pequeña parte de lo que sería tu vida si yo lo quisiera…..!
  • — ¡ Así que ya sabes. …Espero ya mismo una respuesta afirmativa a lo del bufete.
  • — ¡ Habla con tu marido, y consigue que te diga que sí, que no hay problema. Obviamente yo podría obligarte a ir a trabajar al bufete sin más, pero no quiero problemas, porque vas a tener que viajar y quiero disponer de tu tiempo sin problemas….
  • permiso para trabajar… ! …¡ El lunes te quiero en el bufete sin excusas.!… ¡ O vas a pasarte chupando pollas todas las mañanas del resto de tu vida.  Y te puedo asegurar que el de hoy no es el peor sitio que conozco. ¿ Lo has entendido Ayira ?
  • — ¡ Si mi  Amo …– dije sumisa – ¡ Está muy claro….¡ Totalmente claro mi Amo !
  • — ¡ Muy bien. Pues vete a casa y quiero una respuesta ya mismo, porque el lunes vas a trabajar en un sitio o en otro, de ti depende….!
  • — ¡ Si mi  Amo – dije – ¡ Gracias Amo.
  • — ¡ No te lo pongas más difícil tu misma … ! ¡ Venga vete….! – Me dijo, aunque me pareció intuir en su tono de voz, que en el fondo, lamentaba haberme llevado a trabajar al Glory Hole.... (aunque conociendo los escasos sentimientos que tenía, seguro que me mi sensación era equivocaba)