Sumisión y dominación de Alice cap-18
Prólogo: Finalmente le había jurado entrega a Raúl que desde el día anterior había pasado a ser mi Amo y yo su sumisa, tras ofrecerle mi todavía virgen culo. Eso temía que abriese una nueva etapa más difícil para mi
Capítulo - 18
Lunes por la mañana … un nuevo día
ahora ya oficialmente como sumisa de Raúl
El lunes por la mañana Daniel se levantó antes que yo y tras pasar por la ducha, desayunó y antes de tener que marcharse…, vino a despedirse de mi cariñosamente.
Le recibí con una sonrisa de felicidad, había dormido como una niña, y además todavía recordaba la increíble sesión de gang bang que había tenido durante muchas horas, y que me hacía sentir muy feliz y relajada, aunque con una sensación de culpabilidad por haberle engañado, que empañaba mi sensación de placer.
Esa mañana me levanté tarde, me apetecía seguir relajada en la cama, y tampoco tenía nada que hacer.
Mi coño y mi culo, se habían recuperado casi por completo, pero seguía notando una cierta irritación en las paredes de mi vagina, debido a la cantidad de ocasiones en que me habían follado consecutivamente.
Mi ano también lo sentía algo dolorido y más dilatado que de costumbre, pero solo era cuestión de tiempo, que recuperasen la normalidad.
Ante la evidente nueva situación en que me encontraba, habiendo aceptado ser la sumisa de Raúl, no porque había sido ante testigos, eso para mi carecía de importancia, sino porque lo que había hecho cambiar mis preconcebidas ideas sobre ser una sumisa, era porque realmente me había gustado y sabía que no me podría resistir a dejar este tipo de sexo.
Lo había gozado tanto, después de “cuatro” años de casi absoluta semi-abstinencia sexual junto a mi querido Daniel, que ahora no deseaba ya regresar a mi aburrida vida sexual de antes, pero tampoco me gustaba engañar a Daniel, ni quería perderle, sería muy hipócrita por mi parte ahora echarle a él todas las culpas, Daniel era como era y yo lo había aceptado, y también soy feliz con él. La verdad es que tenía la cabeza echa un lío, y notaba dos naturalezas tirando de mí, lo cual me provocaba un gran malestar.
Lo que más me intrigaba sobre seguir siendo la sumisa Ayira, era sin duda ¿ Qué lugar me tenían reservado Raúl, mi Amo y quizás de acuerdo con el Zoe ? …, aunque sabía con claridad cual era mi lugar me preguntaba a mi misma si un Amo u otra esclava con la posición de Zoe, ¿ sentirían afecto por mí, o solo era para ellos una mascota con la que jugar ?
¿ Que debía pensar mi Amo de mí ? … ¿ Me veía como una zorra con la que complacer su deseo de hembra, y solo era eso, un juguete, un capricho temporal ? o ¿ Realmente era algo más para Raúl ?
Inmersa de nuevo en un bucle sin respuestas, opte por dejar de pensar en ello, decidida a vivir y afrontar el día a día, y actuando en consecuencia ante cada nueva situación.
Decidí reanudar mi vida normal, aunque me apetecía un baño y estar tumbada, no deseaba bajar a la piscina, porque temía que me viesen rara o distinta las cotillas de las vecinas, además, necesitaba pensar en soledad. Hoy tomaría el sol desnuda en mi terraza, tranquila y relajada y leería algún libro.
Antes de tumbarme en la hamaca delante del espejo revisé todo mi cuerpo, buscando alguna marca que permaneciese sobre mi piel.
No había marcas, aunque mi culo, estaba todavía un poco más rojo de lo habitual, solo muy ligeramente, y como siempre estaba muy bronceado, la ya sutil y difusa marca de mis azotes, era difícil de apreciar.
De todas formas, me sentía vulnerable y expuesta, más mental que físicamente, así que decidí que no bajaría a la piscina de momento, me serví una naranjada con vodka, cogí mi libro y desnuda me tumbé en el solarium, alejada de las miradas de las demás mujeres y vecinos de la comunidad.
Cuando llevaba un rato gozando de los rayos del sol, sonó el timbre de la puerta imaginando que sería alguna pesada o algún comercial de esos que van importunando puerta a puerta, pase del timbre y seguí a lo mío, pero en unos segundos de nuevo quien fuese volvió a llamar más insistentemente, así que poniéndome un albornoz blanco porque no sabía de quien podía tratarse, fui a abrir la puerta.
Cuando abrí la puerta y me encontré a Beatriz con una sonrisa maliciosa tras la puerta, me dio un subidón por la sorpresa y porque ella me ponía mucho.
— ¡ Hola mi dulce Ayira - me dijo usando mi nombre de esclava y directamente sin andarse por las ramas me preguntó.
— ¿ Has decidido esconderte hoy de las miradas, cielo ?, mientras tras abrirle la puerta ella pasaba hacia el salón, llevaba una camisa playera y debajo el bikini.
— ¡ No te esperaba la verdad, pero me alegra que hayas decidido venir a verme !
Tras soltar un par de sinceras carcajadas, me dijo
— ¡ Cielo … ¡ Yo ya te estaba viendo, porque desde nuestra terraza se ve tu solárium, luego te extrañas de que Raúl te deseara tanto, y cuando te he visto que te ponías a tomar el sol y tras contemplar un rato tu hermosa desnudez, ya me he imaginado que no pensabas bajar a la piscina hoy…, - y haciendo una pausa me dijo
— ¡ Así que te he venido a buscar y ahora mismo, en cuanto te pongas uno de tus sensuales mini tangas, nos vamos las dos a la piscina juntas !… ¡ venga, venga.., no te lo pienses, nos vamos a la piscina!, al mismo tiempo que decía esto me dio un cachete en el culo.. Plass… ¡ Venga, que me he cogido el día libre para estar contigo.!
Yo dudando, le dije — ¡ No me escondía Beatriz, pero, no sé, me noto confusa y he preferido no mostrarme mucho entre las cotillas de la comunidad..
— ¡ Pues… decisión equivocada… - replicó ella
— ¿ Te sientes culpable de haber echo algo malo ? … ¿ Avergonzada quizás ?…, Pues no bonita, precisamente ahora, es cuando deberíamos mostrarnos más y si a alguien, le da envidia ver a dos guapas mujeres luciendo tipo en la piscina, jaja… , pues peor para ellos porque nosotras pertenecemos a un verdadero macho, y no estamos a su alcance !
- — ¡ Y por cierto, añadió
- nunca, yo no soy Beatriz y tú no eres Alice, llevamos con orgullo el nombre que ha tenido a bien darnos nuestro amo ¡. —Anda ponte uno de esos tanguitas y bajemos a tomar el sol juntas…
Yo me sinceré diciéndole
— ¡ Si, Beatriz… digo Zoe, perdona, no sé si he hecho algo malo, si se lo preguntase a Daniel, no dudes que tendría muy claro que si …! ¡Uff.., por dios….. , Pero es que además, lo de ayer por la tarde me gustó tanto…, que no va a ser la última vez que le sea infiel…, y eso es egoísta por mi parte. Al mismo tiempo las humillaciones de Raúl me enfadan y me despistan, y por un lado ansío ser suya otra vez, y por otro no quiero volver a verle…
— ¡ Ya, cielo, es comprensible, a tu cabecita le cuesta cambiar el chip y aceptar lo que tu cuerpo tiene tan claro, eres una puta, te gusta que te follen y que te usen, pero es difícil aceptarlo después de vivir como un mueble durante tantos años. — ¿ Que te dijo tu marido cuando llegaste tan tarde ? - Me preguntó….
— ¡ Nada…, no estaba en casa. El llegó bastante más tarde que yo …
— ¡ Jajaja… -se rio divertida ella- ¡ Que bueno…., tu sufriendo por que te diría y el no estaba! … ¿ Estaba trabajando ?… ¿ O llegó más tarde que tu, porque se estába follando a alguna guapa secretaria o a alguna amante con la que seguro que hace eso que no quiere hacer contigo porque su falsa moral, le dice que es sucio ? ¿ O estaba con una escort ?
Yo sorprendida, aunque no podía descartar que como hombre tuviese sus vicios, lo defendí.
— ¡ Anda Beatriz, si el no vive más que para su trabajo…, que mal pensada eres.
— ¡ Bueno…, es mejor no ser tan inocente como tu, lo que no deja de ser una virtud, pero si tu vida de ahora no te llena… ¡ Rompe con este estilo de vida de monja con aspecto de niña pija, y vive la vida que tu desees - ¡ Además, ya de poco te sirve calentarte la cabeza, te has entregado al Amo y él será el que te diga que tienes que hacer, si decide que sigas con el cornudo pues seguirás, y si decide que lo dejes lo harás, no te quepa duda, eres suya, y cada día te entregarás un poco más….
— ¡ Pero venga ponte ya ese tanguita y seguimos hablando en la piscina, porque ayer querías hablar de muchas cosas, querías preguntarme y no teníamos tiempo, ahora lo tenemos, así que bajemos a “levantar pasiones”…
Aunque por mi…, si te atreves puedes bajar a la piscina tal cual, estás muy seductora desnuda … jaja.
Yo me había quedado sin palabras por lo que me había dicho de Daniel, pero lo grave era que empezaba a pensar que tenía razón, Raúl hasta ahora había conseguido todo lo que quería de mí, y voluntariamente (aunque fuera usando trucos sucios).
— ¡ Vale, vale… ya me pongo un bikini y bajamos… Como eres Zoe me apeteció decirle…, si bajase desnuda, se iba a hablar de mi durante meses por guarra. Mejor me pongo uno y un pareo…!
— ¡ Cobarde me dijo Zoe, jajaja ….. - ¡ A lo que yo la reté pero con miedo de que aceptara — ¿ Cobarde yo ?…
— ¡ Mira cielo, si las “dos” bajamos desnudas, no me pongo tampoco tanga — Beatriz se rió ante mi farol y dándome otro cachetazo en el culo que me encantó me dijo…
— ¡ Vamos no seas pesada y te hagas de rogar, ponte ya ese bikini y bajemos a la piscina, que se nos va el sol. Si estuviera aquí el Amo ya veríamos si te atrevías a retarme. !
Entro conmigo a la habitación y poniendo tres distintos sobre la cama, le dije…
- — ¿ Te parece bien que me ponga el pistacho ? - Era un triángulo pequeñito pero las tiras eran de silicona, por lo que era muy sensual….
— ¿ No te gusta más el G string rojo Alice ?… ¡ Ese si es provocativo…! - Dijo tratando de que me pusiese el más atrevido…
— ¡ No es mala idea, pero tengo en varios colores, y si, un día podemos bajar las dos con los G String …., Si no tienes te pones uno de los míos…. y entre ya relajada y excitada de nuevo junto a Beatriz, mi dulce Zoe, me puse el mini tanga pistacho, que ya Raúl me había visto lucir en bastantes ocasiones y cogiendo una toalla y el pareo, además de las gafas de sol, bajamos juntas a la piscina.
Zoe me había alegrado la mañana con su presencia, y ahora podría preguntarle y tratar de que se decidiese a resolver mis dudas, además de que me excitaba exhibirme en la piscina comunitaria, donde las mujeres ”formales” llevaban sus sosos bañadores y bikinis, pero sabiendo que todas las miradas, especialmente las de los maridos que había allí iban a ser para nosotras dos.
Como yo había tardado en bajar, había ya bastante gente en la piscina que debían ser unas veinte personas más o menos, lo cual para un lunes era mucho, pero ya había vacaciones escolares, y éramos muchas las que no trabajábamos en la urbanización y teníamos tiempo para la piscina, así que la asistencia era mayormente de mujeres y niños, algunos ya sobre la mayoría de edad, y esos si iban a mirarnos también con el vigor sexual que se tiene en esos años, pero también algún marido.
No quedaban hamacas libres lo que era un fastidio, pero Beatriz se fue directamente hacia Miguel el socorrista y encargado de la piscina, un cubano de 31 años que llevaba dos años trabajando en la comunidad y que tenía un cuerpazo.
Yo la seguí con cara de fastidio por no tener donde tumbarnos, pero ella usando su mejor arma, que era su sensual belleza, le dijo a Miguel…
— ¡ Hola buenos días Miguel… ¿ No me digas que no quedan ya más hamacas para mi amiga Alice y para mi ?
— ¡ Buenos días sra. Beatriz es un gusto verla por la piscina - Añadiendo - ¡ Pues parece que todas las que saqué, ya están ocupadas. Siendo para usted y su amiga, la sra. McAuli, de verdad que lo siento. Pero, si no les importa que sean más viejas, ahora mismo les limpio y saco dos de las que retiramos el año pasado.
— ¿ Les parece bien si les traigo dos de las antiguas ?…, Beatriz con aquellos ojos tan profundos le dijo a Miguel…
— ¡ Eso sería estupendo querido Miguel, te lo agradeceríamos mucho. Tendré ese detalle tuyo en cuenta, muchas gracias ¡ . Me di cuenta como Miguel ante la cercanía desde la que le hablaba Beatriz, muy pegada a el y su sensualidad, empezó a marcársele paquete en el pantalón de deporte que llevaba.
— ¡ Pues no se apuren, ustedes dos díganme donde desean que se las ponga, y las limpio en un instante y se las instalo, respondió solícito el cubano, que seguro que se moría por Beatriz.!
— ¡ Eres un cielo Miguel - Le respondió ella - Mira nos pondremos en esa zona en que el sol da bien, y un poco alejadas del grupo para estar más cómodas. Allí te esperamos Miguel. !
El se metió enseguida en el almacén para preparar nuestras hamacas, mientras yo miraba con una burlona sonrisa a Beatriz…
— ¡ Eres la bomba Bea, esa ha sido toda una lección del poder de la sensualidad y estoy segura que a Miguel, jaja…, le has puesto caliente solo con tu mirada y tu voz….
Ella con naturalidad me dijo … — ¡ Bueno, es posible, una tiene que usar las armas de que dispone y tu y yo, tenemos muy buenas armas ante los hombres, jajaja. - añadiendo susurrándome al oído…
—¡ Shhh .., a las marujas de nuestras vecinas, no les va a sentar nada bien que Miguel nos saque dos hamacas…, la envidia les hará salir alguna arruga más…., jaja
Aunque a mí, ya sabes lo que me importa que nos critiquen ¿ Verdad ?…, jaja...
—¡ Me divierte que luego digan entre ellas que somos unas zorras, pero si sus maridos estuviesen solos en la piscina, pronto los tendríamos también babeando junto a nosotras…, jaja.
En menos de cinco minutos, vimos venir hacia nosotras a un sonriente Miguel con las dos hamacas y mientras le indicábamos como las queríamos, evidentemente encaradas hacia el sol, Beatriz ya se despojó de su camisa para que Miguel pudiese ver su sensual cuerpo, cubierto solo por un diminuto bikini negro que se componía de un tanga de fina tira, que dejaba su culo totalmente a la vista y solo tapaba lo mínimo y la parte superior, era a juego con la inferior, dos pequeños triángulos de tela que cubrían solo una parte de sus pechos, atadas en la espalda y tras su nuca, por un cordón también negro.
Siguiendo la estrategia de mi profesora Bea, yo también dejé caer a un lado de la hamaca mi pareo y me quedé solo con el diminuto tanga de tiras de silicona
Entre nosotras dos, estábamos poniendo a Miguel muy excitado, aunque mantenía la compostura, su polla iba por libre y ya se volvía a apreciar claramente su erección.
Cogiendo mi monedero mientras sentía la mirada de Miguel sobre mi cuerpo y el de Bea, gozando de lo que nuestros pequeñísimos tangas ocultaban y que sin duda el ya imaginaba como debían ser nuestros dos coños, le dije copiando la táctica de la experta Zoe, con mi cara pegada a la suya y cerca de su oído, mientras el miraba como mis pechos que asomaban en el diminuto bikini… sin poder cogérmelos como deseaba en aquellos momentos, le dije…
— ¡ Shhh... Miguel… Dándole un billete de 50 euros bien doblado para que no me viesen dárselo…, ¿ Sería abusar de tu amabilidad, si te pido que nos traigas una copa del local que hay en la calle ?
- mi trabajo si alguna señora se queja. !
Ante sus dudas, apoyé mi mano en su espalda mientras podía oler mi perfume y sentir mi aliento.
El contacto de mi mano en su espalda, le terminó de convencer y me dijo…
— ¡ Ok, se lo traigo en un momento, sin que se den mucha cuenta esas señoras que nos miran con mala cara… dijo. La tentación era más fuerte que la razón así que como ya le había convencido, pregunte a Zoe…
— ¿ Beatriz, tú quieres un Dry Martini como yo, o prefieres otra cosa ? - Ella conteniendo su sonrisa ante mi osadía dijo.
— ¡ Si por favor, un Dry Martini estaría perfecto también para mí. Tras lo que le dije a Miguel al que veía entre apurado y excitado. — ¡ Quédate con el cambio y pídete también algo para ti…
Miguel movió afirmativamente la cabeza y yo le pasé el billete doblado con disimulo, y le vimos ir a por nuestras copas.
Cuando el se marchó mientras nos tumbábamos, vi como Bea se tapaba la boca para ocultar su risa y cuando la miré levantando las cejas preguntándome, ¿ porque se reía ?
Divertida me dijo
— ¡ Alice, estás hecha una buena zorra, y te lo digo con todo mi cariño. Me ha encantado ver lo bien que nos hemos acoplado, para conseguir yo las hamacas y tú las copas… jaja, estoy segura de que nos vamos a entender muy bien las dos…, mientras me daba un pellizco en mi culo…
En pocos minutos mientras estábamos tumbadas Bea boca arriba y yo boca abajo, vimos como Miguel regresaba y llevaba una cajita de cartón en las manos, lo que me sorprendió.
Al llegar junto a nosotras con disimulo vimos porqué llevaba la cajita de cartón…, para que nuestras copas no las viesen los demás vecinos.
— ¡ Ya estoy aquí guapas señoras… He pensado que mejor traer sus copas así, para que los demás vecinos no se diesen cuenta…!
Yo que había sido quien se las había pedido le dije
— ¡ Muchas gracias Miguel, eres un cielo de hombre… y tras darle un pequeño sorbo al mío, se lo ofrecí a el…
— ¿ Quieres un sorbo ? está en su punto — después de ver como había puesto mis labios en el, no pudo resistir la tentación de aceptar y me di perfecta cuenta de que con mirada pícara, bebía un sorbo poniendo sus labios en el mismo lugar que antes habían estado los míos…
— ¡ Esta muy bueno sra. McAuli - dijo, a lo que yo le respondí
— ¡ Mejor llámame Alice, lo de señora es demasiado protocolario, prefiero que me llames Alice….
— ¡ Como usted desee, … Alice, un bonito nombre ¡ - Dijo sintiendo que progresaba en su acercamiento a nosotras.
Beatriz, que siempre se sacaba de la manga situaciones morbosas le dijo.
—¡ Shhh MIguel, ¿ Serías tan amable de ponerle la crema solar a mi amiga Alice ?, ella no se atreve a pedírtelo
Cuando la oí pedirle aquello, se me abrieron los ojos de sorpresa. Bea estaba gozando con aquel juego, donde cada una, insinuaba algo para crear una situación más excitante a cada minuto que pasaba.
Miguel debía estar ya empalmado como un toro con nuestras insinuaciones, y viendo nuestros cuidados cuerpos allí casi expuestos en su totalidad, lo que todavía los hacía más deseables, por el morbo de lo poco que ocultaban y el deseo de descubrirlo, así que dijo….
— ¡ Con mucho gusto lo haría ! Pero ya saben cómo son las vecinas, seguro que más de una se quejaría y me vería sin trabajo, lo siento pero no puedo, y de verdad que nada me apetece más….
Entendía a Miguel, se jugaba su trabajo, y eso era demasiado, y la verdad es que Beatriz y yo nos habíamos pasado con las insinuaciones.
- mucho caso, que algunas veces me paso de atrevida. Al decir esto bajé los ojos y me senté en la hamaca. No entendía porque había coqueteado así con Miguel, y porqué le había puesto en ese compromiso.
Beatriz me miró divertida. Y cogiendo el bote de crema me dijo que me tumbara.
Mostrando su habilidad, Beatriz extendió la crema en sus manos y la calentó para que yo no notase el frío al aplicármela.
El frío no lo noté, pero cuando con mi pelo, que me había colocado descendiendo hacia adelante por mi cuello para dejar mi espalda libre, sentí sus dos manos entrar en contacto con mis hombros, un excitante escalofrío subió por mi espalda y seguro que Beatriz se dio perfecta cuenta porque mi piel se erizó al instante.
Ella siguió aplicando la crema, pero sin prisa recreándose al extenderla y aprovechando para acariciar mi nuca y hombros, para empezar a descender, y al llegar a la altura de mis axilas, levanté los brazos hacia arriba para que pudiese dármela bien, cuando sentí como su atrevimiento iba en aumento ante mi predisposición y con sus hábiles dedos la extendía hasta el lateral de mis tetas que me sobaba, empecé a mojarme claramente, mientras el placer me invadía y con los ojos cerrados, sentía aquellas sensuales manos recorrer centímetro a centímetro de mi cuerpo e ir descendiendo por mi espalda hasta alcanzar mi culo.
Cuando llego a mi culo y le sentí abarcarlo con sus hábiles manos, ya me tenia caliente como una perra.
La habilidad de Beatriz era absoluta, sabía cómo masajear un culo, y sin poder más abrí mis piernas, cachonda perdida, para que me diese crema en el interior de mis muslos, pero aquella experta seductora, no lo hizo y siguió bajando por mis muslos hasta llegar a mis pies.
Sentí algo de frustración al no haber conseguido que masajease esa parte tan sensible, pero …., , no se había olvidado, lo había echo a propósito para que mi deseo aumentase al haber dejado esa parte para el final, porque en cuanto llego al final de mis piernas de nuevo empezó a subir ahora por el interior de ambas y sentí sus manos dirigirse con exasperante lentitud hacia donde yo tanto deseaba.
Seguía con mis ojos cerrados, totalmente abandonada al sensual masaje de Beatriz, y cuando empezó a subir por el interior de mis muslos, tuve que empezar a morderme los labios, porque una sensación de placer se estaba apoderando de mí y si llegaba al clímax allí no podía gemir, pero me estaba matando.
Como una zorra, abrí más mis piernas subiendo un poco mis rodillas, y ante aquella evidente invitación, Beatriz ya no se cortó y siguió progresando, cuando llegó hasta la base de mi coño, ahora bastante ofrecido al haberme puesto un poco como una rana,
Creí que iba a llegar al orgasmo, pero siguió subiendo por el canalillo de mi culo, introduciendo sus dedos por debajo de la tira de silicona.
Mi excitación seguía en aumento, pero su lentitud bien estudiada, alargaba sutilmente el momento.
De nuevo sentí sus manos descender por la parte interior de mi culo y como apartada ya con atrevimiento, viendo como yo me dejaba hacer con placer, la tira de silicona sobre una de mis nalgas, siguió descendiendo y de no estar en un lugar a la vista de los demás, le hubiese rogado gritando que me follase el coño como fuera.
Cuando sentí sus dedos deslizándose despacio sobre mi ano, creí sucumbir, pero ella siguió bajando en busca de mi coño, ahora ya un poco visible con la tira a un lado.
Entregada ya como una perra en celo, le susurré girando mi cabeza……
— ¡ Shhh.. , sigue Zoe, sigue amor…
Sentí su como dos de sus dedos, alcanzaban los labios de mi empapado coño, y como se habrían camino hacia su interior, mientras con el pulgar de su otra mano, no dejaba de excitar mi ano.
Me cogí con fuerza a los bordes de la hamaca porqué sabía que me iba a correr rápido, y cuando dos de sus dedos penetraron mi coño con suavidad pero decididos empezando a follármelo, el inicio del orgasmo empezó a recorrer mis tripas, mientras yo intentaba no mover mi culo, para no delatar que me estaba follando el coño con sus dedos.
La situación era tan excitante, ser masturbada por ella allí en la piscina, aunque ella con su cuerpo, me tapaba bastante de las miradas que seguro estábamos atrayendo.
Cuando Beatriz empezó a sentir como mi vagina empezaba a contraerse y unos apagados gemidos escapaban de mis labios cerrados y mis brazos se tensaban cogida fuerte a la hamaca en el punto más álgido, apretó más con su pulgar mi ano, y me lo hundió en el culo, algo que hizo que tensase aún más mi espalda, al sentir como me lo penetraba en pleno orgasmo…, ¡oh dios…., me estaba matando, mientras me seguía masturbando….,
Aunque ahogados por una pequeña toalla de manos que estaba mordiendo para apagar mis gemidos, Beatriz sí que pudo oírme gemir con aquel orgasmo tan expuesto a posibles miradas y me corrí con mucha intensidad por lo morboso y atrevido de aquel caliente juego.. ¡ Ummm… ¡ummm… ¡Umm…¡ uummmm…
Beatriz, tras recolocar mi tanga, en cuclillas junto a mi me miro justo en el momento en que habría los ojos, y le sonreí, lanzándole un beso al aire.
Ella muy hábil, metió sus dedos con que me había estado masturbando en su boca, los saboreó chupándoselos y mostrándome su lengua.
Ya mucho más relajada tras el orgasmo, aunque ella se había tenido que quedar a medias (lo que me daba pena) me dijo…
— ¡ Hermosa Alice, ¿quieres que ahora te ponga crema por delante? Pero le dije…!
— ¡ Shhh… Me encantaría Beatriz, pero estoy totalmente empapada y por ahora es mejor que lo dejemos aquí, o alguien se dará cuenta de ese maravilloso orgasmo que me has regalado, querida Zoe…!
— ¡ Gracias cielo… Se que te debo una… le dije.
Miré disimuladamente alrededor, y vi que la gente seguía a lo suyo, por suerte habíamos pasado desapercibidas, aunque cuando dirigí la vista a la zona del socorrista vi a Miguel con los ojos abiertos como platos, mirándonos con la boca abierta, y un enorme bulto en su pantalón. Estaba claro que no nos había quitado ojo y que había visto todo lo que había pasado.
Entre feliz por aquella inesperada situación, y decepcionado por no haber sido él el que me hubiese podido dar un masaje como ese, y totalmente empalmado como un caballo, le vi coger algo para disimular y marcharse hacia los vestuarios, ya sabíamos ambas que iba a masturbarse para aliviar aquella tremenda erección que se le notaba claramente.
Beatriz acercó su sensual boca a mi oído y me dijo.
- Miguel por lo que le has hecho. No puedes dejar a un macho como ese así.
Yo la miré con ojos de asombro.
– ¡ Pero que dices Zoe – Le dije – ¡ No, aquí en la urbanización no…
- — Me dijo por lo tanto me debes obedecer — ¡ Ahora mismo vas a ir al vestuario y le vas a regalar a Miguel una mamada que no la olvide nunca. Es una orden. Y si Raúl estuviera aquí no habrías dudado, y ya estarías allí, así que vamos, ve inmediatamente.
Yo estaba muy sorprendida, volvía a salir la Beatriz exigente, que sólo pensaba en lo que haría su Amo. Poniendo cara de ofendida me levanté y me dirigí a los vestuarios, aunque lo cierto es que la misión no me disgustaba.
- — ¡ Y quiero pruebas …– me dijo en un grito que me hizo enrojecer.
Entré en los vestuarios y busqué a Miguel, me metí en el vestuario de hombres, esperando no encontrarme a nadie, y llamé en voz baja.
- — ¿ Miguel ? – dije
No respondía nadie, así que probé más fuerte - ¿ Miguel ….? – llamé en voz más alta. Estaba muerta de vergüenza, cualquiera podía estar en el vestuario y verme buscando a Miguel como una hembra en celo. Esa puta de Beatriz me había metido en un lío, y lo peor que yo sólo había dudado un instante. ¿ Qué estaban haciendo conmigo ?
Una puerta de uno de los cubículos se abrió, y vi a Miguel azorado, con los pantalones a medio subir, estaba claro que se estaba masturbando para bajar el calentón que le habíamos provocado.
- — ¡ Por favor Sra. Alice.. ! – Estaba en el baño – ¡ deme un momento…. !
Yo decidí acabar con eso cuanto antes, fui hacia Miguel y ni siquiera le dejé reaccionar, le empujé suavemente al interior del cubículo nuevamente él no sabía qué hacer ni que decir, así que tomé la iniciativa, y le dije.
– ¡ Mira Miguel, siento haberme pasado antes ahí fuera, y siento que hayas visto lo que me hacía Beatriz, así que en compensación, creo que te debo un regalo. Y dije esto mientras le bajaba su pantalón y dejaba a la vista una tremenda polla, que estaba totalmente erecta, e incluso brillante, con lo que claramente había sido una paja que se había quedado a medias.
Le empujé para que se sentara en la taza, estaba claro que Miguel no sabía qué hacer, estaba confundido y no se esperaba esto. Yo me arrodillé delante de él, y me metí toda su enorme polla en la boca y empecé la que quería que fuera una mamada memorable para Miguel.
Introducía y sacaba la polla de Miguel de mi boca, jugaba con mi lengua en su glande, chupaba, succionando la polla de Miguel que me llenaba la boca. Miguel, muy excitado ya no estaba nervioso, y se concentraba en mi mamada.
–- ¡ Siii….. – decía – ¡ Siii mamita, que bien la comes….. ¡ Chupa, chupa mi polla cubana.
Mientras decía esto empujaba mi cabeza para que su polla entrara hasta el fondo, notaba sus testículos golpeando mi barbilla, mientras hundía su polla hasta mi garganta.
- — ¡ Venga mamita … – me dijo – ¡ quiero follarte, date la vuelta… !
Yo me saqué la polla de la boca un momento y le dije
– ¡ Lo siento Miguel, me encantaría que me ensartaras con tu polla, pero no puede ser, no te voy a dar explicaciones, pero debes conformarte con la mamada.
No se hizo de rogar y sin darle mucha importancia volvió a agarrar mi cabeza y a meter la polla en mi boca, agarrando mi pelo desde atrás y obligándome a meter y sacar la polla al ritmo que me marcaba. Cada vez aceleraba más, y estaba consiguiendo que me resultara incómodo seguir el ritmo, aun así yo cada vez estaba más mojada, y estaba loca por dejarme follar por ese macho que me estaba destrozando la garganta con su ritmo endiablado. Pero las órdenes estaban claras, tenía que hacerle solo una mamada.
Enseguida, a ese ritmo noté como el cuerpo de Miguel se arqueaba, su polla se hinchaba y derramaba una gran cantidad de semen en mi boca. Yo hice lo que pude para que no se me saliera, y tragarlo, como me habían enseñado.
En este caso no tragué todo, sino que conservé una buena cantidad en mi boca, y me levanté y salí rápidamente del cubículo, dejando allí al perplejo Miguel.
- — ¡ Gracias Sra… ! – oí que gritaba cuando yo salía. Al mismo tiempo vi que alguien, uno de los chavales jóvenes de la urbanización abandonaba corriendo el vestuario.
Lo que me faltaba pensé, encima alguien nos ha visto. Espero que no lo cuente, y que se entere toda la urbanización, aunque estaba segura de que en poco tiempo todos los chavales lo iban a saber, y se iban a hacer más de una paja pensando en mí.
Salí de los vestuarios, y volví con Beatriz, que me miraba divertida. En ese momento no sabía si odiarla o adorarla.
- — ¡ Bueno Putita Ayira… – Me dijo - ¿ Qué tal ha ido ?
Yo como respuesta, y para jorobarla un poco cogí su copa, en la que aún quedaba parte de la bebida, y acercándola a mi boca vertí el semen de Miguel que aún tenía dentro de su copa….
En ese momento Beatriz puso cara de indignación, pero me sorprendió haciendo algo que me dejó perpleja. Miró intensamente la copa, luego a mí, me sonrió, y sin pensárselo se bebió de un trago el contenido de la copa, con el Dry Gin y el semen de Miguel.
- desperdicia el néctar de un macho, o acaba en tu vagina o intestinos cuando te follan, o en tu boca y te lo tragas todo.
- — ¡Pero jamás se desperdicia. Incluso si un macho tiene a bien regar tu cara o cuerpo con él, después recogerás todo lo que puedas y lo saborearas con tu boca de chupapollas. ¡ Esto es lo que tienes que hacer salvo que te ordenen lo contrario. Que no se te olvide…. !
Yo miraba a Beatriz anonadada, cada vez que la veía actuar como una zorra sumisa me alucinaba más. Le salían estas cosas con tal naturalidad que dudaba que yo jamás pudiera acabar así.
Estaba excitadísima después de todo lo que acababa de hacer y ver, así que le pregunté a Beatriz, de manera un tanto sarcástica si podía bañarme. A lo que Beatriz, nuevamente con esa dulce sonrisa que me desmontaba me dijo que sí con la cabeza.
Cuando me levanté, al instante ella vio lo mojado que tenía el tanga y riéndose me dijo — ¡ Pero como has gozado mi dulce Alice, estás empapada, jaja ….
Me di una ducha y me tiré a la piscina para aclarar mi tanga, y tras dar unas brazadas, regresé junto a mi transgresora amiga.
Me tumbé boca arriba y tras darle un largo trago a mi Dry Martini, porque después del jueguecito sentía que lo necesitaba, le pregunté a Beatriz.
— ¿ Mira en esto de nuestra sumisión, ando bastante perdida…. La tarde de ayer, nunca podré olvidarla porque fue un continuo viaje entre orgasmo y orgasmo, y con sinceridad, fue maravilloso ser la protagonista de aquella orgía.
— ¡ No me esperaba para nada algo así…, esperaba otra dura tarde y fue maravillosa.
— ¡ Estoy segura de que aquella fiesta tan intensa, me la ofreció el Amo, para que yo no dudase en ofrecerle mi virgen culo y la verdad es que con tus consejos y la delicadeza con que me lo folló por primera vez en mi vida, fue una experiencia que tampoco podré olvidar nunca.
— ¡ Es más, la sensación de sentirme tan llena del Amo y después sentir su semen caliente llenando mis tripas fueron unos momentos sublimes, y sí, lo tengo que reconocer, aunque no tenía ni idea de que me haría sentir ser follada por el culo, sentí que cuando me lo estaba haciendo, yo en esos momentos estaba más entregada que nunca a un hombre, porque el placer y la sumisión que me produjo sentirlo dentro de mi culo, me hizo sentirme totalmente suya… - Beatriz me interrumpió y me dijo.
— ¿ Entonces, ya has decidido que lo que deseas, … es seguir siendo “por las buenas” libremente sin que el Amo te obligue a ser tan feliz como yo siendo su sumisa ?
— ¡ Empiezo a ver las cosas más claramente, pero tu situación y la mía son muy distintas Beatriz…, ¡ El además de tu Amo es tu marido y se que le quieres mucho…, Pero yo, ¿que pinto en esta relación entre el Amo y sus sumisas ?
— ¡ Me siento confusa, además, temo que llegará un momento en que ya no podré ocultarle a Daniel lo que estamos haciendo… Mira Beatriz, - continué - espero no equivocarme como me ha ocurrido en otras ocasiones, pero para mi, tu eres importante y te he cogido mucho cariño, además juntas hemos gozado del placer también desconocido para mi, del sexo entre mujeres…
— ¿ Pero tu que sientes por mí ? … ¡ Se sincera te lo ruego, aunque sepas que la respuesta no vaya a gustarme.., necesito saberlo Zoe.
— ¡ Ufff… cuantas preguntas de golpe Alice, pero bueno, intentaré aclarar tus dudas… — ¡ Empezando por la más sencilla….
— ¿ Que eres para mi ?.., pues bien, para mi hasta ahora, y siempre que no intentes quitarme a Raúl porque sin el me moriría y lucharé por conservarlo y seguir siendo para el lo que soy… Eso te lo digo claramente. Tú para mi en realidad has sido una agradable sorpresa…. !
— ¡ Cuando mi Amo Raúl, me dijo que tenía a una niña pija a la que iba a convertir en su esclava, me puse celosa… Ya sabes como son los hombres… Y si una buena zorra intenta encelar a uno, es para ella muy fácil. ¡jaja!
— ¡ Mírate tú misma hace unos momentos, como has seducido con facilidad a Miguel… Aunque el Amo, no es ni mucho menos tan facilón como el cubano, eso tú ya lo sabes — ¡ A pesar de que desde el principio te ayudé, fue porque el Amo me lo ordenaba, pero sí, lo reconozco, sentí celos de ti, la nueva, simplemente porque sabía que era el capricho del Amo desde hacía tiempo y estabas empezando a pisar mí mismo terreno.
— ¡ No te voy a engañar, no eres la primera, ni vas a ser la última. El amo tiene más esclavas, algunas han pasado, otras continúan, y alguna más vendrá en algún momento, igual que has hecho tú. Pero con respecto a lo que me preguntabas, ¿ Que eres tú para mí? En estos momentos eres cada día más querida y también deseada por mi. — ¡ Nunca he fingido cuando hemos practicado sexo juntas, lo he gozado mucho y creo que tú también — ¿ Que eres tú para el Amo ? …
— ¡ No puedo responder por el Amo, eso deberás preguntárselo a el, porque yo de verdad que, a pesar de que entiendo alguno de sus motivos, que son obvios, no sé qué plan tiene contigo. Como te he dicho, hay más sumisas, y cada una tiene su cometido. Eso ya te lo dirá él….1
— ¿ Que eres para mi dentro del trío que formamos ahora ?, una mujer a la que deseo, con cualidades innatas para que entre nosotras nos lleguemos a entender pronto, casi sin hablar, solo con la mirada… ¡Peeero…! debes entender que Raúl es mío y no dejaré que me lo quites, aunque yo también te deseo y podría casi empezar a asegurar que te quiero cada vez más. Eso sí, debes tener claro que el Amo es lo primero, y se hará contigo lo que él ordene…. !
— ¡ Te puedo asegurar por mi parte, que si empiezas a caerme mal, te lo haré saber, pero creo que entretanto deberías confiar en mi… Sé que para ti puede ser difícil y dudes de si soy de fiar, o solo un instrumento del Amo ….Y entiendo tus dudas, pero ahora mismo, puedo ser las dos cosas al mismo tiempo…, tu mejor amiga en esta relación, y lo otro, ya lo sabes que soy fiel como una perra de verdad a los deseos del Amo….
— ¡Gracias Beatriz, comprende que ahora estoy en una encrucijada y aunque mi margen para elegir es casi nulo, tengo dudas, y solo puedo apoyarme en ti, porque a pesar de tener una amiga íntima, como es lógico, con ella no puedo hablar de esto, ni tan siquiera lo sabe, aunque me cubrió como coartada para que Daniel no sospechase al estar todo el fin de semana fuera.
— ¿ Que más dudas tienes Alice, dime ?
La verdad es que sí, tenía muchas dudas, dudaba hasta de mi misma, y la verdad, aún dudo.
— ¡ Mira, no es una duda… - le dije - pero todo lo que me ha pasado desde que Raúl me empezó a chantajear, y también lo que dijo de mi Pedro, que ya entonces era una zorra interesada y mi ex jefe, era mi amante, un hombre 37 años mayor que yo, y que a mi me iba bien porque llegué muy arriba en la empresa, en realidad solo me lleva a pensar que soy una puta, así de claro y que solo cuando Daniel apareció en mi vida, deje de serlo, porque no lo necesitaba ni me convenía tener líos...
Beatriz me dijo.
— ¡ Vamos a ver… ¿ Recuerdas todas aquellas personas, que solo eran una parte de las amistades y conocidos de nuestro Amo, eran todas unas putas ellas y unos depravados ellos?
— ¡ El Mundo no es así, o blanco o negro, está lleno de matices, y a los que nos gusta este tipo de vida excitante y con mucho sexo dentro del rol de sumisa, somos uno de esos matices, mucho más numerosos de lo que pueda creerse, porque no vamos pregonando por ahí lo que opinamos, porque hemos elegido, porque nos gusta una forma de vida que la hipócrita sociedad, prefiere ignorar, o creer que no existe…
— ¡Alice cielo…, no eres una puta… sencillamente eres como yo, personas a las que nos gusta el sexo, porque es algo natural y preferimos dejar salir en los momentos adecuados, todos nuestros deseos y sentimientos.
— ¡ No ser como la mayoría, no significa ser una puta o una zorra …. ¿ Cuando conoces a alguien que es homosexual o lesbiana… ¿ Te hace sentir mal o miras a esa persona con desprecio ? - Me pregunto ella.
— ¡ No por supuesto, cada cual debe ser libre de elegir su opción y vivir la vida o relacionarse con quien desee, sean dos hombres o dos mujeres… - le respondí.
— ¿ Entonces ¿ Porque te atormentas tu misma y piensas que desear más sexo y más intenso que el que le gusta a tu marido, te hace sentir peor persona que el
— ¡ Quizás tengas razón y somos demasiado diferentes simplemente en eso, pero yo me había considerado una buena persona, pero cuando el Amo, empezó a chantajearme y a someterme a la fuerza en aquel picadero al que me llevó, me sentí sucia, una mujer de baja moral, una furcia de burdel….., te lo prometo Beatriz.
— ¡ Imagino y entiendo que te viste en esos momentos así, fue una transición brusca y dura que además no te esperabas, pero olvida eso y sigue tu instinto, como siempre te he dicho, en esos momentos en los que te sientes a gusto con lo que haces o te hace hacer el Amo, se tu misma, déjate ir y abandónate al placer ……, como hiciste conmigo . Yo no te obligué a tener sexo juntas, fue algo espontáneo y que salió de lo más profundo de nosotras dos…., y lo gozamos, y espero que sigamos gozando de nuestros juegos siempre que lo deseemos, libremente.
— ¿ Fuiste feliz teniendo sexo juntas ? ¡Yo muchísimo
— ¡ Yo también Beatriz, para mi ha sido todo un descubrimiento, algo que no conocía y que espontáneamente me salió de dentro….
— ¿ Te angustia alguna cosa más... Cielo …, me dijo con una sonrisa, quitándole importancia a mis dudas.
— ¡ Pues si…, pensarás que soy muy materialista, pero ahora vivo de mi marido, como una princesa en una jaula dorada…, aburrida en muchas ocasiones, pero sin tener que preocuparme por mis facturas, gastos, casa y un millón de cosas…
— ¡ Si algún día Daniel se entera de esto, toda mi vida se irá a la mierda. — ¿ Entonces qué ? …, ¿ De que viviré Beatriz ? … Parece una tontería pero tendré que buscarme la vida de una forma u otra… - Beatriz se me quedó mirando, moviendo la cabeza de un lado a otro, como diciéndome, que boba que es esta Alice y me dijo….
— ¡ Alice cariño..., en ocasiones eres tan sumamente inocente, que haces que te adore hasta por eso, esa pizca de inocencia que pronto dejarás de tener…
— ¿ Crees que el Amo, no ha pensado en eso.., y en todo lo demás respecto a ti
— ¡ Mira amorcito, tanto tu como yo, solo tenemos que ser agradecidas y sumisas con el, porque Raúl o el Amo, como mejor lo entiendas, se ocupara de tu bienestar, igual que lo hace del mío… No creas que ser su esposa, cambia nada en ese aspecto, ahora que te has entregado a el, cuidará de ti en todo lo que necesites. El solo pide a cambio, sumisión y lealtad…
— ¿ Pero y cuando se canse o se aburra de mi, del capricho que ahora siente. ¿ Qué pasará ?
— ¡ No va a pasar nada, porque si todo va bien, serás su esclava para siempre. Además el futuro es algo que no podemos controlar, vivamos la vida con placer y felices junto al Amo, y que no te preocupe nada más… El Amo, es un hombre con mucho dinero, si eso te preocupa, así que nunca te vas a ver en la calle, jajaja, pidiendo limosna, si eso es lo que temes… ¡Ay…..!, mi hermosa y sensual Alice, en ocasiones eres como una niña…..
— ¡ Anda, tomemos el sol y descansemos de preguntas, dudas y temores…, que además no tienen que preocuparte…, solo se feliz, divirtámonos juntas y gocemos de la vida…., y del sexo…
— ¡ Tienes razón…, dejaré de preocuparme... Ahora mismo te besaría, pero esas chismosas se iban a escandalizar, así que te lo daré luego por partida doble. - Le dije
— ¡ Por supuesto que pienso cobrarme ese beso que me debes, y toda esa cháchara que hemos tenido, jaja ….
Estuvimos así un par de horas, disfrutando del sol en silencio. Dormitando y pasando un plácido rato de tranquilidad. De vez en cuando miraba hacía Miguel, y le sorprendía observándome. Le dirigí una sonrisa y desvió la mirada.
Ya era la hora de comer cuando Beatriz se incorporó, estirándose y desperezándose y me dijo dándome una palmada en el culo.
- — ¡ Vamos perezosa, es hora de ir a casa y comer.
- — ¡ Si Bea... Zoe, vamos. ¿ quieres venir a comer a casa ? – le pregunté espontáneamente, de verdad me apetecía su compañía, y además no estando sola me comería menos la cabeza.
- En otra ocasión estaré encantada de comer y echarme la siesta contigo…. – me dijo con una sonrisa burlona.
Recogimos todo, nos despedimos con la mano de Miguel, y nos fuimos hacia nuestras casas. Cuando nos separábamos Beatriz me dijo.
- las seis y media. Y que vengas vestida como lo que eres. No creo que tenga que explicarte a que me refiero…