Sumisión y dominación de Alice cap-17

Prólogo: Aunque no lo sabía, intuía que algo especial me esperaba para terminar mi entrenamiento, aquella tarde no la olvidaría nunca

Capitulo - 17

Alice sometida finalmente

— ¡ Llegaste a esta casa siendo la fierecilla rebelde que hacía de ti una mujer muy deseable, pero no tienes nada que temer. Todos los aprendizajes son duros al principio, pero cuando salgas de aquí vas a hacerlo convertida en una mujer nueva, más sensual, más libre y habiendo recuperado tu olvidado gusto por el mejor sexo, el natural, el de verdad, el sexo puro.

— ¡ Vas a salir de aquí convertida en una hermosa sumisa, obediente y deseosa de dar y recibir placer, y tras haber ido superando los retos que te he impuesto por tu bien y porque te deseo como otra de mis sumisas, esta tarde por primera vez, vas a experimentar sensaciones y placeres que nunca habías ni imaginado poder alcanzar o que existiesen…, solo necesitas abrir de par en par tus sentidos y el placer y las emociones te invadirán, aunque todavía tus ojos se sorprenden y te distraen de que tu mente pueda procesar esas sensaciones.

— ¡ Esta tarde vas a descubrir el placer que puedes recibir, cuando tus ojos están cerrados, y cuando el resto de tus sentidos se abren para el placer…! Levántate – me dijo mientras me ayudaba a incorporarme.

Ya en pié junto a él, y todavía tensa e insegura me dijo.

—¡ Esto hoy no lo vas a necesitar…– dijo mientras me quitaba las pinzas de los pezones, lo que supuso un alivio para mis doloridos y entumecidos pezones.

Me dejó de pie, y se apartó. Y con voz alta le oí decir algo que hizo que todo mi cuerpo se tensase y un extraño escalofrío, mezcla de sorpresa, morbo y excitación, recorriese todo mi cuerpo

— ¡ Aquí tenéis, amigos ……..¡ - ¿ amigos ? ….. - pensé para mí en una nueva sensación muy excitante y morbosa, pero que me asustaba mientras intentaba pensar a quien podía haber reunido en aquel sótano de vicio Raúl

¿ Cuánta gente había ? ¿Me había preparado para ser follada en una orgía por muchos hombres quizás y emputecerme aún más ?

— ¡ Esta es Alice…! – continuó Raúl – ¡ Aquí podéis verla. Es una belleza, como podéis observar. Durante este fin de semana he estado educándola, como ya sabéis y esta tarde está lista para que os la presente.

— ¡ Ha sido una buena alumna y se ha esforzado en aprender en tan poco tiempo y para mí es un placer presentárosla a todos así que aquí la tenéis, esperando recibir la lección definitiva y su bautismo como nueva esclava y que le abrirá las puertas de este Mundo de la Sumisión. Un mundo nuevo para ella donde gozará como nunca ha podido imaginar del placer supremo que recibirá, y ya nunca podrá olvidar este importante momento en que ella se entregará en cuerpo y Alma a su Amo.

— ¡ Queridos amigos la bella novicia queda pues en vuestras manos, para que le mostréis el verdadero y sublime placer de ser unas sumisa ….!.

Dentro de mí, al oír esta última frase en que me “entregaba” a quienes fuesen, en esta ocasión no me causo miedo pero si la sensación extraña, una mezcla de temor a algo que desconocía pero que interiormente deseaba conocer a pesar de que sonaba igual que cuando se cruza un umbral del que posiblemente ya no pudiese regresar.

Sin poder ver absolutamente nada, desde ese estado de oscuridad total, sentí en mi estómago la inquietud, el miedo y el deseo de descubrir aquello de que tanto me habían hablado, que se presentaba como una puerta hacia algo desconocido que me mantenía tensa y expectante……. ¿ Quienes eran … y que me iban a hacer ?

Sin posibilidad de retroceder o resistirme, sin poder ver ni tocar con mis brazos atados a la espalda, solo podía dejarme llevar y hacer…

De repente noté como varias manos me tocaban, comenzaban a acariciarme, unas pasaban por mis piernas, otras por mis pechos, tocaban y acariciaban mi culo, alguno me acariciaba el coño, produciéndome una agradable y excitante sensación.

Nunca hasta entonces, había sentido tal cantidad de manos recorriendo mi cuerpo, unas con suavidad, otras con deseo, provocándome un torrente de sensaciones que juntas fluían hacia mi hipotálamo que trataba de procesarlas y que ponía en marcha de inmediato un torrente de hormonas sexuales que colapsaron mis pensamientos racionales, dejándome llevar solo por los instintos animales de mi cuerpo.

De repente dos pares de manos me agarraron ambas piernas, y me hicieron separarlas, y mantenerme en pie con ellas abiertas, mientras otras seguían explorando mis pechos, nuca y caderas…

Más manos acariciaban ahora el interior de mis piernas y mis muslos hasta alcanzar mi excitado coño…..

Me dejé llevar por la sensación de sentirme tocada por tantas manos, sin poder ver quienes eran, ni quien me hacía sentir todas aquellas excitantes y morbosas sensaciones, llevándome por mi parte a un abandono total al placer que me proporcionaban.

Simplemente me dedicaba a sentir aquella mezcla de dulzura y deseo, no sabía que vendría a continuación, pero quería gozar de ese coctel de sensaciones sin que se detuviesen por nada ni por nadie.

Alguien me besó, era una mujer, y por el olor de su perfume no podía ser Zoe, así que en el grupo había de todo, hombres y mujeres, y me abandoné a aquel dulce pero intenso beso cargado de deseo, uniendo mi lengua a la suya, buscándonos una a la otra en un frenesí sexual incontrolable.

Al mismo tiempo, alguien que besaba mis pechos fue bajando por mi estómago hasta mi coño, que besó y chupó, proporcionándome un maravilloso placer que me hacía retorcer y gemir como una simple hembra que se siente tomada. Habían conseguido llevarme a un punto de excitación que no conocía, ni nunca hubiese creído que mi cuerpo fuese capaz de alcanzar.

— ¡ Así Alice, ahora solo abandónate como un cuerpo ofrecido e inerte, tu solo siente las nuevas sensaciones que eso te produce Alice – decía Raúl a mi oído – ¡ Déjate llevar, disfruta de todas ellas, desde la más intensa, hasta la más sublime, que te están proporcionando estos amigos…. !

Las manos seguían recorriendo todo mi cuerpo. Jamás pensé que se pudiera sentir tanto placer sin tan siquiera moverme, solo abandonándome y recibiéndolo.

Quien chupaba mi coño me estaba haciendo un trabajo maravilloso, sabía lo que se hacía y estaba consiguiendo que me estuviese llevando hacía el primer orgasmo, sintiendo como mi vagina empezaba a contraerse y aquella sensación de placer empezó a extenderse por todo mi cuerpo en todas direcciones llevándome directamente a un orgasmo, su lengua en mi clítoris hacía maravillas, y hacía que ya mi cerebro se desconectase momentáneamente del resto de mi cuerpo para poder procesar aquel intenso placer que se acercaba como una locomotora.

Sabía que me iba a correr, pero temía con ansiedad que se detuviese como otras veces y me dejase frustrada, cuando oí de nuevo la voz de Raúl como me decía

— ¡ Córrete putita…., córrete….! – me decía Raúl, que seguía pegado a mi oído y guiándome en aquel torrente de sensaciones y lujuria.

–- ¡ Vamos… córrete y disfruta… … ¡ Deja que tu cuerpo absorba todo ese placer que te viene hasta desbordarlo…. !

No me hice de rogar y me corrí con un tremendo grito.. — ¡ Ahhhh…, Ahhhh…! ¡ Ohhh yeah…! no me contuve en absoluto, mi Señor me había dado permiso para que me corriera y no me costó nada hacerlo.

Un largo y placentero orgasmo recorrió mi espalda y mi vagina y ano, mientras mis piernas desfallecían al mismo tiempo, que hizo que quien me comía el coño se bebiera los abundantes jugos de mi eyaculación, que mis hormonas sexuales secretaban con el orgasmo.

Inmediatamente me di cuenta de que Raúl había conseguido otra vez lo que quería, me había retenido el orgasmo, hasta que el me había dado permiso.

Nuevamente había caído en su juego sin darme cuenta. Pero me daba igual, las distintas sensaciones de placer seguían imparables, las caricias me estaban matando de placer. Tantas manos a la vez no dejaban un trozo de mi piel sin acariciar.

De repente alguien colocó en mi collar la correa, y tiró de mí suavemente, para llevarme a algún sitio, siguiendo sumisamente en la certeza de que donde me llevaba, nuevamente y sin darme tregua, iba a seguir recibiendo aquellos intensos placeres, acariciada y follada como una perra en celo.

Encelada y con deseos de que aquello no se detuviese nunca, me dejé llevar a donde ellos deseaban.

Alguien soltó la cadena que mantenían mis manos en la espalda y mis manos y brazos quedaron libres para poder participar de aquella orgía de sexo anónimo.

–- ¡ Ahora también tu podrás tocar, golosa y caliente putita … – me dijo Raúl. - ¡ Goza tú también acariciando, tocando y exprimiendo todos esos cuerpos entregados a ti. ….

— ¡ Aférrate con placer al deseo que sientes por esos otros cuerpos……

— ¡ Ven, siéntate aquí… ! - me dijo Raúl sin saber dónde deseaba que me sentase, aunque tampoco me importaba, solo me dejaba llevar

No sabía que era, pero me ayudaron a colocarme en una silla extraña, era similar a la silla de un ginecólogo, que me hacía estar tumbada, pero mi culo y coño quedaban fuera de la silla, sentí como colocaban mis piernas a lo largo de unos estribos, que hacía que mis piernas quedaran totalmente abiertas siendo atados mis tobillos a los estribos, y mi coño y culo totalmente ofrecidos.

Nuevamente todas aquellas manos volvieron a tocar y acariciar mi cuerpo, mi coño ahora totalmente expuesto y empapado de jugos que sentía descender por mi ano, era acariciado, y me estaba volviendo loca de placer. Deseaba ser tomada y follada por todos y no despertar de aquel vendaval de placer que zarandeaba mi cuerpo.

De repente alguien cogió mi cabeza, y me hizo girarla hacia la izquierda, e introdujo una polla en mi boca.

Excitada como estaba, la recibí con mucho placer y de nuevo, tras mi forzada abstinencia, volvía a sentir el placer de gozar con un goloso rabo de macho llenándome la boca y que empecé a chupar con pasión… quería devolver tanto placer como me estaban dando aquel grupo de maravillosos desconocidos

Mientras gozaba con glotonería de aquella jugosa polla que me habían ofrecido, alguien volvía a chupar mi coño, quien fuera era un experto con la lengua, empezó a meter dos dedos en mi coño que me masturbaba y follaba.

Mi enrojecido e hinchado coño se encharcaba nuevamente. Mientras yo chupaba la polla de mi boca, mi lengua repasaba el glande, y mientras el hombre empujaba para meter su polla dentro de mi boca todo lo que podía, tras follármela unas pocas veces más, finalmente se corrió llenándome de semen la boca, al que ya le había cogido el buen gusto ligeramente dulzón pero muy cremoso y que ahora gozaba tragándome y saboreándolo,

Al mismo tiempo quien me estaba comiendo el coño y me masturbaba consiguió que rápidamente alcanzase un nuevo orgasmo.

Gimiendo descontrolada y retorciéndome de placer mientras se corrían en mi boca, el placer fue tremendo, al tiempo que no dejaban de acariciarme, sobarme las tetas hinchadas por el deseo y mis pezones excitados al máximo, cada centímetro de mi cuerpo, me enviaba señales de pequeños y grandes placeres mezclados con cada caricia.

En esta ocasión no había dolor, cierto que yo no había elegido lo que me estaban haciendo, y sorprendentemente, echaba en falta algunas fuertes palmadas en mi culo que elevasen más todavía mi placer, pero lo cierto es que estaba en un paraíso de placer e intensas sensaciones.

Inmediatamente, sin pausa, otra polla ocupó mi boca, yo además aprovechaba para con mis manos tocar los cuerpos a mi alrededor, había hombres, pero no menos de tres mujeres también y que tras mis primeras experiencias con Zoe, gozaba ahora también de los cuerpos de las mujeres.

De repente alguien tomó posesión de mi coño y metió una enorme polla en él, bien podía ser la de Pedro por el tamaño, pero su forma de moverse, desde luego no era la de él, porqué me follaba distinto, a la brusquedad de mi torturador del día anterior.

Me follaba suavemente, casi con cariño, la polla entraba y salía de mi coño, despacio, degustando cada milímetro que se movía dentro de mí, llegando hasta mi útero, y retrocediendo, haciendo que me sintiese totalmente llena de macho, sin prisa, controlando la situación y mis sensaciones.

Yo, mientras gozaba de aquella profunda y habilidosa follada de coño, me esforzaba en succionar la polla de mi boca, que chupaba y lamía con ganas, hasta que su propietario paró, apretando mi cabeza contra su pubis y… ¡ oh Dios !….se corrió también, obligándome a tragar el que ya me parecía un dulce néctar.

Yo mientras seguía teniendo una sensación de éxtasis, manos y más manos me acariciaban y me mantenían muy excitada, dos bocas jugaban con mis pezones, jamás había tenido esta sensación de placer tan completa, cada centímetro de mi cuerpo era atravesado por oleadas de placer que no me dejaban parar ni un minuto.

Ahora era una mujer, la que, colocándose a horcajadas sobre mi cara, e imagino que subiéndose a algún sitio, colocó su coño en mi boca, yo chupé gozando de sus calientes jugos, no sabía mucho cómo chupar un coño, solo lo poco que me había enseñado Zoe, pero hice lo que pude, y a su propietaria, por cómo se movía sobre mí le estaba gustando como se lo comía.

El toro propietario de aquella gran polla con que follaba mi coño de repente con un fuerte empujón la empotró toda dentro de mí, sintiendo como su semen se estrellaba contra lo más profundo de mi vagina, directamente junto a mi cuello uterino y se corrió abundantemente dentro de mí, proporcionándome otro intenso orgasmo y al sentirme tan llena y su polla tan profunda, tuve la sensación de que deseaba realmente preñarme, algo que todavía me hizo estremecer más, con aquella cópula tan profunda,

Rápidamente se salió dejando libre mi abierto coño y rezumando semen recién derramado, y una nueva polla ocupó de inmediato el vacío que había dejado la suya, empezando a ser follada por otro macho más, y que bombeaba aquella mezcla de jugos y semen. .. ¡Chopp… chopp…! …, chapp…!

Este era más brusco, y sus rápidas sacudidas hicieron que perdiera la concentración en el coño que me estaba comiendo, lo que hizo que su propietaria se apretara contra mi boca empotrándome su chocho para que no parase de comérselo,

Recuperé el control y seguí chupando su clítoris y metiendo mi lengua, hasta que conseguí que se corriese en mi boca.

Aquella caliente hembra, con mi comida, arqueó su cuerpo y noté como sus jugos se derramaban en mi boca con gusto. Yo me estaba volviendo loca de placer, ya no sabía ni donde me encontraba, jamás había sentido tanto placer junto y al unísono, y nunca había imaginado que se pudiese llegar a sentir tanto placer como estaba sintiendo durante aquella orgía de cuerpos. Raúl me estaba llevando a un estado jamás imaginado por mí y que desconocía.

Si para mí, aquella mañana, sentir como aquellos senegaleses, me habían hecho gozar como una puta, simplemente con la polla de uno en la boca y el otro bombeando mi coño y creía haber alcanzado el placer, lo que me estaban regalando ahora realmente era para mí inimaginable.

No sabía cuántas personas me estaban follando al mismo tiempo y sin tregua, pero debían ser muchos por la rapidez con que cada vez que mi coño o boca quedaban libres, inmediatamente alguien se apresuraba en llenármelos nuevamente.

El que se estaba follando mi coño, con unas rápidas sacudidas se corrió abundantemente en él, sin tregua, esa polla salió y otra ocupó su sitio, al tiempo que otra mujer se ponía ahorcajadas sobre mi boca, este coño venía con regalo, porque ya alguien se lo había follado, y traía su corrida escurriendo, lo único que pretendía su propietaria es que se lo limpiara, y eso hice con gusto, trague el semen que escurría por ese coño, y chupé, y limpié con mi lengua, que empezaba a cansarse y me empezaban a doler ya las mandíbulas y los labios de tanto chupar, pero no me importaba, deseaba que no dejasen de llenarme la boca, no podía parar de dar y recibir placer.

Cuando terminé con aquel coño la mujer se bajó, y otra polla volvió a hacerse cargo de mi boca, no me daban ni un segundo, manos y más manos me seguían acariciando, jugaban con mi piel, con mis tetas, hyper sensibilizadas después de estos días con las pinzas. Las oleadas de placer seguían recorriendo todo mi cuerpo.

Otra corrida en mi coño hizo que se desbordara, y me corrí de nuevo, gimiendo como una loca. Ya había perdido la cuenta de los orgasmos que llevaba, pero ya no me parecían suficientes, quería más, aunque parecía imposible recibir más placer.

Otra polla entró en mi coño, con un fuerte empujón por el tamaño y la brusquedad bien podía ser Pedro, pero podría ser cualquiera, y ya me daba lo mismo, quería pollas, todas las que hubiesen disponibles, para que siguieran dándome placer, me di perfecta cuenta de cuanto amaba el sexo y ahora que lo había probado de nuevo, no iba a poder ser feliz sin aquella intensa y adictiva forma de ser follada…

Sacó la polla de mi coño, y la usó para restregar el semen de los otros hombres por todo mi coño y culo, noté como con su mano recogía parte del semen y lo llevaba a mi culo, a mi ano, donde lo restregó, y lo usó como lubricante para introducir un dedo en mi virgen culo, fue delicado, no forzó, pero poco a poco consiguió que el dedo entrara, y me folló el culo con su dedo, lo cual me produjo un extraño placer, distinto al de ser follada por el coño, pero también muy intenso y más transgresor.

Mientras aquel desconocido le daba los primeros placeres a mi virgen culo, el que me estaba follando la boca se corrió con bastante facilidad y de nuevo pude tragarme aquella miel de macho, que ya empezaba llenar mi barriga.

El hombre de mi culo sacó el dedo, y volvió a llenar mi coño con su polla y a follarlo bruscamente, golpeando a cada embestida su pelvis y sus bolas contra mi culo, que de tan empapado marcaba un acompasado y rápido ¡Chopp… Chopp… Chapp…!

Al haber dejado de follarme el culo con su dedo, y que estaba gozando intensamente sentí por primera vez un extraño vacío en mi culo, como si me faltase algo, porque realmente, hubiese deseado que me hiciese las dos cosas al mismo tiempo y sentir culo y coño follados al unísono.

De nuevo noté que alguien se ponía a mi lado y me susurraba.

— ¡ Bella Alice…. – era Raúl — ¿ Verdad que jamás pensaste que se pudiera obtener tanto placer siendo bien follada ?

— ¡ Nn.. no mi Amo, jamás pensé que sentiría tanto placer y tan intenso Señor – dije yo con voz entrecortada, porque la polla de mi coño me taladraba sin piedad, y las manos y bocas jugando con mi cuerpo me volvían loca.

— ¿ Entiendes ahora lo que deseo para ti, mi hermosa putita ? – continuó Raúl.— Ahora ya has podido ver que tu Amo se preocupa de ti…,que todas esas personas han acudido a mi llamada, para ofrecerte este intenso placer del que estás gozando…, y que servir a tu Amo te va a seguir proporcionando un placer totalmente inesperado y desconocido.

— ¡ Ssssi mi …Amo, ¡oh ssssi…!

— ¿ Verdad que estás deseando dar un paso más, en esa dirección, y descubrir cada día nuevos e intensos placeres ? Placeres desconocidos hasta ahora por ti…, lo que era una verdadera pena. ¿ Quieres seguir avanzando en tu búsqueda del placer en el sexo y la sumisión ?

— ¡ Sssssi mi Señor, lo deseo desde mis más profundas entrañas…!

— ¿ Deseas entregarte a mí en cuerpo y Alma ? ¿ Y como muestra de tu total entrega me vas a ofrecer tu bien más preciado, … tu virgen culo, para que tu Amo, te haga ir un paso más allá en la consecución del placer absoluto y sublime - Me preguntó.

Mientras le escuchaba a duras penas, porque escuchar mientras otro te está follando es complicado, era perfectamente consciente de que con aquel gang bang, me empujaba a caer en su trampa y aceptar ser su sumisa, para no perderme aquellas inolvidables orgías de sexo salvaje,

Me había dado a probar la droga más poderosa del Mundo, el sexo en su estado más puro y animal, y era consciente de que ya empezaba a estar enganchada, pero tampoco me importaba ya caer en su trampa, es más, no quería salir de ella, y de ese placer tan inmenso que estaba sintiendo y deseaba volver a sentir con regularidad.

— ¡ Si mi Amo !– respondí como haría un animal, en aquel estado, encelada como una perra, solo podía responder una cosa.

— ¡ Soy tuya mi Amo, mi cuerpo es tuyo, y mi culo es también tuyo, fóllamelo y muéstrame todo ese placer, que sentiré siendo sodomizada por mi Amo, te ofrezco mi virgen culo, porque es lo más preciado que te puedo ofrecer Amo, y deseo que sea tuyo!

— ¡ Por favor mi Amo, estrena y rompe mi culo en señal de sumisión ! – supliqué como la perra en celo que era en ese momento.

— ¡ Bien Perra…! – dijo Raúl en voz alta — ¡ Todos habéis sido testigos de cómo la perra Alice se entrega a mí y me entrega el preciado bien de la virginidad de su culo…! ¡ El cual yo acepto como ofrenda de sumisión y mantendré bien follado siempre para su placer y el mío !

Raúl se levantó, y me dejó allí, enseguida noté el característico olor de Zoe, que me tranquilizaba y excitaba al mismo tiempo.

— ¡ Hola Alice…– me dijo al oído – ¡ Ahora el Amo va a tomar posesión de lo que es suyo, estás muy excitada, así que simplemente disfrútalo. Te dolerá al principio, pero aguanta y verás, el placer que vas a sentir es indescriptible…..

No pude ni responder. De repente otro orgasmo me alcanzó… ¡ Ahhh…¡ Ahhh…¡ OoAaaa…!, y al tiempo quien follaba mi coño se corrió dentro, inundándome nuevamente de semen….., ¡ Uufffff..! … Ya ni llevaba la cuenta de cuantos machos me habían follado y derramado su caliente semen dentro de mi…

Enseguida noté unas manos que acariciaban mi entrepierna, la zona estaba tan sensible que poco hacía falta para que me corriese otra vez, las manos, jugaron con mi coño, llevándome casi hasta el orgasmo, y luego llevó un dedo hasta mi culo y me lo introdujo.

Noté como entraba y salía, ya con menos dificultad que antes. Al sentir el suyo, recordé el placer que había empezado a sentir antes con el otro y la sensación de que me faltaba algo cuando me lo sacó. Noté como extendía algo frío en mi ano, y como con un dedo introducía un líquido, la sensación de ser penetrada por el culo, sin ninguna duda la máxima expresión de sumisión, y sentir su dedo con el líquido fresco me excitaba por sí mismo.

— ¡ Como es la primera vez …! – me susurraba Zoe mientras su mano sostenía mi cabeza – … el Amo tiene la deferencia de aplicarte un lubricante, pero tendrás que acostumbrarte a recibir las pollas sin él… ¡ pero tranquila no es problema, a mí me lo follan así y solo es cuestión de relajar el esfínter, después una vez el glande lo ha penetrado, el resto de la polla se desliza placenteramente sin doler y te aseguro Alice que es una sensación sublime de sentirse sometida y además te dará mucho placer sentir tu culo como está siendo bien follado, … !

Yo seguía sin responder, una mezcla de excitación porque realmente en esos momentos tras el gang bang, realmente deseaba que el Amo me follase el culo y experimentar una cosa más en mi conocimiento del sexo submisivo, también sentía un cosquilleo entre temor y morbo, e incluso algo de miedo a que me doliese mucho, esa primera penetración.

Enseguida el Amo sacó el dedo, y noté como apuntaba su glande al agujero de mi ano, que empezaba a abrir con la dura cabeza de su polla. En ese momento la sensación más intensa era la de un sublime morbo y una excitación muy grande, imaginando en mi mente y sintiendo en mi culo, como iba ser penetrada en unos instantes por primera vez…

Aunque no lo había experimentado en mi propia carne, si había visto como en los videos porno, les follaban el culo a la mayoría y eso me excitaba mucho, ver como aquellos duros rabos, penetraban por completo en sus culos.

Le cogí la mano a Zoe y le sonreí. Ella me la apretó y me dio un beso en los labios.

Gozando de “su momento de gloria” mi Amo disfrutaba con deseo de como mi ano se resistía todavía, si bien tras haber sido follada por todos, mi cuerpo y mis hoyos estaban muy dilatados y receptivos a ser nuevamente penetrados.

Sentía la creciente presión del glande de mi Amo, empezando a empujar, despacio, pero sin pausa, daba pequeños empujoncitos, para abrirse paso poco a poco por mi esfínter, mi culo se resistía, nunca había entrado una polla por allí, y no era fácil.

Me dolía, aunque gracias a lo excitada que estaba, el dolor era menor que en otras condiciones en que hubiese estado menos ansiosa por recibirlo dentro de mí.

Raúl seguía con su ritmo continuo, empujando con pequeños embates que solo se habrían paso unos milímetros más en mi ano, pero que poco a poco se iba dilatando, hasta que de repente me embistió con más fuerza y su glande atravesó mi esfínter…, solo fue un segundo lo que tardo en introducirse dentro de mi culo, pero di un fuerte grito de dolor, …. ¡Ayyyyyyyy….… ! e instantáneamente un punzante e intenso dolor recorrió mi espalda y me llegó hasta mi cerebro……. (Dios mío que dolor pensé, quedándome paralizada… casi sin respiración, por el intenso dolor)

Progresivamente aquel dolor fuese desapareciendo dando paso a una mezcla de ligero dolor, entremezclada con el intenso placer de sentir mi culo siendo follado por primera vez, y aquella sensación de sentirlo lleno por una dura polla, era desconocida para mi, pero maravillosa.

Más rápidamente de lo que había imaginado, el dolor cesó, empezando a predominar aquel maravilloso y sumiso placer morboso e intenso al sentir como ya con su polla toda dentro de mi culo, el tronco se deslizaba rítmicamente y primero despacio, dándome tiempo a que relajase mi culo, que se había puesto tenso por el punzante dolor, se fue relajando y dilatando mientras mi Amo me lo seguía follando aumentando el ritmo.

La sensación de dolor, desapareció pronto y ahora sentirme con el culo muy lleno y follado, mientras él me daba rítmicas palmadas en el culo que me excitaban y se mezclaban con esa nueva sensación para mí, que era sentir por primera vez, una dura polla dentro de mi culo que sentía totalmente repleto y muy apretado..

Me dolía, y quería que la sacara, pero al mismo tiempo casi me corro de placer. ¡No entendía que me pasaba!, una vez atravesado, mi Amo ya no tuvo miramientos, y empujó, hasta que noté que su polla me atravesaba y sus bolas golpeaban contra mi culo. Empezó en ese momento a follarme, sin contemplaciones, empezó con un ritmo lento, pero que cada vez era más rápido

A partir de ahí, aquella enculada se transformó en un creciente placer sintiendo como una y otra vez, me la hundía cada vez con más deseo y más profunda, y que yo sentía bien apretada dentro de mi culo, en una sensación distinta pero de una intensidad comparable a ser penetrada por el coño, pero con una sensación de entrega y morbo, más intensos que ser follada por el coño…

Raúl, mi Amo ya, había follado a muchas hembras analmente y sabía cómo excitar más mi vagina, alcanzando con su dura polla a través de mi culo, la zona posterior de mi vagina llamada fórnix y que es fuente placer muy intensa, además la zona anal al tener más terminaciones nerviosas, me transmitía con el paso de los minutos un placer cada vez más intenso.

Ya con mi culo y coño dilatados y receptivos, me estuvo follando el culo hasta que para ayudarme a llegar juntos al orgasmo, cuando el sintió que el suyo estaba cerca, empezó a masturbarme el coño al mismo tiempo y ambas sensaciones juntas, se unieron en un intensísimo estallido de placer más intenso que cualquiera de los numerosos que había experimentado aquella tarde mientras follaban bien mi coño

Cuando me sobrevino, me arqueé y empecé a agitar mi cabeza, gritando y gimiendo en una mezcla de sensaciones que me estaban dejando fuera de combate,

— ¡ Ahhhh…! Hummmm…! Fuck me very hard my Master, ¡Ohhhh yeahh! … Fuck me…, ¡ My God!

Mientras yo casi me desmayaba por la intensidad del orgasmo mi Amo seguía follando mi culo, sintiendo las fuertes contracciones de mi esfínter durante el prolongado orgasmo presionando su polla, lo que le excitó todavía más, al sentir como su hasta hacía unos minutos era su virgen perra se corría como una guarra.

Sintiendo mi orgasmo y sin parar, yo me retorcía con aquel desconocido e intenso placer y me sentía muy sometida a mi macho, al sentir como su polla follaba mi culo, hasta que noté que la polla de mi Amo se hinchaba, y dejaba salir, por primera vez dentro de mis intestinos un gran chorro de semen, lo que hizo que otra oleada de placer me atravesara el cuerpo, yo grité de puro placer, sin contenerme, me daba igual todo, estaba disfrutando de un placer que jamás pensé sentir y que había conocido gracias a mi Amo.

Las manos y bocas se apartaron de mí, dejándome compartir aquel orgasmo con el de mi Amo, los dos solos, solo Zoe estaba a mi lado, la querida Zoe, que había sido mi punto de apoyo en ese largo fin de semana, seguía acariciándome la cara y besándome.

— ¡Muy bien Alice…! – me decía –... lo has hecho muy bien… ¡ Eres una hembra realmente receptiva al placer y a las nuevas sensaciones… El Amo está muy contento contigo…

Cuando la polla de Raúl se relajó, hizo el gesto de sacármela del culo, pero yo alargando los brazos hacia él, le rogué…

— ¡ Nooo…, por favor te lo ruego mi Amo, déjame gozar un poco más de sentirme llena de ti, mi Amo…!

Raúl se sonrió satisfecho, no dijo nada, pero sentí como me la volvía a hundir todo lo profundo que podía, y como poco a poco, iba perdiendo su dureza, pero él me complació mientras pudo, acariciando mi suave coño, embadurnado de las numerosas corridas con que los invitados a mi “bautismo y conversión” me habían llenado hasta rebosar, hasta que poco a poco, se fue relajando hasta salirse de mi bien follado culo.

Cuando sin más remedio la sacó de mi culo, me invadió inmediatamente una sensación extraña de vacío, deseaba seguir sintiendo mi culo lleno de polla, aunque notaba el semen de mi Amo caliente recorriendo mis tripas muy dentro de mí. Seguí gozando de aquella sensación de plenitud, con su caliente semen que sentía claramente dentro y que de alguna forma, me hacía un poco más su puta.

Noté como alguien me desataba los pies, y me ayudaba a bajar las piernas al suelo, y a incorporarme, a una postura más cómoda.

Alguien me ayudó a incorporarme, y llevándome una persona de cada brazo me separaron de la silla, y me llevaron algún punto de la Sala.

Me susurraron al oído.

— ¡ Shh… ponte en posición ! ….., lo que hice gustosa, me arrodillé todavía con mis piernas temblando, bajé la cabeza y esperé.

Enseguida alguien me quitó el antifaz, y oí a Raúl decir.

— ¡Abre los ojos y levanta la mirada! … ¡ Mírame…!

Así lo hice, y pude ver a la altura de mi cara, primero la polla flácida de Raúl, que ya era conocida para mí, y después levantando más la vista, la sonriente cara de mi Amo.

Además vi que había más gente, de un simple vistazo pude ver a tres mujeres, una de ellas Zoe, al lado de su (nuestro) Amo, y a cuatro hombres, pero notaba otras presencias tras de mí, aunque no me atrevía a volver la cabeza.

Entonces Raúl, me mostró una cosa que tenía en la mano, era una chapa plateada, igual que la que Zoe llevaba en su cadena, era como la chapa de identificación de un perro, y que llevaba un nombre inscrito en ella.

— ¡ A partir de ahora, tras entregarte a tu Amo – dijo Raúl – ¡ Te recibimos con tu nombre de esclava….!

— ¡ Esta chapa la llevarás siempre puesta en tu collar de perra, para que el que te vea sepa que eres una perra con Amo, que te cuida, y que se preocupa por ti, hasta el punto de darte un nombre….

— ¡ Tu nombre como esclava, a partir de ahora será Ayira., nombre de origen africano que significa La elegida. Pues eso has sido tú desde el primer momento que te vi en la urbanización. Mi elegida, y me ha costado mucho esfuerzo obtenerte, pero finalmente aquí te tengo entregada a mi…

— ¡Gracias Amo…! – dije inconscientemente orgullosa. Si me hubiese puesto a razonar, No tenía sentido que me sintiera orgullosa de algo que no había elegido, pero sin embargo así era… y sentía en aquellos instantes.

Que Raúl, desde ahora mi Amo, me hubiese organizado ese gang bang (porque eso le convenía también a él, lo sabía) … había sido un verdadero e inesperado descubrimiento sexual, con todas aquellas personas, que, aunque al principio, a Beatriz y Raúl, los tomaba por locos, al parecer no era así por la numerosa asistencia y a primera vista agradables personas, que habían compartido y participado en mi “entrega” al Amo.

Raúl colocó la chapa en mi collar y poniéndome en pie lo mostró a todos, que aplaudieron, haciéndome enrojecer, pero al mismo tiempo haciendo que levantara la cabeza orgullosa…. ¡No era para menos, me sentía sumamente feliz…! Algo impensable hacía solo dos días antes.

Todos me fueron abrazando y dando la bienvenida, yo no sabía cómo responder, así que les daba las gracias, y todos fueron abandonando el sótano.

Extrañamente no vi a Pedro entre la gente (que eran unos doce en total), debía haber tenido que volver a Madrid, y se había perdido mi entrega, peor para él.

Finalmente sólo quedamos en el sótano, Zoe, el Amo y yo.

Tras un final del que en principio, los tres estábamos muy satisfechos, incluida yo, el Amo nos dijo a las dos.

— ¡ Bueno perritas, recoged, subid y vestiros, que tenemos que volver a Barcelona.

Entre Zoe y yo recogimos el sótano y la celda, aunque no había mucho que recoger.

Mientras, mil preguntas me venían a la cabeza e intentaba que Zoe me respondiese a las mil dudas que tenía, pero aunque alguna cosa me respondió, no me dio demasiada conversación.

Su actitud esquiva en cuanto a que intentaba excusarse porque se nos hacía tarde, me hacía dudar de la sinceridad de Zoe.

Quizás su carácter fuese así, poco comunicativa, o sentía ciertos celos hacia mí, o lo más probable es que Raúl le tuviese prohibido hablar de ciertos temas conmigo, para evitar que supiera más de lo que él deseaba. Empecé a dudar de Zoe, me había ayudado mucho y creía, que al menos por mi parte éramos amigas, pero no parecía ser así, ella me apoyaba pero mantenía las distancias en ciertos momentos.

— ¡ Venga, tenemos que irnos.. – me dijo – ¡ No podemos ahora entretenernos con preguntas, habrá tiempo para todo….

Subimos a la habitación, me permitieron ducharme y quitarme los abundantes restos de semen y flujos vaginales que cubrían mi cuerpo, y Zoe me dio ropa para que volviera a casa. Esta vez no era el vestido que había traído el ahora tan lejano viernes.

Aunque era un vestido corto, era un vestido normal que no llamaba la atención como el que me había tenido que poner para venir.

Zoe me dijo que podía quitarme todo lo que me mostraba como esclava por el momento, para volver a casa que mi Amo, como me había portado muy bien, no quería que tuviera problemas esa noche con mi marido, lo cual agradecí enormemente.

Una vez preparadas, y con las bolsas listas, Zoe me dijo que volvería con ella en el coche, para evitar que si alguien nos veía en la urbanización hablara de más. Me extraño mucho tanto cuidado, cuando dos días antes parecía que todo le importaba muy poco a Raúl.

De nuevo la actitud de mi Amo y de Zoe, había cambiado radicalmente, y eso me hacía desconfiar de nuevo de ellos dos, pero aun así agradecí el detalle de mi Amo (empezaba a acostumbrarme a llamarlo así).

Regresamos a Barcelona, ya de noche, preocupada por cómo iba a recibirme Daniel, tras tres días prácticamente desaparecida, temiendo que notase algo extraño en mí, aunque trataba de aparentar ser la misma de siempre, estaba cambiando y eso me preocupaba que me delatase.

Aparcamos en el parking de la urbanización, y con un beso profundo y cariñoso Zoe y yo nos despedimos. Aquel último beso, parecía que mostraba cariño y deseo de Zoe por mí, pero su actitud callada me hacía temer de que no fuese más que deseo como sentía mi Amo por mí, y que ella fuese solo la mano derecha del Amo, que estaba claro que lo era, pero que prefería mantener las distancias en el tema personal y su estatus de favorita del Amo.

Subí a casa temblando, temerosa de cruzarme con Daniel, y que me hiciera preguntas, a las que tendría que responder con espontánea habilidad, algo que no se me daba mal, inventándome las respuestas a sus preguntas sobre la marcha, buenas respuestas pero que serían grandes mentiras para justificar mi ausencia.

Eso me hacía sentir mal, porque dentro de mí, sabía que la realidad es que había sido forzada por la situación, pero una buena parte no lo había sido y me hacía sentir como una verdadera zorra infiel sabiendo en mi interior que me había comportado como una puta y le había puesto los cuernos con más de una docena de personas en solo tres días.

Eso no había estado bien, pero…, lo peor es que me había gustado follar con todos ellos y deseaba dentro de mí, que aquellas situaciones se volviesen a repetir de vez en cuando.

En mi interior presentía con bastante claridad que había resurgido de nuevo la zorra que llevaba adormecida desde que conocí a mi marido.

Eso me angustiaba porque por nada quería hacerle daño a alguien que me había mimado y me quería tanto, pero…, decidí dejar de pensar en ello, los acontecimientos serían los que marcarían mi destino nuevamente en mi actual relación con Daniel.

Abrí la puerta y entre con naturalidad, pero interiormente tensa, temiendo el momento en que lo tuviese frente a mí y empezase a hacerme preguntas, o que estuviese molesto por lo poco que nos habíamos comunicado durante el fin de semana, …pero no había nadie en casa cuando entré. Mi querido marido seguía en el trabajo, no debía haberse preocupado mucho por mi ausencia.. ¿ O sí ? Y había decidido evadirse inmerso en su trabajo.

Realmente pensé que a pesar de sus numerosas llamadas, de haber estado allí en casa tampoco me hubiese hecho mucho caso. Era tan adicto al trabajo, que a pesar de que para mí era más fácil que no hubiese llegado todavía, me dio rabia no encontrarle allí con deseos de vernos.

Enfadada por su ausencia, empecé a pensar si Raúl y Beatriz no tenían razón, ¿ De qué me servía Daniel si nunca estaba en casa ? Sí, me daba lo que yo quisiera, pero nunca estaba junto a mí cuando más lo necesitaba. Ya sé que estaba siendo egoísta en ese momento, pero era como me sentía.

Comí algo de pie en la cocina, y me fui a la cama, estaba agotada, aunque no solía ponerme nunca bragas en casa, me puse unas braguitas monas y cómodas, porque aunque estaba segura de que no me despertaría al llegar y mucho menos me pediría sexo con él porque en ese momento “no tocaba”, si por suerte o por desgracia para mí, hubiese deseado follarme al llegar, el estado de mi coño, todavía hinchado y enrojecido después de pasarme toda la tarde siendo follada, no pasaría desapercibido para él, era imposible con lo hinchados y doloridos que tenía mi coño y culo.

Me acurruque en la cama, esperando oír como llegaba, aunque me haría la dormida, y no pude evitar durante ese tiempo en que estuve dando vueltas en la cama y dentro de mi cabeza, pasar mis dedos por mi ano, sintiendo aquella sensación morbosa y excitante y consciente por lo escocido que lo tenía, que ya no era un culo inocente, porque ahora que había conocido el placer, no sería la última vez que desease ser sodomizada.

Con aquella caliente y morbosa certeza me dormí finalmente. No sé qué hora debía ser pero en algún momento, entre sueños noté que Daniel se deslizaba en la cama, me daba un beso y me decía algo que no entendí o no recuerdo, pero que tampoco me preocupó demasiado. Ese día dormí profundo y hasta tarde.

El lunes por la mañana él se levantó antes que yo y tras pasar por la ducha, desayunó y antes de tener que marcharse…, vino a despedirse de mí cariñosamente.

Le recibí con una sonrisa de felicidad, había dormido como una niña y además todavía recordaba la increíble sesión de gang bang que había tenido durante muchas horas, y que me hacía sentir muy feliz y relajada, aunque con una sensación de culpabilidad por haberle engañado, que empañaba mi sensación de placer.

Esa mañana me levanté tarde, me apetecía seguir relajada en la cama, y tampoco tenía nada que hacer.

Mi coño y mi culo, se habían recuperado casi por completo, pero seguía notando una cierta irritación en las paredes de mi vagina, debido a la cantidad de ocasiones en que me habían follado consecutivamente.

Mi ano también lo sentía algo dolorido y más dilatado que de costumbre, pero solo era cuestión de tiempo, que recuperasen la normalidad.

Ante la evidente nueva situación en que me encontraba, habiendo aceptado ser la sumisa de Raúl, no porque había sido ante testigos, eso para mí carecía de importancia, sino porque lo que había hecho cambiar mis preconcebidas ideas sobre ser una sumisa, era porque realmente me había gustado y sabía que no me podría resistir a dejar este tipo de sexo.

Lo había gozado tanto, después de “siete” años de casi absoluta semi abstinencia sexual junto a mi querido Daniel, que ahora no deseaba ya regresar a mi aburrida vida sexual de antes.

Lo que más me intrigaba sobre seguir siendo la sumisa Ayira, era sin duda ¿ Qué lugar me tenían reservado Raúl mi Amo y quizás de acuerdo con el Zoe ?…, aunque sabía con claridad cuál era mi lugar me preguntaba a mí misma si un Amo u otra esclava con la posición de Zoe, sentirían afecto por mí, o solo era para ellos una mascota con la que jugar…..

¿ Que debía pensar mi Amo de mí ? … ¿ Me veía como una zorra con la que complacer su deseo de hembra, y solo era eso, un juguete, un capricho temporal ? o realmente era algo más para Raúl.

Inmersa de nuevo en un bucle sin respuestas, dejé de pensar en ello, decidida a vivir y afrontar el día a día, y actuando en consecuencia ante cada nueva situación.

Decidí reanudar mi vida normal, aunque no pensaba bajar a la piscina, porque temía que me viesen rara o distinta, las cotillas vecinas.

Esa mañana tomaría el sol desnuda en mi terraza, tranquila y relajada y leería algún libro.