Sumisión y dominación de Alice cap-08

Prólogo: Tras haber seguido Raúl con su entrenamiento y follándome salvajemente y con placer para mi también, llegaba la tarde donde me esperaban muchas nuevas sorpresas en una tarde repleta de placer y dolor también

Capitulo - 8

Encelada por la hermosa Zoe

Mientras me lo excitaba y dilataba, me dijo para excitarme más  — Perrita, ese apretado culito va a ser muy deseado y follado, no tengas ninguna duda.

Yo con los ojos cerrados, me dejaba hacer y siguiendo los consejos de Beatriz, me centraba exclusivamente en las sensaciones que subían desde mi sexo hasta mi nuca.

Su mano se deslizó hasta mi mojado coño, donde tras abrirme los labios exteriores, Zoe me empezó a meter un par de dedos masajeándolo arriba y abajo en toda su longitud, mientras yo lo movía incitándola más a gozarlo y hacerme gozar como ya estaba haciendo.  Yo deseaba poder gemir, pero no sabía si ella me dejaría hacerlo, así que le pregunté.

— ¡ Ama Zoe, ¿ me permites que gima ?  Ella se rió y me dijo….

—¡  Por supuesto, me gustará oírte gemir porque eso me excitará más y comprobaré como va tu placer…., ya verás como terminamos gimiendo las dos y diciéndonos excitantes  groserías. Gime grita o dime lo que desees, me gusta saber lo que sientes y deseas !

Sabiendo que no le molestaría, muy al contrario, empecé a gemir al ritmo que ella me metía dos de sus dedos dentro de mi empapado coño.

— ¡ Umm.., umm…, ¡ohhh si…!

Mientras me seguía follando el coño, empezó a azotar alternativamente mis nalgas lo que me provocó mis primeros quejidos de placer, porque no eran muy fuertes y me calentaban como una perra lista para aparearse y tras un primer ¡ Huyy.., ya siguieron a cada nuevo azote con la fusta, mis exclamaciones ¡ ohhh … ¡ohhh…. ¡ Oh si, no pares ! Empezando a sentir el placer de ser  azotada.  Excitada con el juego y mis gemidos de placer… Zoe me dijo

— ¡ Ahora voy a aumentar cada vez más la fuerza de los azotes, quiero que te acostumbres a gozarlos tanto o más que lo suaves.

Efectivamente mi culo empezó a sentir como aumentaba la sensación de ser azotada de verdad, y empecé a sentir dolor …., pero también mucho morbo, yo una yegua a la que exigía su jinete más ritmo, cambiando el tono de mis exclamaciones a

— ¡Ahh.. ¡Ahhh.., ¡Ayyy…, ¡Ahhh…, ¡ Sigue … sigue! ¡Azótame Zoe ..!

Los azotes y el orgasmo que me estaba llegando, se mezclaron en una fuerte sensación, que si, era más cercana a ser follada como una perra, y en pocos segundos, me corrí con un orgasmo intenso y prolongado, y que Zoe aumentó, follándome el coño con mucha más fuerza mientras lo sentía contraerse espasmódicamente….

— ¡ Ohhhh.. Ohhhh.... Siii…… ¡ Me corrooooo,…. ¡Ahhhhh… ¡ Fóllame duro amor !! Ohhh ¡Yeah…!

Satisfecha, tras decrecer mi orgasmo, Zoe me dio tres o cuatro palmadas en mi culo de alegría y placer…, ya le debía uno.

Zoe pasando de nuevo sus dos pies a mi izquierda, me preguntó

— ¿ Te han gustado los azotes perrita ?

— ¡ Mucho Zoe…. los he gozado mucho mi hembra. A lo que ella me respondió

— ¡ Te lo dije perrita,… el dolor y el placer, van de la mano, son un solo pack indisoluble en el placer de follar.  añadiendo

— ¡ Ponte a cuatro patas de nuevo mi perra caliente! y como me había ordenado, mientras notaba mis flujos descender por el interior de mis muslos,  Zoe se tumbó encima de mí, con su coño pegado a mi culo y sus brazos apretando mis pechos.

En esta posición, empezó a iniciar sus movimientos, empujándome como si de verdad me estuviese follando, mientras su coño que sentía también empapado, se empotraba contra una de mis nalgas y ella seguía jugando y sobándome las tetas y apretando mis pezones, en una nueva mezcla de sumo placer, con una pequeña parte de morboso dolor en mis pezones.

Yo movía también mi culo, con ella sobre mi, acompasando y buscando con mi culo, su mojado coño.  El estar a solas las dos, como creía yo en este momento, me proporcionaba la intimidad que necesitaba, ya que cuando había más personas u hombres, me hacían reprimir mis emociones y sentir vergüenza

Sin duda, de haber habido alguien mirando, el espectáculo de nuestros dos culos y coños superpuestos, le hubiese estado ofreciendo un magnífico y seductor espectáculo.

A Zoe le faltaba poco para correrse y aceleró sus movimientos como si fuésemos dos conejas follando, y yo también buscaba con fuerza, darle placer con mi nalga en su suave y empapado coño, oyéndose perfectamente el sonido de ambos golpeándose, ¡chopp..,¡chapp …, ¡chopp .., mientras los gemidos de Zoe, me avisaban que estaba llegando….

— ¡ Ahhh… ¡ Ahhhh …. ¡ Si… mi puta, …., me gusta follar contigo mi perra! estallando en pocos segundos, mientras sus manos apretaban mis pechos con fuerza mientras el orgasmo la sacudía de los pies a la cabeza….

Cuando recuperó el aliento, con su cabeza sobre mi hombro y montada sobre mi, me dijo…

— ¡ Ohhhh.. Dios…, Alice mi puta amiga…. Como deseaba que follásemos las dos juntas desde que llegaste….. ¡ Oh si… mi caliente zorra  … Sigamos gozando

Zoe se levantó y poniéndose delante de mí a cuatro patas, me dijo…

— ¡ Ahora vamos a dar un paseo juntas hasta donde deseo llevarte, pero no debes despegar tu boca y lengua de mi culo…  Quiero sentir tu boca ahí todo el tiempo, mi perrita en celo Alice !

Antes de que Zoe empezase a caminar, yo, muy caliente y con deseos de gozar de más sexo, ya le estaba comiendo el culo y hasta metiendo mi lengua dentro, todavía algo inexperta, pero poniéndole ganas.

De esta guisa, Zoe empezó a caminar y pegando mi  boca a su culo, no me despegaba lamiendo y mostrándonos a las dos, haciendo aquel caliente y excitante trenecillo conmigo pegada al jugoso culo de Zoe, durante todo el recorrido.

Zoe fue dando un rodeo por el sótano, para que su Amo y su amigo Pedro, que estaban observando la escena abiertamente entre las dos,  conmigo ajena su sutil presencia y que estaban descubriendo mis falsos prejuicios, con mi cara hundida entre los muslos de Zoe, que me tenía encelada de verdad hasta llegar junto a dos sogas, separadas por más de un metro una de la otra, me dijo.

— ¡ Ahora golosa puta, vas a probar algo nuevo, que te va a proporcionar un orgasmo brutal… ¡Te lo aseguro zorra !

— ¡ Siéntate en el suelo, que te voy a preparar para que goces.  Yo, aún ajena todavía a la presencia de Raúl y su amigo a escasos tres metros detrás de mí, me dejaba hacer y Zoe, ató cada una de las sogas a mis tobilleras.  Después poniéndose detrás de mí,  mirando a su Amo que observaba complacido y expectante, pues la sorpresa que me  iba a llevar, al descubrir su presencia, cuando les viese allí a los dos, y yo colgada boca abajo, iba a ser para no perderse detalle.

Zoe, ató con otro trozo de soga mis  muñecas  juntas a la espalda, pasando la cuerda por las anillas, y después, rodeó mi cintura con la misma soga a modo de cinturón para que permaneciesen fijas a mi espalda.

Una vez bien atada, sonriendo mientras miraba a su Amo y a su amigo, me  preguntó, para que lo oyese nuestro Amo.

— ¿ Dime perrita ? .. ¿ Que tal todo…. , a que estás gozando como una puta y con unos orgasmos más intensos que nunca ? … Incluso has gozado con los azotes zorra, que no me engañas

— ¡ Oh si Zoe, estoy gozando como una perra en celo, tenías razón, solo se trata de dejarse llevar y gozar olvidándome de todo !

Ellos escuchaban complacidos, como Alice confesaba abiertamente sus pensamientos y sensaciones a Zoe sin saber que los dos hombres la estaban escuchando.

Zoe, miró a su Amo, y este,  con un gesto de cabeza, le indicó que podía empezar.

Sujetándome por los hombros para que no me  golpease la cabeza, me dijo,

— ¡ Yo te sostengo, ahora déjate ir de espaldas para quedar tendida antes de que te suba con el cabestrante.. !

Excitada por ver en que consistía lo que iba a hacer Zoe conmigo, me tumbé completamente hacia atrás en el suelo y cuando mi  cabeza ya estuvo apoyada, Zoe se fue directamente hacia el cabestrante para elevarme.

En esa posición me pareció intuir una presencia, y al forzar la mirada hacia atrás, me quedé completamente helada y mi cuerpo se tenso al ver de pié sonriendo casi junto a mi cabeza a Raúl, mi cruel Amo, yo que imaginaba que las dos estábamos gozando a solas como dos yeguas en celo, …. Pero no, no estábamos solas y no solo estaba el Amo Raúl observando nuestro celo…