Sumisión y dominación de Alice cap-06
Tras haber sido inmovilizada en el potro, donde Raúl me había humillado hasta el punto de hacer que me mease encima sin poder aguantar más y después el después de refregar mi cara y pelo sobre mis orines, terminó por humillarme al máximo, meándose sobre mi desnudo cuerpo mientras se reía de mi...
Capítulo 6
Aquello solo había sido el comienzo
Yo misma me daba asco de cómo olía y lo sucia que estaba comparada con Zoe, limpia y sensual, que me llevaba a darme un baño.
Sin duda era lo que más deseaba en aquellos momentos, poder lavarme y recuperar una parte de mi maltrecha dignidad,
Siguiendo a Zoe dolorida pero mansamente, podría quitarme aquel penetrante y fuerte olor, lo que me haría sentir mejor conmigo misma,
Pero como todo a lo que Raúl me iba sometiendo, no era ninguna concesión hacia mi, porque pronto podría comprobar como formaba parte de unas pautas para someterme.
Zoe me hizo entrar en la bañera tirando de mi cadena y me hizo tumbar boca arriba. La vieja bañera era grande y yo cabía tumbada.
Deseando aquel baño con todas mis fuerza para volver a sentirme humana, al mirar como lo manipulada Zoe, solo vi un viejo grifo en donde habían colocado una manguera con una abrazadera y empecé a temerme lo peor.
Zoe abrió el grifo con malicia y cara de satisfacción y el agua muy fría salió con presión empezando a rociar mi cuerpo, cara y pelo sin miramientos.
El contacto del agua fría con mi caliente piel, me causó una fuerte impresión, arrancándome resoplidos de la impresión… ¡ Uuuuu…,¡ Uuu..uu.uuu…! que a medida que mi piel se enfriaba tras la primera impresión, empezó a sentarme realmente bien, llevándose los restos malolientes que impregnaban mi cuerpo. El agua fría me ponía tensa dejándome casi sin respiración, pero me fui aclimatando a la temperatura y empezaba a sentirme más limpia, que era lo importante por encima del frío que sentía.
Zoe, la muy puta, dirigía el fuerte chorro a mi cara, si abría la boca, que yo cerraba al instante, pero el agua se colaba por mi nariz y ella se reía viendo como tosía y escupía el agua que se metía por mi tráquea, pero lo importante para mi, era poder quitarme aquel asqueroso olor de mi pelo, cara y cuerpo.
El tapón de la bañera estaba puesto por lo que el agua sucia, se mezclaba con la limpia que no dejaba de estrellar por todo mi cuerpo, y poco a poco el agua empezó a cubrirme el cuerpo.
Mi temperatura corporal iba bajando y ahora empezaba a sentir bastante frío, mientras Zoe seguía ensañándose con alternativos manguerazos a mi cara y mi coño, mientras me decía
-- ¡ Abre bien las piernas zorra que pueda limpiarte bien ese coño de puta! - mientras me daba tirones con la cadena.
En otra situación, me hubiese levantado de la bañera y la puta de Beatriz iba a probar mi rabia, pero tuve que contenerme y apretar los dientes.
Cuando ya el agua cubría mi cuerpo por completo y solo sacaba la cara para poder respirar, hice un intento por levantarme, porque la hipotermia estaba haciéndome temblar de frío que sentía penetrar en mi piel, pero ella me susurró.
-- ¡ Noooo.. no lo hagas, ¡ quédate sumergida o el Amo te castigara, hazme caso, sigue mis consejos para que no te azote de nuevo.
El frío se apoderaba de mí, y en ese momento vi a Raúl acercándose, aún con su polla fuera, totalmente erecta, sin duda excitadísimo con el lamentable espectáculo de mi sometimiento y humillación, que el gozaba sin perderse detalle.
Las venas se marcaban en su tronco mostrando la sangre que se acumulaba en la dureza de su pene y el deseo de ver a su perra y a mi, sometidas para su placer. Se detuvo junto a la bañera y movió con sus músculos pélvicos su polla arriba y abajo como un macho dominante, presumiendo de su virilidad.
Satisfecho estuvo viendo como me lavaba a manguerazos su sumisa, a la que le hizo una seña con la cabeza y Zoe con la que se compenetraba a la perfección, casi sin darme tiempo a coger aire, poniendo su mano en mi frente, me hundió la cara en el agua.
Con mis ojos cerrados estuve aguantando la respiración cuanto pude, soltando un poquito de aire de vez en cuando, pero en aquella situación de sorpresa, seguro que no fueron ni 30 segundos, cuando mientras la mano firme de Zoe, mantenía mi cabeza sumergida, empecé a mover las piernas y agitarme por la sensación de asfixia.
Eso debio parecerle suficiente a su Amo, porque dejo de presionar mi cara y por fin pude sacar la cabeza y abrir la boca y los ojos seguro que con cara de ahogo, pero no me importaba hacer el ridículo, solo quería respirar.
Con el agua resbalando por mi cara todavía, su Amo le hizo otra seña a Zoe y ésta tirando de mi cadena me dijo….
-- ¡ En posición… …!– Si bien en un principio no conocía muy bien ni podía pensar, mientras me incorporaba, al sentir como la mano de Zoe, presionaba mi hombro hacia abajo, entendí lo que significaba, así que poniéndome de rodillas dentro de la bañera me senté sobre mis talones y con la cabeza baja y mis manos extendidas sobre mis muslos con la palma boca arriba, esperando la siguiente orden.
Me sentía observada por Raúl, sin duda complacido, que me tuvo así deleitándose con mi posición, mis pezones duros y mi piel erizada de frío.
En el sótano hacía frío y sumergido mi cuerpo hasta el ombligo en la fría agua esperando que me ordenasen algo, no tardé en empezar a tiritar, en quizás menos de dos minutos. Cuando imagino que Raúl considero que ya me había visto tiritar lo suficiente y mis labios empezaban a estar morados, le hizo otra seña a Zoe que cogiéndome ahora del pelo con fuerza, dirigió mi cara hacia la excitada polla de su Amo, abriendo yo ya instintivamente mi boca sin ninguna duda de para que la iba a usar Raúl
-- ¡ Ahora zorra …– dijo Raúl ….. – ¡ Vas a limpiar la polla de tu amo, después de mear, y me la vas a mamar y vas a tragarte todo lo que salga de ahí, que para ti debe ser a partir de ahora un placentero regalo y pobre de ti si lo haces mal…
— ¡ Y no pongas cara de asco, porque no te quepa duda que en un par de días estarás disputándote el honor de limpiar la polla de tu amo con Zoe. Me gustará ver como os peleáis por tener el honor de limpiarme la polla.
Pude ver de reojo como un atisbo de odio hacia mí cruzaba por la cara de Zoe acostumbrada a no tener competencia.
Ellos eran dos, y yo estaba sola, así que decidí cambiar de táctica porque la de la tozudez y resistencia, solo me había creado más problemas, y placer para él, así que mirándole con ojos de vicio, pero tiritando de frió, empecé a mamarle la polla a aquel cerdo…, eso sin duda, molestaría Zoe y aumentaría sus celos que esperaba poder aprovechar en mi beneficio… o no, pero tenía que intentarlo.
Tragándome además de su dura polla todo mi orgullo, busqué la polla de Raúl con falsa ansia y el me la metió en la boca dejando que se la mamase con gusto. Ahora empezaba a tenerme a sus pies…, o eso creía.
El sin tan siquiera moverse, gozando de su posición de macho dominante, era su perra que cogiéndome del pelo con rabia, me hundía la polla de su Amo y era la que controlaba la follada de boca que su Amo estaba recibiendo de mi.
Con la anterior experiencia vivida en el picadero por primera vez, ahora ya me era más fácil tragármela entera, mientras la puta de Zoe me obligaba a metérmela toda dentro intentando ahogarme y que me atragantase.
Eso hacía que de tanto en tanto, algunas arcadas inundasen mi boca de babas mezclándose con sus jugos pre seminales, que la verdad es que estaban muy dulces. A pesar del asco interior y la humillación, yo seguía mirándole a los ojos a el con mis párpados algo caídos y poniendo mirada de vicio y placer.
Arqueando mi espalda hacía atrás, separando mis rodillas pero manteniendo los tobillos juntos y poniendo mi cara inclinada hacia atrás, su polla y mi boca quedaban alineadas para poder tragar mejor y ayudándome de mi lengua para deslizarla, conseguía que el sintiese como su glande golpeaba mi paladar y se introducía bajo mi úvula hasta llegar a la entrada de mi esófago, mientras respiraba por la nariz.
Estaba decidida a “ganármelo” un poco aunque fuese pagando el precio de mamársela lo mejor que sabía y poniendo toda mi atención en hacerlo, y poco a poco, mamar más cómodamente su polla, empezó a darme placer.
Aunque Zoe más bien me estorbaba empujando mi cabeza, para Raúl no paso desapercibido el detalle de que yo me estaba empleando a fondo en darle placer y que me iba también abandonando al mío.
Aunque llevaba años sin chupar pollas, tras volver a hacerlo en el Hotel, ahora debía reconocer para mis adentros, que me estaba poniendo muy cachonda con aquel caliente rabo duro y que ya me parecía sabroso, llenando mi boca.
El frío seguía haciendo mella en mi y todavía tiritaba, pero desde mi pecho hasta mi cerebro, estaba empezando a sentir el placer de ser follada por un macho, aunque lamentablemente fuese el cerdo de Raúl, aunque mi helado coño dentro del agua, no podía reaccionar, mis latidos se aceleraban y yo me dejaba ir, con más vicio a cada nueva introducción.
Mi nueva estrategia, no tardo mucho en dar sus frutos y sentí como sobre mi lengua su conducto seminal se expandía y su semen caliente impulsado con fuerza por consecutivos chorros, se estrellaba en el fondo de mi garganta, mientras yo tragaba aquel espeso y caliente semen, que sentía descender por mi esófago y llenar mi boca.
-- ¡ Ooooohhh… Si…. Puta….., ¡traga .., traga zorra que se que te gusta hacerlo!
Yo me ponía más viciosa a pesar de la falta de costumbre de sentir aquel sabor ligeramente dulzón aunque bastante insípido, pero con una carga de morbo sublime, y con eso sabía que poco a poco, conseguiría que me tratase mejor aquel cerdo, aunque mi verdadera intención, sabiendo lo mucho que me deseaba el, y que además era una novedad para el, … desbancar a Zoe de su situación de privilegio en mi favor, para poder aprovechar mi mejor arma ahora, la seducción con aquel vicioso de Raúl.
Pero como nada suele ser perfecto, terminé por atragantarme y una parte del semen junto a mis babas, se derramaron por la comisura de mis labios, algo que no le gustó nada a aquel cerdo.
Raúl montó en cólera al verme escupir parte del semen con mis babas, porque me estaba ahogando, y agarrándome del brazo pegó un tirón para sacarme de la bañera, lo cual me produjo un tremendo alivio al salir del agua helada.
Al sacarme bruscamente, y todavía con mis piernas heladas y entumecidas, caí al suelo sin poder sostenerme. Y tirada en el suelo noté como Zoe , la muy puta, aprovechó para a cuatro patas sobre mi , empezar a lamer con vicio los restos del semen de Raúl, que yo no había conseguido tragarme.
La muy cerda con su lengua, recorría mi cara mi y mi pecho, relamiendo y tragándose los restos de semen de su Amo, como si se tratase del mayor de los placeres. Sin duda Raúl se lo estaba pasando de vicio, viendo como ella me disputaba su semen diciéndome.
-- ¡ Ves zorra, como se debe tomar la miel que te proporciona tu señor – dijo Raúl. … – ¡ Aprende de Zoe, que no deja escapar ni una gota. - ¡ Por este nuevo desperdicio vas a recibir un nuevo castigo,…, ya va siendo hora de que aprendas…, tienes que hacerlo mejor, cerda.
Zoe terminó de lamerme, y debo reconocer que cuando lamia mis pechos y mi cara, y después besaba mi boca introduciendo su lengua, para tomar los restos de semen, la situación me produjo una mezcla de sensaciones muy excitantes, donde se mezclaba el deseo de hacerlo con una mujer, con mi deseo de abandonarme a los placeres que la suavidad de su piel me proporcionaban, muy distintos a los de los hombres, aunque sabía que aquello no iba a durar mucho, hizo que de nuevo, mi coño se humedeciese y se volviese receptivo nuevamente.
Cuando Zoe terminó de lamerme y recoger con su lengua dentro de mi boca los últimos restos de semen, se retiró y de nuevo adoptó la posición de espera, sentada sobre sus talones.
Raúl entonces, me cogió por la cadena y me llevó a mi celda, yo le seguí a cuatro patas como podía, intentando recuperar la movilidad en mis piernas, al tiempo que temblaba de frío.
Me hizo tumbarme boca arriba en la cama con mis piernas abiertas, y procedió a aplicarme un nuevo castigo.
Para ello se sacó su cinturón y procedió a golpearme diez veces con la punta del mismo en mi coño, por suerte el agua fría me lo mantenía más insensible, y no me produjo tanto dolor como me temía, es más los primeros golpes me produjeron una sensación ligeramente agradable, mucho mas por el morbo de verlo así vestido como dominante y sometiéndome, que por placer clásico.
En mi cabeza eso hizo que empezase a dudar, si realmente algo estaba cambiando en mi …¿ Como podía darme ese tipo de placer distinto, pero placer al fin y al cabo, siendo azotada ? ¡ No, no era posible que aquello terminase proporcionándome placer, a mi no…, a mi me gustaba el sexo con amor y dulzura, no ser follada con dureza y azotada, aunque nunca había podido experimentar esas sensaciones con nadie.
A pesar del placer que calentó mi rasurado y expuesto coño, aún así la fuerza de los últimos golpes me hizo retorcer de dolor, pero apretando los dientes y cerrando fuertemente los labios, solo dejé escapar algún ahogado y débil gemido ¡ uugg..¡ uuuff ¡.
Mientras el me azotaba, podía ver a Zoe tras Raúl, que sonreía satisfecha, observé que llevaba en las manos las pesas de mis pechos, que se habían caído cuando me tiraron al suelo, aunque a estas alturas ya me daba igual, no sentía los pechos, ni gran parte del cuerpo, que tenía entumecido. Cuando terminó de azotarme me dijo.
-- ¡ Bueno puta, por hoy ya está bien, podría ser mucho más duro contigo, pero si eres lista, espero que esta noche reflexiones sobre tu situación y sobre la actitud que debes tener hacia mi tu Señor!. – dijo Raúl
- ¡ Como no te has comportado nada bien, esta noche será Zoe la que disfrutará de la polla de su amo dentro de ella - ¡ Quizás si mañana te comportas como es debido tendrás tu el honor de recibir la polla de tu amo dentro de ti…
Me decía esto como si a mi importase que se follara a otra. Para mi era una bendición, pero lo que dijo después hizo que volviese a sentir miedo de él, que es lo que realmente deseaba para someterme amenazándome, si no podía someterme a las prácticas que para el, al parecer eran el placer supremo.
-- ¡ No te creas que es bueno para ti que me folle hoy a Zoe – añadió Raúl – es un honor recibir la polla del Amo, y el que no te folle a ti significa que me has decepcionado.
— ¡ Te aseguro que si mañana tampoco te ganas el honor de que te folle, échate a temblar, porque mi disgusto será enorme, y piensa que a lo mejor no sales de aquí si eso pasa…
Cogiendo con su fuerte mano y apretándome la cara por mis mejillas me dijo.
-- ¿ Has visto lo que tengo preparado aquí en el sótano ? Quizás no te hayas fijado, pero si lo has visto, es una soga colgada del techo y atada a la pared, con un banco debajo… ¿ Lo has visto puta rebelde ?
Sabía que debía responder, empezaba a entender el juego y en esas horas en que estuve sola, sujeta al potro, si que la había visto, así que le respondí..
--¡ Si mi Señor, antes he visto esa soga colgando del techo, mi Señor !
– ¡ Bien, pues ahora te cuento para que está reservada. ¿ Has probado el sexo con hipoxia ? … Imagino que no, pero podrás probarlo si me disgustas lo suficiente mañana.
-- ¡ Te cuento como funciona… Es muy sencillo y está demostrado que multiplica la intensidad del orgasmo en la hembra, hasta límites desconocidos, por quien no lo ha probado.
-- Solo tengo que colocarte esa soga al cuello y subirnos los dos encima del banco, mientras te cojo en brazos y te penetro de pie con tus piernas rodeando mi cintura, en este caso Zoe, mi fiel sumisa, tensaría la soga y la ataría de nuevo a la pared.
-- ¡ Te follaría bien clavada con mi dura polla y gozarías como una cerda, pero en cuanto te empezase el orgasmo, entonces vendría el verdadero clímax para ti, puta, porque te soltaría y lo experimentarías al mismo tiempo que la soga corta el aire y te asfixia, ahí en ese mismo instante es donde con tu cerebro privado de oxígeno, experimentarías un orgasmo inimaginable, intenso y demoledor, pero que sería el último para ti y sería una pena.
-- ¡ Sin ninguna duda, sería el mejor orgasmo de tu vida putita, pero tras estar entre 20 o 30 segundos balanceándote colgada de la soga, empezarías a perder el control de tus músculos porque tu cerebro se iría apagando y patalearías desnuda y tremendamente sensual, mientras tus ojos se perderían en tus órbitas y con la lengua fuera, seguirías pataleando ya espasmódicamente durante unos segundos más …, hasta morir.
-- ¡ Es una opción que no deseo utilizar, porque significaría mi fracaso sometiéndote y sabes que te deseo como mi nueva sumisa junto a Zoe, y tu lo perderías todo…, hasta tu vida.
— ¡Piensa en lo que más te conviene, además absolutamente ¡nadie! Sabe que estás aquí, simplemente desaparecerías mi bonita puta… ¿ Lo entiendes ?
Esta posibilidad de algo de lo que efectivamente creía capaz de llevar a cabo Raúl, me produjo un terror tremendo, definitivamente, debía cambiar de estrategia. Tras soltarme la cara después de aterrorizarme, como si fuese lo más normal del Mundo le ordeno a Zoe
- — ¡ Zoe, procede a preparar a Alice para la noche…..
Zoe, obediente me colocó el cinturón con la cadena que se introducía en mi coño, y colocó las cadenas en mis grilletes. Cuando terminó, yo pensé que me podría meter en la cama, pero estaba equivocada.
Raúl me ordenó ponerme en la esquina en posición de sumisión, pero me ordenó mirar como una sumisa debe tratar la polla de su amo.
En mi rincón aterida de frío, tuve que ver como Zoe le trabajaba la polla con las manos y la boca a su Amo, para volver a ponerla a punto y ser usada por el. Y en eso era toda una experta, chupaba utilizando toda su boca, y me di cuenta de que la usaba con maestría. La polla de Raúl no tardó en estar lista otra vez para su uso. Y la experta Zoe, se colocó a cuatro patas ofreciendo sus agujeros para que su amo los usara a su antojo.
Raúl para demostrarme como debe de estar lista una sumisa, escupió en el ano de Zoe, y le introdujo primero un dedo en su culo, para enseguida introducir un segundo, demostrando como debe de estar de preparado el culo de una perra. Sin darle más tregua se ensalivó su polla y la introdujo en el culo de Zoe, que la tragó golosamente.
Rápidamente con fuertes embestidas empezó a follarle duramente como un animal en celo el culo a Beatriz, mientras la tenía sujeta por la cadena de su cuello, y tiraba de ella hacia sí, mientras que las embestidas la empujaban hacia adelante, parecía una muñeca en las manos de Raúl, pero me di cuenta de que ella estaba disfrutando mucho, y mientras Raúl se la follaba se corrió al menos dos veces. Finalmente con una fuerte embestida Raúl se corrió, echando su semen directamente al intestino de Beatriz, que lo recibió con cara de gusto y deseo.
Yo no entendía como podía disfrutar siendo simplemente una proveedora de agujeros para que Raúl los follara, pero estaba claro que disfrutaba de la situación, y pensé que a mí Raúl también me podía obligar a hacer todo eso, ya empezaba a aceptar que no tenía escapatoria, y era mejor ceder que negarse y sufrir los castigos, pero desde luego en ningún caso podría disfrutar de eso, estaba asumiendo que mi vida iba a ser un infierno,
Dentro de mi no podía dejar de preguntarme sorprendida ¿Que podía ser lo que nos diferenciase tanto a Beatriz y a mí? , quizás la educación, la moral, porque fisiológicamente nuestros cuerpos eran muy parecidos, así que solo nuestra mente y la percepción de cada una de nosotras, debía marcar la diferencia.
Raúl se salió del culo de Zoe, y esta, se levantó y salió rápidamente de la celda. Pude ver como de su culo escurría parte del semen de Raúl.
Cuando nos quedamos solos Raúl me miraba, y yo avergonzada bajé la cabeza.
Al rato Zoe volvió con una manta y una bandeja con comida.
-- ¡ Ahí tienes Alice – me dijo Zoe – ….come algo para recuperar fuerzas, y arrópate con la manta, estas helada. - al igual que Raúl tenía una cara amable que cuando menos esperabas cambiaba a una cruel, ¿O quizás solo era de vicio por el sexo extremo ?
-- ¡ Gracias … Zoe …. shhh – dije realmente agradecida
-- ¡ Hazme caso bonita puta…, aprovecha esta noche para reflexionar – dijo Zoe presuntamente ayudándome a superar aquello –- ¡ Estoy segura de que mañana verás las cosas de otra manera….
-- ¡ Ahora si quieres llama a tu marido para que no se extrañe y mande a la policía a buscarte jaja¡ – me dijo Raúl divertido con mi pobre situación esto pasándome mi teléfono, que tenía al menos diez llamadas de Daniel, dios mío, debía estar preocupado al no tener noticias mías.
Como no me encontraba con fuerzas me limité a escribirle un mensaje a Daniel para que no se preocupara, contándole con dolor, solo mentiras, y me quedé tirada, derrotada en la cama.
Me envolví en la manta, pues estaba muerta de frío, pero no tenía hambre, y ni siquiera miré la comida. Dolorida y exhausta me encogí en la cama, acurrucada en posición fetal, intentando recuperar un poco de temperatura.
Raúl se llevó de nuevo mi teléfono, y salieron los dos de la celda, mientras oí que la puerta se cerraba por fuera.
No creí que pudiese dormir en toda la noche, pero el cansancio y las emociones y castigos, me habían dejado agotada…., y dormí. No muchas horas, pero si las suficientes como para que la noche no se me hiciese interminable.
Después de despertarme un par de veces, en la segunda ocasión comí algo. No había comido nada en todo el día y me vino bien llevarme algo al estómago.
Muy temprano, debían ser de madrugada, aunque era imposible saberlo en ese oscuro sótano, ya no pude volver a dormirme y a pesar de que no tenía espejo, en la pequeña bolsa de aseo, si tenía un cepillo y me entretuve en cepillarme el pelo, para tener mejor aspecto cuando de nuevo volviesen a por mí.
Tratando de mostrar un cambio de actitud, a pesar de llevar puesto cinturón con las dos cadenas que tenía entre los labios exteriores de mi coño, cogí los útiles de afeitar y despacio, tras comprobar con mis yemas donde estaba menos suave y empezaban a despuntar los incipientes pelos, me lo repasé cuidando de rasurármelo perfectamente, esperando que si Raúl comprobaba de nuevo el afeitado de mi coño, se diese cuenta de que lo llevaba como el deseaba, además me sirvió para pasar el tiempo hasta que viniesen a por mi.
Sin nada que hacer y con mi pelo cepillado, me sentía más atractiva, y me volví a acurrucar en la cama, para estar más arropada.
Durante todo ese tiempo en que estuve despierta, pensaba en distintas cosas, nuevamente volvía a darle vueltas al porqué de lo distintas que éramos Beatriz y yo.
En la vida diaria, éramos dos mujeres atractivas, bien vestidas, educadas, pero a ella, en el rol como sumisa y esclava de su marido, la veía gozar de verdad, simplemente dejándose hacer y complaciendo a su hombre.
Quizás realmente el ser follada con dureza, siendo dominada y sometida, encerrase unos placeres que yo no conocía con mi marido y que mi cabeza rechazaba. Podía ser el sexo “animal” por llamarlo de alguna forma, ser más placentero y adictivo que el sexo convencional que teníamos Daniel y yo, donde ni siquiera le gustaba que se la chupase…
Me intrigaba porque además desconocía por completo esta variante del sexo que acababa de descubrir entre Beatriz y Raúl. Pero los azotes, los castigos, esa faceta todavía era más difícil para mi de entender como el dolor, podía llevar hasta el placer…, quizás Beatriz, en algún momento de buen rollo entre nosotras, me resolviese algunas de las muchas dudas y preguntas que me hacía sobre el sexo de dominación y sumisión…