Sumisión y dominación de Alice cap-02

Después de las amenazas de chantaje de aquel desconocido, estaba decidida a quedar con el, hacerle frente y resolver aquel tema que había vuelto a mi vida...., aunque las cosas estaban a punto de torcerse y mi pesadilla estaba a punto de empezar...

Mi  primera  cita con Luís  - capítulo 2

Pasé la mañana sin saber que hacer, y ni siquiera baje a la piscina o salí de compras como era habitual. Las horas transcurrieron con extrema lentitud sin ser capaz de centrarme, así que a  las 17:00 me vestí con una camisa blanca y unos vaqueros, y me fui nerviosa hacia el Maremágnun, donde estaba el Club Barítimo en el que me había citado el chantajista. A esas horas aún había poca gente, por lo que pude elegir una mesa discreta en un rincón.

Pedí un café, y me dispuse a esperar nerviosa. A las 18:10 aún no había aparecido nadie, y yo cada vez estaba más nerviosa. ¿Qué significaba si no aparecía nadie? No podría vivir con la duda, necesitaba saber más y me urgía resolver aquello lo más rápidamente posible.

Mientras estaba despistada, inmersa en estos pensamientos un hombre se sentó frente a mí, levanté la vista y allí estaba, no me lo podía creer, quien estaba frente a mí era mi vecino Raúl.

Raúl vive en mi misma urbanización, es un hombre de unos 46 años, no es que seamos amigos ni nada de eso, pero las veces que nos hemos tratado me ha parecido alguien educado, amable y desde luego no tiene el aspecto de un chantajista.

Dinero no necesitaba, desde luego, se dedica a gestionar la pequeña fortuna que le dejó su familia, por lo que no tiene lo que llamaríamos un trabajo, pero desde luego dinero tiene de sobra para mantenerse.

Se que está casado con Beatriz, que es socia de un buffete de abogados, y a la que veo poco, y con la que apenas me he tratado, ya que casi siempre está de viaje además es un tanto fría, bueno, como yo, que procuro mantener las distancias, precisamente para evitar situaciones como la que me encuentro ahora.

De verdad que no entendía que podía querer Raúl de mí. También había la posibilidad de que no tuviera nada que ver, que simplemente me haya visto aquí sola, y como somos vecinos haya venido ha saludarme, pero en cuanto abrió la boca supe que no era así.

— ¡ Hola Alice, veo que has recibido mi paquete.

— ¡ Así que eres tu – dije yo con desprecio – …si, claro que lo he recibido. ¿Qué es lo que quieres o pretendes … chantajearme, supongo?

— ¡ Tranquila Alice. Vamos a tomarnos algo y a hablar como buenos vecinos que somos. – Dijo Raúl, mientras llamaba al camarero.

— ¡ Suelta rápido lo que quieras. No pienso quedarme a tomar nada contigo – Le respondí con asco, haciendo ademán de levantarme de la silla furiosa.

— ¡ No, no, Alice – dijo – … mal empezamos. ¡ Pero bueno, como estás ansiosa por saber lo que quiero, para que voy a hacerte esperar.

— ¡ Si, hijo de puta ! – dije yo, olvidando mis modales – ¡ suéltalo ya y acabemos! ¿ Imagino que quieres dinero por tu silencio ? - Le pregunté

— ¿ Dinero ?, ¡ que vulgaridad ! – dijo Raúl – ¡ No, Alice !, dinero me sobra. Pero bueno, ya que insistes, la cosa es muy sencilla. Sé quién eres, y sabes que una simple llamada a la policía acabaría con tu maravillosa vida.  Así que quiero simplemente que nos levantemos de aquí, y me acompañes. Cuando lleguemos a nuestro destino entonces verás lo que quiero.

— ¡ Vamos entonces ! – dije levantándome con rabia y ofendida añadiend

— ¡ Cuanto antes acabemos con esto mejor !….

Sin perder la compostura, Raúl dejo un billete sobre la mesa para pagar las consumiciones, se levantó y me indicó que le siguiera. Iba tranquilo, muy calmado, se sabía dueño de la situación y no dejó que mi actitud arrogante le pusiera nervioso.

Salimos a la calle y nos dirigimos a su coche. Un BMW con menos de un año. A Raúl le gustaba el lujo y siempre llevaba buenos coches, que cambiaba con frecuencia.

— ¡ He venido en mi coche …! – dije yo –  ¡ dime donde vamos y te sigo hasta donde sea…

— ¡ No, deja tu coche aquí, vas a venir conmigo …– dijo Raúl tajante – Luego te traeré para que vuelvas a casa con tu coche.

No quise replicarle para no empeorar la situación entre el y yo, así que le seguí y me subí con él en su coche. Raúl arrancó con prisa,

Enfiló la Ronda Litoral y en la rotonda giró por el Paral.el por lo que ya empecé a imaginar que me iba a llevar a algún lugar poco recomendable, lo que me hizo sentir un nudo en el estómago, porque las intenciones de Raúl no parecían nada buenas.

Cuando estábamos a la altura del Poble Sec, giró decidido a la izquierda y nos adentramos en esas estrechas calles que yo no conocía, ni había pisado antes, en cambio el  conducía seguro hacia donde había decidido llevarme.

En unos 15 minutos llegamos a un feo edificio de  color beige,  de vieja construcción pero muy grande donde se podía leer La França y en un lateral, el acceso discreto del parking por el que entró sabiendo perfectamente donde iba y que yo ya no tenía ninguna duda de que era claramente un Love Hotel para ir a follar.

Al entrar, un escalofrío recorrió toda mi espalda, porque aquello parecía que iba en serio y no era una bravuconada de mi vecino para asustarme, sentí que aquello iba realmente en serio.

Mi cara debía ser un poema, porque Raúl me miró y una sonrisa cínica apareció en su cara.

— ¡ Veo que conoces el sitio .. ¿ Ya te han traído aquí antes ?– me dijo el muy cerdo.

— ¡  Sólo de oídas… – dije yo –  ¡ Jamás había estado aquí. Pero si quieres sexo a cambio de tu silencio, mas te vale que te busques una puta. ¡ Jamás me acostaré contigo !.

— ¡ Eso he hecho….. – dijo mirándome con descaro, y captando yo su indirecta.

El Love  Hotel ... y mi violación

Entramos en el aparcamiento. Yo miraba a todos lados, asustada por si alguien conocido me reconocía en aquel comprometedor hotel.

Raúl cogió un pequeño maletín negro del maletero de su coche que me intrigó.  ¿ Serían los originales de las pruebas que tenía contra mí, para hacer el intercambio y entregármelas, tras conseguir lo que deseaba a cambio ?

— ¡ Tranquila… – dijo Raúl –- ¡ Este sitio es muy discreto. No nos vamos a cruzar con nadie

Efectivamente. El hotel estaba preparado para la discreción total. Una recepcionista nos atendió en privado y nos llevó a la suite que había reservado Raúl por pasillos donde no nos encontramos con nadie.

— ¡ Que tengan una buena estancia ! – dijo la recepcionista, imaginando que éramos amantes –-  Si necesitan algo llámenme.

Entramos en la habitación. La verdad es que Raúl no había reparado en gastos. La Suite era enorme, con una inmensa cama redonda en el centro y rodeada de lujos. Aunque el aspecto de la habitación parecía sacado de los años 70, todo en blanco, negro y rojo, lujoso pero de mal gusto.  Se veía también una zona de baño abierta con un enorme jacuzzi.

— ¡ Bueno… – dijo Raúl sin esperar más. -  ¡ La cosa es muy sencilla. Eres una puta, calientapollas, pues ahora serás una puta de verdad como estás deseando, sin medias tintas…. ¡ Te exhibías provocando pedazo de zorra, pues ya has conseguido lo que pedías a gritos, ser follada como la puta que llevas dentro.

— ¡ No te consiento que me hables así ! – le dije casi gritando, muy enfadada mientras soltaba mi brazo y mi mano para darle una sonora bofetada.

Raúl paró mi golpe agarrando mi muñeca con su fuerte mano. Y me dobló el brazo hacia mi espalda, agarrándome con mucha fuerza, y poniéndose a mi espalda mientras apretaba mi brazo hacia arriba que temí que me rompiese, me dijo pegando su boca a mi oído.

— ¡ Vamos a ver puta…. ¡ Yo te hablaré como quiera…!  ¡ Te tengo a mi merced, si yo hablo tu bonita vida se va a ir a la mierda…., lo sabes bien, así que vas a colaborar…  ¿ Verdad ?

Hice un gesto asintiendo con la cabeza mientras mi rabia e indignación, aumentaban por segundos, pero incapaz de poder defenderme en aquellos momentos solo sentía además de mi intensa rabia el fuerte dolor en mi brazo y la fuerza de sus manos.

— ¡ Quiero oírtelo decir… Puta ¡…… ¡ Di que vas a ser buena chica y que me vas a obedecer en todo …!

No estaba dispuesta a darle esa satisfacción, y no le respondí, mientras apretaba los dientes furiosa…

Aquel guarro, ante mi silenció, me dobló más el brazo, hasta que temí que me lo llegara a romper, así que tuve que tragarme mi orgullo y decirle…

— ¡ Si … Si, esta bien, te voy a obedecer, pero por favor ¡ no me hagas daño!,  - suplique finalmente.

— ¡ Perfecto !– dijo Raúl – ¡ Ahora te voy a soltar y me vas a escuchar.

Me senté sobre la cama y mirándome con unos ojos de lujuria que me asustaron.  Raúl hizo su propuesta.

— ¡ Como te decía antes, no eres más que una puta calientapollas, y me da igual que no te guste que te lo llame. Te pasas el tiempo por la urbanización luciéndote, y moviéndote por la piscina con esos bikinis minúsculos que no tapan nada. Y además se de buena tinta que te dedicas a tomar el sol desnuda en tu solárium, pero luego tratas a todo el mundo de manera fría y distante. No se si sabes lo que se dice de ti en la urbanización, pero te aseguro que lo que yo te he llamado es de lo más suave…

— ¡ De acuerdo de verdad que lo siento si te he molestado con eso –le dije tratando de no cabrearle más - …., lo siento mucho  pero ¿Qué quieres de mí ?

Raúl me soltó por sorpresa, una sonora bofetada que para nada me esperaba y que casi me tumba en la cama, sintiendo el dolor y el calor  en mi cara al estrellarse su mano contra ella  ¡Aaahhh..! - grité de dolor, mientras su bofetada me giraba la cara

— ¡ De momento y para empezar…  ¡ que no hables si yo no te lo digo.

— ¡ ¿ De acuerdo…., puta ?

— ¡ S…i, si .. ! - dije yo sollozando.

— ¡ Perfecto…. pues creo que en vista de tu situación y de lo que pienso de ti, está claro lo que quiero… Te he visto exhibirte en la piscina, y ahora vas a exhibirte para mí, vas a hacer lo que yo te ordene, y voy a follarte hasta que me canse de hacerlo …. ¡ así de simple…… - me respondió bajando el tono de su voz

— ¡ Bajo ningún concepto pienso acostarme contigo …! – dije levantándome enfadada pero temiendo que me volviese a abofetear, poniendo mis antebrazos entre los dos, para protegerme.

De un empujón Raúl me tiró sobre la cama de nuevo. Me puso boca abajo, se subió a horcajadas sobre mí, y agarrándome fuertemente con una mano de mis muñecas y juntándolas en mi espalda, y con la otra tirando de mi pelo hacia atrás para levantar mi cabeza me dijo con energía al oído, tratando de intimidarme

— ¡ No he dicho que vaya a acostarme contigo,… sino que voy a follarte, que es muy diferente. No estás en posición de elegir, así que ahora mismo te voy a soltar y te vas a quitar toda la ropa… , ¡ quiero que lo hagas despacio, de la manera más sexy que sepas hacerlo, zorra… ¡ seguro que se te da bien hacer de stripper ….

Me soltó, y reuní todo el valor y la poca dignidad que pude. Me levanté secándome la cara y pensando en mi interior que si tenía que pasar aquel mal trago,  cuanto más rápido acabase todo mejor para mi, así que empecé a quitarme la ropa.

— ¡ Esto te ayudará a que te quites la ropa con más sensualidad. - me dijo complacido aquel cerdo que me daba mucho asco, al tiempo que pulsaba el play del equipo de música de aquel vulgar picadero donde empezó a sonar la célebre canción de Joe Cocker  “ You can live your hat on …”

— ! Hazlo de manera sexy, como seguro que sabes, puta ! – me dijo Raúl-  Quiero que me excites. Es una pena que no te hayas puesto una ropa más sexy, pero no quería ordenártelo en la nota para no darte pistas de lo que te esperaba.

Empecé a desnudarme en un improvisado striptease todo lo sensual que podía y que la música me facilitaba recordando la escena de la película,   y fui quitándome las prendas una a una hasta quedarme solo con la ropa interior, y que no pensaba que me vería obligada a mostrar, que se componía de un sujetador blanco, que cubría mis pechos, justo hasta la altura de mis pezones., y un tanga también blanco muy transparente, bajo el cual podía apreciarse perfectamente mi cuidado vello púbico . Me quedé de pié esperando pero con un grito Raúl me dijo.

— ¿ Porque te paras puta ! ….todo fuera, quiero que te lo quites todo… ! Vamos,!  ¿ A qué esperas ? ¡¡ Puta !! …, Jaja, ya que no  llevas sombrero, puedes dejarte los zapatos de tacón, guarra …., jaja…

Finalmente me desprendí del sujetador, tratando de hacerlo sensualmente y del tanga, después de subirlo y bajarlo ligeramente varias veces, como hacían las strippers…, quedando ya totalmente desnuda para el. Un gesto reflejo de pudor, hizo que casi por instinto, terminase tapando como podía mis pechos y mi pubis con mis manos…

— ¡ Fuera esas manos, zorra…..! – gritó Raúl amenazante – ¡ Quiero ver bien la mercancía …!

Bajé mis brazos y Raúl se levantó y comenzó a examinarme como si fuera un caballo que fuese a comprar. En lugar de mirar a una mujer parecía que estaba mirando a una yegua…., y aquellos ojos de vicio y maldad con que me miraba, me empezaban a asustar.

— ¡ Bien.., bien.. – dijo tras observarme despacio durante unos largos minutos por delante y por detrás.

–- ¡ Me gusta mucho lo que veo… ¡ Tienes un culo formidable, como ya sabía de vértelo en la piscina, y esas tetas, aunque no son muy grandes están muy bien puestas….,  de hecho me gustan las tetas un poco pequeñas, mi mujer las tiene demasiado grandes para mi gusto…

Yo permanecía inmóvil sin saber que decir ni hacer.  Sabía por instinto que era mejor no moverme y tener la boca cerrada

— ¡ Lo primero que vas a hacer es ir al baño, y traer todo lo necesario para rasurarte…. , aunque lo llevas bastante depilado me gustan las zorras con el coño sin un solo pelo, así que vamos a solucionar eso.., ahora mismo!

Cuando oí lo que pretendía hacerme le dije suplicando.

-- ¡ Eso no por favor Raúl, se lo ruego …  … , ya sabes que estoy casada  y cuando mi marido me vea rasurada por completo, se quedará totalmente sorprendido, y no creo que le guste que me lo haya rasurado, así que se extrañara mucho que haya decidido hacerlo, Él es muy tradicional y hasta puede que lo interprete como una perversión y yo… dios, …., y no sabré como justificar ese cam ….

Sin verla venir, una nueva bofetada en toda mejilla, seguida de un grito de Raúl, me obligaron a callarme y dejar de protestar y rogarle nada más.

-- ¡ Vamos puta date prisa en hacer siempre a la primera lo que te ordene…. Además no me creo que una chica lista como tú, no sea capaz de inventar cualquier excusa con la que justifica que te hayas rasurado y convencer al cornudo de tu marido.

Su bofetada me demostraba que iba a ser difícil tratar de manejar aquella situación y no cumplir las órdenes de Raúl a la primera.

Me levante ofendida y con la mejilla dolorida, sabiendo que no me quedaba otra que seguir sus reglas, aunque no pude evitar murmurar en voy baja y ofendida….

-- ¡ Mi marido no es ningún cornudo…..

Aun así, Raúl oyó como murmuraba y al pasar junto a él, me cogió del pelo con fuerza haciéndome daño, y bajito pero contundente me dijo al oído.

-- ¡ Mira guapa, tu marido será lo que yo decida … Igual que tú .., Así que vete haciendo a la idea de que tu marido va a ser un buen cornudo y tú vas a ser una grandísima puta ¡ …. ¿ Estamos ?

— ¡Ahuuu!,- gemí del dolor tras su tirón de pelo y dándole la razón ya que no me quedaba otra, dije …. -- ¡S… Si…, Raúl..!

-- ¡ Pues que no tenga que volver a repetírtelo, puta….,  así que es mejor que vayas pillando las cosas a la primera, más te vale.

Soltándome del pelo y propinándome un empujón hacia el baño me dijo

—¡ Vamos … vamos… ,ve a por lo que te he ordenado …, y no tardes o tendré que venir a buscarte y eso te va a doler, puta !

Busqué a toda prisa por los cajones del baño y efectivamente, entre otras cosas, había una bolsa con maquinillas desechables y un bote de espuma que era lo que esperaba que le llevase Raúl.

Regrese junto a él con los utensilios de afeitado y se lo entregué si abrir la boca.

Esbozando una cínica sonrisa, me dijo con su voz autoritaria como si yo fuese una niña.

-- ¡ A ver zorra,….,  túmbate sobre la cama boca arriba, pero con tus pies en el suelo y ábrete bien de piernas para que pueda rasurarte ese coño que ahora es mío. Y no te muevas mientras te depilo ese desaprovechado coño  que tienes …, y al que le voy a dar muy buen uso, que para eso lo tienes perra…, ¡ venga…, ¡abre bien  esas piernas de puta…, para que pueda hacerte todo lo que se me antoje, porqué podría cortarte y eso sería peor para ti.

Sintiéndome humillada como una simple mujerzuela, me tumbé boca arriba como me había ordenado y me abrí de piernas para que me rasurase el coño.

Sin decir nada, Raúl empezó a extender la espuma  de afeitar por todo mi pubis, con sorprendente suavidad y destreza, ya que no debía ser yo la primera a quien le afeitaba el coño.

Primero me rasuró el triángulo de pelo rizado que tenía en mi pubis, lo limpió de espuma y miro satisfecho el resultado, paso su mano, comprobando si había quedado suave, -  murmurando para si mismo …, después te lo repasaré mejor… - añadiendo

—¡ Bien esto ya empieza a gustarme más, las putas debéis llevar siempre el coño perfectamente depilado y listo para ser usado.

Metiendo sus manos por detrás de mis nalgas, me atrajo hacia el, hasta que mi coño, empezaba a sobresalir del borde de la cama.

El contacto de sus manos sobre mi culo y como me atraía hacia el, a pesar de que era una situación forzada y el me daba asco, hizo que se me erizase el vello, desnuda y entre las manos de un hombre que no era mi marido, no pude evitar ni comprender esa sensación de cierta excitación que me empezaba a invadir producto sin duda de mis estrógenos que empezaban a reaccionar.

Con mi coño sobresaliendo del borde de la cama redonda, con sus fuertes manos, separó más mis rodillas,  para tenerme totalmente abierta y expuesta para seguir con su  ¿ placentero trabajo ?  …. ¿ por qué ese deseo de que fuese depilada totalmente ? …, no conseguía entender ni porqué, ni que pretendía con ello… ¿ quizás solo fuese una forma más de humillarme ?

Mientras yo permanecía inmóvil dejándome hacer, para evitar su mal carácter, de nuevo empezó, a empapar tres de sus dedos con espuma de afeitar, y con total calma y delicadeza, empezó a extender la espuma, deslizando sus dedos por los laterales de mi coño, sintiendo como sus dedos bañados de espuma acariciaban el exterior de mi coño.

Tras coger más espuma, siguió extendiendo con suavidad la espuma con dos dedos recorriendo cada centímetro de mi piel, descendiendo por mis labios y bajando hasta alcanzar mi ano.

Decidí cerrar los ojos y dejarme hacer. Con los ojos cerrados me evadía de aquella humillante situación, y  solo sentía aquellos hábiles dedos que mientras extendían la espuma de afeitar acariciaban mi coño con la habilidad de un masajista y que sin poder evitar las espontáneas reacciones de mi cuerpo, me empezaban a excitar sin poder contenerme ni evitarlo.

Tras terminar con el lado izquierdo, empezó a extender la espuma entre el pliegue de mi entrepierna y los labios de mi coño, que me temía que aumentasen de tamaño y delatasen que me estaba dando placer. No se detuvo hasta enjabonarme bien el ano, que se entretuvo el muy cerdo en darle unos caricias con las yemas de sus dedos en círculo, que hacían que me tuviese que morder los labios para aguantar aquel humillante pero al mismo tiempo sensual tocamiento.

Una vez hubo extendido perfectamente la  espuma, mientras con su mano izquierda tensaba los labios de mi coño que empezaba a sentir húmedo, con la otra, lentamente iba rasurándome deslizando la suave hoja, que iba de mis ingles, hasta el borde de mis labios, y así descendiendo hasta llegar a mi ano, alrededor del cual también deslizó la hoja, para eliminar cualquier pequeño pelo que pudiese haber alrededor de él.

Imaginé que ya solo quedaba la otra ingle por rasurar, y efectivamente, realizó en absoluto silencio, la misma operación.

Mientras me lo terminaba de afeitar, imagine dentro de mi mente por un instante, que quien me lo estaba rasurando era Daniel,… ufff.. si mi amado me hiciese eso, me pondría muy caliente, pero él no hacía esas cosas, no había sido educado para esos sensuales juegos perversos.

Abrí los ojos al sentir una toalla húmeda y caliente, con la que aquel guarro, me estaba limpiando los restos de jabón y pelos que había quitado.

Cuando se dio cuenta de que lo estaba mirando, el muy guarro me dijo.

-- ¿ Qué te parece puta ? …. ¿ No puedes negar que ahora tu coño de hembra joven no está más deseable y sensual que nunca así totalmente afeitado para que te lo coman y te lo follen como en realidad estás deseando guarra !

— ¡ No intentes disimular, porque lo húmedo que lo tienes y receptivo, es porque la puta que lleváis todas en vuestro interior, suplica ser follada como una cerda .. !, jajaj

Oír su descaradas y sucias palabras, me hicieron ruborizar de vergüenza y él se rió, al darse cuenta.  ¡jaja…¡ ….

— ¡No te de vergüenza, porque seguro que has gozado mientras te rasuraba, ¿ verdad zorra ?, jaja, no intentes engañarme, porque tu coño no sabe mentir y mira lo mojado que está y como se dilata tu vagina deseando macho …, jaja…

-- ¡ Voy a darle un último repaso y ya lo tendrás como yo lo quiero, y como todas mis putas, así deberás llevarlo …. ¡Siempre¡ …, a partir de ahora, guarra !

Preferí no responder, y morderme la lengua, porque de hablar, no le hubiese dicho nada agradable, muy al contrario.

-- ¡ Pasó su mano por todo mi pubis , coño e ingles, además de mi ano, para comprobar, donde había quedado alguna imperfección del afeitado y poder repasármelo.

Tras localizar la pocas partes que deseaba rasurar mejor, me puso en esos puntos un poco más de  espuma, procedió a apurarlos bien y tras limpiármelo de nuevo, otra vez comprobó con las yemas de sus dedos, que ahora todo estaba perfectamente rasurado.  Toda aquella perversa pero transgresora preparación a pesar de no desearlo, me estaba excitando mucho. Hacía mucho años que nadie me había echo guardadas así y mis hormonas estaban a tope deseando sexo.

Aquel cerdo me llevaba ventaja en aquella situación y mientras sonreía y recorría despacio y gozando, mi suave coño, el muy cerdo, deslizó uno de sus dedos entre mis labios, comprobando como estaban de húmedos y calientes el interior de mi coño y las labios interiores.

Sonriendo porque sabía que yo me estaba reprimiendo, pero me mordía los labios y ya había notado la reacción de mi coño,  con dos dedos  me cogió el bastante hinchado clítoris y me  lo sobo para ver mi reacción,  que si bien interiormente y con Daniel, me hubiese entregado y dejado follar, a él no pensaba darle el gusto de admitir que me había calentado como una vulgar perra.

Lo cierto es que incluso empezaba a relajarme un poco, pensando que a lo mejor no iba a ser tan malo, que me follaría con cuidado, y una vez conseguido su deseo de follarme, todo llegaría a su fin y listo, incluso podía intentar disfrutarlo, al fin y al cabo desde que había tenido que cambiar de vida y de identidad, y había conocido a ese dulce hombre que era mi marido, pero que como nadie es perfecto, me colmada de atenciones, caprichos y vivía como una princesa, pero sexualmente, me había adaptado a una persona, para la que el sexo, no era algo importante, simplemente era algo que hacíamos como parte de la rutina y estar casados.

Por un instante, imagine inconscientemente casi sin darme cuenta, progresivamente había dejado atrás aquellos divertidos y excitantes años, en que todas las chicas de la Universidad, habíamos experimentado, la primera mamada, el primero que me folló y aquellas fiestas donde en algunas ocasiones, nos desmadrábamos, felices y desenfadadas, compartiendo diversión y sexo con algún chico que nos gustaba, dejándonos llevar simplemente por el deseo, solo por diversión y el sexo que nuestros cuerpos, henchidos de hormonas sexuales, nos estaban pidiendo sin otra meta que gozar el momento….

Pero todo cambió en 2012 para mí, y quizás estos últimos cinco años, me había estado perdiendo cosas importantes como parte de mi juventud. Mientras estos pensamientos pasaban por mi mente Raúl me hizo volver a la realidad, súbitamente…

Un fuerte cachetazo sobre mi coño con su mano, rompieron aquel momento de calma y paz.

-- ¡ Ahhhuu,..!  exclamé más por lo inesperado de su palmada que porque me hubiese dolido, ya que simplemente me pilló desprevenida, y con la cabeza en otro lugar lejos de allí.  Y nuevamente volvió a tratarme con la rudeza y sus malos modales…., diciéndome, sabiendo que no se equivocaba.

-- ¿ Que te ha parecido puta ? - me preguntó - No me negarás que lo has disfrutado …  ¡ Porque las humedades de tu coño y la dureza de tus pezones, mientras te lo rasuraba, no mentían jaja……..!

No podía negarlo, él se había dado cuenta, así que le tuve que decir..

-- ¡ Si…., pensaba que iba a ser peor ¡

-- ¿ Y que se dice, desagradecida, cuando te han hecho disfrutar el  momento ?

Joder ni podía negárselo, ni quería reconocerlo… hice una pequeña pausa donde la sinceridad y el orgullo, eran contrapuestos pero no podía darle ninguna respuesta que no fuese.

-- ¡ Gra … gracias …. – le dije para no enfrentarme a él

-- ¡ Así me gusta zorra ! … tienes que aprender a ser agradecida conmigo, ya sabes que te juegas mucho … ¡ tu libertad esta en mis manos y en que me complazcas…, ten siempre eso claro puta

Raúl sabía que me tenía en sus manos  con lo que tenía contra mí. Por nada del mundo estaba dispuesta a ser detenida e ir a la cárcel, por algo que no había hecho, pero de lo que me consideraron culpable.

Mientras él no se cansase de humillarme y jugar conmigo, o yo pudiese recuperar de alguna forma lo que él tenía contra mí…, sabía que estaba en sus manos.

Todo había cambiado muy rápido desde la llegada de aquel maldito sobre, pero prefería tener que humillarme ante él, sin poder negarle nada y poder seguir con mi vida, que perderlo todo, hasta mi libertad.

De repente Raúl me dijo

-- ¡ Levántate .. , vamos, te quedan muchas cosas que aprender todavía esta tarde… ¡ Vas a ser mi Puta, quieras o no!

Cogiéndome del antebrazo, con un fuerte tirón, me levantó de la cama y me llevó a tirones hasta un sofá también de piel blanca que había pegado a la pared de aquel picadero lujoso y hortera y sentándose en él, me obligó tirando de mi pelo hacia abajo,  a arrodillarme delante de él.

Con voz autoritaria me dijo…

--¡ Ahora me vas a hacer una mamada ! .. ¡Quiero ver cómo me comes la polla .. ¡ … ¡ …, estoy seguro que debes haberte comido muchas pollas…

Le miré con odio, aquello no entraba en mis planes, no imaginaba que me iba a pedir que se la chupase…

Ante mi indecisión, me preguntó…

— ¡ No me vengas con el cuento de que no te gusta mamar pollas, porque todas las mujeres y especialmente a las muy zorras como tú, os vuelve locas, comeros una buena polla, jajaja!

Para mí, chupar una polla, era algo que casi había olvidado, porque a Daniel no se la chupaba, simplemente follábamos o le pajeaba, así de simple era nuestra vida sexual en pareja,

Solo podía sincerarme con el, si pretendía que me creyese, así que le confesé.

— ¡ Te juro Raúl, que a mi marido no se la mamado nunca, él es muy tradicional en el sexo, le educaron así y simplemente follamos de forma tradicional, como un rito más del matrimonio !

Mi respuesta hizo que aquel cerdo, lo encontrase hasta divertido. Mirándome entre sorprendido y sin poder casi creérselo por mi respuesta, que imagino que por lo inusual, casi le pareció de chiste, me dijo.

-- ¡ jajaja… - riéndose de mi con ganas -  ¿ Así que tu marido no te folla como es debido ? …. ¡ Ahora entiendo que seas solo una calientapollas, exhibiéndote delante de los vecinos y porque eres tan estirada ! Jajaja …

-- ¡Esta si que es buena …. Jajaja!  … una zorra como tu tan falta de polla !

Si tuvieras un hombre de verdad, como debe ser, follándote a todas horas y donde te pillase, seguro que se te veríaa más feliz y relajada. Jajaja….

-- ¡ Pero bueno no te preocupes “bonita” que esto lo vamos a arreglar esta misma tarde, que para eso somos vecinos, jajaja

-- ¡ De todas formas, siento que tu marido te haya tenido mal atendida y mal follada, pero …. Seguro que se la habrás chupado a muchos chicos allí en Londres, una veinteañera guapa y golfa como tú, seguro que en la Universidad, te hartaste de chuparles la polla a muchos compañeros y a los que te entraban para ligarte, lo mismo que follar.

--¡ No me  cuentes que eres la chica buena de la Facultad, porque en esa época, sois todas unas zorras con ganas de polla y sexo !

Me puse muy colorada por lo que me decía el muy cerdo. Nunca nadie hasta ahora me había hablado así.  Humillada e indignada le dije.

-- ¡ S.. si.., no lo puedo negar, pero de eso hace más de cinco o seis años y desde entonces no lo he vuelto a hacer - aduje con voz quejosa.  Raúl me miró arqueando las cejas y dijo.

-- ¡ Pues nada … tranquila que esto se va a acabar.  Ya no podrás quejarte desde ahora de que no tienes oportunidad de probar nuevos machos, con pollas de todos tipos y colores, jaja. …., ya me encargaré yo de que no te falten pollas que mamar guarra …. ¡ Bueno …, ya está bien de charla. Venga chúpamela zorra ..

Y sin previo aviso, cogiéndome de la nuca llevo mi boca hacia su polla que estaba completamente empalmada, introduciéndomela en la boca sin darme tiempo a reaccionar, solo pude abrir la boca y verme forzada a tragar su asquerosa polla.

Aquel cerdo, sin contemplaciones empujaba su polla dentro de mi boca, hasta que su pubis golpeó mis labios.

Al sentirla contra mi úvula, inmediatamente empecé a sentir arcadas pero él me la mantenía dentro mientras me decía.

-- ¡ Respira por la nariz….  ¡ Relaja esa garganta y respira por la nariz si no quieres ahogarte, torpe puta….  ¿ Ya se te había olvidado como debes tragarte una buena polla ?

Yo seguía dando arcadas al sentir su polla presionando mi sensible úvula y llenándose mi boca de babas.

Cuando Raúl consideró que debía darme un respiro, dejó de presionar mi nuca y eso hizo que me la pudiese sacar de la boca.

El muy cerdo se regocijaba viéndome toser por la saliva que se había introducido en mi tráquea y como mis labios derramaban abundantes babas que caían sobre mis pechos..

También miraba mi cara con vicio y sonriendo, porque con mi rímel corrido y mezclado con mis lágrimas  de ahogo, debía darle un lamentable y sucio aspecto a mi antes bonita cara…., el muy cerdo …

Solo fueron unos segundos, hasta que dejé de toser y babear cuando me ordenó nuevamente.

--  ¡ Vamos… chúpamela¡….. ¡ venga.. sigue!

-- ¡ Ya has visto que follarte la boca es muy fácil …, pero lo que quiero ver es como la chupas por ti misma, muy profunda y con vicio.

Mientras las lágrimas resbalaban por mis mejillas por la sensación de ahogo que había sentido, con verdadero asco y sin que el tomase la iniciativa, porque ya me había demostrado que era peor, me arme de valor y superando el asco que sentía por chupar aquella polla extraña, me metí su glande en la boca, sintiendo con repugnancia lo babosa que estaba, soltando aquel líquido pre-seminal del que ya no recordaba el sabor, que si bien era muy dulzón me parecía asqueroso por su pegajosa textura.

Sabiendo que por las buenas o las malas se la tendría que chupar, ya sin práctica pero dejándome llevar por el instinto, empecé a pasar mi lengua por su hinchado glande y después me fui tragando poco a poco su polla, con cuidado para que no me provocase de nuevo arcadas si me golpeaba la campanilla.

Empecé a meter y sacar su polla de mi boca, presionando el tronco con mis labios, con la esperanza de darle placer y que aquello acabase lo antes posible, acelerando el ritmo para tratar de provocar que se corriese y me dejase en paz, pero Raúl era más exigente y deseaba más que mi mamada de novata, por lo que de nuevo, volvió a empujar mi cabeza para que me tragase más profunda su polla, y ahora si al sentirla introduciéndose bajo mi úvula, de nuevo las arcadas hicieron acto de presencia.

Empecé a respirar por la nariz, y a tratar de acostumbrarme al contacto de su asquerosa polla buscando introducirse en mi garganta.

Tratando de aislarme de aquella situación y aquel asco y dejando mi mente en blanco todo lo posible, como una autómata, empecé a meterme su polla más profunda y sentí como su mano, que me sujetaba la nuca, aflojaba su presión y me dejaba la iniciativa a mí.

Poco a poco mi úvula se fue acostumbrando al contacto con su babosa polla y podía alternar las mamadas hasta la mitad con las profundas que mantenía en esa posición con su capullo  rozando la entrada de mi garganta durante unos segundo, en que tomando aire mientras seguía chupándole el tronco y pasando mi lengua por su capullo, volviendo de nuevo a hundirme aquella asquerosa polla hasta tenerla toda dentro.

Raúl me daba palmaditas en la mejilla y me decía

-- ¡ Vas mejorando poco a poco puta…, sigue así, para empezar no está del todo mal, pero tendrás que mejorar mucho, para ser una buena comepollas  .. pero tranquila, yo te enseñare a hacerlo como debe hacerlo una buena zorra como tú…

Ahora quiero que me chupes los huevos, cerda, haz que se llenen de cremoso semen, vamos guarra.

Por fin pude sacarme su polla de la boca, pero cuando me ofreció sus huevos, vi con asco, que no los llevaba rasurados ¡  ¡Dios mío.., pensé para mis adentros, ahora tenía que chuparle aquellos huevos peludos, pero mi carácter era fuerte y en peores situaciones me había visto, cuando tuve que escapar de Gran Bretaña, así que cerrando los ojos, y tratando con mis manos al cogérselos de apartarlos  de mis labios, empecé a chupar sus bolas alternativamente, sabiendo por instinto, que a los hombres les gustaba que nosotras nos las metiésemos dentro de la boca, así que, me armé de valor y empecé a lamer y chupar aquellos asquerosos huevos llenos de pelo, notando como uno de ellos era más grande que el otro y como se le iban poniendo duros.

Cuando imaginé que ya estaba satisfecho porque se habían endurecido, de nuevo volví a dedicarme a chupar aquel glande, que seguía soltando el pegajoso lubricante, pero antes, sentí como en mi boca, tenía un par de pelos dando vueltas, por lo que me los saqué de la boca y los sacudí de mis dedos.

El muy cerdo de mi vecino, se rió con ganas al verme sacarlos de mi boca y me dijo. … Jajajaja…

-- ¡ Te das cuenta ahora puta, porque debes llevar tu coño perfectamente rasurado ….., ¡ jajaja… ¿ A que no es agradable para ti que se te llene tu boca de mamona de pelos ?, jaja

-- ¡ Pues es la misma sensación que sentiría el macho que te estuviese comiendo tu jugoso coño de puta … por eso, a partir de hoy, lo vas a llevar perfectamente rasurado y suave, para que quien te lo coma, pueda hacerlo con mucho más placer

Escuchar aquello de “debes llevarlo siempre rasurado, para quien te lo coma” me produjo escalofríos solo de pensar y temer, que aquella humillación, no terminase esa misma tarde.

De nuevo empecé por pasarle la lengua por su capullo, antes de metérmela en la boca, mientras el no dejaba de mirarme satisfecho de verme por fin, a sus pies humillada, y siguiendo con sus consejos de depravado, me dijo ….

-- ¡ Cuando estés chupando una polla, debes mirar regularmente en los momentos que la posición te lo permita, a los ojos del macho, eso nos gusta a todos, ver vuestra cara de puta viciosa mientras nos la chupáis

— ¡ Mírame a los ojos ahora mientras me chupas el capullo… ¡ quiero ser esa cara y esos ojos de viciosa…, vamos!

Hastiada pero deseando acabar con aquello y que se diese por satisfecho, le miré a los ojos en los que se reflejaba el placer y el vicio de verme sometida, pero el en los míos solo pudo ver un intenso odio …

-- ¡ Vaya, parece por tu mirada que no te gusta lo que estás haciendo, pero en poco tiempo, te enseñaré a gozar del privilegio de chupar pollas, y esa mirada de rabia, se convertirá en una mirada de puta viciosa, de eso puedes estar segura, ..jajaja…

-- ¡ Vamos chúpamela ahora mejor que antes, o lo vamos a repetir una y otra vez toda la tarde, hasta que me guste como la chupas, pedazo de puta ! …, usa tu lengua, poniéndola debajo de mi polla, para que te sea más fácil hacer el trabajo para el que naciste.

Su desprecio hacía que aumentase mi odio y mi asco por Raúl, pero no podía hacer otra cosa, que pasar por aquel mal rato, y desear terminar pronto.

Un poco más acostumbrada que antes a chupársela inicié el mismo ritual, engullendo el tronco de su durísima polla hasta llegar a la parte donde me costaba más por la sensación de nauseas que me producía el contacto de su polla rozando y deslizándose por mi úvula. Mientras pude aguantar la respiración y coger un poco de aire por la nariz, se la estuve chupando entera, y así, usando mi lengua para introducírmela a modo de cinta transportadora, me resulto algo más fácil  levarla hasta allí.

Usando mi lengua para chupársela profunda con más facilidad, él debía regodearse al ver como mis espumosas babas cuando me la sacaba hasta la mitad, brotaban de mi labio inferior y pastosas, las sentía gotear y resbalar por mis tetas.

Mire su cara y vi que le gustaba y empezaba a gemir de gusto como un cerdo, así que sacándomela hasta la mitad, empecé a mamársela mucho más rápido, todo lo que podía, para terminar de una vez.

Cuando sentí como se tensaba, supe que lo había conseguido, así que empecé a sacármela de la boca, para que pudiese correrse mientras le pajeaba, pero cuando entre gruñidos de cerdo, se dio cuenta de que me la  estaba sacando de la boca, el muy hijo de puta….., de nuevo me sujetó de la nuca y me la hundió hasta el fondo en mi boca mientras me decía.

-- ¡ No puta.. No..! … ¡ Como mi puta, quiero que te tragues toda mi leche calentita, así que prepárate para empezar a tragar …¡ o para ahogarte con mi semen! … ¡ Tú eliges zorra …! jajaja, riéndose de mi con la satisfacción que al parecer le producía vaciarse dentro de mi boca !

Eso me horrorizo, ya que nunca en mi vida, me había tragado el semen de ningún hombre…

A Raúl eso le daba igual, porque me dijo mientras gemía y el primer lechazo se estrellaba contra mi paladar.

-- ¡ Vamos….., traga, … traga … para qué sino tiene una zorra como tú esa golosa boca, si no es para chupar muchas pollas, y tragarse el semen hasta sentirte llena de leche caliente y recién ordeñada

Tras recibir su primer lechazo que sentí estrellándose contra mi paladar, los siguientes que recibí mientras apretaba mi cara contra su pubis y se retorcía gimiendo, las sentí asquerosamente calientes, descargando en mi garganta, y como aquel líquido caliente y espeso, descendía hacia mi estómago y aunque intentaba tragar para que no se me fuese por la tráquea, pasé muchos apuros para engullir los siguientes lechazos que descargo aquel maldito cerdo en mi boca.

Cuando terminó de vaciarse dentro de mi boca, me la sacó satisfecho tras conseguir esa sucia imagen de mí, y que hacía meses que cuando me miraba en la piscina, soñaba con poder tener.

Sin poder evitar las arcadas y tosiendo de nuevo, por el líquido que se había colado en mi tráquea y ahora me hacía toser, babeando como una cerda, aquella asquerosa mezcla de semen y babas, el flash de su móvil me alertó de que me estaba haciendo fotos muy guarras, con mi cara sucia y mi boca medio abierta, derramando el sucio contenido que no había podido engullir.

-- ¡ Noooo….! –grité yo al tiempo que trataba de tapar  la cámara de su móvil con ambas manos -- ¡No me hagas fotos …, noooo!

Jajaja, se rió el humillándome más mientras seguía disparando la cámara de su móvil ….

-- ¡ No te apartes puta, porque de todas formas, ya tengo un par de magníficas fotos tuyas y estás muy puta en ellas…., jajajaja…

Mientras me enseñaba en la pantalla de su móvil una foto donde se me veía escupiendo semen

-- ¡ Mira …. – me dijo — ¡ Estás guapísima y sexy con tu rímel corrido y con mi semen cayendo de tu boca llena….., ¡ te ves excitantemente puta con mi leche de macho rebosando de tu boca.

— ¡ Todo el que te vea en estas fotos, deseará que se la mames guarra!

Verme así de sucia y guarra, me causo una gran vergüenza por lo que yo parecía en aquella imagen. También mucha rabia que debía contener para no empeorar las cosas ahora que ya habíamos terminado.

Instintivamente tras haber visto mi aspecto de puta sucia, llevé la mano a mi cara para limpiarme, pero él me detuvo, cogiéndome de la muñeca mientras me decía.

-- ¡ Nooo.. ¡ .. Ni se te ocurra limpiarte !… ¡ Me gusta verte así como estás ahora, convertida en la cerda que en verdad eres…., estirada pija…

— ¡ Ahora si eres tu misma, no lo que fingías ser.

Aquello se estaba convirtiendo en insoportable para mí, nunca hubiese imaginado lo degenerado que era mi vecino Raúl.  En mi cabeza ya buscaba desesperadamente, alguna forma de hacerle pagar aquello que me acababa de hacer.

Como ya se había corrido y llevábamos más de una hora y media en aquella habitación, pensé que por esa tardé ya se daría por satisfecho así que le pregunté.

-- ¿ Podemos irnos ya ? …  son las siete y debo regresar antes de que mi marido me eche en falta. Por hoy creo que para ti ha estado bien, ¿ no te parece suficiente para ser la primera vez que estás conmigo ? – para mí era un gran esfuerzo preguntarle aquello, tratando de aparentar naturalidad, porque realmente lo que deseaba era vengarme de aquel cerdo.

-- ¿ Cómo dices ? - Me dijo Raúl con cara de sorpresa

-- ¿ Te crees que con una mierda de mamada es suficiente para que no te denuncie ? …, ¡ Pedazo de puta engreída !

Su rápida respuesta, me cayó como un jarro de agua fría …y le pregunté

-- ¿ Qué más quieres de mi Raúl ?  …, podemos quedar de nuevo en otra ocasión …

-- ¡ Ni pensarlo zorra, ¿ Te crees muy lista, verdad ? -- ya te lo dije cuando llegamos aquí al Hotel, te he traído aquí para follarte como te mereces por puta….. para nada voy a acostarme contigo monada… ¡ voy a follarte y por lo visto, …, a follarte como nunca hasta ahora te han follado, eso seguro.

Una sonrisa malvada apareció en la boca de Raúl, que junto a sus ojos que me miraban con lujuria, me hizo  estremecer.  Su respuesta casi hizo que se derrumbasen mis esperanzas de que aquello llegase pronto a su fin.

Sin concederme respiro, ni mostrarme el más mínimo resquicio de esperanza de que se compadeciera de mí en algún momento y se diría por satisfecho, me ordenó…

-- ¡ Ahora puta, ve a prepararme el jacuzzi  … ya que lo he pagado, pienso utilizarlo, además necesito un poco de tiempo para recuperarme jaja…

A pesar de que no confiaba en mi cambio de táctica, opté por humillarme ante él, y rogarle.

-- ¡ Por favor  Raúl … – le dije  poniéndome de rodillas frente a el - … deja que me vaya Raúl, mi marido volverá a pronto y se extrañará si no me encuentra en casa. Por favor te lo ruego …

Pero al parecer aquel cerdo de Raúl, no tenía sentimientos porque con desprecio me respondió.

-- ¡ Ese no es mi problema zorra, … mándale un mensaje con cualquier excusa si quieres …., pero de aquí te iras solo cuando yo haya acabado contigo

-- ¡ Así que si quieres que acabe pronto… haz lo que te ordeno y deja de replicar todas mi ordenes, además… te advierto por adelantado que cada vez que te quejes, me repliques o me lleves la contraria, o hagas algo que no me guste …Te castigaré y ya sabes que no me va temblar la mano, ni voy a apiadarme de ti …, ya deberías empezar a conocerme, y saber que si me replicas…, te vas a arrepentir pedazo de puta, y te va a doler

Me levante furiosa y arrepentida porque humillarme y rogarle, no había servido de nada, y no se me ocurría como podía deshacerme de aquel cerdo, mientras pudiese denunciarme.

-- ¡ Con respecto a tu marido, a una zorra como tú ya se le ocurrirá alguna excusa para que no se extrañe, porque a este paso, cuando el cornudo llegue…, me parece que tú vas a seguir aquí todavía siendo mi puta … ¿ Te queda claro, zorra ?

-- ¡ Otra cosa, ante de ir preparar el jacuzzi, acércame mi maletín negro  —¡ Vamos… vamos…!

Le acerque aquel maletín que imagine al llegar, que contenía las pruebas que tenía de mi orden de arresto,  se lo entregué y me dijo.

-- ¡ Espera, tengo algo para ti…… lo abrió pero con la tapa ocultaba lo que contenía.  Saco una hoja grande y me la tiró a los pies…, instintivamente retrocedí al ver de qué se trataba…

Conocía bien aquel poster de la Policía Metropolitana, donde debajo del habitual “Wanted”  aparecía mi cara pero más joven y mi nombre Beth Kirkpatrick Martin …. Y el motivo por el que se me buscaba desde Junio de 2012 por “economic and corporate crime”

Mientras miraba como aquel mal sueño, se había vuelto a meter en mi vida, Luís me tiró ahora unas sandalias negras con pedrería de puta, con tacón de aguja de 15 cm, añadiendo un escueto ..

-- ¡ Póntelos! …

Me senté totalmente desnuda en el borde del sofá y me puse las sandalias de tacón. Me levanté de nuevo y sin que tuviese que decírmelo, me quedé de pie delante de el para que pudiese mirar cómo me quedaban

Con una sonrisa de satisfacción, me miro y dijo

-- ¡ Son de tu talla, los compré para ti puta …  me gusta como te quedan, te ves más sexy y alta …, y también más puta sobre ellos, que es de lo que se trata …

Yo que ya empezaba a aprenderme la lección, le dije  conteniendo mi rabia…

-- Gr… Gracias, son muy bonitos …. – mientras en mi interior la sangre hervía de rabia.

-- ¡ Así me gusta que seas agradecida, como una buena puta añadiendo … — ¡ Espera tengo otra cosa para ti…, jajaja !

Cogiendo otro objeto del maletín que cerró para que no viese su interior, se levantó y acercando se a mi mucho, tanto que casi nuestros cuerpos desnudos se tocaban, me mostró un collar de Bdsm negro con remaches y una placa grabada que me mostró, donde podía leerse “Property of R.M.”

Al ver que me iba a poner aquel collar como una perra, retrocedí, pero una sonora bofetada, alcanzó mi cara y me hizo tambalear sobre los altos tacones, y si él no me hubiese cogido del brazo, posiblemente hubiese caído al suelo.

El collar de perra y la fuerte bofetada, me dejaron petrificada.

El, sin decir palabra, porque su bofetón había sido suficientemente explícito.  Me abrocho el collar y retrocediendo un par de pasos, me observó de arriba a abajo con satisfacción.

Vi que cogía su móvil, ya imaginé que le gustaba verme así y me haría fotos, pero desistí de moverme.

Aquel cerdo, me hizo cuatro o cinco fotos desde varios ángulos, hasta que me dijo

-- ¡ Tu aspecto va mejorando mucho, ahora si pareces lo que de verdad eres, una puta …, bueno mejor dicho mi puta .., como puede leerse en tu collar  ¡ …. Venga muévete y ve a preparar ya el jacuzzi, zorra …!

Al darme cuenta de la hora que era, y que ni por asomo, Raúl me iba a dejar marchar de allí con tiempo de regresar a casa, antes de que Daniel llegase le dije.

-- ¡ Raúl, por favor, deja que llame a mi marido para decirle que llegaré tarde y que no se extrañe.

-- ¡ Tengo que inventarme alguna excusa para poder retrasarme sin que el sospeche que algo raro me ha pasado ¡  ¿ Por favor, déjame hacer esa llamada ¿

Mirándome con falsa cara de comprensión me dijo.

— ¡ De acuerdo, llama a tu cornudo, pero mucho cuidado con lo que le dices ¡ …. , conecta el manos libres para que pueda oír lo que habláis ¡

Cogí el móvil y marque el número de David poniendo el manos libres y haciéndole una señal a Raúl, poniendo mi dedo índice sobre mi boca para que evitase hacer ruido o hablar.

El asintió con la cabeza, al tiempo que sonreía de placer, viendo como yo, como una esposa infiel, estaba a punto de mentir a mi marido, para poder quedarme a follar con el.

-- ¿ Si dime cariño ¿ - se oyó a Daniel como respondía a mi llamada.

Lo que iba a hacer era horrible, mentirle a Daniel por primera vez, pero peor era que sospechase algo extraño en mi tardanza y empezase a dudar de mi y mi tardanza.

-- ¡ Hola cielo ¡ … ¡ Verás es que estando de compras me he encontrado con Sara y María y me están intentando convencer para que cenemos justas esta noche por aquí, ya que estamos por el centro, pero ya les he dicho que no sabía si me podría quedar, porque tu no sabías nada y no se si esto de que nos quedemos a cenar nosotras tres y dejarte solo en casa, te puede molestar ?

-- ¡ Como puedes pensar eso, no cariño – me respondió Daniel -

-- ¡ Quédate a cenar con ellas y les das un beso de mi parte ¡ … ¡Yo cuando llegue, ya me haré cualquier cosa para cenar, de verdad, quédate con ellas y hablad de vuestras cosas y divertíos ¡ …. ¡No te preocupes Alice, pero sed buenas, jaja, que tres mujeres guapas solas vais a atraer muchas miradas, jaja! … ¡ Cuidado con los hombres!

Aliviada le respondí.

-- ¡ Como puedes pensar eso tonto, con lo que te quiero, además, las María yo estamos casadas!  ¡ Solo que se han empeñado en pasar un rato agradable juntas cenando ¡

-- ¡ Gracias cariño, por dejar que me quede con ellas, por cierto, te mandan saludos ¡

-- ¡Diles que gracias y divertíos querida ¡ … Aliviada al saber que ya no se extrañaría si llegada tarde, colgué.

Raúl el muy cerdo, se estaba riendo al oír como le mentía a mi marido y se estaba tapando la boca para que no se le escapase alguna delatadora carcajada.  Cuando terminó de reírse, me miro y me dijo.

-- ¡ Jaja… pero que zorras sois las casadas ¡ …. ¡Con que habilidad te has quitado al cornudo de encima, jaja ¡

-- ¡ Bueno, se terminaron las tonterías, pero de verdad que ha sido divertido y morboso oírte como te sacudías de encima a tu marido para hacerle un buen cornudo conmigo, jaja!

-- ¡ Venga ¡ me apremió --¡ Mueve ya ese culo de zorra y ve a preparar de una vez ya el jacuzzi ¡ …., ¡¡ jajaja que bueno ha sido verte hacer eso!

Dirigiéndome hacia el jacuzzi, me sentía fatal por como había mentido al bueno de Daniel. Dios mío que sucia forma de mentirle.

Mientras me acercaba al jacuzzi, el aprovecho para sacarme algunas fotos más caminando y satisfecho al ver como se balanceaba mi culo sobre los altos tacones.  Sin duda aquel cerdo estaba loco y gozaba humillándome …., mientras yo iba a hacer lo que me había ordenado el muy hijo de puta…, todavía me dijo.

-- ¡ Has quedado muy sensual, como una puta de lujo, creo que debería enviarle alguna a tu cornudo, para que vea lo guapa que estás y lo que se ha perdido todos estos años, por no follarte como es debido jajaja… terminando con un sarcasmo  ¿ Quieres zorra que le mandemos alguna a tu marido cornudo ?, jaja

Me puse a preparar el jacuzzi …, la situación empezaba a ser insoportable ...., pero no me quedaba otra.

Para mis adentros, esperaba que aquella terrible humillación terminase pronto y se diese por satisfecho ......, pero no iba a ser así