Sumisión en la granja (3)

El fin de la educación de Vanesa.

SUMISION EN LA GRANJA(III)

Ahora zorra vamos a comprobar si cumpliste mis ordenes de dilatar tu culo, si no las cumpliste lo sentimos pero tu agujero va a sufrir y no vamos a tener compasión.

Dos sumisas la dirigieron al medio de la habitación, la pusieron de pies y luego colocaron un caballete abierto para posteriormente colocarla a ella como si fuese una uve invertida con su culo arriba. En esta postura vió como se acercaba un hombre negro joven con una tranca como nunca la había visto además de gorda, se situó a su espalda vió como se colocaba el condón y como lo frotaba con vaselina, puso la polla en su entrada e hizo fuerza, la polla entró unos cms que hicieron que ella chillase recibiendo un fustazo por ello, entonces el negro aprovechó y la metió toda de un golpe hasta que sintió como los huevos de él chocaban con sus nalgas, al principio sentía un gran escozor por el dolor que luego se convirtió en un gran placer que la hacía emitir gemidos cada vez más fuertes, ella no podía correrse y la verdad es que tenía unas grandes ganas de dejarse ir pero por temor al castigo y respeto a su Amo no lo hizo pero su coño no paraba de soltar flujos que resbalaban por los alrededores del coño.

El negro de repente la cogió del pelo y la atrajo hacía si teniendo un gran orgasmo soltando una gran cantidad de semen que ella notó a pesar del condón. El la sacó y se quitó el condón haciendo que ella le limpiase todos los restos dejándosela bien limpia.

Ahora sozorra te tenemos preparada una gran sorpresa----la dijo su Amo.

Trajeron un artilugio como una pequeña mesa regulable que cuando la hubieron puesto en ella y atándola a ella con las correas que llevaba incorporadas se quedó puesta a 4 patas y atada a la mesa la cual habían fijado al suelo. La taparon los ojos y los oídos para que no se diese cuenta de nada hasta que ocurriera. Metieron un perro en la estancia, un pastor alemán y obligaron a una de las sumisas a acariciarle la polla hasta que estuvo toda fuera mientras uno de los Amos sujetaba al perro de la correa, luego le acercaron donde estaba Vanesa y el perro acercó su hocico a su coño y empezó a lamerlo, pasaba su lengua por todos sus flujos dejándola bien limpia entonces el Amo soltó al perro.

Vanesa a cada lenguetazo del animal se estremecía y jadeaba como pocas veces había hecho, el perro cuando hubo estado suelto el perro la siguió lamiendo y olfateando hasta que en un momento dado la puso las patas encima y se subió a su espalda intentando meterla la polla en el coño, al principio no podía porque no atinaba pero la otra sumisa le guió de tal manera que Vanesa notó como entraba de un golpe dentro suyo y empezar a moverse el animal rápidamente, ella estaba en el paraíso del placer que sentía aunque del miedo hacía todo lo posible por salirse.

Su Amo vió esto y la dijo que o se dejaba hacer o sería otra vez castigada y quizás desechada y eso si que no quería ella con lo que empezó a jugar con los musculos de su vagina para hacer que el perro disfrutase más de tal forma que aumentaba su ritmo, ella estaba a punto de tener un orgasmo pero no podía pero no pudo aguantar más y se dejó ir en un largo y gran orgasmo que la medio desmayó.

En ese estado de sopor oyó a su Amo reconvenirla por haberse corrido y notó como la polla dentro suyo se contraía y eyaculaba en varios chorros muy calientes y abundantes que se deslizaban por sus piernas y sacándola del sopor en el que estaba notaba como la bola que tenía el perro en la base del pene comenzaba a introducirse en su coño.

Ella lo notaba entrar y como cuando se metía los dilatadores que su amo la ordenaba notaba como se iba hinchando, estuvieron unidos varios minutos, cerca de 15, ella que ya estaba hipersensible tuvo dos orgasmos más que no pudo evitar con lo que el enojo de su Amo aumentaba.

Cuando el perro hubo terminado su Amo para reparar parte de su desobediencia la ordenó limpiarsela con la lengua al animal, cosa que hizo al borde del vomito.

Su Amo con una mano dio una orden y las sumisas la cogieron y la llevaron a un lado de la habitación donde había una bañera incrustada en el suelo, era una bañera circular bastante ancha donde la metieron y la sujetaron en los bordes y los Amos y sumisos se colocaron en los bordes y a una orden del Amo la comenzaron a orinar encima, cuando hubieron acabado entonces cada Ama y sumisa se colocó en cuclillas delante de su cara y la meo igualmente.

Vanesa se sentía muy sucia y humillada cosa que sabía su Amo que iba a sentir porque conocía que no le gustaba que la measen encima que para ella era una de las mayores humillaciones.

Bien puta viendo como te has comportado en las pruebas creo que has pasado el examen y puedes entrar a servirme como buena puta, ahora te colocaremos tu collar y tu tatuaje, el tatuaje para no interferir con tu vida se puede borrar.

La pusieron en una mesa en forma de x bien tensa y el Amo para meterla miedo cogió un rotulador negro y dibujo en el angulo superior izquierdo de su pubis un triangulo en que dentro de él colocó un numero 221xx arriba en medio colocó 134xy y abajo lo siguiente: 676777.

La levantaron y él la puso un collar de terciopelo en torno a su cuello con una plaquita delantera que ponía 221xx.

Ahora que ya eres mi puta, ésta noche la pasarás como tu quieras en las habitaciones que te hemos preparado con jacuzzi y si quieres puedes elegir al sumiso o sumisa que quieras para pasar un buen rato.

Esta noche prefiero dormir pero mañana por la mañana quiero que la sumisa a la que comi el coño me despierte, me duche y este a mis ordenes hasta que me marche.

De acuerdo, para mi a partir de ahora dejaste de ser Vanesa y eres 221xx, la mejor puta del reino.

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