Sumision deseada part1

Esta historia me ocurrió hace cuatro años, es absolutamente real y pese a que pueda parecer totalmente llevado al límite, supuso mi entrada en el mundo de la sumisión, un mundo que desconocía y que descubrí por accidente por mi jefa Inmaculada.

Sumisión deseada

Estaba en esos puntos muertos profesionales en los que uno se encuentra a menudo, siempre he trabajado en el campo de servicio a empresas. Estaba bastante estancado en mi trabajo anterior y para el colmo, me jugué un órdago con mi jefe, con veintitrés años se hacen esas cosas, cosas de idiota.

Me arrepentí mucho de eso, ya que no me subieron el salario y tuve que aguantar meses con más presión que antes y mismo salario, afortunadamente mi empresa anterior tenía mucha marca y nombre, por ello no tardé mucho en encontrar un hueco.

Era la llamada de una mediana empresa de servicios profesionales, buscaban un responsable laboral y ahí sinceramente me manejaba muy bien, tuve una charla con el socio de la empresa que aceptó mi candidatura, me gustaron y no lo pensé acepté el trabajo.

Comuniqué mi baja en mi anterior trabajo, con gran satisfacción, vengándome, con satisfacción, con el mito de que era imprescindible y que no saldrían adelante si me iba.

Ese día al salir de mi trabajo por última vez, recibí una llamada del Socio de mi futura empresa, me dio más detalles del puesto, y me enteré en ese momento que pese a tener autonomía funcional , dependería jerárquicamente de la actual directora del área, eso me molestó aunque por mi juventud me reproché el no haber clarificado ese punto antes.

Debería haberlo preguntado en la entrevista, pero se me olvidó, me gustaba tener autonomía, eso no me lo habían dicho en la entrevista, pero era un chaval joven  y no me iban a permitir tonterías.

Pensaba que yo sería el jefe del área, que era la total realidad ya que la otra persona no lo controlaba, pero aún así me dijeron que ella era la responsable de área.

Simplemente su área facturaba tres veces más que la mía y lógicamente dependería de ella hasta que demostrase mi valía.

Para más INRI, la persona que estaba en mi puesto era una persona muy controladora, pese  a que no estuvo en el proceso de selección, yo no me quejé de la situación creo que no estaba en esa posición, ya que era joven y tampoco me pagaban mucho, pese a ser un trabajo de bastante responsabilidad.

El primer día de trabajo temblaba de la ansiedad y nervios, sabía que quizá el puesto estaba por encima de mis posibilidades, nada más entrar me presentaron a mi nueva jefa Inma que me miraba con mucha atención, me sentía totalmente observado y algo me intimidaba en ella.

La anterior persona me enteré al poco tiempo que  fue despedida ya que Inma no se sentía cómoda con ella y había malos rollos, era otra mujer me chivaron.

Me reuní con el equipo y todo fue bien aunque cómo suele pasar en ese tipo de situaciones me pusieron la cabeza como un bombo.

Una vez tuve algo de serenidad me puse en la mesa de mi despacho que compartía con Inma, ella estuvo muy amable conmigo y creo que notó rápidamente mi nerviosismo, tuvo palabras simpáticas y amables, aunque yo veía en el trato con los demás que la respetaban mucho.

Me di cuenta observando a mi equipo, que nadie daba un paso sin comentárselo a ella que era la dueña y señora del departamento, en las reuniones de departamento ella incluso se permitía opinar sobre otros departamentos, nadie la frenaba, llevaba cerca de 20 años allí y era quien movía los hilos.

Se permitía lujos como llamar a chicos de su departamento con nombres de chica, a modo de broma, pero era una manera más de articular su dominio de la escena.

Yo equivocadamente tomaba decisiones sin comunicárselas y trataba de solucionar problemas de departamento por mí solo.

A ella esas cosas la disgustaban profundamente y me cerraba la puerta del despacho para echarme la bronca, yo al principio la intentaba rebatir, pero me di cuenta que esa estrategia era equivocada….Ella quería reafirmar que era la jefa y se quejaba en altas instancias de mi rebeldía.

Me cabreaban mucho esos cierres de puertas, paulatinamente el trato se volvió más duro, zapateaba, me gritaba y muchas veces delante de los socios repetía una y otra vez que no la informaba, que era la última en enterarse de las cosas….Que que iba a hacer conmigo, y cosas por el estilo.

Harto y hasta los cojones, me quejé airadamente, al socio, le dije que eso no podía seguir así y que estaba teniendo mucha paciencia con ella, el fue comprensivo, me dijo que no me enfadase y lo dejé pasar, pero le pedí un plan de carrera a corto plazo o me acabaría cansando.

Fue una jugada errónea, el socio estaba totalmente hechizado por ella y comía de su mano , el muy indiscreto, la cantó mis quejas, no lo sabía, pero ella me miraba sonriente, sin decir nada, era como los gatos que te la tienen guardada.

Me decía sonriendo que sabía que había hablado con el Socio y que esa no era la manera adecuada, yo me quedaba helado ante esas amenazas velaas.

Yo estaba harto por la situación, de sus arrebatos teatreros, ya que el apoyo de los socios era total y absoluto a su favor y yo me sentía arrinconado con veinte hostias en la cara.

Para más INRI, tuve una horrible mala suerte, y le puse la revancha en bandeja, ya que vino una inspección de hacienda por un tema que tocaba mi departamento, esto fue definitivo ya que al ser un tema que tangencialmente tocaba ella fui totalmente relegado.

El error tuvo mucha trascendencia y prensa y me sentí fatal anímicamente, ella no paraba de preguntar por el tema, que qué había pasado, veía que me afectaba y ella zorra y triunfante me preguntaba sin cesar, pidiéndome explicaciones e informes, sin piedad me castigaba, sacaba el tema con los Socios y hundía mi reputación cuantificando el costo de la cagada.

A petición de ella, le dieron el cliente a alguien de mi departamento, con lo que me sentí humillado, eso fue decisión de Inma, luego en las reuniones con el cliente pese a que yo me curré todos los escritos ella apareció como mi jefa y no me dejó ni hablar, los socios tampoco ya que me veían como culpable de la situación y sinceramente de los golpes y reproches que me llevé, yo también me veía culpable.

Pasé un año de pesadilla, no me apetecía hablar ni a mi departamento, ni en casa, ni a nadie, mi figura se había desvanecido para siempre y estaba asqueado de ir a trabajar, cuasi deprimido.

Ella controladora me intentaba calmar, que me tomase un whiskey el fin de semana, etc, pero cuando se me ocurría hacer algo que se saliese de madre , me la volvía a montar, humillándome delante de mi departamento, me sentía hundido y acosado. En reuniones con los socios, se encargaba de sacar y recordar el tema, ella sabía que me afectaba, se me notaba demasiado y ella víbora controladora me atacaba.

Ella sutilmente escenificaba ese dominio, recuerdo que en las fiestas de la empresa en un momento que iba al baño y ella salía nos cruzamos en el pasillo de acceso al baño y me tocó el culo mirándome a los ojos, me dijo que quería catarlo, yo sonreí bobalicón sin saber que decir.

Ella me sonrió coqueta y me dijo que quería que remontase, yo sabía que realmente lo que quería era que no destacase, que no la hiciese sombra.

Sus ojos me daban miedo, eran oscuros penetrantes, morenos como su pelo, parecía que te leían el pensamiento.

Pasé esa travesía en el desierto, mi propio equipo lo notó perfectamente y haciendo balance me di cuenta que me había ido muy mal contraviniendo a Inma o simplemente no informándola….

Recuerdo que un día que se me olvidó informarla acerca de una situación con un cliente común, ella me levantó de mi despacho muy ruidosamente para hacer constar su mandato y me montó un pollo por ese tema y por decidir acerca de unas vacaciones de una persona de mi departamento, era un tema nimio, pero era un reducto del poder que tuve en su día, ella acalorada y ofendida me dijo que la acompañase a la sala de juntas, ella iba delante haciendo ruido con sus tacones, y yo la seguí como un cordero al matadero…

Pude escuchar los murmullos y rumores entré en la sala y en ese momento me acojoné, pensé por primera vez en mi vida que me iban a despedir…

Ella estaba super seria, con las piernas cruzadas, mostrando sus pantis, y sus zapatos, como haciéndome ver que era una mujer la que mandaba en esa sala.

Ella me dijo que qué tenía que hacer para hacerme cumplir las cosas e informarla, me dijo desesperada y de una manera muy teatral, que qué iba a hacer, que estaba abrumada por mi rebeldía y falta de obediencia, todo esto lo dijo gritando y sabía que la gente de fuera lo estaría cotilleando todo, me dijo un poco más bajito que si tenía que azotarme para hacerme cumplir sus órdenes, o que la dijese que, que demonios tenía que hacerme.

Yo tragué saliva, sonaba muy enfadada, estaba claro que lo del azote sonaba en plan exagerado, pero en su voz sonaba como si lo barajase realmente. Me disculpé, pero ella no aceptaba mis disculpas, me dijo que siempre cometía los mismos errores y que no la valían las disculpas, que era una más, y que ya no podía aguantar más.

Me dijo que no evolucionaba bien y que lamentándolo mucho iba a hablar con los socios….Lo dijo lacónicamente, pero pude advertir su sonrisa maliciosa.

Me  salí de la sala con el corazón a 180, directo al baño, hundido llorando, ella se fue en sentido contrario andando hacia su despacho haciendo sonar sus tacones, todos los empleados callaban acojonados…., era humillante ver como había quebrado mis nervios tan fácilmente, tras esos meses de presiones y tensiones…

En ese periodo me di cuenta y no estoy equivocado que mi trabajo pendía de un hilo, y ese hilo era la menor decisión de Inma respecto a mí, a la semana siguiente tuve la evaluación con Inma donde ella decidía mi salario y todo lo relativo a mi futuro.

En esa evaluación que por supuesto fue horrible y con cero subida salarial, ella me recordó que iba a hablar con los socios, que era insostenible y que había que buscar una salida rápida a esa situación, yo no podía ni hablar de los nervios, incluso finalmente lo verbalizó, habló expresamente de despedirme el viernes siguiente.

Ella no me dejó más salida que bajar la cabeza y rendirme ante ella, yo creo que era lo que siempre ella había querido, pero había tardado año y medio en hacerlo en darme cuenta que había perdido la guerra contra mi jefa.

La evaluación que suele ser un momento de crítica constructiva y de señalar lo bueno comenzó con reproches y recordatorios de la cagada que tuve en el cliente , pero ella sobre todo hizo hincapié en mi falta de comunicación con ella y de mis decisiones autónomas, de obviarla y puentearla

Me dijo que sinceramente si seguía con esa actitud, no me veía futuro y que lamentándolo mucho saldría de la compañía el siguiente viernes.

Yo estaba en ese momento con los ojos llorosos, el corazón desbocado, mi derrota si ya se había escenificado , ahora era realidad y comunicada por mi jefa, entonces hice acopio para hacer lo que tenía que haber hecho hace tiempo.

La dije llorando descontrolado y balbuceando, que la pedía sinceramente perdón, que no había entendido mi situación en la empresa , la dije que nunca quise puentearla y que en lo  sucesivo año cumpliría todas la órdenes que me diese.

Ella me recordó que lamentablemente era tarde, me había quejado a los dueños de la empresa de ella y que eso no lo perdonaba, me dijo que a muchos hombres les jodía tener a una mujer encima y ser subordinado de ellas.

La dije que yo la aceptaba como jefa y que me comportaría como su subordinado y que a partir de ahora obedecería todas sus órdenes.

Al decir la palabra órdenes y subordinado ella me miró muy fijamente en silencio y sonrió al ver que realmente estaba claudicando ante ella, me dijo que no la valía la pena, que era una persona rebelde y no aceptaba la autoridad y me dijo que tenía serios problemas con una mujer de jefa, me dijo que yo no era jefe de departamento y que si los socios me habían hecho creer eso, no era así.

Yo la dije desconsolado y patético que no quería más malententedidos con ella y que si era necesario lo aclararía con los socios.

Ella me dijo que yo no tenía absolutamente nada que hablar con los socios a menos que ella lo autorizase.

La dije que en lo sucesivo la informaría de todo lo que aconteciese en el departamento y que no volvería a equivocarme en lo relativo a ella.

Ella sonrió desafiante y me dijo que le gustaba eso, pero que quería hechos reales o el viernes saldría con el cheque.

Yo entonces lloré acorralado y muy nervioso y entonces ella dijo que me calmase, que ahora todo iba a cambiar y que simplemente siguiese sus órdenes, pero me recalcó que si no la demostraba hechos, estaba en la calle. Ella me tomó del pelo suavemente para calmarme, pero lo que hizo fue ponerme más nervioso y no disimulé en los lloros.

Yo patéticamente acepté, la dije más patéticamente aún, que haría todo lo que ella me ordenase y que no tenía problemas en reconocerlo ante el equipo, ella me dijo que eso no era necesario, pero yo sabía que en el fondo lo que quería era verme arrastrado pidiéndola clemencia, yo la dije expresamente que quería hacerlo que para demostrarla mi obediencia y mi sumisión hacia ella, la dije que ahora estaría bajos sus órdenes.

Esas últimas palabras me salieron con muchísima dificultad, lo vi claro, o me humillaba o estaba despedido, me sorprendí calmado al hacer eso, noté que un bulto crecía en mi pantalón, algo que me perturbó, pese a ser una situación degradante había perdido el control sobre mí mismo, fue una faceta que me azoró mucho.

Ella, tras escuchar esas palabras, complacida y sonriente no me interpeló y creo muy excitada y húmeda por mi derrota, me dijo que la gustaba muchísimo,lo de que fuese sumiso a sus órdenes, pero que quería hechos.

Yo la dije con los ojos llorosos y algo más calmado al ver la amenaza de mi despido volar, la dije que no quería tener más malentendidos ni enfrentamientos con ella, que eso me había creado muchas tensiones.

La dije que ante ella y el equipo quería ser simplemente su, me costó decir la palabra…su subordinado.

Ella sonrió, pero me dijo que había un problema y es que había entrado en la empresa como Directivo, y que o renunciaba ante los Socios a dicha posición o que ella no se sentiría cómoda.

Me dijo que esos eran los hechos que demandaba y que quería estar de oyente en esa reunión, me dijo que mucho cuidado con las palabras que escogía y que quería quedar satisfecha de dicha reunión.

Ella me dio un cleenex y me dijo que me limpiase y me fuese a casa, yo ni pasé a la oficina a cerrar el ordenador, tenía claros indicios de haber llorado y me relajé el fin de semana.

Le di muchas vueltas y sabía que no podía cagarla en dicha reunión, también sabía el resultado, yo debía salir muy tocado y ella muy reforzada.

La reunión se convocó el viernes siguiente en la misma sala de juntas, el Socio entró primero y luego entró Inma que se puso a mi derecha, el Socio estaba en frente nuestro.

Ella llevaba una falda de piel, por encima de la rodilla, elegante y negra y un traje de chaqueta, había ido a la peluquería y se había pintado, ella sabía que iba a ser coronada por el que había sido su mayor enemigo .

Sin más preámbulos, le dije al Socio que les agradecía mucho que aún permaneciese en la Compañía tras el marrón Fiscal que había acontecido, yo le dije que el problema me había superado, y que gracias a Inma había dirigido todos los escritos y la resolución del problema.

El Socio agradeció a Inma y ella asintió, quería que siguiese hablando, le dije al Socio que no me sentía con el perfil adecuado para ser Gerente en la empresa y que sólo me veía con la solución de dimitir del puesto.

Le dije que consideraba que Inma podía dirigir ambos departamentos y que yo no tendría problema en pasar a ser subordinado suyo y estar bajo sus órdenes.

El corazón me latía desbocado, no podía mirarles a los ojos de lo humillante de la situación, pero ella me había pedido exactamente eso…

El Socio contrariado y sorprendido, me dijo que actualmente, yo ya era subordinado de Inma, pese a ser Gerente y que me habían contratado para dicho puesto y que o seguía ahí o lamentablemente me tendría que despedir y buscar a otra persona.

Yo le dije que aceptaría su decisión y la de Inma, decidí en ese momento meterla en el juego, ella quería ser dueña de mi destino y le puse mi propia cabeza en bandeja.

Pero le pedí que valorasen opciones intermedias como transformar mi puesto a administrativo, con minoración de sueldo lo aceptaría.

El me dijo que no entendía nada, y se llevó las manos a la cabeza, repitiendo mis palabras,

_O sea me estás diciendo que ¡Quieres pasar a ser Adminsitrativo y renunciar a la Gerencia!

Entonces me mantuve firme, le dije que sí, que la Empresa había perdido mucho dinero con ese problema y que no me veía con las fuerzas para ello y que mi equipo tampoco me veía capacitado.

El Socio preguntó a Inma si eso era cierto.

Inma, entonces dijo, que era verdad, y es que era la verdad, que la situación con el cliente me había pasado factura y que el equipo me veía muy tocado, y ella añadió que también ella me veía tocado.

Él que era un hombre visceral, dijo que salvo que Inma opinase otra cosa que no había más salida que el despido, me dijo que el pasar de ser Gerente a administrativo no tenía precedente en la empresa y que pensaba que era poner a alguien desmotivado en la empresa.

Inma,que le manejaba como ella quería le dijo que antes de precipitarse en echarme,  quizá el error había sido de la Empresa al contratar a alguien tan joven para un puesto alto, le dijo que tenía un perfil dual y que quizá podría reconvertirme ella a ser su administrativo.

Usó el “su”, con toda la intención.

Antes de que el Socio interpelase, ella añadió, que le recordaba que ella llevaba una facturación superior a millón y medio de euros y que había entrado un nuevo cliente en su departamento, le dijo que ella precisaba de un administrativo que dependiese de ella al 100%, ya que manejaba mucha información confidencial y el nuevo cliente tenía mucho trabajo administrativo.

El Socio se quedó en silencio y reflexionó diciendo que quizá había sido un error, no por mí, sino por mi juventud y que quizá lo que dijese Inma tenía razón, pero que las Secretarias podían hacer ese trabajo.

Ella le dijo que las Secretarias estaban todo el día en centralita y que no fuese machista, que un hombre también podía hacer ese trabajo, el Socio sonrió la broma y se quedó pensando, la dio la razón en que el cliente nuevo iba a meter mucha pasta, Inma le dijo que necesitaba alguien de confianza que únicamente dependiese de ella.

El Socio me miró y me dijo que, que pensaba de todo eso, de ser la “Secretaria de Inma”, yo le dije que me pusiesen a prueba y que intentaría hacerlo bien, que es cierto que yo también me veía muy joven para el puesto y que no tenía problemas en trabajar con una mujer de jefa.

El Socio se levantó, diciendo que entonces no había nada más que hablar y que siempre que firmase la reducción salarial y que Inma lo aprobase estaría todo cerrado.

Inma añadió, que sería conveniente hacer una comunicación a clientes y otra interna, la de clientes dijo el Socio que prefería hacerla el mismo y Inma le dijo que ella haría la interna, le dijo a Santiago que en cuanto ella hiciese la comunicación sin más dilaciones se procedería a firmar la minoración salarial y hacer efectivo el nuevo puesto.

El Socio que tenía otros problemas en la cabeza, dijo que OK y se despidió de mí diciendo que esperaba que me adaptase a la nueva situación, y que ahora no quería quejas, yo les agradecí a los dos la confianza.

Me quedé en el despacho, suspirando tras el suicidio profesional, con Inma ya a solas y ella sonrió feliz, le dijo que exactamente había ocurrido lo que ella quería y que me agradecía el hecho, me dijo que había dado un gran paso y que ahora me exigiría más que nunca.

Ella me dijo que de no haber hecho eso estaría despedido y que al menos ahora gracias a su capote podía seguir trabajando.

Yo volví al que iba a ser mi despacho y ella se fue rauda al portátil a escribir mi epitafio en el mail que recibí a los 10 minutos ponía lo siguiente copiando a toda la empresa.

De:Inma Anduva

Para: TODA LA EMPRESA grupo

Asunto: Movilidad funcional Ricardo Pélaez Gómez

Como todos sabéis ha entrado un nuevo cliente en Fiscal con Matriz Holandesa que va  duplicar los beneficios del área, de cara a reforzar el área Fiscal, comunicamos que Ricardo pasará con efectos de lunes 10 de Octubre de 2011 a ser mi administrativo y dejará de ser Gerente en la compañía.

Las razones han sido que el trabajador voluntariamente renuncia a la Gerencia y se le ha acomodado en la comentada posición administrativa, posición en la que únicamente dependerá de mí.

Su puesto será ocupado de momento por su compañera Laura que de momento mantendrá su misma categoría profesional.

Fdo. Inma

Sin duda en cuanto vi el correo afortunadamente era la hora de la salida y claro el revuelo fue la leche, en la empresa nadie entendía nada, pero Inma mandaba mucho y nadie cuestionó el correo electrónico, yo estaba muy nervioso y Inma entró en lo que ya era oficialmente mi despacho, y cerró la puerta.

Me dio mi nuevo contrato de trabajo, mi bajada de salario y mostraba mi nueva categoría profesional, ella lo firmo por la parte de la empresa ya que estaba apoderada y yo lo firmé como trabajador.

Al firmarlo ella sonriendo ,me dijo que eso me convertía oficialmente en su esclavo y que si iba a ser sumiso a sus órdenes como yo mismo había dicho.

A ella la encantaba pasarse de la ralla y no la interpelé tragué saliva y cogí mi copia del contrato.

Me dijo que el lunes y en lo sucesivo me desplazaría sin demora a su despacho, me dijo que no quería verme relajado y que pese a que había dado un gran paso no podría relajarme, me miraba con sus ojos oscuros y sus rizos de peluquería, me dijo super seria y quitándose su máscara, que quería un auténtico esclavo, no un administrativo, que si me pedía que la llevase papel higiénico al wáter se lo iba a llevar, me dijo que si me pedía que fuese a limpiar su casa que iría y que a la menor rebeldía, me echaría a la puta calle.

Yo en ese momento, apretando los dientes y super nervioso, le dije que aceptaría todas sus órdenes, firmé el contrato con la mano temblando.

Ella entonces se fue al baño haciendo mucho ruido con sus tacones, yo cerré mi ordenador, toda la empresa se había ido ya a casa, o al bar para comentar el cotilleo del año, en ese momento, cuando me estaba yendo, sonó mi móvil era el número de Inma que me llamaba desde el baño, me dijo que fuese ahora mismo al baño de mujeres, me lo dijo en una voz firme pero susurrando.

Yo colgué el teléfono sabía que ir hacia allí, era tener trabajo y el irme era ser despedido, temblando y tras pensarlo muy poco tiempo fui al baño de mujeres, con un corte terrible, miré que no hubiese nadie y vi que la puerta estaba entreabierta.

Había un lavabo y dos puertas al fondo, una estaba abierta y la otra cerrada, llamé a la puerta cerrada y entonces se abrió la puerta.

Inma abrió la puerta y la cerró dejándome dentro del servicio con ella. Ella estaba sentada en la taza, con su falda de piel plegada y de repente ella sin dejar de mirarme se bajó la bragas negras y escuché como meaba, caía el líquido y ella sonreía mirándome fijamente a los ojos sin hablarme, ella indicó con el dedo que me arrodillase y lo hice hasta ponerme a la altura de la taza.

Ella me dijo que mañana por la mañana quería que le preparase una propuesta al nuevo cliente Holandés, así como un contrato de servicios…

No lo podía creer, allí estaba ella con las bragas bajadas, meando y dándome tareas para el día siguiente, no quería levantar la vista, o vería frontalmente su coñito.

Ella sonriendo, después de haberme dictado el trabajo para el día siguiente, tomó papel higiénico y lo puso en mi mano.

_Límpiame.

Mi mano temblaba visiblemente y la acerqué despacio hacia su intimidad, ella viendo mi pudor tomó mi mano y la acerco con el papel hacia su chochito que froté con el papel para quitarla los restos de orina, guiaba lentamente mi mano hacia su chocho, ella con la otra mano me tomó del cabello y me miraba con la mayor mirada de zorra satisfecha que pudo al haberla limpiado, tiré el papel al wáter entre sus muslos.

Ella se levantó delante de mí y se subió lentamente sus bragas y los panties, yo quité la vista azorado y enrojecido de vergüenza, pero entonces ella me dijo que la mirase a la cara, una vez ya se había arreglado la falda.

De rodillas ante ella de pie, me preguntó sonriente con toda la cara de zorra que pudo.

¿Cómo vas a comportarte a partir de ahora Ricardo?

Ahora ya no hablaba de trabajo y me preguntaba eso estando de rodillas ante ella.

Yo tragando salida y súper nervioso respondí, que sumisa y obedientemente.

Ella sonrió satisfecha y antes de abrir la puerta se quedó un pequeño momento de pie ante mí, me dio dos bofetadas secas y rápidas ante las que no pude reaccionar.

Ella, mirándome con esos ojos oscuros que tanto respeto me generaban, me dijo que eso era por haberme quejado de ella y me dijo que quería una obediencia máxima.

Ella abrió la puerta, no quedaba nadie en la oficina ya y se fue con su bolso a casa, yo salí de allí a los cinco minutos, cuando comprobé que no quedaba nadie en el edificio me largué.

La semana que viene no se hablaba de otra cosa, y yo me trasladé al despacho de Inma, era como entrar en la cueva del Lobo, era un despacho antiguo de esos con paredes plásticas y puertas plásticas, la única ventana al exterior era un gran ventanal que iluminaba el despacho.

A ella le venía de perlas dicha disposición ya que cerraba la puerta y se aislaba del ruido y miradas indiscretas que se creaba fuera por las llamadas a clientes, o simple curiosidad a ver en que página web se encontraba metida.

Yo sin dar explicaciones a nadie, ya las había dado Inma en su correo electrónico me metí directamente en el despacho de Inma y conecté mi equipo para trabajar en las tareas que ella me había asignado en el baño, no había parado de darle vueltas el fin de semana al tema, incluso pensé en dimitir, pero el dinero lo necesitaba urgentemente.

Podía escuchar el cuchicheo que me mortificaba, y entonces llegó Inma, que me recibió con una sonrisa y un buenos días, ella cerró la puerta y entonces me dijo que pese a la comunicación por email, ella consideraba que debía comunicarlo verbalmente a todo el equipo, me dijo que ahora la dejase hablar a ella, y que estuviese presente de pie junto a ella cuando lo dijese.

Inma entonces salió del despacho y yo me situé a su derecha, ella dijo que necesitaba un poco de atención, lógicamente el silencio fue sepulcral, la gente ansiaba información.

Ella poniéndose de pie con las manos en jarra, se sentó en una de las mesas cruzando las piernas y dijo que aunque su correo electrónico había sido escueto, quería dar más explicaciones, les dijo que habían estado muy cerca de despedirme por razones conocidas por todos  y todas.

Dijo que yo, antes de ser despedido, voluntariamente me había ofrecido a trabajar como su asistente personal y dijo intentando contener la sonrisa, que ese puesto, era como una especie de Secretaria, ella dijo que esa degradación profesional no había sido impuesta y que yo había pedido voluntariamente ponerme bajo sus órdenes.

Yo estaba absolutamente mortificado, era mentira, ella me había obligado a ello, pero ella continuó….

Dijo que lógicamente pasaba a ser un administrativo de la empresa y que ya no era ni jefe, ni nada parecido.

Añadió que Laura la que antes era mi empleada iba a realizar mi trabajo, la dijo que de momento no la podía promocionar, pero que si su desempeño era óptimo en menos de un año promocionaría a Gerente.

Refiriéndose a mí, añadió, que rogaba al equipo, que no me pasase dudas de mi antiguo trabajo.

La tortura terminó, aunque añadió, ahora todos a trabajar, y refiriéndose de mí, dijo y tu pasa a tu nuevo cuarto de castigo….y me dio un golpecito en el culo.

Lo dijo en tono de burla, y los pelotas de los compañeros rieron la gracia.

Ella me dejó pasar primero y tras pasar ella, cerró la puerta y suavemente para que no hiciese ruido echó el pestillo muy suavemente.

Ella suspiró, y puso los brazos en jarra mirándome hacia mi mesa, me dijo que ahora la había demostrado que realmente podía llegar a ser sumiso y obediente, pero me dijo que el camino de la obediencia de un hombre a una mujer, era un camino duro, que exigía sacrificios.

Yo un poco harto y nervioso la dije lo que pensaba, la dije que lo que me había obligado a hacer en el baño la semana anterior era acoso sexual y que no sabía cómo había podido ceder a su chantaje, la dije, de nuevo nervioso y llorando que ya me daba igual todo y que sólo quería hacer mi trabajo y cobrar, pero que eso no significaba que me humillase.

Ella sonrió y dijo muy bajito sin alzar la voz, que me olvidase de una maldita vez, de echarla más pulsos, me dijo que si seguía jodíendola, el relegarme a ser su administrativo sólo era el comienzo.

Yo alzando la voz para que se escuchase fuera la dije que si se la ocurría humillarme de nuevo iría a los Socios, entonces ella suspirando y con gesto cansado, hizo algo que me hizo quedarme blanco.

Ella sacó una carpeta verde de su cajonera, mientras me decía, que la obligaba a hacer algo que ella no quería hacer, nunca lo olvidaré, en esa carpeta verde se acreditaba documentalmente que parte del marrón del cliente lo había generado yo, pero lo más grave era un ajuste donde imputaba los pagos de un trabajador en otro, y eran cuantías enormes.

Es el típico ajuste irregular que creo que nadie hace y yo pensé que nadie se daría ni cuenta, pero que si saliese a la luz era un motivo de delito claro, había sido una negligencia profesional totalmente documentada, esa zorra me había investigado al milímetro, pero ella no se quedó así.

Sacó otra carpeta de fotos que me helaron la sangre, estaba yo en un puticlub con una prostituta, en una mano tenía una copa y en la otra agarraba a la chica que me besaba en el cuello, reconocí la foto rápido, era la despedida de soltero de mi hermano, habíamos ido a un puti, y realmente ninguno fue a mayores.

Mi hermano salía en una posición más comprometida, ya que le estaban quitando los pantalones y le tocaban el paquete.

Fue la típica copa de puticlub, pero sin pasar a mayores, lamentablemente en la foto aparecíamos mi hermano y yo y realmente parecía que iba a pasar lo que iba a pasar.

No me preocupó, pero me preocupó mucho la tercera foto que sacó de mi hermano en acción con la prostituta, ni yo sabía que había pasado eso, la foto desde luego no era un montaje, y el propio sorprendido era yo….

Entonces entendí todo, yo había comentado en la empresa que tenía ese fin de semana de hace dos meses la despedida de soltero de mi hermano, en esa época mi relación con Inma era muy tirante, ella no había duda, me había puesto un detective….

Yo sacudiendo la cabeza la dije que estaba loca, que no entendía que llegase a esos extremos, y que si metía a mi familia por medio tendría problemas, pero entonces ella se puso furiosa, me dijo susurrando que esas fotos irían a la mujer de mi hermano, si volvía a echarla no un pulso, un pulsito.

Yo ardía de ira, estuve a punto de pegarla, pero ella entonces sonriendo y queriendo deleitarse me dijo que a la menor rebeldía por mi parte esas fotos irían a casa de mi cuñada, yo estaba mortificado y hecho polvo.

Yo me quedé en silencio, respirando con ira, admitiendo mi derrota, ella que sabía que se habían oído gritos por mi parte, me devolvió la jugada y chilló para los que estaban fueses escuchasen con nitidez.

_¡¡¡¡Ni se te ocurra volver a replicarme!!!!!, ya no eres jefe ni, nada parecido, ¡¡¡¡¡así que compórtate como lo que eres, mi subordinado!!!!!!

Ella lentamente, se quitó el cinturón de la falda, me dijo de nuevo susurrando que ahora me bajase los pantalones, yo me los bajé llorando de pura rabia, ardía de ira y ella sonriendo dijo que me bajase lentamente los calzoncillos y en silencio.

Yo llorando de nuevo, muy nervioso, me bajé lentamente los calzoncillos, reconociendo mi derrota y accediendo a sus órdenes, estaba siendo chantajeado y ella jugaba muy duro

Ella se sorprendió y sonrió divertida al ver mi erección, me dijo cogiéndome y apretando mis testículos, que era curioso como a muchos hombres les excitaba que una mujer les controlase.

Me dijo que me tumbase en su silla, sobre su regazo ella tenía mi culo a su disposición, me sentí muy humillado y vencido por esa zorra que me chantajeaba, me dijo que me iba a comenzar a azotar y que no hiciese ruido que estaban mis compañeros escuchando.

Ella tomó su cinturón de cuero rojo finito y tomándome los huevos con una mano,comenzó a azotarme con golpes secos, y dolorosos con la otra, aguanté los primeros envites, ella se quitó la chaqueta, la podía ver en un espejo que tenía en el despacho, la veía sonreír sádicamente por cada golpe seco que me propinaba, me tomó del pelo con una mano y comenzó a azotarme con una sola mano, yo estaba cómicamente sobre sus muslos y ella me azotaba inmisericordemente, podía ver sus tacones, mi cabeza estaba a la altura de sus zapatos negros de tacón.

Ella sonrió triunfante, me dijo que absolutamente todos los días me iba a azotar, y que esa era la única manera de conseguir la obediencia incondicional de cualquier hombre, yo llorando la dije que no volvería a echarla un pulso, entonces ella se quitó su zapato de tacón y me susurró al oído que me iba a azotar con sus zapatos, comenzó a golpearme con fiereza y rabia en el culo que ya tenía rojo azulado de los moratones, a veces me metía su tacón y hurgaba en mi ano, yo en ese momento lloraba desconsolado, pero lo que me mataba es que mi erección iba a más, ella al tener con la otra mano mis testículos los apretaba y era consciente de que yo ya no tenía el control en mi cuerpo.

Ella bajó más mi cabeza y me dijo que besase sus pies, besé sumiso sus pies embutidos en el nylon delicado de sus panties, me degradé absolutamente ante ella.

Ella susurraba , que los besase esclavo, mientras me susurraba, me introdujo su meñique en el culo.

Luché por controlar mi eyaculación, no podía correrme ante el castigo, pero el oírla decir mientras me azotaba que ahora era ella la que mandaba, y la vista de sus limpios zapatos de tacón fueron demasiado….para ese momento ella había introducido completamente su dedo corazón él en culo

Ella entonces, se puso furiosa y sorprendida al haber eyaculado en su falda de cuadros,

Entonces ella cabreadísima me tomó del pelo y llevó mi boca hacia mi propia eyaculación, diciendo que limpiase rápido ahora mismo ese desastre.

Sumisamente, vencido y con asco hice lo que ella me pedía, era cierto que el castigo había transformado esa ira en la más absoluta sumisión, y ella quería ver exactamente su victoria, ella satisfecha, decía que chupase, que quería ver mi lengua lamer

Era asqueroso y repugnante todo eso, ella sonreía viendo como lamía mi propia corrida de su falda, comenzó a susurrarme que esa era la actitud que quería de mí.

Como castigo, recibí otra tanda de zapatazos, mi culo que estaba amoratado, ella paró un momento para respirar sofocada por el cansancio.

Sonreía pletórica, me dijo que la dijese quien mandaba allí, yo susurrando la dije que mandaba ella, pero ella triunfante dijo que ahora quería que hablase alto, yo dije en alto que la que mandaba era ella.

Pude escuchar las risas al otro lado de la puerta.

Finalmente me dijo que me sentase en mi silla, y abrió la puerta del despacho violentamente, la gente se sentó en sus puestos pues estaban cotilleando, el despacho eran dos mesas, en las que Inma quedaba al fondo del despacho y yo al inicio del mismo.

Ella increíblemente en ese momento volvió a adoptar una postura profesional y me dijo que esa tarde tenía que presentar una propuesta a una clienta, era una nueva clienta y me dijo que yo desde luego no iba a presentar mi antiguo área.

Yo la dije que iría como su secretario y administrativo, ella sonriendo me dijo que yo iría de lo que ella me dijese que fuera, la perdí perdón por el atrevimiento.

Me quise ir a comer con los amigos de la empresa, pero entonces Inma me dijo que de eso nada, que quería comer conmigo a solas para aclarar mi situación en la empresa.

Yo respiré agobiado, esa mujer no quería darme cuartel, me llevó a un restaurante Italiano y compartimos mesa, ella me dijo que no la había gustado el pulso que la había echado, yo estuve a punto de volver a cometer el error de decirla que no me gustaba que me chantajeasen, pero me callé.

Pero ella claramente quería ver la ira y rabia en mis ojos, que nunca mienten, ella sonrió y me dijo que estaba rabiando por dentro, por que una mujer me tuviese cogido por los huevos. Me dijo que el castigo diario y la obediencia a la mujer me transformarían.

No la contradije, era verdad rabiaba por la manera en que estaba siendo chantajeado, pero lo que realmente me hacía arder, era que me excitaba esa situación y sobre todo que ella lo sabía.

Ella sonriendo me dijo que si me había gustado mi castigo, yo con el culo dolorido asentí con la cabeza, pero ella me miró con cara de asesina, la dije que había disfrutado siendo sometido por ella.

Ella me dijo que ya se había dado cuenta de mi disfrute, pero me dijo que la que tenía que disfrutar era ella.

Ella entonces me dijo que si tenía un kleenex, yo lo saqué de mi bolsillo y ella me dijo que la limpiase los zapatos, me dijo sonriendo y mirando a los ojos, que limpiase.

Yo me levanté de la mesa y acudí a donde estaba sentada, afortunadamente no había más comensales, pero una de las camareras del restaurante pudo verme arrodillándome ante ella y limpiándole los zapatos a mi jefa.

Yo me sentí violento y me quise incorporar, y Inma dijo que no estaban suficientemente limpios, mientras limpiaba llamó a la camarera para pedir, la chica algo azorada, ante la extraña situación fue con una libreta y apuntó lo que la pedía mi jefa.

Cuando me tocó a mí Inma pidió lo que la vino en gana para mí, yo no rechisté y seguí limpiando.

Ella al ver sus zapatos brillar me tomó del pelo y me dijo que ya estaban suficientemente limpios, me volví a sentar, pero ella había dejado mi plato pegado al suyo y la silla también.

Una mantilla que tenía la mesa nos tapaba y entonces ella abrió por debajo de la mesa la cremallera de mi pantalón y palpó mis calzoncillos, me sonrió mirando a los ojos al advertir mi erección de nuevo.

Me dijo, que la parecía mentira que el estar a sus pies, me excitase tanto, yo estaba azorado y bastante agobiado, ella me subió la bragueta de nuevo y mirándome a los ojos me dijo.

_Quiero que me demuestres tu obediencia total,  sin reservas y sin traiciones, pienso azotarte a menudo, perdona pero creo que es la única manera de fiarte de mí, con  el tiempo no será necesario, pero es la única manera de ganar confianza en tu conducta.

Yo la dije que no volvería a echarla un pulso y que la obedecería, tras un pequeño silencio la dije que aceptaría su castigo,  ella sonrió exhultante y me beso en la boca.

Fue ella la que guió el beso, me metió la lengua en la boca y yo seguí su juego, era una situación, muy comprometida, nuestras lenguas chocaban juntas.

_Eres mío, serás completamente mío.

Mi erección en ese momento era máxima y creo que ella lo sabía.

Me dijo, tras soltarme, que a ella su marido la había puesto los cuernos hace cosa de dos años, y me dijo que desde entonces ella decidió perdonarle a cambio de que él se sometiese a sus deseos, me dijo que su marido había descubierto el placer de la sumisión, pero que quería llevarle a otro nivel.

Salimos de la comida directos a la reunión con el cliente, entramos en un taxi, ella llevaba esa falda de cuadros en la que me había corrido esa mañana, no se notaba el manchurrón, que había lamido de una manera servil.

Antes de entrar me di cuenta que era una empresa de lencería Francesa y que querían externalizar la contabilidad de la empresa, ella me dijo que llevaría la voz cantante en la reunión.

Ella entró en la sala de juntas, con sus tacones haciendo percusión, entró la Directora Financiera una chica con rizos de unos treinta y muchos,  Inma se presentó como Socia del área de Contabilidad y a mí me presentó como su Asistente.

La dijo a la chica el detalle de los servicios que ofrecíamos a los clientes y añadió que era una empresa con un 90% de mujeres, la dijo que en su departamento todas eran mujeres, menos yo, la dijo que en mi caso yo era el administrativo que servía a todas las mujeres de la empresa.

La mujer que se llamaba Yolanda, escuchaba atenta a los datos de la empresa, Inma era una gran vendedora y conseguía lo que se proponía. En un momento de la reunión Yolanda dijo que tenía que traer unas carpetas con documentación contable, Inma muy serena me dijo a mí que me levantase y que trajese la documentación a Yolanda.

Yolanda miraba divertida, como cumplía las órdenes al milímetro, Inma que era muy perspicaz, la dijo que ese era mi trabajo, y que era una gozada el tener a un hombre a su disposición, que los hombres habían tenido durante muchos años secretarias y que habían tenido que aguantar sus madres muchas afrentas y situaciones que hoy afortunadamente estaban superadas.

Ella graciosamente me dio una palmada en el culo para que fuese a por las carpetas, Yolanda río divertida ya sin poder contenerse.

Ella le dio la razón a Inma, y la dijo que admiraba su mando y que también le gustaba el ver mi obediencia a ella, Yolanda dijo que siempre había sido feminista, pero no por desprecio al hombre, sino porque su madre había sufrido malos tratos de un padre alcohólico que se desentendió de ellas.

Inma , la calmó ya que la mujer se emocionó al recordar ese pasado tan doloroso y gastándola una broma, la dijo que eso ya formaba parte del pasado y que ahora se fijase, estaban dos mujeres en una sala de juntas con total toma de decisión y el único hombre de la sala estaba subordinado a ambas.

Yolanda era una mujer herida y emocional , no pudo contener el llanto y Inma trató de consolarla, yo también me vi incómodo, un hombre había pegado a su madre, y esas heridas tardaban en cerrar.

Yolanda avergonzada nos pidió disculpas, le dijo a Inma que perdonase, pero es que lo había pasado muy mal, su madre había sido humillada una y  otra vez por su padre, yo entonces entendí ,que el hombre se había propasado en el pasado con la mujer en general y que en este nuevo siglo , las cosas iban a cambiar,

Yolanda la dijo que su padre había abusado sexualmente de ella cuando era pequeña y que su psicólogo la había recomendado hablar de ese tema, sacarlo fuera….

Inma, se quedó en silencio, asustada ante el dolor de esa mujer,la dijo que no había nada que perdonar, y que no hacía falta que me pidiese perdón a mí, entonces Inma le comentó mi historia, de que había sido un gerente en la empresa, y que había acabado en la empresa como el administrativo más bajo de la misma, la dijo que yo la había puenteado y que ahora me encontraba en esa situación únicamente por mi culpa.

Lógicamente no la comentó el chantaje que me había realizado, pero Yolanda alucinaba con la historia, yo tenía grabadas a fuego las palabras de Inma en la que cualquier falta de obediencia, tendrían unas duras repercusiones para mi hermano, ella me miraba con esos ojos oscuros que tanto me asustaban, que parecían decir, si me desvelas te acordarás de mí.

Yolanda claro ya no me miraba con ojos de admiración, por mi sumisión sino con ojos malignos, que parecían decir, te mereces esa situación por plantear pulsos a tu jefa. La reunión continuó su curso, Inma no paraba de pedirme que hiciese fotocopias, que trajese cafés, etc.

La complicidad entre Inma y Yolanda fue creciendo, y finalmente quedaron en que la remitiría una propuesta de servicios, yo al ver la venta casi cerrada la dije que se la remitiríamos al día siguiente.

Inma de repente me dio un tremendo bofetón que casi me tira al suelo, me dijo que fuese la última vez que hablase sin su permiso, me gritó que repitiese lo que había dicho, yo la dije como un niño asustado que no volvería a hablar sin su permiso, entonces ella me dio otro bofetón delante de Yolanda, y me dijo que ese era para que no se me olvidase en la vida que no se debía interpelar a una mujer.

Yolanda guiñando el ojo dijo que la propuesta estaría aprobada sin problemas, que si manejaba así a los hombres de la empresa, que que haría con las cuentas.

Los meses fueron transcurriendo, simplemente asumí mi rol de administrativo en la empresa, ella ejercía completamente control sobre mí, durante esos meses no viví ningún episodio vergonzante, como lo del cuarto de baño, pero de repente pasó algo que hizo que ella decidiese llevar el tema a otro nivel.

Era una tarde de invierno, a eso de las 19h, se había ido toda la plantilla, Inma tenía una propuesta grande que entregar y me tuvo trabajando en ella, no permitía que yo me fuese antes que ella, entonces ella me dijo que bajase un momento al mercado ya que había salido a un cliente y se la habían mojado los panties, y no quería una pulmonía, llovía a cántaros y no había nadie en la oficina.

Yo sabía que no me podía negar, era realmente como la secretaria de Conchita y sabía que otras secretarías hacían curros peores para los Socios de la empresa, la pregunté la talla y la marca, así como el color

Ella sonriendo satisfecha sabiendo que podía empujarme cuando y donde quisiera, me dijo que los quería de Marie Claire, en color negro, y la talla era mediana. Bajé a la tienda de lencería y allí me vendieron los panties para Inma, volví a subir al despacho y ella abrió la cajita, me dijo que muy bien…..que se me podía encargar mucho trabajo extra, aparte del que hacía.

En ese momento ella me dijo, tras levantarse de su silla y cerrar con pestillo la puerta de su despacho, que se había separado y que habían pactado la custodia compartida, estaba devastada y por primera vez sentí compasión de esa mujer que me martirizaba, comenzó a llorar desconsolada y yo la intenté consolar, pero ella era emocionalmente un bloque de hielo y no quiso empatizar, todo lo contrario, me retiró violentamente la mano que intentaba tocar su hombro en consuelo y con una mirada rabiosa de odio infinito, me dijo que estaba muy tensa y que necesitaba tranquilidad

Volvió a llorar, pero tenía una rabia contenida de haberse volcado conmigo a nivel emocional, al menos me consoló que era humana y que a futuro podría liberarme de su opresión, pero eso indicaba que no la conocía en absoluto, de nada….

Ella mirándome con las lágrimas en sus mejillas volvió a su mesa y sentándose en su silla, me dijo que me pusiese entre su mesa y su silla

Yo me quedé paralizado, no sabía a qué se refería, pero ella mirándome con los ojos oscuros y severos, me dijo que no hiciese pedírselo de nuevo, que sabía lo que quería.

Sus ojos negros y oscuros hablaban por sí mismos, estaba la oficina cerrada y con llave, llovía fuertemente, la lluvia golpeaba los cristales con inusitada fuerza, entonces ella sin apartar su mirada, apartó lentamente su silla de la mesa, entonces no me cupo duda.

Ella me susurró que quería ver como la demostraba quien mandaba ahí, yo muy nervioso me arrodillé ante el hueco que me había dejado y vi que sus piernas se descruzaban, pude advertir que efectivamente que el fino nylon de sus panties estaban húmedos , parecía que un autobús la había mojado los panties, se los quité con las manos temblorosas y ella sonriendo me dijo que la mirase.

Yo totalmente sometido la miraba de manera huidiza para no expresar mi verguenza, pero me costaba mantenerla la mirada y ella se relamía de gusto a ver como la quitaba sus zapatos y la bajaba sus panties.

Sin tener ordenes para ello la tomé las bragas con la boca, imaginé que la gustaría ello, y arrastré sus bragas brasileñas negras, que estaban totalmente perfumadas por su aroma.

Ella no pudo aguantar más y me dijo que fuese hacia ella, que entrase en ella, tomó mi cabeza y  la dirigió hacia su vagina, opuse una pequeña resistencia, pero entonces recordé en el chantaje al que estaba sometido, no podía creer que la mujer que me había destrozado, me tuviese así bajo su mesa….

Comencé a chupar su clítoris, con mucha delicadeza, ella jadeaba con fuerza y me apretó la cabeza, totalmente asfixiado introduje totalmente mi lengua en su chocho de mujer madura de cuarenta y tantos, ella gemía descontrolada de placer, hacía tiempo que no la habían montado y ella estaba gozando del momento a tope, sus jugos estaban manchando el cuello de mi camisa, ella susurraba totalmente abandonada al placer que la comiese el coño, cosa que hice sumisamente, de una manera rítmica y secuencial, ella susurraba que era de su propiedad y que mirase donde estaba el gerente ahora, entre las piernas de la que realmente mandaba allí.

Entonces hice algo que sabía que deseaba, hablé y la susurré que deseaba ser su esclavo y que admitía mi derrota ante ella, que haría lo que ella me pidiese.

Ella sonreía hinchada por la excitación, sus mejillas ardían, sabía que fantaseaba con su marido ahí debajo, pensaba que era su manera de vengarse de su marido, pero no era así, realmente aislaba un tema de otro, estaba divorciada, fracasada, pero compensaba ese fracaso, con el inmenso poder que tenía en la empresa, y el descomunal control que ella sabía que ejercía sobre mí.

Entonces ella me dijo que pusiese mi cabeza en su silla, noté como se levantaba y encajó su estupendo culo en mi cara, me miró sonriendo antes de bajar de nuevo, podía respirar en los pequeños estertores de placer que ella tenía, estaba sentada en el trono de la reina, en la cara de los hombres que tanto daño profesional la habían hecho, esa era su dulce venganza, el triunfo de la Diosa, la amazona que somete al hombre como esclavo.

Mi lengua estimulaba su vagina, mis acometidas eran rítmicas y serviciales, mi vista sólo podía ver su cabello oscuro y negro y la curva de su culo sobre mi cara, escuchaba sus gemidos y susurrar que siguiese que no parase, que así me demostraba ser un buen administrativo….

Pero notaba que ella, totalmente cachonda y desinhibida, se echaba ligeramente hacia adelante, estaba claro que quería mi derrota, mi sumisión, donde su pequeño ano se acercaba a mi lengua, ella quería que firmase ahí mi derrota con mi lengua, lamer literalmente el culo de mi jefa, de la mujer que me había degradado profesionalmente, era una claudicación, una rendición, un arrodillamiento ante no esa mujer, sino ante todas las mujeres, no lo dudé y axfisiado y sin aire, comencé a tocar con mi lengua muy suavemente su ano, ella ya gemía en alto, probablemente nunca nadie la había hecho eso, y sólo de escuchar sus gemidos estaba yo caliente a tope.

Ella acercaba su íntimo agujero tímidamente, se desplazaba apoyando una mano en mi pecho, y mi lengua hacía vanos intentos de lamerla su intimidad, pero ella al contacto se retiraba.

Aún estaba en disposición de decir, que así era como me quería, como su lameculos particular, yo ante esas frases, en vez de sondearla ligeramente, decidí tomarla con mis manos y guiar su culo a mi lengua, ella se sentó en mi cara, pude notar toda la presión de su peso, sus aromas, su intimidad reposaban en mi boca, e  introduje mi lengua en su culito, de manera violenta, como aseverando sus palabras, de ser su lameculos, ella estaba dando chilliditos, yo estaba mareado, la vista estaba tapada por su culo que tapaba toda mi cara, estaba mareado sin respiración, solo mi lengua desesperada parecía buscar oxígeno axfisiada en su culo, de repente ella se levantó chillando de placer y puso su coño contra mi cara, se corrió en mi cara inmisericordemente……

Había oído mitos de los orgasmos femeninos, pero los gemidos de Inma ya no podían ser disimulados, eran el canto de una victoria, y tomaba mi cabeza, para que lamiese todos sus jugos, que manaban de su sexo, excitado hasta el infinito, mientras se corría en espasmos brutales, ella reía satisfecha lloraba, diciendo que mi cara olía a su coño de una manera tremenda, me dijo en sus estertores finales, con los ojos en blanco, que la encantaría llevarme a reuniones de trabajo, con mi cara oliendo a su coño y culo, que ni sus compresas habían tenido ese nivel de intimidad, que ella me había concedido.

Ella entonces, mientras se subía los panties que acababa de comprarla, me repitió mirándome, que sólo sus salvaslips tenían el nivel de intimidad que había compartido con ella esa tarde, se arreglo la falda y tras acabar mirándome a los ojos,  me dijo que de esa manera afrontaba el divorcio de una manera más agradable, me dijo que yo sería como su salvaslip particular.

A la mañana siguiente era mi último día de trabajo, ella me miró de manera pícara, sonriendo, satisfecha, eso sí ella nunca dejaba pruebas, no mandaba emails pícaros, con los que yo también pudiera chantajearla y salir de esa destructiva relación desigual.

Ella entonces , durante la jornada laboral, me dijo que su chica de la casa Peruana estaba de vacaciones y que ella se iba a ir de vacaciones a su casa de la playa, me dijo que había buscado sustituta y no encontraba a nadie….

Mirándome a los ojos, me dijo si yo estaría dispuesto a irme con ella para servirla durante las vacaciones, sonreía esperando mi respuesta.

Yo nunca había contado con eso, pensaba y soñaba en mis vacaciones como el Oasis en el que buscar un nuevo empleo y poder comenzar de nuevo fuera de ese entorno martirizante, pero ella no me daba tregua, yo acepté, no tenía otra salida, ella entonces cambió mis vacaciones y dijo ella que coincidirían con las suyas.

Al llegar a casa estaba abatido, había pensado usar las vacaciones para buscar otro empleo, pese a que me asqueaba ser un masoquista, esa situación era muy distinta, estaba siendo chantajeado por una mujer que odiaba, pero por otro lado siempre había sentido una tremenda atracción hacia ella, incluso noté dentro de mí la necesidad de denunciarla a la policía, incluso las tendencias homicidas más salvajes afloraron en mí.

Sabía que las vacaciones era un momento propicio, para ello y fantaseé con esa posibilidad, pensé que envenenarla como a una rata sería la mejor solución, pero en el fondo estaba cagado de miedo, primero ya que sabía que era incapaz de ello y segundo ella me daba un pánico reverencial, llegaba a pensar que podía leerme el pensamiento con sus ojos oscuros y pelo moreno.

También me asustaba la deriva de los acontecimientos, ya había tenido sexo con mi jefa y sabía que a ella la gustaba ir a más, me di cuenta que ya estaba degradado y que la deriva de los acontecimientos irían a más….

Inma me llamó por teléfono a mi domicilio, desconocía como demonios podía tener mi número privado, pero no podía hacer preguntas, me confirmo que efectivamente su chica Peruana estaría de de vacaciones en el mes de agosto y que si no era molestia para mí, la gustaría que fuese como su asistente.

Me dijo que me pagaría, pero que fuese preparando mi maleta, para un mes.

Colgué anonadado, había tocado fondo con esa mujer, y por un momento dudé en llamar a mi hermano para comentarle el tema, realmente estaba pagando un precio altísimo por mi silencio, creo que Inma también era consciente de la situación.

Tenía una situación encontrada, debo reconocer que en la faceta sexual disfrutada calladamente de ser sometido por Inma, pero la odiaba por cómo me había chantajeado con juego sucísimo, el silencio no me costaba en el aspecto emocional, no tenía pareja, ni hijos, pero el precio del silencio ya estaba siendo más fuerte de lo habitual.

La posibilidad de irme de vacaciones como un criado, me repugnaba, necesitaba descansar había sido un año durísimo y esa zorra me estaba mortificando, con toda la crueldad que podía…..

Tomé el teléfono y hablé con mi hermano, le pregunté si estaba su mujer Cristina cerca y le detallé lo de las fotos, lo de mi jefa, yo minimicé el acoso al que estaba siendo sometido, no quería preocuparle. Mi hermano es un gran tipo y si le dijese lo que estaba haciendo por su matrimonio, hubiera dicho inmediatamente la verdad a su mujer Cristina.

El era totalmente fiel a su mujer, hizo esta tontería, pero muchos la hacen en sus despedidas de soltero, el me dijo que si tenía que hablar con Cristina lo haría, pero le noté super nervioso.

Le dije que no se preocupase, que no tenía que haberle llamado, que el tema estaba más controlado y que tenía una oferta para cambiarme de puesto de trabajo.

Mi hermano suspiró aliviado y me dijo que sentía esa situación, yo le dije que lo que sentía es que una zorra le hubiese sacado una foto, Dios sabe como…..

Colgué el teléfono y me arrepentí de haberle comentado el tema a mi hermano, pese a haberle tranquilizado, sabía que no tenía más opción que aguantar el chaparrón.

Tomé las vacaciones al mismo tiempo que Inma, conduje el antiguo coche de su marido, ya que ella se lo había quedado tras el divorcio, era un Mercedes E, no entiendo mucho de coches, pero era tapicería de piel, la climatización era super agradable y la verdad me encontraba muy a gusto.

Ella se situó en el asiento trasero, en plan taxi, ella reía iba con unas bermudas cortas y unas chanclas , durante el viaje, me dijo que yo me quedaría en la casa de la playa haciendo la comida todos los días y la cama, ella me dijo en el viaje que la iban a ascender y que finalmente iba a ser socia, ella estaba exultante, todo la salía bien yo la dije que me alegraba, antes de enfilar la carretera de Andalucía hacia Marbella, recogió a una amiga que había sido compañera de colegio.

Era una tal Virginia, entró en el coche y de repente comenzó a hablar con Inma, lógicamente como mujeres que son comenzaron a despellejar a su marido, Inma la dijo que se lo olía, pero que en el fondo era lo mejor que la podía pasar, la dijo que desde que estaba en ese organismo sus salidas nocturnas eran recurrentes, y que al final se la pegó con una más jovencita….

Virginia la consoló , la dijo que ella llevaba más de cuatro años en esa situación y que realmente había follado más en los últimos años que en todo su matrimonio, la dijo que por favor se alegrase, que lo iban a pasar muy bien.

Esa familiaridad me heló la sangre, lo educado hubiera sido el haber preguntado quien era yo, pero al no hablarme, me di cuenta que Virginia o bien estaba al corriente de mi situación y por ello simplemente me ignoró, o bien era una maleducada, el detalle aún así, me cabreó bastante y me pareció bastante rudo por su parte.

Inma replicó a Virginia que estaba cambiando la mente y que esos 30 días la iban a venir muy muy bien para desconectar,  tras unos cuarenta minutos de charla, Inma se dirigió a mi.

_Virginia, este conductor no sólo nos llevará a Marbella, será Chofer, cocinero, asistenta y todo lo que precises, considéralo como tu mayordomo.

Llegamos a Marbella, Inma tenía una casa muy privada, rodeada de setos y un enorme portón, un jardín afrancesado y una casa con amplios ventanales muy amplios.

Al llegar ellas me dejaron las maletas y me dijeron que las colocase en el dormitorio, era el antiguo dormitorio de matrimonio de Inma y ella me dijo que ambas dormirían allí, me enseñó el cuarto de servicio, que era muy austero y poco iluminado en el sótano. Tras dejar allí mi pequeña maleta subí al cuarto donde dormirían Inma y Virginia.

Me pareció un poco fuerte que ambas durmiesen juntas, no consideraba a Inma una lesbiana, era muy juguetona y seductora, muchas veces pensé que se había acostado con alguno de los Socios de la empresa y probablemente lo habría hecho,  coloqué sus vestidos en perchas y en el baño coloqué sus colonias, separé por cajones uno para Inma y otro para Virginia, tome su ropa interior, la de Inma era más imaginativa y sexy, tenía encajes, predominaban los negros y trajo algunos panties suaves de verano, traía muchísimas bragas y tangas, algo que me pareció desproporcionado.

Virgina era más clasicota, pero me sorprendió mucho que tenía en el fondo de la maleta juguetes sexuales, un dildo y un arnés, me pareció súper raro, si decía que follaba tanto no se para que tanto juguetito, totalmente incongruente.

Me dio tanto apuro que no sabía qué hacer con esas cosas, que opté por meterlas debajo del cajón de la lencería de Virginia.

Las dos llegaron de un restaurante y al menos me trajeron un bocadillo, tenía mucha hambre, pero a mitad de bocata que me comí en la cocina, escuché un chillido increíblemente de Virginia, me dijo que subiese inmediatamente, subí corriendo las escaleras pensando que había una rata, y ella me dijo que quien me había dado permiso para tocar sus “juguetes”.

Me puse rojo al instante y la dije que había colocado sus maletas y su ropa, la pedí disculpas

Inma sonriendo, me dijo que me pusiese de rodillas ante ambas, yo me humillé de nuevo y clave mis rodillas ante las dos zorras, Inma me dijo que Virginia era su amante y que la considerase como a ella misma, me dijo que la pidiese perdón besando sus zapatos, lo que hice.

Virginia se sentó en una silla de mimbre y ella me quitó los pantalones y los calzoncillos muy lentamente, mi erección era máxima, Virginia era rubia de ojos azules, su mirada era fría las dos mujeres me imponían muchísimo,  en la silla me dijo que trajese la fusta de su cajón, yo sabiendo que iba a ser azotado por otra mujer en menos de un mes, fui a su cajón y tomé una fusta negra, de plástico duro, flexible, me iba a hacer polvo…

Virginia sonriendo me dijo que me la pusiese en la boca, yo sumisamente hice lo que ella me mandaba y a cuatro patas como el perrito que era de ellas me acerqué a ella, que tomó imperialmente la fusta, Inma estaba de pie contemplando la escena, podía ver desde el suelo los tacones de sus sandalias de piel marrón claro, sus uñas estaban pintadas en rojo oscuro, me subí a los muslos de Virginia, antes de ser azotado Conchita tomó una de las bragas negras del cajón de Virginia y me las metió en la boca, ella me puso su cara cerca de la mía y me las metió en la boca sin dejar de mirarme.

Me susurró que me iban a poseer ambas, y que tras esas vacaciones sólo querría ser su esclavo, me dijo que tras las vacaciones, yo mismo la pediría trabajar como su esclavo, pero de manera gratuita. Entonces ella me besó en la mejilla y comenzaron los azotes de Virginia.

Ser azotado por una mujer te lleva de nuevo a la infancia, a ese bebé del inconsciente que depende totalmente de su madre, que no controla su cuerpo, y del que acepta la supremacía del poder femenino, con total aceptación, del que recibe una bofetada y sólo puede llorar por no haber sido obediente.

Así me sentía, abandonado, obediente, sumiso, la resistencia me di cuenta que me hacía daño, en cambio la sumisión a Inma y ahora a Virginia me calmaba me daba paz, ellas lo sabían, las acometidas de Virginia fueron duras, severísimas e inmisericordes, la fusta de plástica era muy dolorosa, y no tardé en pedir piedad, pero Virginia no paraba, no cesaba, me dijo que el castigo al hombre era la mejor manera de postrar al macho, las bragas en mi boca no me permitían pedir perdón, sea lo que fuese que hubiese hecho más.

Inma intuyendo que quería degradarme de nuevo me las quitó violentamente de la boca, sólo podía ver las bragas negras de mi segunda dueña en el suelo, sus zapatos de tacón reposaban plácidamente en el suelo, podía ver a Conchita sentada en la cama viendo mi castigo, podía ver sus ojos, su mirada nunca la olvidaré, era la mirada de una mujer plenamente satisfecha, recién ascendida, con su mayor enemigo azotado ante ella postrado a sus pies. Su mirada me hizo correrme de nuevo, el sexo para mí había dejado de ser un mero coito, ahora la degradación ante la mujer era con muchas creces, lo que más podía excitarme en este planeta.

Comenzaba a amar esa situación, pero eso me aterrorizaba, las dos mujeres se miraron divertidas al ver mi regocijo, entonces Inma desde la cama mirándome, me dijo que me había corrido por el castigo recibido por dos mujeres, que era un chupa bragas y un lameculos.

Virginia continuó a lo suyo, me azotaba diciendo que un lameculos, sólo podía pensar en satisfacer a sus dueñas, no en ser un egoísta y correrme sin avisar, los azotes ahora, eran de máxima intensidad, mi culo estaba amoratado y comencé ahora sí, a pedir perdón, llorando las dije que sería su esclavo.

Inma comenzó a reir muchísimo, dijo que esperaba que eso lo dijese a final de vacaciones, me dijo que acabaría tras ese verano como un esclavo en su vivienda. Yo sabía que eso sería asi. El castigo recibido era brutal, pero entonces Inma se levantó y dijo que la apetecía disfrutar…..

Yo me incorporé, el culo me ardía por completo, pero estaba de nuevo excitado, ellas se miraban sonriendo, como dos cuarentonas sexys sabiendo que iba a ser un verano de ir al límite….

Inma dijo que sólo había una manera de complacer a los tres, Inma tumbó a Virginia en la cama de matrimonio, ella en ese momento estaba totalmente desnuda y sudorosa, descansó un poco de la paliza que me acababa de propinar,  Virginia tenía un pelo púbico rubio, Inma entonces me dijo que esa tarde iba a ser penetrado, me dijo que eso sí, me dejarían elegir quien quería que me penetrase….

Ambas me miraban con cara de zorras, sonriendo viendo como iba a decidir quien de las dos prefería que me llevase al que yo pensaba que era el último escalón de la degradación…

Yo sabía que era una pregunta con truco, sabía que a Inma la excitaría enormemente la posibilidad de darme por el culo, de desvirgarme analmente, realmente en el trabajo siempre me había dado por el culo de una manera metafórica, ahora podía hacer realidad sus sueños más lúbricos.

Ella me miraba a los ojos muy intensamente, Virginia también pero yo bajando la mirada, ante Inma la dije que deseaba ser penetrado por ella, entonces hice algo extra, no requerido, no era necesario, pero lo hice, por mero gozo.

Me arrodillé delante de Inma y besé sus uñas que asomaban de sus peep toes, yo sabía que eso a ella la pondría como una mula, y no me equivoqué, ella con el otro pie me puso el tacón en la cabeza, me dijo que me penetraría por detrás y que me haría el amor como si fuese una mujer.

Virginia no pudo reprimir una sonrisa y un gemido de satisfacción.

Me dijo que mientras ella me penetraba yo tendría que comerme el culo de Virginia, ya que nunca la habían procurado sexo con la lengua, yo acepté, ella retiró su zapato de tacón y comenzó a desnudarse delante de mí, me dijo que no la avergonzaba, y que iba a filmar con su cámara lo que a ella le parecía era mi degradación.

Ella se quitó la blusa y la falda, era delgada y sus pechos y culo quedaron al descubierto, se quitó unas tangas negra, que me dijo me pusiese yo.

Yo avergonzado, pero tremendamente excitado me puse las bragas tanga de mi jefa, me estremecí, cuando esa pequeña porción de tela se puso en mi culo, sólo de pensar que había estado hace segundos en contacto con su culo que ya me había comido me hacía estremecerme….

Inma se puso un arnés con un falo negro enorme, yo mismo la abroché ese artefacto.

Inma me dijo que procurase placer a Virginia hasta que se corriese. Virginia suspiró cachonda, ella también se estaba dejando llevar por el universo erótico de Inma, yo me tumbé de espaldas a la cama, abrí el culo blanco de Virginia y me introduje en el, primero con lametazos ligeros en su perineo, y ligeramente fui abordando su culo, ella gemía totalmente desinhibida….

Inma abrió la ventana, tanto Virginia como yo sentíamos la brisa de verano en nuestro culo, los pezones de Virginia se pusieron erectos por el cambio de temperatura, con mis manos la acariciaba sus nalgas , abriéndolas como una flor, para poder polinizar en el culo de Virginia, ella hablaba entrecortadamente, decía que era lo mejor que la había pasado en la vida, decía que se iba a correr, mi lengua se introdujo todo lo que pudo, valiente y decidida hurgaba en el ano de Virginia, que lloraba gimiendo….

Era mi manera de darme la revancha del castigo, pero ella se estaba deleitando tremendamente, en ese momento noté que Inma me susurraba que no me moviese, y le dijo a Virginia que el hombre que la estaba comiendo el culo, iba a ser tomado por el poder de la mujer, Virginia yo creo que ya no podía contenerse, Inma viendo que se iba correr me ordenó parar un poco sobre ella, para que pudiese tomar aire, quería retardar su orgasmo…..

Inma me movió un poco el tanga y dejó mi culo al aire, ella que había impregnado el falo de vaselina comenzó a tontear con mi ano…

Mi instinto era cerrarlo, como siempre había pasado, pero Inma me susurró, que debía dejarme penetrar por su Directora, yo accedí no se cómo pero me relajé, ella aprovechó ese momento para con suavidad introducirme toda su verga de plástico.

Inma disfrutaba del vibrador del dildo y gozaba, decía que no nos podíamos imaginar la imagen y panorámica que podía disfrutar ella en el vagón de cola, rítmicamente me la metía y sacaba, así consiguió lubricar todas las paredes de mi ano….

Ella reía me dijo que ahora sí que me tenía tomado como a una mujercita, me cogió fuerte de los testículos y los apretó, me la metía rítmicamente, me dijo que ni las putas profesionales eran tan sumisas como yo lo era con ella….

Inma me empujó de nuevo al culo de Virginia, que agradeció mis nuevas acometidas,  nunca olvidaré ese momento,  mi lengua totalmente dentro del culo de la amante de mi jefa, que estaba disfrutando,  Inma la decía que ella no podía verlo porque estaba de espaldas, pero que el hombre que la estaba comiendo el ano, estaba siendo follado como una mujer….como una mujercita, decía susurrando mientras me la metía lentamente.

Inma estaba gozando como una perra, susurraba que esa iba a ser mi subida salarial, me susurraba que ahora no era administrativo, sino puta, y que no tendría contrato, yo gemía y como las zorras le pedía más y más….

No soy homosexual lo sé, pero gozaba enormemente bajo el dominio de Inma, y ella en ese punto lo sabía totalmente y lo peor es que se aprovechaba de ello.

Fue suficiente para Virginia, se corrió a espasmos, mi lengua estaba dentro de ella y no la retiré, era su tampax, su salvaslip, Inma me decía que era su perra, su perrita, yo a ese momento gozaba de lo lindo siendo follado por ella, me tomaba del pelo y me dijo que siguiese comiendo culo…..

Virginia en esas segundas acometidas continuó gozando, pero se dio la vuelta dijo que quería ver el espectáculo de un hombre tomado por una mujer, su chocho que estaba lleno de flujos fue totalmente chupado…..

Virginia con cara viciosa no paraba de decir, que rico, que rico, yo estaba siendo totalmente penetrado, por Inma, no quería pensar en la situación, pero entonces Virginia tomó un espejo que había en el cabecero y me reflejó, pude ver a Inma con el dildo, totalmente desinhibida,

De nuevo me miró con su media sonrisa, sus ojos oscuros de Salomé, con mi cabeza en la bandeja, sonriendo maliciosamente, con cara de zorra satisfecha y me dijo a través del espejo, que me corriese, que me estaba follando como a una adolescente, y que quería verme gozar, el orgasmo que tuve fue brutal, descontrolado, la llamé a gritos ama, señora, Inma riendo se corrió totalmente desinhibida, era totalmente suyo, mi Directora era mi ama, en ese momento  supe a ciencia cierta que sería su esclavo, lo quería, lo aceptaría y lo deseaba.

Inma le dijo guiñando el ojo a Virginia, que ¿Quién quería un marido?, Virginia rió feliz, era un comienzo de vacaciones muy prometedor.

Tras esa sesión, ellas se fueron juntas a la playa, yo me quedé haciendo la casa, barriendo, fregando y haciendo la compra,  Inma volvió un momento sola a la casa, me dijo que Virginia se había quedado en la playa y que quería hablar conmigo.

Ella ahora sí puso las cartas sobre la mesa y me dijo que quería que me convirtiese en su esclavo,me dijo que ya no era un juego de roles, que sabía que había sido un juego muy intenso, pero me dijo que realmente deseaba y siempre había deseado tener un esclavo en casa.

Me dijo que cuando era pequeña tuvo una vida acomodada, con chica en casa, dijo que la sentaba muy mal el trato de mi padre a ella y que la parecía muy machista esa situación, me dijo que ahora no quería simplemente un juego de roles, sino mi transformación a su esclavo, para siempre.

Yo también me sinceré con ella, la dije que pese a haber sido chantajeado al principio ahora disfrutaba sexualmente de esa situación y que a pesar de ello, me podría costar llegar a aceptarlo.

Estaba alucinando, no estaba diciendo que no rotundamente, dejaba la puerta abierta a esa situación.

Inma me dijo que ella entendía que la renuncia a mi libertad sería máxima y que tendría que dejar mi trabajo actual, para trabajar en su casa, que tendría que aceptar castigos, humillaciones, y sometimientos, de repente me di cuenta que al oírla hablar en minifalda sobre mi futuro, estaba excitado de nuevo….

Al final hice lo que quería hacer, me deje llevar por el instinto, me arrodillé ante ella, no había nadie, no nos veía nadie y la dije que no había disfrutado con que me follase por detrás, que había disfrutado;  porque ella me había follado por detrás, que disfrutaba siguiendo sus órdenes e instrucciones y que realmente…., me costó decirlo, quería ser su esclavo.

FIN DE PARTE 1