Sumisión de cuarentena

2 parejas una casa rural y de cuarentena.

Este relato lo escribo ahora por mandanto de los 3 Am@s que tengo.

Todo empieza el fin de semana del estado de alarma. El viernes en un viaje que teníamos concertado, ya estaba paneado entre mi amigo de la infancia y socio y nuestras parejas.

El viernes llegamos a la casa rural que habíamos contratado nosotros, con todo detallado, en el interior de la península, en un pueblo pequeño, pero la casa grande, con jardín y con jacuzzi incorporado, además de 4 habitaciones, baños, sala de estar con chimenea y una cocina amplia.

Mi amigo Raúl y yo Juan, jóvenes en la treintena y con nuestra empresa online. Nuestras novias Elena la de Raúl y Ana la mía, mujeres también en la treintena y Ana estudiando oposiciones y Elena en venta online también.

Todo fue normal hasta que el presidente Sánchez decreto el estado de alarma y no nos podíamos mover de donde estábamos, ahí cambio todo. Decidimos hablar con él propietario de la casa Rural y llegamos a un acuerdo económico para poder quedarnos allí en el estado de Alarma. Nuestro portátiles siempre con nosotros e internet los problemas estaban solucionados y en caso de que necesitáramos documentación teníamos a la secretaria en la ciudad de trabajo, todo solucionado.

Aunque esa misma noche empezaron los problemas, las chicas protestaban de que siempre les tocaba hacer las cosas de la limpieza comida y todo ellas y que si íbamos a estar todo el confinamiento teníamos que repartirnos, nosotros por el contrario poníamos de escusa el trabajo y así en un tira y afloja a mi amigo Raúl se le ocurrió.

Raúl: Y por qué no, nos lo jugamos al parchís, el que pierda hará toda las labores del día y al día siguiente lo volvemos a jugar.

La idea no era mala y empezamos a desarrollarla, sería por la noche después de cenar cuando nos jugaríamos quién haría las labores al día siguiente.

El que perdiera, haría el desayuno, las camas, la limpieza, la comida y la cena.

Empezamos la partida bebiendo unas copitas. Que si uno come a uno otro a otro.. se estaba alargando y las copas iban cayendo....

Hasta que Elena soltó la bomba.

Elena: Y por qué no también el que pierda se convierte en el sumiso de la casa por un día?

Todos nos quedamos callados, sorprendidos y mirándonos con los ojos como platos.

Ana: Pues estaría bien, me encantaría tenerte de chacha en ropa interior por aquí....

Me atragante cuando escuché eso de la boca de mi novia, las risas se hicieron genéricas y aceptamos el trato.

Había que poner las nuevas condiciones, que fueron estás:

Se podría obligar a vestir o sin vestir a la persona que perdiera, humillar verbal y físicamente, además de hacer todas la labores.

Todos aceptamos ya que somos de mente abierta respecto al sexo así que no había problema.

La partida continuo y el primero en meter las cuatro fichas fui yo, me había librado, ahora solo esperaba que Ana no fuera la primera en ser sumisa.

Por suerte Ana fue la segunda en acabar, ya solo quedaban Raúl y Elena, la tensión de la pareja se hacía visible en la tirada de dados y al final.... Perdió Elena. Elena sería la sumisa de toda la casa al día siguiente.