Sueños Y Soledad

Sueños Y Soledad

Caminaba yo aquella noche por las calles solitarias de la gran ciudad pero prontamente me encontré ante la mas inmensa oscuridad, comencé a caminar por esas calles atraído por el misterio de la soledad la única luz que me acompañaba era la del alambrado publico que hacia que las sombras no fueran fieles testigos de su origen, en aquella silenciosa calle la descubrí, la que estaba bajo la luz y la que no dormía en aquella noche de silencio. Estaba sentada y observaba el cielo pero talvez sin verlo y sin duda no escucho cuando me acerque y cuando la vi no quería acercarme pero era una visión de pena y angustia aun así no quería estar cerca de ella -Detente- me dijo con una voz ronca mientras dirigía hacia mi una mirada que me recordó a una gitana que cambio mi vida -Acércate- me dijo a lo que yo conteste deteniéndome aceptando su mirada y talvez su invitación. Fue algo que aun no me explico lo que me hizo acercarme a ella y verla mas de cerca y ante la luz que irradiaba la luna sobre nuestras cabezas note sus rasgos que eran bellos y sus ojos cafés que eran tan expresivos que note la infelicidad inmediatamente pero aun no sabia si quedarme de pie ante ella o sentarme sin duda había algo en esa mujer que llamaba la atención y que atraía aun sin saber las consecuencias me senté y me dirigió una mirada tan fría como nunca había sentido alguna. -¿Eres feliz?- me pregunto utilizando un tono de voz diferente al primero que le escuche pero había algo que en este que le dulcificaba la personalidad, yo aun sorprendido por la situación no conteste ni una palabra -Te pregunte si eras feliz- repitió esta vez con lentitud -Talvez lo sea en ocasiones- le conteste en vos baja ante la mirada tan intimidante -Yo era feliz, no debería estar sola aquí en este abandonado lugar escondiéndome de quien pueda verme- dijo - Yo era feliz y aun reniego que esa felicidad me fuera arrebatada- parecía que poco a poco levantaba mas el tono y que tomaba confianza en mi -La oscuridad es lo único que define mi vida en estos días- dijo mientras veía que algo brillaba en sus manos -No debería la soledad ser tu única compañera y menos aun en estos lugares- le conteste aun sin saber por que le hablaba así -No sabes como es la vida seguramente- me contesto mientras parecía dibujar una sonrisa en su rostro. -Debes ser alguien que no conoce lo injusto de la vida, de seguro pensaras que estoy loca por llamarte y hablarte o talvez desde antes, por que estoy aquí sola y hablando con alguien que no conozco del porque estoy completamente sin compañía en estas calles en las que tuve la suerte de encontrarte, la razón para llamarte fue que no quiero morir abandonada- me confeso escogiendo las palabras muy bien y sus ojos se ocultaban tras su cabello negro -He decidido que ya no quiero vivir mas- me dijo mostrándome lo que había brillado momentos antes, era una botella muy pequeña que brillaba y reflejaba los blancos dientes de quien me hablaba -Pocas gotas de esto y este silicio que llamo vida terminara pero lamentaba irme sola y tener a nadie que me acompañe, estoy agradecida por que pasaste por aquí- dijo mientras intentaba alejarme de ella lentamente -¿Por que quieres hacer esto?- le pregunte con un dejo de miedo en mi voz -Lo hago por que no puedo soñar mas-.

Aquellas palabras me parecieron muy misteriosas viniendo de esa mujer que aun no me mostraba su rostro por completo manteniendo el misterio en todo momento –Sin sueños la vida no vale nada, antes soñaba y ahora aunque quiera no lo puedo hacer y no hay razón para vivir sino se puede soñar, es la perdida de la vida pues no hay esperanza de querer mas y de atreverse a tener sueños- me dijo mientras seguía monologando con voz ronca –Tenia sueños, si grandes sueños, pero desde que la vida me arrebato lo que mas amaba eso dejo de importarme y finalmente me abandonaron, la muerte se llevo aquel al que había amado mas que a nada y al sentir que no volvería a encontrar el amor y no podía pensar en felicidad me dedique a lo ultimo que me quedaba: Soñar- veía yo que la luz seguía iluminándonos de una manera que no parecía normal –¿Se debe morir sino se tienen sueños?- inquirió –Siempre hay sueños, es imposible no tenerlos- le dije aun desconociendo mis razones para seguir ahí sentado –He destacado lo que me hace infeliz y no has comprendido nada, talvez debí dejarte mientras caminabas y que pensaras que era una loca mas de las que hay en esta gran ciudad, debí dejarte pero no lo hice y ¿sabes por que?, por que quería mostrarte que también soy humana y que siento a la vida tal y como es y es algo que nos niega el soñar con el dolor que nos muestra a diario, es esa mi razón para estar aquí hoy y terminar mis días en esta banca hablando con alguien que no conozco, tan solo este veneno que actuara con rapidez me dará la paz que estoy buscando y que talvez solo pueda encontrar en el sueño eterno- dijo mientras me mostraba su rostro y sus ojos demostraban su decisión –he decidido que sino sueño mas no vale el vivir-dijo antes de suspirar profundamente.

-Talvez debería dejarte ir para que no me veas así, creo que lo he dicho todo, levántate y vete- dijo mientras volteaba el rostro hacia el cielo y no decía mas aun así sin mediar palabra me levante y seguí avanzando por la calle donde había llegado a aquel lugar, en la oscuridad que ya me rodeaba avanzaba y voltee una ultima vez, la vi como la había dejado con la vista al cielo.

La oscuridad me rodeo y en el sonido de la noche escuche una botella rompiéndose en el suelo.

Mientras caminaba hacia la luz descubrí el valor de los sueños que aquella desconocida me mostró.