Sueños y realidades 8

La historia llega a su fin.

Sueños y realidades 8

Encontrarme a Arthur al otro lado de la puerta hizo que casi me meara en las bragas, entonces una voz se escuchó desde dentro de la casa, esa voz no era de otro que de mi hermano Piero.

• ¿A quién vas a matar tú?

Jamás había visto a mi hermano con esa mirada llena de odio, a su lado también estaba Anke. Los dos vinieron a protegerme, ese era uno de los planes de contingencia que habíamos ideado Sergio y yo. Sabía que con mi hermano y Anke no me pasaría nada, pero la verdad que Arthur estaba loco y no podía evitar tener miedo.

• Bueno, mira quienes están aquí, antes de intentar matarme deberíais ver esto.

Arthur saco su móvil, en él se veía unas imágenes de Sergio y Rose, siendo apuntados por rifles de asalto, Arthur riéndose dijo que si le entregábamos las dos cajas que teníamos, los dejaría salir sanos y salvos.

Anke y Piero no se fiaban de él, hicieron una señal y en esta ocasión fue Arthur el que tuvo puntos rojos en su cabeza y pecho, Arthur se empezó a reír y me dijo que estaba esperando. Yo fui a mi habitación, le miré y le dije que le entregaría las cajas cuando viera salir a salvo a Sergio y Rose.

Arthur hizo una llamada y dejaron de apuntarles, pude ver como se montaban en su coche, entonces le entregue las dos cajas. Mi hermano y Anke no entendían que le hubiera dado las cajas cuando teníamos ventaja, yo guarde silencio hasta que llegaron Sergio y Rose.

Sergio me miro y yo le sonreí, los otros tres nos miraban con caras muy enfadadas, sobre todo Rose al enterarse de que le había entregado las cajas y ahora tenía todo el poder.

• ¿As terminado lo que planeamos Lisanna? – me pregunto Sergio.

• Claro, he volcado toda la información a un disco duro y he vuelto a encriptar la caja usando tu nuevo algoritmo.

• ¿El troyano quedará lo suficiente oculto? – me pregunto Sergio.

• Si, el algoritmo enmascara perfectamente el troyano que nos dará su paradero, en cada sitio que vaya.

Sergio arriesgó mucho en esta jugada, su intuición le decía que Arthur aprovecharía para venir a por las cajas, si su intuición llega a fallar, es posible que hubiera terminado hecho picadillo. Rose, Anke y mi hermano nos miraban con rostros totalmente asombrados. Habíamos creado un plan y de momento había salido bien.

Ahora podríamos rastrear a Arthur y conseguir las cuatro cajas a la vez, además que para cuando pudieran desencriptar las dos cajas les llevaría mucho tiempo. La encriptación que cree utilizando el mejor algoritmo de Sergio era la encriptación más inexpugnable que hubiera visto jamás.

Lisanna hizo un trabajo increíble, el plan conllevaba muchos riesgos, pero enfrentarse a un hombre como Arthur te obligaba a tomarlos. Cuando los hombres de Arthur nos rodearon y nos apuntaron, no las tenía todas conmigo. Pensé que me había pasado de listo y Rose lo pagaría, por suerte Arthur se comportó como predije que haría.

El troyano que metió Lisanna en las dos cajas, no solo infectaría las cajas, sino también todo dispositivo electrónico, de esa manera podríamos escuchar todas sus conversaciones por su móvil. De esa manera podríamos detener a la cúpula entera de la alianza de estas cuatro monstruosas organizaciones.

Rose me miraba muy enfadada, no la culpaba, no se pudo contener más y me encaro de tal forma que se me pusieron de corbata.

• ¡Porque no nos comentaste esta locura de plan que habíais ideado!

• Porque, para que Arthur se lo creyera todo tenía que resultar natural, si os lo hubiéramos dicho, no hubiera salido tan bien.

• Y tú que, me dirás que eres un actor de primera ¿no?

• Yo no actué Rose, mi miedo era genuino, cuando salí del vestuario, notaba como mi corazón estaba a punto de estallar.

• ¿Cuándo ideasteis este plan?

• Mientras intentábamos desencriptar la primera caja.

• ¿Entonces estabas convencido de que no tendrías que combatir contra él?

• No las tenía todas conmigo, pero tenía el pálpito que a Arthur le puede más el poder que el agravio que siente hacia ti.

Rose poco a poco se fue calmando, Piero y Anke nos miraban entre enfadados y orgullosos, ahora llegaba uno de los momentos más incómodos. Anke no sabía que Sergey era un traidor. No quisieron decirle nada hasta tener pruebas contundentes, y esas pruebas se repartían entre las dos cajas, en la primera había fotos donde se veía a Sergey reuniéndose con Arthur y en la segunda caja se veía a Sergey besándose y en actitud cariñosa con otra mujer que no era Anke y además más joven que esta.

Isabella y Nikolai llegaron a casa, les pusimos en antecedentes, Isabella no sabía si debía estrangularnos a Lisanna y a mí o abrazarnos, entonces Piero pidió a Anke que se sentara. Tenía unas imágenes que ver y le aseguro que no le gustarían en absoluto, cuando Anke vio las imágenes lo primero que le salió fue llorar amargamente. Después cuando ya no le salían las lágrimas, vi la expresión más aterradora que jamás hubiera visto ni en mis peores pesadillas.

La verdad que no me hubiera gustado estar en el pellejo de Sergey, Nikolai agachaba la cabeza totalmente avergonzado, Anke se levantó y este le pidió perdón entre lágrimas.

• No eres tú quien tiene que disculparse Nikolai, eso lo tendrá que hacer tu hermano.

Algo me decía que Nikolai no se quedaría sin hacer nada, por suerte estarían Isabella y Anke para protegerlo.

El troyano que coloco Lisanna funcionaba a las mil maravillas, este había convertido el móvil de Arthur en un micrófono que nos permitía escuchar todas las conversaciones que mantenía, pero no solo paro ahí. El troyano se fue instalando en los móviles de todos con los que Arthur se reunía. La lista fue bastante extensa, quería ser el nuevo jefe del crimen organizado y para eso se estaba reuniendo con las personas más poderosas.

Con el apoyo de estas personas Gregory y Takeda poco podrían hacer, Arthur estaba haciendo promesas antes de cazar al oso. Si esto le salía mal, su vida se convertiría en un verdadero infierno. Lisanna iba pasando toda esa información al coronel, gracias a toda esa información teníamos claro en que policías podíamos confiar y en quienes no.

De repente un día empezaron a aparecer en los periódicos, los arrestos de numerosos policías de distintas comisarías de distintos países de Europa, acusados de pertenencia a entramado criminal. Esos policías empezaron a aportar pruebas contra otros y así estallo el escándalo

Arthur se empezó a poner nervioso, desde que tenía todas las cajas, eso que tanto había soñado se estaba desmoronando. Si perdía a esos policías corruptos y después a los políticos y jueces, su sueño de ser el mandamás se iría al garete. Mando a sus expertos revisar las cajas, por si Lisanna les habría puesto un regalito en ellas. Pocos en el mundo estaban a la altura de la inteligencia de Lisanna, no solo eso, ella disfrutaba con su trabajo como no había visto a nadie, mientras trabajaba siempre tenía una sonrisa en el rostro.

Como cabía esperar, mi algoritmo combinado con la pericia de Lisanna fue indescifrable para todos los expertos que intentaron averiguar si dentro de las cajas había alguna sorpresita, otra de las sorpresas desagradables que se llevó Arthur fue que nadie fue capaz de doblegar la encriptación que había creado Lisanna. Sin las cuatro cajas liberadas Arthur no podría doblegar a Gregory y Tanaka.

Si estos dos se enteraban de que Arthur estaba conspirando contra ellos, seria, hombre muerto y nadie podría salvarlo. El único apoyo real que tenía era Sergey, este seguía saliendo con Anke para pasarle información a Arthur, Anke fingió delante de Sergey entregándole información falsa, de ese modo Arthur siempre estaba donde queríamos.

La verdad que la forma en la que Anke aguantaba las ganas de aplastar a Arthur eran increíbles, los arrestos en las altas esferas de la política europea no se hicieron esperar. Todos los movimientos señalaban a Arthur, ninguno podía decir que había sido él, pero cada arresto era una persona vinculada a él.

Arthur necesitaba a Lisanna para poder desencriptar las cajas, sin ella no podría chantajear a las únicas personas que podrían destruirle, desde ese momento tanto Lisanna, Silvia y yo fuimos protegidos en cada momento. Teníamos que acabar con Sergey que hacía de guardaespaldas de Arthur, había conseguido deshacerse de algunos escollos que podrían haber precipitado la caída de Arthur.

Una de las tardes que Lisanna y yo trabajábamos en nuestro estudio y después bajamos a comer un helado en compañía de Rose que no se separaba de nosotros, recibimos una llamada de Isabella muy preocupada. Nikolai no se encontraba en casa, había intentado llamarle pero no contestaba.

A todos se nos pasó una idea por la cabeza, seguramente Nikolai había ido a por Sergey. Isabella totalmente desesperada llamo a Anke, esta le dijo que no se preocupara. Ella se encargaría de que a Nikolai no le pasara nada, Nikolai era un guerrero bueno, pero su fuerte era el ataque a distancia, fue uno de los mejores francotiradores de Rusia, aunque estuvo en las fuerzas especiales su adiestramiento sé vaso más en ser un buen francotirador.

Sergey era un asesino, muchos gobiernos habían pagado sus servicios para deshacerse de alguien molesto para ellos. En un combate cuerpo a cuerpo Nikolai tenía las de perder y eso Isabella lo sabía, ella tampoco estaba a la altura de Sergey. Por eso llamo a la única persona que si estaba a su altura, Anke sabía exactamente donde se encontraban los dos.

Anke hablo con ella.

• Tú recogerás a Nikolai y te lo llevarás.

• ¡Él no querrá irse!

• Si mata a su hermano, es un peso que le perseguirá de por vida.

• ¿Crees que tiene posibilidades Anke?

• ¿Con sinceridad?

• Sí.

• ¡Ninguna!

Anke le explico que Nikoloai y ella hacían buen equipo porque se cubrían el uno a la otra, pero individualmente no eran tan efectivos contra un oponente como Sergey. Anke e Isabella se metieron en el coche, Anke acelero y se dirigieron a dar caza y detener a Sergey para siempre, la mirada de Anke cuando salió por la puerta daba miedo, si tenía que terminar con la vida de Sergey no le temblaría el pulso.

También pude adivinas unas lágrimas que le caían por su rostro, aunque Sergey fuera un traidor, era el hombre del que estaba profundamente enamorada.

DE CAMINO A INTERCEPTAR A SERGEY

Tengo a mi lado a una Isabella con los nervios a flor de piel, como envidio ese amor que se procesan Nikolai y ella. Yo me enamoré del hermano equivocado, empiezo a estar convencida de que nunca me ha querido y siempre ha fingido quererme para poder pasarle información a Arthur, solo tenía la esperanza de llegar a tiempo para salvar a Nikolai.

Llevaba tiempo sospechando de Sergey, su comportamiento empezaba a ser errático conmigo, pedí a uno de mis expertos que creara un rastreador que pudiera ponérselo sin que él se diera cuenta. Creo uno que se podía ingerir, en una comida que hicimos se lo puse en la bebida y al ingerirlo se quedaría alojado en su cuerpo. Mi experto me dio un mando donde ponía en que lugar se encontraba Sergey en cada momento.

Cuando llegamos al sitio y entramos a la misma empresa donde tendrían que haber combatido Sergio y Arthur, Nikolai se encontraba totalmente ensangrentado de rodillas en el suelo y Sergey delante de él apuntándole con una pistola a la cabeza, con la intención de ejecutarlo. Isabella gritó y Sergey miro hacia nuestra dirección, disparo y acertó en pleno corazón a Isabella. En ese momento no podía detenerme a mirar si Isabella seguía con vida o había muerto, Nikolai dio un grito agónico, pero su estado era tan grabe que no podía ni moverse. Saque un cuchillo de mi espalda y se lo lance a Sergey, acertándole en la mano en la que llevaba el arma. Este la soltó y dio unos pasos atrás sujetándose esa mano herida.

Me coloque delante de Nikolai y le ayude a levantarse, a duras penas podía caminar, vi que Sergey también estaba algo herido, Nikolai le había dado una digna batalla a su hermano. Cuando llegamos a donde Isabella se encontraba, este se agachó y abrazándola empezó a llorar amargamente.

Miro a su hermano con sumo odio y me dijo que por favor acabara con ese monstruo que una vez fue su hermano, yo me puse delante de Sergey, este me miraba con una media sonrisa. Estaba convencida de que creía que me vencería enseguida, él había seguido siendo un sicario y yo me había acomodado en un despacho. Que equivocado estaba y que poco tiempo iba a tardar en darse cuenta.

Sergey saco un cuchillo y yo saqué otro, corrimos uno contra el otro y nuestros cuchillos empezaron a chocar a una gran velocidad. Tengo que reconocer que Sergey era el mejor adversario al que me había enfrentado, en un momento de un rápido movimiento me hirió en el antebrazo derecho. Con ese movimiento creyó que mi mano buena quedaba inutilizada y él había ganado el combate.

Lo que el pobre infeliz no sabía era que yo era ambidiestra y manejaba el cuchillo con mucha soltura con ambas manos, le hice creer que me tenía a su merced. Lo que más me interesaba era que creyera que me había ganado, mire a sus ojos y pude comprobar que jamás me había querido. En sus ojos se podía ver lo mucho que estaba disfrutando y lo mucho que iba a disfrutar cuando me quitara la vida.

Sin embargo a mí se me partía el corazón cada vez que nuestros cuchillos chocaban, por muy despreciable que fuera Sergey era el hombre del que estaba enamorada. También sabia que este combate no terminaría hasta que uno de los dos muriera, Sergey se dispuso a darme el golpe de gracia y lo hizo atacándome por mi flanco derecho. Sabía perfectamente que no podría mover a tiempo mi brazo derecho y de ahí vendría la estocada que me quitaría la vida.

Mi brazo derecho sangraba bastante y me costaba sujetar el cuchillo, Sergey estaba tan atento a eso que no se dio cuenta de que en mi brazo izquierdo tenía otro cuchillo. Sergey lanzo su ataque y yo me moví lo suficiente para que me lo clavara cerca del hombro donde no había ningún órgano vital, para su sorpresa yo aproveche esto para de un rápido movimiento clavárselo en su garganta.

Sergey con su último aliento me echo una mirada llena de asombro, me había subestimado y lo había terminado pagando con su vida. Murió enseguida pues se ahogó con su propia sangre, yo coloque su cadáver en el suelo y entre lágrimas cerré los ojos de Sergey para siempre. Me acerqué a donde se encontraban Isabella y Nikolai y me di cuenta de que Isabella seguía con vida.

Llevaba puesto un chaleco antibalas que le había salvado la vida, le costaba respirar pues el balazo le había roto alguna costilla, pero se encontraba viva. El que me preocupaba era Nikolai, llame a Rose para cantarle lo ocurrido y que esta llamara al coronel para que atendieran a Isabella y Nikolai, pronto llego un helicóptero que los traslado a una clínica que trabajaba para el coronel, ninguno de los dos corrían peligro y después de un reconocimiento dormían placidamente.

EN OTRA PARTE DE LA CIUDAD

Lisanna y yo pudimos oír la conversación que Arthur tuvo con Gregory y Tanaka, le culpaban de los últimos acontecimientos, además Tanaka tenía sospechas que esta había tenido algo que ver con la muerte de Aiko. Lo que ni Arthur ni nosotros sabíamos era que Aiko era la hija de Tanaka, Arthur era consciente que si Tanaka se enteraba de la verdad seria, hombre muerto.

La última estocada a Arthur se dio cuando horas después de haber tenido esa reunión, en una redada Tanaka y Gregory fueron arrestados por la policía Rusa. Esas detenciones dejaban en una posición muy delicada a Arthur, ninguno tenía pruebas, pero todos le señalarían a él, nadie trabajaría para un hombre que vendía a sus aliados.

Arthur viendo que su sueño de ser el jefe se había desvanecido, solo le quedaba desencriptar las cajas y vender la información por una suma de dinero monstruosa para poder desaparecer del mapa. Para eso necesitaba nuestra ayuda, él sabía perfectamente donde teníamos el estudio. Le estábamos esperando, sus fuentes le habían hecho creer que Rose se encontraría visitando a Nikolai e Isabella y que Piero se encontraba en Italia.

Pensó que podría desvelar las verdaderas identidades de Anke y Piero, pero lo descarto, su credibilidad estaba por los suelos. Nadie le creería, Anke y Piero habían sido unos jefes muy convincentes, no se lo pensó más veces y se dirigió al estudio donde sabía que estaríamos Lisanna y yo. Toco la puerta y Rose se dirigió a abrir, miro por la mirilla y cuando vio la sonrisa histriónica de Arhur no pudo contenerse, abrió rápidamente la puerta y le soltó un puñetazo que hizo rodar a Arthur, escaleras abajo.

• Me habéis vuelto a engañar, no sé cómo, pero Lisanna le hizo algo a las cajas ¿verdad?

• Eso a ti te da igual, donde vas a ir no volverás a ver la luz del día.

Arthur se levantó muy rápido y ataco a Rose, esta lo esquivo con soltura y le propino un puñetazo desde arriba que hizo hincar las rodillas a Arthur. Este escupió un par de dientes por la violencia del golpe, saco un cuchillo a traición y se lo clavo a Rose. Rose debajo de la chaqueta llevaba una fina prenda hecha de kevlar, especialmente diseñada para detener balas y sobre todo cuchillos y armas punzantes.

Eso todavía enfureció más a Rose que de una patada lo estampo contra la pared, Arthur se puso en pie a duras penas, apretó los puños y los dientes y se lanzó a atacar a Rose, su ego no podía soportar que alguien que él creía muy inferior le estuviera venciendo tan fácilmente. Cuando Arthur lanzo el puño, Rose lo esquivo y con un golpe de su codo a la articulación, le rompió el brazo a Arthur.

Arthur desesperado, lanzo una rápida patada con la esperanza de acertar en la cabeza de Rose y que esta perdiera el conocimiento, Rose lo esperaba y se apartó en el último instante, después cogiendo su pierna con una mano, golpeo la rodilla con el codo de la otra. El sonido de la rodilla de Arthur rompiéndose se escuchó en todo el edificio, Arthur como último recurso y con la pizca de orgullo que le quedaba lanzo su último golpe. Rose cogió su brazo y de una llave lo lanzo al suelo, coloco su pierna sobre la cabeza de este y sujetando el brazo de Arthur que todavía estaba en buen estado le hizo una lleve rompiéndole el brazo por tres partes distintas.

Arthur perdió el conocimiento por el atroz dolor que sufrió, Rose miro hacia nosotros. Se le notaba ansiosa y preocupada por todo lo que habíamos presenciado.

• Sergio, Lisanna, pensaréis que soy un monstruo – con lágrimas en los ojos.

• Rose de no ser por ti, Arthur nos habría obligado a desencriptar la caja y nos abría matado – dijo Lisanna.

Yo no le dije nada, me acerque a ella y le plante un beso, que nos dejó sin respiración a los dos, sabía de qué mujer me enamore, me gustaba con sus virtudes y sus defectos. Que le había dado semejante paliza a un despojo humano como Arthur no cambiaba ni un ápice lo que sentía por Rose.

Bajamos a la heladería de Miguel como era costumbre, Rose llamo al coronel para que se llevaran a Arthur detenido y se sentó en la mesa con nosotros, pidió un helado y se lo comió con tanta gula como lo hacía Lisanna.

Una vez soñé con mi amor platónico que era Silvia, pero la realidad fue muchísimo mejor y esa realidad se llama Rose, el amor de mi vida.

EPILOGO

Lisanna desencripto las cuatro cajas, el coronel utilizo esa información para detener a los políticos, jueces y policías de las altas estancias. No fue un trabajo fácil, la corrupción había llegado a todos los sitios de Europa y Asia. Rose y yo tuvimos una reunión con Gregory y Tanaka, al principio estos no querían hablar, pero cuando Rose les enseño el video donde se veía como Arthur mataba Aiko, todo cambio.

• ¿Muy bien que queréis? – pregunto Gregory.

• Que nos dejéis en paz a nosotros y la las familias de Piero y Anke.

• Muy bien, pero con una condición.

• ¿Cuál?

• Queremos a Arthur en nuestro mismo agujero, tiene por mucho que responder.

Así llegamos a un acuerdo, Arthur sería torturado todos los días, mientras durara su condena, para su desgracia su condena seria de por vida.

Anke y Piero fueron exoneraros, el coronel presento los informes donde se acreditaba que trabajaban de incógnito, pasaron a formar parte de nuestro equipo, Anke se encargaría de la división de Alemania y Piero de la de Italia.

Isabella y Nikolai nos dieron la sorpresa, Isabella estaba embarazada, no querían saber si sería niño o niña hasta el nacimiento. Estaban muy ilusionados, nos pidieron a Rose y a mí que fuéramos los padrinos, aceptamos encantados de la vida.

Silvia y Piero empezaron una relación en serio, Silvia en Piero encontró el tipo de hombre que le gustaba, solo que a diferencia de los otros especímenes con los que había salido, Piero era atento, cariñoso y muy amable. Se mudaron a Italia.

Lisanna se quedó para trabajar para el coronel, alquilo una casa dos pisos más abajo de la nuestra para darnos intimidad como ella decía, de vez en cuando traía a chicos que decía que eran sus amigos, claro Rose y yo nos chupábamos el dedo. Eso a Piero le sacaba de sus casillas, pero sabía que su hermana era inteligente a la mar de responsable. Seguimos con la tradición de los helados, es increíble la cantidad de helados que puede comer esta mujer.

Por último estábamos Rose y yo, le invite a una cena romántica y antes del postre, hinque la rodilla en le suelo y le pedí matrimonio, Rose se tapó la boca con las manos para no gritar y se puso a llorar, solo decía que si mientras hipaba, a los dos meses de estar comprometidos me dio la gran alegría de que íbamos a ser padres. A diferencia de Nikolai e Isabella, nosotros si queríamos saber si sería niño o niña, tendríamos una niña. Eso nos hizo muy felices a los dos.

Me quede a vivir con Rose en Londres y me traje a mis padres, les compramos un piso en el edificio de en frente del nuestro, estaban mayores y además así, podrían disfrutar de su futura nieta.

FIN.