Sueños húmedos (4)
Los hermanos concretan su relación tras un día de calntamiento mutuo.
No me queda más que agradecer enormemente los mails, comentarios y valoraciones que me han dado. Por eso mi retribución hacia Uds. y sus palabras de aliento es que dejo una puerta abierta como para otros relatos, aparte de que este relato es bastante más largo (aunque no abunda en sexo). Convencí a "Gabriela" aportar más historias de su relación con su hermano apoyándome en sus comentarios. Por ahora disfruten de este:
SUEÑOS HUMEDOS IV
Cuando ya estuvieron listos para bajar, Gabriela aprisionó a Fernando desde atrás agarrando con sus manos su enorme bulto.
me quedé con ganas de tu leche le dijo al oído
y yo me quedé con ganas de dártela contestó Fernando.
Ya pensé en algo para esta noche
Qué es?
... esta noche...
Desayunaron todos en familia, entre risas y comentarios sin sentido. El aire estaba colmado de buena onda y todos disfrutaban de la reunión familiar. Los padres de Gabriela y Fernando habían planeado ya el día entre paseos, lugares para visitar y dónde comer.
Gabriela fue a cambiarse antes de salir mientras los demás la esperaban en la sala de estar. Inevitablemente salió el tema de Sergio aprovechando la ausencia de Gabriela. Sus padres le agradecieron a Fernando que alargara su estancia en la ciudad y en la casa ya que era una gran ayuda emocional para Gabriela. Fernando dijo que no se preocuparan, que ella estaba bien y que no tardaría en olvidarse de Sergio, y sobre todo que ella no estaba del todo convencida con la idea del matrimonio, y que incluso la desaparición del boludo ese era lo mejor que podía haber pasado (obviamente para sus propios intereses). Y para cerrar agregó que si era necesario se la llevaría unos días con él para que terminara de despejarse y olvidar por completo.
Fernando y sus padres seguían con su conversación hasta que los pasos de Gabriela en la escalera los interrumpieron. Fernando quedó casi hipnotizado viendo bajar a su hermana, que ahora veía como mujer. Las sandalias de tacos altos y gruesos atadas con cintas por encima de los tobillos, estilizaban enormemente las exhuberantes piernas de Gabriela, una minifalda corta tableada ocultaba su impresionante culo que se dibujaba en la tela de la pequeña prenda, con el vientre descubierto mostrando su firmeza gracias al ejercicio, y un top ajustado apretaba sus tetas perfectas haciéndolas asomarse por encima del escote, sus pezones marcados delataban la falta de corpiño, el pelo lasio y rubio, humedecido y revuelto cayendo sobre los hombros hasta la media espalda terminaba de darle ese aire de gata en celo que dejó a su hermano con la boca abierta.
ya estoy lista. vamos?
Vamos asintió el padre
No pará! interrumpió Fernando abrigate un poco, no vas a salir así Gabriela notó en el tono de su hermano la actitud de "guardabosques"
Pero si hace calor Fer. Vos estás muy vestido, por que no te cambiás y te ponés algo más liviano.- él reconoció que la intención de su hermana era que se mostrara tanto como ella.
Si, tenés razón. Me esperan?
Uy nene! Andá apurate.- protestó el padre
En un momento Fernando bajó vestido con un pantalón suelto, y una remera sin mangas que mostraba en todo su esplendor sus musculosos brazos, obviamente obra de gimnasio y cuidado personal. El también humedeció su pelo rubio y corto lo que ayudaba a resaltar el celeste profundo de sus ojos. Los dos hermanos parecían muñecos. Por supuesto Gabriela se colgó del brazo de su hermano y salieron los cuatro a pasar el día.
Fernando y Gabriela acaparaban las miradas de todos, ambos con un atractivo envidiable regocijaban la vista de chicos, chicas y adultos (hombres y mujeres) que pasaban a su lado. Sin embargo ellos estaban sumergidos en su nuevo mundo, ahora la sangre les tiraba más fuerte que antes, y no tenían tiempo para detenerse a pensar en los demás.
Recorrieron la ciudad con tranquilidad. De vez en cuando Gabriela y Fernando se apartaban de sus padres excusándose con ver una vidriera o algún local a la vuelta de la esquina y se desarmaban entre besos y manoseos en frente de todos y sin importarles nada.
En un momento en que se apartaron aprovechando que no había gente, Fernando, motivado por Gabriela, se atrevió a meterle por debajo de la ropa mientras se besaban
te tengo un sorpresita- le dijo Gabriela con su cara picarona
El bajó sus manos por debajo de la pollerita agarrando su suculento y firme culo, sintió cerca de la cintura el borde de la tanga que se perdía en el culo de su hermana
uy que chiquitita.- suspiró Fernando con notable entusiasmo y que buen culo Gaby!
Igual no era eso. Seguí buscando...
La sorpresa de Fernando fue aún mayor cuando, metiendo su mano por el frente, notó que la minúscula bombachita sólo le cubría la concha en la parte del frente y luego se metía entre sus labios vaginales señalando el camino hasta su orificio vaginal. Fernando no pudo evitar dedicarle una caricia. No conforme con eso y ante la complacencia de su hermana, corrió el borde de la bombacha dándose vía libre para meterle un dedo lo más profundo que pudo.
Los dos hervían de calentura por la situación y más aún por saberse los dos calientes entre ellos, Gabriela se sentía muy mojada y su calentura aumentaba mientras su hermano le metía ya dos dedos en su concha. Hubieran seguido con eso, pero ya demoraban mucho y sus padres no tardarían en empezar a buscarlos. Fernando sacó sus dedos del interior de la concha de su hermana e inmediatamente se los metió a la boca, chupando hasta el último resto de flujo vaginal entre sus dedos.
Ay que cochino! le dijo ella entre risas.
Hace calor y tengo sed. Tenía que tomar algo.- aseguró él con toda naturalidad y lujuria
El día era cálido, pero la calentura de ellos era mayor. Necesitaban enfriarse de algún modo y lo preferente era complacerse y no dejarlo pasar. Necesitaban un lugar para estar tranquilos, y como caído del cielo pasaron por enfrente de un cine.
Papi, papi! Vamos a ver esta peli que está buena!!!- Gabriela sabía que a pesar de sus 26 años con su voz de consentida el padre le daría el gusto.
Por mí está bien. Los demás que dicen?
Y si Gaby quiere...- dijo Fernando fingiendo desinterés, mientras sentía su pene endurecerse al máximo en sus pantalones, conociendo bien las intenciones de su hermana.
Y bueno... Vamos- asintió la madre
Entraron a la sala, dejaron que sus padres eligieran asientos y se sentaron dos filas detrás de ellos. La fila de Gabriela y Fernando casi no tenía gente y aprovechando la oscuridad de la sala, no terminaron de sentarse cuando sus manos ya acaparaban los genitales del otro. Gabriela se puso casi de costado exponiendo groseramente su culo a su vecino de fila que estaba a 5 asientos de distancia, recostó su cabeza en el hombro de Fernando de modo que él abrazándola, tenía perfecto alcance a su culo y estirándose un poquito más, a su concha. Ella por su parte tenía la pija de su hermano "servida en bandeja", que asomaba casi la mitad por la cintura del pantalón y cubierta por la remera.
Comenzaron a masturbarse el uno al otro, Gabriela no tardó en llegar al primero de varios orgasmos que le daban los dedos de su hermano recorriendo desde su ano hasta su clítoris, a la vez que ella masturbaba tranquila pero efectivamente la pija de él. Fernando soportaba con firmeza las fuertes mordidas en su pecho, cada vez que se hermana acababa de nuevo. Pero verla a ella tan caliente, era la mejor recompensa que podía pedir, él tardó un poco más en alcanzar su orgasmo, pero conociéndose a si mismo le indicó a Gabriela poner su mano libre para contener la eyaculación y tratar de juntarla. Fernando ardía en su excitación mientras Gabriela le susurraba al oído toda clase de perversiones que lo hacían calentar más y más. Gabriela sumida en su excitación incentivó a su hermano meterle un dedo en su apretado culito. El suspiro de placer de ella fue el detonante necesario para hacerlo alcanzar un intenso orgasmo. Eyaculó copiosamente y tuvo que poner el también su mano para intentar recoger tanto semen sin mancharse la ropa
Ya más relajados los dos, le siguieron regalando el espectáculo del culo de Gabriela al vecino de fila quien había presenciado todo y se masturbaba sin reparo alguno. Una vez que el muchacho estuvo satisfecho se dedicaron a ver la película. El resto del día estuvieron más relajados y hasta más enamorados. Sin embargo, Gabriela se separó un poco de Fernando, para no levantar sospechas. De todos modos su padres no lo hubieran sospechado nunca, sabían del estrecho lazo que unía a los hermanos y les parecía normal, y si ellos pensaron que sus padres podrían sospechar por tanta camaradería, era simplemente por que sabían que lo que estaban haciendo no estaba bien.
Fernando se cansó de indagar a su hermana sobre los planes que tenía para la noche, pero ella no le soltó ni un detalle. El sabía que sus padres les llamarían la atención si volvían a dormir juntos, una cosa era de vez en cuando pero otra muy distinta eran tres noches seguidas, tenía que ser otra cosa. El sabía Gabriela así como era de hermosa y provocadora, también era muy calculadora.
El día pasó sin problemas, volvieron a la casa de tarde, ya casi entrada la noche. Gabriela subió a su habitación a cambiarse de ropa. A los pocos minutos Fernando también subió usando el mismo pretexto, asumiendo que Gabriela estaría "livianita de ropa". La puerta de la habitación de ella estaba entre cerrada dejando un pequeño haz de luz filtrarse por entre la pared y la puerta. Fernando abrió con cautela, vio a su hermana de espalda revolviendo su ropero, sólo llevaba puesta la diminuta tanga y las sandalias. Sin decir nada se quedó contemplándola desde el umbral de la puerta, fascinado por la impresionante imagen de piernas largas y torneadas, glúteos firmes, redondos, hermosos, su cintura delicada y su fina espalda. Cayó en la cuenta de la hermosa mujer en que se había convertido su hermana ahora su amante con un cuerpo terrible para calentar hasta a los muertos y que se había convertido en suya de una noche a la mañana sin siquiera preveerlo ni sospecharlo, pero tampoco queriendo evitarlo.
El no quiso quedarse atrás y se sacó su remera dejando su torso desnudo se acercó a ella por atrás. La tomó por la cintura y apoyó su enorme miembro erecto entre las nalgas de su hermana, al tiempo que besaba su cuello. Ella se estremeció ante la presencia de su hermano y la delicada caricia. Se dio vuelta quedando de frente a él, ella también se quedó contemplando el buen espécimen de macho en que se había convertido su hermano, su cuerpo fibroso, de pecho y abdominales admirables y el color dorado de su piel completaban esa imagen de especie de dios del olimpo. Se miraban y se sonreían sin hablar, ella apoyó sus pechos desnudos en el pecho desnudo de él y se fundieron en un beso tierno y profundo, de algún modo sellando su nueva relación pecaminosa y mórbida. Las manos empezaron a participar del juego recorriendo sus cuerpos, acariciando sus formas, disfrutándose uno al otro con el tacto.
El celular de ella les interrumpió el momento sobresaltándolos con el ruido, Fernando se retiró a su habitación a cambiarse mientras ella buscaba su teléfono. Fernando ya en su habitación buscaba algo más cómodo para ponerse mientras escuchaba la conversación de Gabriela: "no, es imposible" ... "no, en serio hoy no puedo" ... "ya tengo planes para esta noche" Fernando se sonrió sabiendo a que "planes" se refería Gabriela, mientras la voz de ella seguía dando excusas, hasta que al final accedió a regañadientes "bueno, está bien, esperame, ya voy". A los pocos minutos Gabriela apareció en la habitación de Fernando, con ropa deportiva suelta, una mochila en el hombro y con cara de tragedia.
Besó en los labios a su hermano, con cara de disculpa
Ferchu, nos vamos a tener que quedar con las ganas hoy.
Por?
Me llamó Mariela, tiene un problema groso del laburo y necesita que le ayude a solucionarlo, y por lo que me dijo vamos a tardar bastante.
Pero la puta madre! Con las ganas que tenía de hacerte de todo.
Yo también me muero de ganas. Pero se ve que es grave, sino no me hubiera insistido tanto.
Fernando en un intento por hacerla cambiar de opinión, se levantó y acariciándola con toda lujuria le fue diciendo mientras besaba su cuello
si te quedás conmigo, podemos repetir lo de anoche. Yo te besuqueo por aquí su mano bajaba por el vientre de Gabriela hasta su concha mientras te meto uno o dos dedos como vi que te gustaba Gabriela se dejaba hipnotizar por las palabras de su hermano entrando en un nuevo estado de calentura te dejo bien desnudita, y vos me chupas mi pija con las mismas ganas que me chupaste anoche, me la lubricas toda con tu boquita hermosa y después te la meto entera en tu conchita mojada la mano de Gabriela acariciaba el enorme miembro erecto de Fernando mientras él acompañaba su palabras metiéndoles los dedos en su mojada vagina.
Ayy guacho! No me digas eso, que me re calentás.
Entonces no querés sentir como mi pija te entra hasta el fondo.
Si quiero. Quiero que me la metas toda
Gabriela respiraba ya agitada y se dejaba hacer y convencer por las palabras de su hermano. El sopor de su palabras y la excitación la estaban haciendo ceder. Fernando metió su mano por atrás apoderándose de su culo y abriéndose camino entre sus glúteos llego hasta el ano de su hermana para acariciarlo. Ella automáticamente se inclinó y quebró la cintura para facilitarle la tarea emitiendo y profundo y placentero suspiro que parecía derretirla de calentura
y quizás podamos atender este agujerito también...
No! Basta! Gabriela reaccionó y se liberó de la prisión excitante que le provocaban las palabras de su hermano.
Bueno esta bien... habrá que quedarse con las ganas... o mejor me atiendo sólo
Fernando simuló resignarse y sentado en la cama recostándose sobre la pared liberó su potente miembro erecto que se erguía majestuoso, casi irreverente, ante la mirada golosa de Gabriela. Comenzó a masturbarse lentamente, mirando fijamente a los ojos de su hermana. Ella no podía apartar su mirada del mástil enorme que lucía su hermano, parecía que la luz le daba más tamaño del que ella recordaba.
Mmm! Que rico se ve, podría probar un poquito...
Casi instintivamente Gabriela se arrodilló entre las piernas de su hermano y enfiló su boca abierta sobre el hinchado y brilloso glande. Fernando en un rápido movimiento se lo quitó del alcance.
- no! para vos no hay le dijo con sonrisa maliciosa.
Gabriela, con un movimiento casi más rápido que el de Fernando, alcanzó a agarrarle la pija y clavando sus uñas suave pero con firmeza en el tronco lo volvió a su posición, ante los ojos divertidos pero suplicantes de su hermano.
Au, au, au despacio despacio Gabriela rió ante la desesperación de Fernando.
Me vas a dar?...
Si si si, pero soltame. Ayyyy con las uñas no
Esto ahora es todo para mi?
Si lo que quieras, pero soltame
Y no le vas a dar a nadie en cada frase Gabriela clavaba suavemente sus uñas en el tronco del miembro de él, dejándolo completamente a su merced
No a nadie.
Y lo puedo probar?
Si si si, uyyy soltame.
Gabriela abriendo la boca se aproximó hasta el pene de su hermano y después de bajarle totalmente el prepucio se introdujo todo el glande saboreándolo con notable deleite. Fernando observaba asombrado la devoción con que su hermana le devoraba la pija, a medida que ella ponía más y más énfasis en la acción. De a poco iba metiendo más y más pija en su boca, acompañándose con su mano, masturbando la enorme y sabrosa pija de Fernando, haciéndolo delirar de placer. Los pasos en la escalera los obligaron a interrumpir su pecaminosa maniobra. Fernando se guardó el pene rápidamente y se tapó con la almohada la tremenda erección que lucía, Gabriela por su parte se alejó un poco y se quedó sentada en el piso, simularon hablar. El padre abrió la puerta:
Chicos, vamos a pedir algo de comer, Uds. que quieren?
Yo nada pa ya me estoy yendo.
Yo por ahora no tengo hambre, pero como lo que me pongan en frente.
Adónde vas nena?
Me llamó Mariela, me pidió que vaya por que tiene un drama del laburo.
Bueno, vamos que te llevo
Che, viejo, no querés que la lleve yo- Interrumpió Fernando, viendo la oportunidad para mitigar su calentura.
No hijo, está bien, quedate con la vieja así no se siente sola.
Fernando accedió simulando indiferencia, mientras veía irse a su hermana y con ella su posibilidad de sexo indecente y prohibido. La calentura había sido grande, pero la erección se le iba muriendo a medida que bajaba la escalera al encuentro con su madre. Estuvieron hablando alrededor de media hora hasta que llegó el padre con unas pizzas. Comieron y hablaron de diversos temas. El momento fue grato, si bien Fernando anhelaba la presencia de su hermana y sus juegos sexuales, la ausencia de ella le permitió despejar la cabeza y conversar lo suficiente con sus padres para ponerse al día sobre su vida y estudios.
Los golpes desesperados e insistentes en la puerta interrumpieron la reunión familiar, el padre se apuró a levantarse para atender, Fernando desde su asiento se mantuvo atento para saber quien podía ser a esa hora. La voz de su padre sonaba indignada, con bronca "no nene, acá no está, perdete om te meto un boleo en el culo" una voz suplicante y nerviosa se percibía confusa y otra vez el padre más indignado "te dije que no está", Fernando notó que la voz de su padre subía de tono y fue hasta la puerta. Ahí estaba un muchacho un poco mayor que Fernando, con los ojos llorosos visiblemente alterado.
que pasa viejo?
Nada Fer, andá para adentro?
Fernando rara vez cuestionaba una orden de su padre, pero había algo en ese tipo que lo ponía nervioso.
pero yo necesito verla, necesito que me perdone. siguió lloqriqueando
Las palabras suplicantes del tipo en la puerta, retumbaron en la cabeza de Fernando. Era Sergio!!! Las imágenes, de su hermana llorando indignada, sus padres destruidos por la vergüenza, la humillación de toda la familia antes los familiares y amigos, los costos y servicios de la fiesta tirados a la basura, todo pasó en un instante por la cabeza de Fernando y en el siguiente instante sintió que todo eso le quemaba por dentro, el responsable estaba enfrente de él, lloriqueando a lo maricón, diciéndose arrepentido de sus acciones.
VOS SOS SERGIO!!!
El padre de Fernando notó la ira en sus palabras y alcanzó a interponerse sujetando a Fernando para que no lo destrozara. Sergio se vio intimidado por la bronca que emanaba ese mastodonte musculoso de 1,80m, y que iba toda dirigida a su persona. El padre de Fernando era un hombre fuerte, pero él era más grande, más joven y más impulsivo. Fernando, inundado en la furia vio a su ex cuñado, que lo miraba con ojos aterrorizados optar nuevamente por la cobardía y correr hasta su auto para salir casi disparado.
COMPORTATE CHE! NO PODES ACTUAR ASI! SE MAS CIVILIZADO NENE!
LO VOY A MATAR A ESE HIJO DE PUTA! El padre de Fernando tuvo que empujarlo hacia adentro para poder cerrar la puerta.-
CALMATE CARAJO!!!
Fernando no tuvo otra opción que bajar los decibeles, cuando su padre empezaba a usar insultos la tierra temblaba, y aunque él ya era más grande y fuerte, no osaría bajo ningún concepto enfrentar a su padre, más por el profundo respeto que le profesaba que por miedo, pero aún así el viejo siempre tenía la última palabra.
Hay que buscar a Gaby, no vaya a ser que este boludo la encuentre y le rompa las bolas Fernando tenía ganas de encontrarlo de nuevo para descargarle toda la bronca acumulada
Ahora salgo a buscarla, llamala y que me espere.-
Dejame ir a mí.
No, por que si ese pendejo llega a estar ahí vos lo vas a matar.
No, te juro que me comporto. No le hago nada. Dejame ir
No nene, no confío en vos. Estás muy alterado.
En serio viejo no le voy a hacer nada, aparte no creo que la encuentre, y si la encuentra vos sabés, por cualquier cosa que se que yo soy la mejor contención para Gaby.
El nene tiene razón, dejalo ir intervino la madre que había estado de espectadora de toda la escena aparte Sergio no se va a hacer el loquito si Fer anda cerca.
Está bien, pero te comportás y nada de hacerte el machote.
Tranquilo viejo. No va a pasar nada. Llamen a Gaby que voy para allá.
Fernando salió a toda velocidad en la camioneta hasta la casa de la amiga de Gabriela después de que el padre le diera las indicaciones de cómo llegar. En cuestión de cinco minutos llegó hasta la casa de Mariela habiendo roto casi toda norma de tránsito vigente. No vio el auto de Sergio estacionado por los alrededores y si bien eso lo tranquilizó, también se sintió decepcionado. Golpeó en la puerta y lo atendió Mariela, lo miró de arriba abajo y lo reconoció al instante.
Ferchuuuuuuuuu!!!! Tanto tiempo sin verte.- de un salto se colgó de su cuello y lo metía para adentro sin darle tiempo a réplicas.- Como estás bombón?
Gabriela intercedió en el saludo, sintiendo que Mariela estaba invadiendo su terreno, y más aún sabiendo que Mariela era la eterna enamorada de Fernando
Che que lo vas a asfixiar!!! Soltalo un poco! se apuró a decir mientras la apartaba disimuladamente.- que hacés acá fer? Pasó algo? Por que la cara?
No te llamó el viejo? Fernando se tranquilizó al ver a su hermana, totalmente desentendida del episodio
Ay no sé, tengo apagado el celu.- Fernando la tomó del brazo y se la llevó aparte, fuera de la vista de Mariela.
Por que lo apagaste?
El huevón de Sergio estaba llamando y no tengo ganas de atenderlo
Apareció en casa y pensamos que podía venir por acá, por eso vine a buscarte.
Que tipo de mierda!!! Igual por acá no va a venir, no te preocupes, no se bancan con Mariela. Vení vamos al comedor quedate un rato que ya estamos terminando.
No sé, estoy un poco alterado todavía.-
Gabriela aprovechó la soledad del cuartito y usó los mejores medios para convencerlo. Lo miró a los ojos con expresión de gata en celo al ataque, lo empujó contra la pared agarrando con una mano su sexo, mientras con la otra lo tomaba de la nuca atrayéndolo hacia ella, terminando en un apasionado beso.
si te quedás conmigo, tenés premio
cual es mi premio.- Los problemas y el episodio con Sergio se disiparon de inmediato de la cabeza de Fernando
Vas a tener que quedarte para saber
Bueno...
Y volvieron a fundirse en un beso apasionado, entrelazando sus lenguas en sus bocas y sus manos en sus sexos. Absortos de la realidad, como cada vez que se juntaban se olvidaron por completo de dónde estaban y se dejaron llevar por el impulso, el deseo, la pasión. Fernando se apoderó de los glúteos de Gabriela, y ella sintió en su mano como el miembro de su hermano crecía casi instantáneamente y que su mano iba quedando chica ante semejante verga. El ruido de vidrio roto los sobresaltó y los hizo separarse. Mariela con los ojos desorbitados y su mano todavía con la forma del vaso que yacía destrozado en el suelo a menos de dos metros de ellos, estaba perpleja ante lo que presenciaba, los tres se quedaron mudos, Mariela los miraba a ellos y ellos a ella.
perdón musitó Mariela avergonzada y se retiró apresurada.
Gabriela y Fernando se habían puesto rojos como tomates de la vergüenza. Gabriela no pudo evitar tentarse y se echó a reír, Fernando con los nervios de punta no tuvo más remedio que reírse también. Gabriela recuperó la serenidad, agarró a Fernando de la mano y juntos fueron al encuentro de Mariela.
Las dos chicas cruzaron sonrisas pícaras, Fernando sin pronunciar palabra esperaba con ansia lo que le deparaba tan incómoda situación. Gabriela rompió el silencio y comenzó a contarle a su amiga cómo los hechos habían tomado su curso desencadenado en tan morbosa relación. Mariela escuchaba atenta cada palabra de su amiga. Fernando también se vio sorprendido al escuchar cómo había masturbado a su hermana entre sueños, y que sin siquiera darse cuenta había sido él y no su hermana (como él creía) el que había dado pie a su pecaminosa y sabrosa aventura entre hermanos.
Las palabras de Gabriela sonaban como una fantasía erótica, y casi llegando al final los tres se encontraban casi hipnotizados: Mariela y Fernando escuchando y Gabriela contando. Fernando hervía de calentura, sentía su pija reventarse dentro de sus pantalones en una dolorosa y potente erección. A Mariela le costaba apartar los ojos del inmenso bulto que lucía Fernando bajo su pantalón, al punto que resistir las ganas de abalanzarse sobre él para devorarlo era el más excitante y martirizante suplicio. Intentaba disimular un interés medido en las palabras de Gabriela, pero su subconsciente la traicionaba y sus flujos bajaban a borbotones por su concha, mientras el relato de su amiga penetraba en su cerebro hasta los más oscuro, profundo y perverso de su alma llevándola a un estado de excitación tan intenso que cualquier movimiento que provocara un roce su clítoris la haría acabar al instante.
Gabriela finalizó su relato en el momento en que su padre les interrumpía la sesión de sexo oral que ella le practicara momentos antes a su hermano. Mariela con la boca entreabierta y la concha empapada revisaba una y otra vez las imágenes que habían quedado en su cabeza.
confío en vos, y que guardarás absoluto silencio.
Mariela meditó un momento Ok, yo no digo nada. Pero mi silencio cuesta. Estamos de acuerdo? La sonrisa malévola de Mariela le provocó un estremecimiento a Fernando aunque no hizo comentario
A Gabriela le molestó visiblemente el comentario de su amiga, pero no podía negarse, la relación entre ellas tenía ciertos códigos que más tarde Fernando se enteraría después hablamos atinó a decir.
Salieron los dos, Fernando no pudo evitar reírse a carcajadas una vez superada la situación. Gabriela se colgó del cuello de él y se besaron suave en los labios.
que querés hacer ahora?
Y tu historia me calentó muchísimo. Más sabiendo que soy el protagonista y que por ahora el final está inconcluso.
Aha! Y tu idea es...
Y... podemos ir a algún lugar apartado, en donde nadie nos moleste y quien sabe... ver que sale.
Me estás proponiendo algo indecoroso?
Si, y morboso y pecaminoso. Aumentado por el hecho de somos hermanitos del alma.
Ok acepto!
Gabriela, prendió su celular. Aparecían varias llamadas perdidas provenientes de su casa y de Sergio. Inmediatamente llamó a la casa, avisaron a sus padres que tardarían en volver y que el celular estaría apagado a causa de las llamadas de Sergio. Y ya con casi todo resuelto partieron con rumbo conocido para terminar de sacarse las ganas que ya tanto venían amasando.
Llegaron a un hotel apartado de la ciudad, pidieron la habitación y se apartaron totalmente de la realidad, esta vez nadie los interrumpiría, el tiempo era de ellos y terminarían con lo que habían empezado unas noches atrás. Fernando sentía como su pija estaba por reventar de dolor, la traía dura desde la casa de Mariela con la historia de Gabriela, y sumado a esto las caricias que su hermana le fue haciendo en la camioneta hasta llegar al hotel.
Apenas cerraron la puerta, se atacaron mutuamente como si de la última vez se tratara, en cuestión de instantes estaban completamente desnudos, se quedaron unos instantes contemplándose el uno al otro, disfrutándose con los ojos, apreciando cada uno el excelente y atractivo cuerpo del otro. Fernando blandía con orgullo su enorme miembro de 25 cm., mientras Gabriela portaba con admirable firmeza sus tetas talle 95, de pezones rosaditos y duros, ambos con cuerpos notablemente trabajados para seducir al sexo opuesto. Volvieron a pegarse el uno al otro desesperados por poseerse, ahogados en sus labios, reconociéndose como hombre y mujer y ya no como hermanos.
Gabriela sentía estremecerse con cada caricia que su hermano le daba, y su corazón parecía querer escapar por su boca para gritar su enorme felicidad. Fernando jamás pensó en encontrarse en esa situación con su hermana, a la que tanto había cuidado y defendido toda la vida, protegiéndola de cualquier agresor, físico o sentimental. Ahora estaba recibiendo su premio, su hermana se entregaba a él en cuerpo y alma sellando para siempre la más morbosa y estrecha relación entre hermanos, que haría sentir orgulloso al mismísimo Martín Fierro (aunque no se refiere así a que "los hermanos sean unidos..." ).
Gabriela se quiso agachar, para devorar el miembro de Fernando, pero él se lo impidió.
no todavía no.- dijo él mirándola a los ojos con su infinita ternura primero quiero hacerte el amor, después jugamos a todo lo que quieras.
Gabriela sintió que su hermano le derretía el corazón con sus palabras y sus ojos se llenaron de lágrimas.
te quiero, te quiero, te quiero repetía con fuerza mientras lo abrazaba intentando pasarle a través de la piel todo lo que ella sentía por él en ese momento.
Fueron hasta la cama, Gabriela acostada boca arriba con sus piernas entrelazando la cintura de Fernando y con sus brazos en el cuello de él, fijó su mirada en el cielo de sus ojos, mientras Fernando con su inmensa ternura y también con sus ojos en los de ella, acomodó la punta de su pene en la mojada entrada de la vagina de su hermana, y como absorbido por una fuerza extraña hundió lenta y profundamente su enorme pija en la dilatada concha de su hermana hasta sentir sus huevos rozando los glúteos de Gabriela, al tiempo que ella se iba derritiendo de placer sin poder contener el gemido delator de cuánto disfrutaba la enorme pija de su hermano entrando en ella.
te gusta mi amor?
me encanta tu pija mi vida.
Volvieron a sellar el momento con un profundo beso a medida que sus cuerpos comenzaban a balancearse en ese apasionante vaivén que los llevaba a la locura del placer. Mezclaron y probaron el sudor de sus cuerpos recorriendo sus cuellos y sus pechos con sus labios y sus lenguas. Fernando con su paciencia característica marcaba cada penetración hasta el límite y retirando su pija casi por completo para volver a entrar profundamente, arrancándole a su hermana fuertes gemidos y gritos, que ella, presa del placer, era incapaz de contener.
Gabriela sentía que su cuerpo se desarmaba cada vez que la pija de su hermano se iba abriendo paso lentamente en el interior de su concha para llegar a tocar fondo en su vientre, aprovechando y disfrutando de toda su esencia de mujer, agradeciendo el momento al sentirse penetrada, gozando cada instante de placer que su hermano le proporcionaba, la belleza de su cuerpo y de su alma, y todo el amor que en ese momento le profesaba.
Sus cuerpos se contraían a cada movimiento sus ojos se miraban fijamente, expresando la felicidad del momento, los gemidos al unísono anunciaron que ambos orgasmos eran inminentes, Fernando sintió que las hirvientes paredes vaginales de su hermana presionaban con más fuerza su miembro a la vez que Gabriela sentía la pija de su hermano hincharse cada vez más en su interior. Aceleraron los movimientos, aumentaron los gritos y los cuerpos se confundían bañados en transpiración, la presión de los sexos y el momento sublime. Gabriela se convulsionaba de placer explotando en el más intenso orgasmo que jamás hubiera experimentado, presionando con su vagina la pija de su hermano que a su vez se contraía rítmicamente soltando gruesos y abundantes chorros de semen en lo profundo de su vagina, mientras él se desarmaba de placer prolongando su orgasmo y el de ella al máximo del placer imaginable.
Volvieron a la realidad con los cuerpos todavía unidos y ahora también los corazones y el alma. Sus ojos expresaban una felicidad que no se puede contar con palabras y en ese momento las palabras hubieran estado demás. Unieron sus labios con calma, Fernando se recostó al lado de ella, y así uno al lado del otro, embelesados en su propia fantasía, se durmieron.
Habría pasado una hora que dormían, cuando Gabriela, presa de la excitación abrió los ojos en una desesperada calentura. Estaba de costado con una mano ajena en uno de sus pechos, otra masajeando con pericia su vagina y una pija dura clavada en sus glúteos desnudos amenazando con quitarle su virginidad anal. Reconoció la pesada respiración de su hermano detrás de ella. Se sonrió al saberlo dormido y acosándola como la primera vez en otro de sus sueños húmedos, no quiso despertarlo, podría arruinar su sueño. Hasta que él profundamente dormido, dijo todo lo que hacía falta para hacerla totalmente feliz: "Gaby..."
Ella se sintió la mujer más feliz del mundo al saber que ahora era ella la que ocupaba los sueños húmedos de su hermano, y ya era momento para despertarlo y volver realidad esos sueños...
CONTINUA??? Depende de Uds.
Comenten y por favor VALOREN!!!. Saludos a todos y será hasta la próxima.
Pedido especial, la gente de argentina que lee mis relatos también mande mails. Solo recibo halagos vía mail desde otros países.
Espero que hayan disfrutado esta historia
Un saludo