Sueños de una noche
Estaba en mi cuarto, fantaseando y soñando despierta, por algún motivo estaba muy calenturienta, mi mente volaba en puras fantasías, estaba yo en una habita-ción oscura y vacía, cuando de repente una puerta se abrió.
Sueños de una noche
Estaba en mi cuarto, fantaseando y soñando despierta, por algún motivo estaba muy calenturienta, mi mente volaba en puras fantasías, estaba yo en una habitación oscura y vacía, cuando de repente una puerta se abrió
Y vi allí a una hermosa diosa de la luna reflejada por una luz con una figura muy preciosa, su cuerpo era matador y con mirada penetrante que decía voy de cacería y tu eres mi presa
Lentamente se fue acercando hacia mí, ella estaba escasamente vestida, con un traje de cuero mínimo que solo cubría sus partes más intimas y unos tacones muy altos con puntas casi afiladas
-¡Oh dios! Estaba tan excitada, acercándose a mí, aquella diosa-
Con una fuerza arrebatadora me puso en el suelo y con su tacón me atrapo poniéndolo sobre una de mis muñecas, se agacho sobre mi sin mover su tacón y poniendo su vagina en mi cara, con ese traje tan pequeño y excitante
Empezó a bailar sobre mí, meneando su cintura arrebatadora yo estaba en un delirio de placer y mi vagina tan caliente y mojada que se podía sentir a través de mi ropa
Lentamente fue besando mi boca y sentía ese sabor tan rico que era besar sus labios, y como una vampiresa comenzó a chupar y morder mi cuello y con una impresionante rapidez me saco la ropa.
Yo estaba mojada mis jugos llegaban a mi ano, se puso en posición de la cual ella frotaba su vagina contra la mía era una sensación placentera
Era tan rico que frote su vagina contra la mía con una gran velocidad, las dos estallábamos en un orgasmo glorioso, de pronto saco un consolador de esos que se colocan a la cintura, me volteo y me puso en cuatro penetrándome fácilmente de lo mojadita que estaba. Era toda una experta. Sentía como esa vega falsa rompía mi ano al punto de llegar al éxtasis.
Quise probar su líquido y puse a mi bella diosa boca arriba y me jalo del cabello hacia su vagina y comenzó el juego de mi lengua con su clítoris tan lindo y rosadito. Pellizcando, mordiendo y lamiendo ese clítoris hermoso mientras mis manos acariciaban su cuerpo y sus senos tan redonditos, ricos y sus pezones totalmente duritos. Nos pusimos en posición de 69, para deleitarnos cada una con nuestros jugos ¡Era tan exquisito! Mientras ella lamía mi concha y yo la suya. Aproveche para meter unos de mis dedos en su ano. Era un culito muy lindo y apretadito, con unas nalgas redondas y firmes. ¡Que deleite! Le escuchaba gemir mientras todavía mi dedo jugaba con su ano y mi legua con su vagina. Explorando lo mas bello y excitante de aquella diosa de la luna. Ella se corrio en mi boca y yo en la de ella, en un orgasmo impresionante que hizo que nuestros cuerpos vibrara y sintiera un escalofrió placentero que nos dejo tendidas en el suelo.