Sueños cumplidos Prologo

Mi vida comienza de forma monótona, tal y como es la vida en una granja; levantarse temprano para dar de comer a los animales y terminar el trabajo tarde. Después de estar el día entero trabajando el campo, deseando acostarte temprano; esa ha sido la vida de mi abuelo durante cincuenta años.

Sueños cumplidos

Prologo

mi vida comienza de forma monótona, tal y como es la vida en una granja; levantarse temprano para dar de comer a los animales y terminar el trabajo tarde. Después de estar el día entero trabajando el campo, deseando acostarte temprano; esa ha sido la vida de mi abuelo durante cincuenta años. La de mi padre desde hace treinta años y la de mi hermano mayor que lleva trabajando diez años, de los veinte que tiene.

Mi hermano gemelo y yo tenemos dieciséis años, también trabajamos en el campo sin cesar; parando tan solo para comer o dormir. Es una pena, pues las vistas son hermosas; pero no tenemos tiempo para disfrutarlas. Llevamos toda la vida soñando con ser un par de guerreros ambulantes, que se dedique a ayudar a la gente; siendo el héroe que necesitan...por un módico precio, que le permita vivir de eso; aunque no se haga rico.

En nuestros ratos libres que no eran muchos, practicábamos con palos; como si fueran espadas y con tapaderas de ollas, como si fueran escudos. Un día, mi hermano y yo estábamos jugando en la zona sur de la granja como siempre, cuando un guerrero llegó Junto a nosotros tambaleándose; y cayó de bruces antes de llegar a tocarnos.

—       avisare a padre – dijo mi gemelo dispuesto a ir con urgencia

—      ‎espera – pedí justo a tiempo, para evitarlo.

—      ‎ ¿qué espere a que?  - pregunto mi clon

Busque signos vitales en el guerrero, pero fue una búsqueda inútil; estaba muerto.

—      Estoy mirando si está vivo o muerto – conteste, mientras lo seguía intentando; inútilmente.

—      ¿Y como esta? – pregunto mi hermano, preocupado.

—      Muerto – confesé, negando con la cabeza

—      ‎ ¿qué tiene? – pregunto Larse, aunque era obvio.

—      ‎solo veo una flecha clavada en su espalda – acentué, lo que vi.

—      ¿y la armadura? – pregunto mi clon

—      No sirvió, paso entre la coraza de la espalda y las grebas – observe.

—      ¿pero ha muerto por solo una flecha? – pregunto sorprendido

—      Estará envenenada – imagine, sin saber si era cierto o no.

—      Mmm…tráeme un trapo – pedí a mi hermano

—      ¿para qué? – pregunto extrañado

—      Voy a sacarle la flecha – confesé, levemente emocionado

—      ¿y para que vas a hacer eso? – pregunto mi hermano — Ten cuidado, no vaya a ser que te envenenes – continuo, mientras me daba el trapo.

—      ¿No lo imaginas, ya? – dije sonriente, mientras tiraba de la flecha; al principio con fuerza limitada…pero como no salía, jalé con todas mis fuerzas; hasta que salió sin la punta.

—      ya te la has cargado – protesto mi hermano

—      No importa, ayúdame a desvestirlo – pedí a Larse

—      ¿desvestirlo? ¡Puagh! ¿para qué? – pregunto mi gemelo

—      Voy a ponerme su equipo – confesé a mi hermano, totalmente emocionado

—      … ¿vas a largarte sin despedirte? – pregunto

—      …si… la familia no me dejaría hacerlo de otra manera – confesé, mientras comenzábamos a hacerlo.

—      ¿No crees que alguien le está persiguiendo y que lo va a confundir contigo? – pregunto atemorizado mi hermano

—      Si, cierto; pero practicare y me defenderé de él. – dije, agarrando con ambas manos su espada; ya que con una no pude levantarla.

—      ¿el, como sabes que no son ellos? Y por sus cicatrices, parece un guerrero curtido; si él ha muerto…tú también morirás. – dijo apenado a punto de llorar

—      No lo sé, pero luchare hasta la muerte; y se algo que él no sabía…la flecha esta envenenada. – dije, empezando a ponerme su armadura. — ayúdame, anda – pedí a mi hermano.

—      Vale, pero ¿volverás a por mí, cuando puedas comprarme un equipo para mí? – pidió mi hermano

—      Volveré – prometí, estrechando mi mano con la suya. — Despídete de la familia por mi – pedí a mi hermano

—      ¿y que les digo? – pregunto el

—      Diles que un guerrero me ha contratado, para llevar su mulo y no tenía tiempo de despedirme – conteste inventando sobre la marcha

—      Eres un buen mentiroso – felicito mi hermano

—      ¿Cómo estoy? – pregunte al mismo

—      Bueno…la armadura te viene grande, pero tendrá que valer; por ahora. – confeso con sinceridad.

—      Me marcho, Larse; volveré. – abrace a mi hermano

—      Márchate, te esperare; Farse. – me dio un golpe en el casco, cariñoso.

—      Volveré – dije, mientras me daba la vuelta y comenzaba a marcharme.