Sueños cumplidos C.7 Recuerdos anteriores

Dorian siempre fue un chico impresionante, lo vi por primera vez defendiendo a Axel de unos adultos que lo habían pillado robando; pero lo mejor fue como lo hizo. Un adulto estaba agarrando a Axel por la ropa, Dorian le pego un palo a la mano que lo sujetaba y les dio a ambos un golpe en la rodilla.

Sueños cumplidos

Capítulo 7: Recuerdos anteriores

Dorian siempre fue un chico impresionante, lo vi por primera vez defendiendo a Axel de unos adultos que lo habían pillado robando; pero lo mejor fue como lo hizo. Un adulto estaba agarrando a Axel por la ropa, Dorian le pego un palo a la mano que lo sujetaba y les dio a ambos un golpe en la rodilla con el mismo palo. Salió corriendo, por un lado, mientras que Axel corría para otro; fue tan rápido como increíble. Lejos de lo que cualquiera pudiera pensar, ni siquiera lo busco luego; porque no buscaba su agradecimiento…tan solo salvarle la vida, como ya lo había conseguido; no le hacía falta nada más.

Años más tarde, Orda era una chica que se había criado en un prostíbulo; su padre era sabe dios quien y su madre una prostituta más del burdel. En principio, eso no le era problema a ella; se dedicaba a limpiar el local. Ya que nadie más se dedicaba a hacerlo, asi se ganaba el sustento; hasta que el jefe del burdel quiso que se dedicara a algo que ella no quería. Quería que fuera prostituta como su madre, las compañeras de su madre que eran tías para ella porque la cuidaban; y el que era como su padre hasta ahora. Intento violarla, las demás la protegieron y consiguieron lograr que escapara hasta el patio interior; pero una vez allí fueron pilladas por Erck, el dueño. Erck las pego a todas y la tenía cogida por el pelo, cuando llego Dorian y le pego con una piedra en la nuca al mismo; este cayo inconsciente y se llevó consigo a Orda.

Por ultimo me conoció a mí, Emba es mi nombre; mi vida no era como la suya…pero tampoco es que fuera apasionante, tengo padres y una hermana; pero mi vida era súper aburrida hasta que conocí personalmente a Dorian. Para cuando lo conocí, ya teníamos una edad adecuada; para pensar en algo más que amistad. Dorian tenia diecisiete, un año más que yo; pero a pesar de llevarnos bien, nuestra relación acabo porque no me contaba nada de él. Dorian es un tipo muy reservado con sus cosas, pero no permite que nadie oculte un secreto ya que lo descubre; sin embargo, no pude sacarlo de mi vida y seguimos como amigos.

Cuando Dorian alcanzo los veinte años, descubrí sus intenciones a corto plazo; soñaba con ser aventurero, su familia es de dinero y le proporciono un buen equipo, convenció a Axel para que se le uniera. El mismo que lo busco hasta encontrarlo; y le ayudo a conseguir su equipo también, este le llevaba dos años a Dorian. Orda, llevaba trabajando para él desde los doce; edad en que fue salvada por Dor, él es cuatro años mayor que ella. Y, por último, Orda y yo; recibimos el equipo de partes de uno y otro, compradas de segunda mano.

Dorian tenía un equipo pesado, con escudo completo, una espada larga y cuchillos para lanzar. Todo su equipo tenia bordados de oro y plata, incluso algunas partes contenían letras de su nombre; para si se las quitaban que tuviera facilidad para encontrarlas. Axel, que robo su equipo con ayuda de Dorian; para distracción y otras cosas, tenía un variopinto equipo. Llevaba dos dagas, una armadura ligera, una cuchilla oculta y una ballesta en la muñeca, por ultimo llevaba un buen arco largo con sus respectivo carcaz. Orda de arma había seleccionado un pablo de madera, ya que estaba acostumbrada a manejar la escoba con soltura; y llevaba una diadema que usaba como boomerang. Su armadura como la mía, había sido construida a base de unir trozos o partes de armaduras diferentes, pesadas; intermedias y ligeras. Mis armas las seleccione para poder recibir una ayuda de varios de mis aliados, cogí una espada; para que me enseñara Dorian y también la cumplimente con un cuchillo, para que me enseñara Axel. Aunque también llevaba una correa de cuchillos, para que me enseñara a lanzarlos Dorian; y llevaba una rodela en la mano mala, para recibir lecciones de Dor.

Es una forma de estar cerca de Dorian en verdad, pero Axel también es un buen amigo; cuando lo conoces bien. Es un buen chaval, que siempre está contento y feliz; al contrario que Orda y yo.

Tras años entrenando Dorian, algunos menos Axel; y meses entrenando Orda y yo…nos embarcamos en nuestra primera misión, no es que fuera nada impresionante; pero para nosotros fue algo especial porque nos guiaba Dorian y lo hacíamos juntos. Nuestra primera misión trataba de encargarnos de una manada de Morrock, que estaba tan alterada; que atacaba a los viajeros durante el día.

Dorian iba al frente, seguido de cerca de Axel y por ultimo; Orda y yo.

—      Dorian, ¿no estas nervioso? – pregunto inquieto Axel, estaba tan inquieto; que no podía andar recto.

—      No – contesto Dorian, sin titubear.

—      Yo estoy que no quepo en mi cuerpo – dijo Axel, como si Dorian le hubiera preguntado; Dorian solo lo miro y sonrió por toda respuesta.

—      Parece que Dorian no tiene miedo – comento por lo bajo Orda

—      No es algo nuevo, jamás le he visto un atisbo de miedo – confesé, mordiéndome los labios

—      Aun estas un poco asi, enamorada de él, ¿verdad? – pregunto Orda

—      No – negué con la cabeza — simplemente, lo admiro – mentí, no intentando mentir a mi amiga, más bien a mí misma.

—      ¿En tu pueblo lo dicen asi? – interrogo Orda, riéndose; por no creerme una sola palabra

—      Vivimos en el mismo lugar – la mire con ironía, y ambas empezamos a reírnos; mirándonos y ganándonos una mirada de reproche de ambos chicos, lo que nos hizo reír aún más.

Nuestras caminatas al campo siempre eran asi, los chicos con los chicos y las chicas; con las chicas. Aunque era nuestra primera misión, no asi la primera práctica de la misma; al fin llegamos adonde se había visto a la manada por última vez.

—      Orda – llamo Dorian

—      ¿Si? – contesto tímidamente Orda, manteniendo la distancia; pues los hombres no le gustaban desde lo que le paso. Aunque me costara creerlo, ni siquiera Dorian podía acercársele; no podía soportarlo sin salir gritando.

—      ¿aprendiste, de Akha; la rastreadora, no? – pregunto para confirmar, lo que él pensaba; que la chica había hecho.

—      Si – contesto escuetamente a propósito.

—      Rastrea a los Morrock, por favor – el solo usaba esa palabra con ella, y un tono dulce como un padre que a veces me hacía sentir; en el bajo vientre un cuchillo de celos.

Por respuesta, ella asintió y empezó a hacerlo; concentrándose profundamente en su tarea, que tan solo ella de todo su grupo podría conseguirlo. Mientras ella seguía con su tarea, los otros tres integrantes del grupo nos reunimos para conversar; Dorian parecía pensativo.

—      Hola Emba – saludo Axel

—      Hola – conteste incomoda, notaba el desproporcionado interés de Axel en mí; y eso siempre me incomodaba. — ¿en qué piensas Dor? – pregunte coquetamente, el me miro con esa sonrisa chulesca de siempre; mientras se quitaba el casco y note la mirada llena de celos de Axel, que ignore como siempre; pasar de él era lo mejor.

—      Creo, que por aquí ha pasado algo. – intuyo Dorian

—      Solo es hierba, ¿Qué va a haber pasado aquí? – se bufo Axel, ganándose una seria mirada de Dorian; no se atrevería a retarle, pero quería hacerse el chulo para llamar mi atención.

—      No lo sé, algo. – dijo Dorian sin hacerle mucho caso

—      Si Dor lo dice, es que algo ha pasado – apoye, asintiendo y quitándome el casco; para que Dor viera mi melena azul al viento.

—      Pues yo creo que… - empezó a decir Axel, hasta ser interrumpido por Orda; que también se había quitado el casco dejando su pelo rosa al aire y Dorian la miro a ella, mientras Axel; me miraba a mí.

—      Si, aquí hubo una batalla; hay restos de Morrock y huellas de humanoides, ¿Cuáles seguimos? – dijo concentrada en su tarea, al percatarse que Dorian la miraba; se puso el casco igual que yo al ver la mirada de Axel.

—      Primero las huellas humanoides, si están en peligro; debemos salvarlos. – ordeno Dorian, con su tono meloso de siempre.

Los otros tres integrantes del grupo nos miramos dubitativos, ¿Quién salvaría a quién? Unos aventureros novatos; no éramos quien para salvar a nadie…pero ninguno dudábamos de Dorian, es por eso que seguimos esas órdenes; a pesar de nuestras dudas.

—      Seguidme – dijo Orda, con decisión y empezó a correr; sin prestar atención a su alrededor.

—      Axel, izquierda; Emba, derecha. – ordeno Dorian, siguiendo de cerca a Orda; ya que sabía perfectamente que cuando Orda estaba asi, perdía la noción de su alrededor.

—      Esta hecho – contesto Axel, guiñándome un ojo; logrando un suspiro de desesperación a cambio.

—      Voy – dije con una sonrisa tonta, mientras seguía sus órdenes; lo más rápido que podía.

Pronto llegamos a un árbol de la pradera gigantesco, y dentro estaba oscuro; pero se escuchaban respiraciones. Dorian nos hizo el gesto de que nos calláramos y el entro dentro, poco después salió con dos personas mal heridas cargadas en los hombros y una tercera grave cargada como un saco.

—      Axel, dentro quedan dos más; cárgalos y chicas, tenéis que protegernos hasta llegar a la ciudad. – ordeno Dorian

—      Voy – respondió Axel, con la boca seca; de los nervios.

—      Si – contestamos Orda y yo al unísono

Las personas que saco Axel, estaban mal; pero no tanto. Corrimos todas las horas que habíamos andado hasta aquí, llegamos sanos y salvos a la ciudad, aunque agotados; no ganamos nada ya que no cumplimos la misión. Pero ganamos la gratitud de cuatro comerciantes de cierta importancia, ya que el quinto murió por el camino; lo lloramos los ocho…pero no tuvimos nada que comer esta noche, eso si luego nos dieron algún que otro regalo que compenso todas las penurias que pasamos hasta la siguiente misión.