Sueños

Las cosas pasan...es tu decisión seguir adelante o dejarlas pasar.

En la vida pasan cosas que a veces no controlamos…a veces son buenas…y otras no tanto

A pesar de mi experiencia negativa en cuanto al sexo con los hombres, he aprendido con el tiempo que todo es bueno o malo dependiendo del estado de ánimo con el que te encuentres…dependiendo de las ganas, de la necesidad…y aunque hay partes de ti que jamás entregarías a nadie…puede que llegue alguien que te arrebate tus principios y los haga tambalear…En ese momento el corazón arde y la cabeza se despista…pero tenemos que saber diferenciar vivir de vivir un sueño

Un día cualquiera, caminando hacia al altar, vi la imagen de una joven…vestida de blanco roto….con la mirada perdida…amor o costumbre? Intentaba anular esa pregunta de la mente…ahora ya preguntarse eso no sirve de nada

Todas las personas miraban con entusiasmo el traje, precioso, impoluto, una diadema en el pelo…un semi-velo a la espalda…caía por el traje…unas niñas preciosas llevaban con cuidado un cojín con las alianzas…de pronto levanté la mirada y le ví…iba muy guapo…sus gestos decían que además de nervioso, la corbata le molestaba…su traje, de color oscuro y su sonrisa tan blanca…me disipó cualquier duda que pudiera llevar de camino a la Iglesia.

Un “sí, quiero” sería el principio de una larga vida juntos…pero….feliz?

El convite pasó sin ningún incidente, todos alegres bebieron y nos vitorearon en numerosas ocasiones, la orquesta, los amigos…todos bailando en el centro de la pista y él y yo…era nuestro día…un día que debía ser maravilloso y único….y realmente lo era.

Cuando pasan los años y miras atrás, te ves demasiado joven para dar ese paso. Piensas…Por qué tan pronto? Era feliz a su lado sí…un hombre bueno, trabajador, responsable….su vida gira en torno hacerme feliz…pero yo no soy feliz. Qué me pasa? Pues no lo sé, es más….evito pensar en ello…no me veo sin él…siempre estuvo ahí y

Me encontré con sus ojos a plena luz del día…eran claros, sin poder distinguir bien a un golpe de vista, si eran azules o verdes…estaban llenos de vida, profundos…pasó por mi lado y sus ojos se clavaron en los míos…sonreí y él…sonrió

Pasaron los días con la mente puesta en ese lugar, en su mirada…”necesito verlos de nuevo” me dije. Al día siguiente, a la misma hora, volví a esa cafetería. Salí de mi casa con los colores que más me favorecían, mi perfume favorito, una sonrisa amplia y una luz en mi rostro…el corazón latía con fuerza…al acercarme comprobé que estaba sentado en una mesa…sí, las 11:15 h. Hora del desayuno. Me acerqué con disimulo a la barra y pedí lo de siempre, un tímido saludo al camarero y me giré…estaba igual de radiante que ayer

Al ver que se marchaba me armé de valor para acercarme a él...saqué un bolígrafo de mi bolso…” es suyo?”….me miró…le mir酔no”, su voz sonó dulce en mis oídos…”Chao”

Pasaron los días y aun podía olerle, si cerraba los ojos podía escucharle…pero no tenía fuerzas para acercarme de nuevo…no quería que pensara que era una chica estúpida….pero…qué podía hacer? Al llegar a casa siempre era lo mismo, pero estas veces, eran diferentes…hacer la colada, limpiar, planchar, tender, recoger, fregar, la comida…pero era feliz…y ahora…qué?

Cuando laboralmente no puedes dar todo lo que piensas que eres capaz, el mundo se viene abajo, tanto, que necesitas huir por un momento y recapacitar…buscar algo en tu vida que te haga feliz por unos momentos…y entonces pasó

Un suave “hola” a mis espaldas hizo que casi me cayera de la silla de la barra al querer girar y no caer cuando le vi de frente a mí

-        Qué tal! Trabajas por aquí cerca?

-        Sí – contesté casi sin articular – trabajo en el edificio de aquí al lado.

-        Bien, yo trabajo enfrente, me gusta este bar para desayunar, pone buenas tostadas. Me llamo Manuel

-        Daniela, mucho gusto.

-        El gusto es mío. Al mediodía a qué hora sales?

-        A las 14.00 h.

-        Te apetece que comamos por aquí cerca?

-        Bien bien, salgo a las 14.00 h. (ya se lo has dicho estúpida, pensé)

-        Nos vemos aquí, me tengo que ir. Chao!

-        Hasta luego

Mi cuerpo se quedó paralizado en aquel taburete…me había pedido ir a comer con él…y qué hablar? Qué decir? dios..los nervios…tranquila…dios mi marido! Cogí el teléfono del bolso y marqué…: “hola mi vida, hoy no iré a comer, tengo mucho trabajo. No, no te preocupes, ya compraré yo algo por aquí. Sí, yo también te quiero”

Miraba el reloj una y otra vez, las 12, las 13….las 13.25 h…..las 14.00!!!!

Ascensor…bajando….planta baja…ahí estaba….guapo, sexy y puntual!!

-        Hola, llevas mucho esperando?

-        No tranquila. Acabo de salir. Aquí atrás hay un restaurante con una carne muy rica, vamos ahí?

-        Vale.

Hablamos de trabajo, su empresa, dedicada al marketing de productos informáticos, de las horas extras, del paro, de la crisis, del calor, de mi trabajo, de mi oficina….hasta que llegó la pregunta: Tienes pareja? Qué decirle….si digo que no, le miento pero si le digo que sí…saldrá corriendo….”Sí, estoy casada” apenas pude controlarlo, lo dije todo de una vez..con la mirada baja…esperando que me dijera cualquier cosa y no lo volviera a ver más….”yo también estoy casado”. Nos quedamos mirándonos…su mano sujetaba su copa…la mía más bien me sujetaba a mí….nos empezamos a reir…los dos sabíamos que no hacíamos bien asi…pero algo me decía que él estaba dispuesto a seguir…y yo también.