¿ Sueños ?

Una noche de desenfreno y lujuria marca la vida del protagonista-

El miraba la pantalla, de repente oyó el sonido que le indicaba que un nuevo mensaje se había recibido en su buzón de correos; llevaba el suficiente tiempo en las redes sociales como para intuir que debía dejarlo todo y atender aquella llamada.  Pensó, mientras localizaba el buzón si podría ser la contestación de ella - !! ojalá !! - se dijo entre dientes. Ella era... bueno, solo había visto una fotos e intercambiado unas breves frases de cortesía, pero sabía que ella era especial...

Abrió el correo y su corazón saltó, se notó extraño, con un ritmo cardiaco anormal para la situación, tantas veces había recibido mensajes, tantas veces había vivido un momento similar pero, en esta ocasión no era lo mismo; se alegró como solo pueden alegrarse aquellos que sienten que algo va a cambiar en sus vidas; contestó, contestó un breve jaja, y ella repitió.. !! Dios, pensó él, esto no me puede estar pasando !!. Se enfrascó en la conversación dejando todo de lado, quería saber más de ella, preguntó hasta la saciedad, ella contestaba una tras otra las preguntas y a su vez le hacía ver que también estaba interesada en saber de su vida. Tras 4 horas de conversación se citaron para el día siguiente, tenían que continuar hablando, a los dos la experiencia les había resultado altamente agradable.

El día siguiente él no pudo pensar en otra cosa, cada minuto lo dedicaba a pensar en ella, cada segundo era entregado a ella, allá donde estuviese. Por la noche sintió escalofríos, ella no se conectaba, se angustió.... A una hora poco habitual ella apareció en el chat, se disculpó por la tardanza y el solo pudo sonreír, sonrío tiernamente ante la candidez de ella, ¿como podía haber llegado a pensar que el estaría molesto?, ni mucho menos, el estaba agradecido, ella había cumplido su palabra.

Siguieron así varios días, el tercer día el comenzó a notar como gran parte de su sangre se dirigía, con control alguno hacía su pelvis; notaba como poco a poco la conversación con ella le excitaba, le gustaba, le gustaba sentir esa sensación de clandestinidad, notar como su sexo se despertaba mientras al otro lado de la pantalla ella no sospechaba nada, disfrutaba sintiéndose excitado y se desvistió, quería disfrutar del momento que estaba viviendo y, en estos casos, la ropa puede ser una cortapisa.

Miraba su pene como crecía, se dedicó a manosearlo lentamente, como quien no tiene prisa ni espera un final, la sensación era gratísima, poco a poco, sin casi darse cuenta, tenía una erección y su mano masturbaba sin ambages a su miembro viril. Mientras continuaba hablando con ella, la charla iba derivando hacía temas mas personales e íntimos, hasta que lo inevitable surgió, no pudo resistir y lanzó la pregunta al aire, pensando que recibiría como toda respuesta una indirecta para abandonar el tema.

  • ¿Qué  llevas puesto?, yo estoy aquí, sin nada encima… - cerró los ojos como quien espera una reprimenda por haber dicho alguna inconveniencia y oyó como llegaba la respuesta -

  • Llevo puestos unos short, y una camiseta de tirantas,  estoy sentada en la cama…

Fue un mazazo, solo leer la frase la imaginó tal y como ella describía y su miembro sufrió un ligero espasmo, se puso nervioso, a su edad y nervioso, nunca sospechó que eso le podría ocurrir. Reaccionó como pudo y, tragando saliva contestó:

  • Mujer, esas cosas no se le dicen a un hombre que está solo en casa...

  • jaja reía ella, ¿porqué? jajja

  • Hija, si tú supieses… digamos que… vamos a ver como lo digo para no molestar, digamos que tengo las hormonas locas...

  • jajá jajá, bueno, ya sabes, en esos casos lo mejor es actuar y calmarlas – decía ella mientras sonreía y provocaba mayor excitación en el – si quieres te dejo que hagas lo que tengas que hacer, no quiero estorbar.

El se ruborizó, la imaginó a ella sonriendo y pensando como estaría el, le excitaba, comprobó con curiosidad que le excitaba eso, que ella riese, que ella imaginase como estaba y sonriese por ello.

  • No, por favor, nada de estorbar, esto puede esperar, por nada del mundo quiero perder un minuto de charla contigo, eres... eres tan especial, tan…

  • ¿Sabes? esto es algo que nos sucede a todos, yo también tengo esos “momentos tontos” y suelo ayudarme de una película.

El tercio en la conversación, vio la puerta abierta para indagar que pensaba ella...

  • Cuando quieras una película en directo dímelo, seguro que será gratificante para los dos, - no había vuelta atrás, acababa de lanzarle un órdago que bien acabaría con la conversación o bien les llevaría a los dos a un muy excitante momento, la duda era… ¿Qué pasará? -

  • ¿Por cam quieres decir?, nunca lo he hecho, me da corte, no se si sería capaz, pero…. Si a ti te excita que te vea no me molesta ayudarte.

El suelo se abrió para el, no esperaba una bomba de ese tipo, ella se ofrecía a verlo, a ver como el podía satisfacer sus necesidades mas ocultas, eso le lleno de morbo, le puso mas excitado y no dudó, no creía que aquello estuviese sucediendo de verdad; a estas alturas el inicial manoseo de su pene se había convertido en una mas que visible movimiento convulsivo de sus manos en el afán de aumentar la excitación y de provocarse el mayor placer posible.

  • Si, claro, por supuesto, pero... ¿podría yo verte a ti también?

  • jajaja – su sonrisa era si mejor arma – si tú quieres…

Conectaron las cámaras, cuando el vio por primera vez su cara sintió que no se había equivocado, era un beldad, morena, con unos labios sin parangón, una nariz que invitaba a besarla y unos ojos que delataban lo que habría en su interior, un ángel, un verdadero ángel. Llevaba unos short blancos, y una camiseta de tirantas roja, debajo se intuía un sujetador negro… el no podía más, ente la visión de aquella diosa su excitación subió como la espuma, ella, con su mirada le proponía un sinfín de maravillas, lo miraba alegre, con el semblante serio por los nervios del momento, pero dándole a entender que quería disfrutar de el en la distancia.

Ella lo observaba, miraba su cara y el se levantó, ella pudo apreciar su sexo en toda su extensión, una mueca de placer dibujo levemente sus labios; el le pidió verla, ver sus pechos, le pidió que se tocase; ella comenzó a rozar su sexo por encima del short, sus movimientos eran lentos, acompasados, como queriendo paladear cada roce de sus dedos en su clítoris; ¡! Quiero verlo, quiero ver como lo haces ¡! Pidió el; ella se coloco de rodillas sobre la cama, su sexo frente a la cam y bajo sus pantaloncitos…. El sintió un a oleada de adrenalina que le recorrió el espinazo, noto como su pene intentaba acercarse a la pantalla en un vano intento de conectar con los labios de ella…. Ella se tocaba, el también, el movía frenéticamente su mano mientras era incapaz de apartar la vista del sexo de ella, deseaba lamerlo, deseaba separar los labios, que ahora ella apartaba, con su lengua, sentía la necesidad de aspirar su néctar, de notar la acritud de sus jugos, quería hacerlo, necesitaba hacerlo, el placer que sentía viéndola a ella era algo totalmente desconocido para el, el morbo, la química, la atracción que los dos se profesaban sin apenas conocerse era algo que nacía de la propia excitación.

Ella aparto la camiseta y mostró su sujetador, el ya no podía mas, notaba que las fuerzas le flaqueaban, era demasiado hermosa para no hacer que un hombre curtido se viniese abajo tan solo con su imagen. Los pechos salieron de la copa, una pechos perfectos, con un pezón y una aureola que el hubiese lamido durante horas con el solo placer de ver como ella gemía con ello, con un hábil movimiento ella los liberó y el presintió que quedaba poco para llegar al limite, estaba aguantando, estaba reservándose, estaba dilatando aquel mágico momento, quería sentirlo en toda su plenitud, la visión de la diosa que miraba a trabes de la pantalla se había apoderado de el, no quería acabar, no quería dejar de sentir aquella excitación que nunca antes había sentido por ninguna mujer, quería que aquel momento durase toda la vida-

Ella dejó de tocarse, prefería verlo a el, prefería centrarse en ver como el se auto satisfacía, se tumbo,  y coloco su cara frente a la cam, lo miraba a el, el lo sabia, sabia que los ojos de ella estaban fijos en su miembro, esa imagen pudo con el, pudo aguantar todo menos la mirada inocente de ella implorándole sin palabras por ver como se corría, no podía seguir mirando esos ojos, esos labios, esa nariz que pedía a gritos ser besada por mas tiempo; estallo como no recordaba haberlo hecho en años, de su garganta salió un grito ininteligible que le hizo ser mas consciente de ese momento mágico, expulsó su semen a una velocidad inaudita al tiempo que miraba como ella esbozaba una sonrisa que el nunca podría olvidar no podía apartar sus ojos de los de ella, de su sonrisa, fue.., fue un momento que recordaría por muchos años, realmente fue el momento mas intenso de su vida, aquel que siempre guardas en la retina, aquel al que te aferras cuando las cosas no van bien, aquel momento que te dice que, en la peores circunstancias, estas vivo, has estado vivo.

Luego de secarse el sudor volvió a sentarse, cara a cara con ella, sintió algo que no sabía expresar, sintió ternura, sintió deseo, amor... sintió un enorme agradecimiento hacia ella y hacia el destino que la había hecho cruzarse en su camino, pero sobre todo sintió que era ella, solo ella, la mujer con la que quería compartir el resto de sus días, esa mirada, esos labios… sintió tantas cosas que no podía hablar, no podía expresar con palabras lo que su corazón quería decir; el cansancio se apodero de el, cada vez la veía menos nítida… por fin dejo de verla, dejo de sentirla, el sueño le venció.

Despertó temprano, sudoroso, semi desnudo, se asustó, no recordaba como había llegado a la cama, no recordaba nada, pero…  noto sobre su cuerpo las huellas de la noche anterior, noto su esperma seco pegado en su piel y recordó, un relámpago abrió sus ojos y con ellos pudo ver nítidamente la imagen de ella, sintió el escalofrío del miedo recorrer su cuerpo, se levanto y corrió al pc, allí no había nada, busco y rebusco algún rastro que le diese pistas sobre ella pero no había nada… se sentó en la cama llorando.

Aún hoy pelea por demostrarse que aquello realmente existió y busca, cada día, a aquella mujer a la que amó, y aún ama, como nunca había hecho con ninguna otra.

Dedicado a ella, la mas grande amiga que puedas tener.