Sueño que no deja dormir

Sueño que ya deseo soñar cada noche, en el que una amiga y yo mantenemos una fantasía que no puedo dejar de pensar...

Algo sucedió en un sueño que ya no me deja pensar en otra cosa en mi intimidad. Algo que me pone tantísimo como si hubiese pasado en realidad.

Estoy con pareja desde hace 8 años, en los que hemos tenido nuestros más y nuestros menos como en todas las relaciones. Pero algo sucedió un día que me hizo cambiar el chip, no se si para mal o para bien. Un día en una comida de parejas en los que estábamos mi novia y yo junto con otra más, la cosa se descontroló en mi casa cuando continuábamos bebiendo allí. Mi novia se beso con la novia de mi amigo. La cosa hubiese llegado a más si mi amigo y yo no hubiésemos intervenido pillandolas. Esa misma ambas parejas tuvimos una fuerte discusión con nuestras respectivas pero la cosa se "solucionó". O eso pensábamos.

La relación con mi novia se enfrió bastante aunque era indiscutible que me ponía demasiado pensando en ellas dos besándose o lo que podría haber pasado.

La mujer de mi amigo, la protagonista de esta historia, es increíble. De mentalidad, de físico, de cara... Es morena, ojos claros, tamaño medio, tatuada, cuerpo de infarto, tetas riquísimas, culo perfecto... No sé cómo más describirla, llamemosla Sara. Yo soy rubio oscuro, ojos azules, tamaño medio para alto, cuerpo grande entre fuerte y normal...

Poco a poco hablamos más pero nunca traicionaría a mi amigo haciendo cualquier cosa con su novia, pero de mente hay veces que no se puede hacer otra cosa y la desnudaba con la mirada.

Ahí es cuando mi mente me jugó una mala pasada y empezó mi sueño.

" Surgió un viaje con esta pareja a un campo alejado de la ciudad. Era una casa increíble con vistas a campo abierto, alejado a más de 10 kilómetros de cualquier vecino, grandísima, con piscina, terraza para barbacoas... A la mañana siguiente teníamos planes de salir a comprar cosas para hacer la barbacoa en la piscina pero por falta de sitio en el coche mi amigo y mi novia fueron solos al pueblo más cercano a comprar la bebida y la carne. Nos quedamos solos Sara y yo en la casa.

Ella siempre coqueteaba conmigo y le gustaba ponerme cachondo sabiendo que no podíamos hacer nada más que jugar con nuestras mentes.

S. Oye Dani, y si esperamos a esta gente en la piscina?

D. Por mí sin problemas, pero te digo una cosa, no seas mala que te conozco...

S. No te preocupes que no lo seré mucho...

Ambos nos reímos, nos pusimos el traje de baño y bajamos a la piscina. Estaba increíble con un bikini tanga que no le cubría prácticamente nada, y que par de tetas... Y esos tatuajes... Solo mirarla me ponía a cien.

Nada más bajar, nos tiramos a la piscina y empezamos a hablar sobre nuestras respectivas parejas, sobre cómo nos iba con ellas, etc. Y de repente salto el tema de sexo.

D. A mí desde que pasó aquello entre vosotras estoy más cachondo que nunca, aunque no siento lo mismo haciéndolo con ella.

S. Eso es porque me tienes metida a mí en tu cabeza.

D. Seguramente sea eso...

Dije esto último en plan pensativo pero afirmándolo en mi mente.

S. Oye Dani, me estoy quemando, te importaría echarme crema?

D. Ya empezamos Sara, ni que pudiese resistirme a hacerte algo mientras te unto la crema.

S. Inténtalo jajajaja

Salimos de la piscina, se tumba en la tumbona y me invita a que me siente al lado suya para que le eche la crema. Pero en lugar de crema, se trajo aceite bronceante. Le tiro por la espalda y piernas y comienzo a untarle el aceite. Pero para sentirla más tiempo empecé a masajearle. Primero por la espalda, voy pasando mis manos de arriba hacia abajo, parándome en su cuello. Voy bajando hasta llegar a la parte de arriba de su culo donde también me paro y con algún dedo voy metiéndolo por la parte de dentro de su tanguita.

Comienzo a sentir los suspiros al permitirme hacer esos movimientos. Me estaba empezando a excitar demasiado pero ya no podía parar. Le desabrocho la parte de arriba del bikini y veo la imagen de sus tetas aplastadas al estar boca abajo y con el masaje que estaba haciéndole empiezo a acariciarlas por la parte de al lado.

Cada vez son más suspiros y me envalentono. Voy bajando hasta que me detengo nuevamente en la parte de su cintura arriba del culo y poco a poco voy bajando más y más. Comienzo masajeando su culo, apretándolo cada vez que la excitación me podía. Quería comérmelo pero aún no era el momento. Tenía que estar seguro de que me fuese a dejar.

Durante mi detención en su trasero, comienzo a bajarle el tanguita y para mi sorpresa, ella elevó la cadera y me facilitó la bajada. Acariciando sus piernas se lo quité completamente, y que imagen por dios. Un chochito depilado que invitaba a penetrarlo y comerlo.

Continué mi masaje por los pies, subo por los gemelos, los muslos y cada vez me acercaba más a su parte prohibida, aunque esta dejaría de serlo pronto. Cómo quien no quiere la cosa, en pleno masaje en el muslo, voy rozando su chochito con los dedos y el gemido que le salió me dejó a punto de correrme. Me facilita las cosas y abre las piernas dejándome ver claramente lo que estaba deseando probar.

Subo nuevamente a su culito pero ya sin el bikini de por medio me centro más en su cajita, pasando mis manos desde su culo hasta su chochito. Me paraba en masajearle su clítoris, subía de nuevo y me centraba en su ano. Bajo de nuevo y con una mano le masaje el clítoris y con la otra le meto un dedito... Uff por dios, estaba súper mojada, su cuerpo se contoneaba y no paraba de gemir. Le meto dos dedos y con el dedo gordo le voy masajeando su culito. Mi intención era penetrarlo y comermelo.

Me levanto ya con una erección importante y creyéndose ella que había terminado me agarra de la mano.

S. Adónde te crees tú que vas, ni se te ocurra dejarme así.

D. Espera que ya vengo.

Voy al salón y vengo con un cojín y se lo pongo debajo de su vientre, elevándole el culito. Continuo con mi masaje pero esta vez me centro únicamente en su chochito, su clítoris y su culito. No puedo evitar la tentación y sin saber que me iba a decir, comienzo a introducir un dedo en su culo. No sólo me dejó sino que fue ella quién movió su culito hacia atrás metiéndose el dedo ella solita.

Ahí estaba yo, con mis manos llenas de aceite penetrando los dos orificios de una diosa. Lentamente voy jugando con mis dedos dentro de ella, sacándolos completamente para luego volverselos a introducir. Así estuve bastante tiempo hasta que sentí que sus flujos chorreaba por mis manos y su cuerpo temblaba. Se estaba corriendo metiéndole los dedos en su culito y en su coñito.

Cuando pudo moverse, se quiso incorporar.

S. Ahora me toca a mí hacerte temblar.

D. Adónde te crees que vas, aún no he terminado...

Agarró su cabeza y se la vuelvo a apoyar en la tumbona y hago lo que no podía evitar. Voy bajando lamiendo su cuello, su espalda y cuando llego a su culito, lo abro y comienzo a pasarle la lengua. Eso la hizo temblar. Pasaba mi lengua por su culo, seguía por su coñito, su clítoris, le metía la lengua en su chochito, volvía a subir y penetraba con mi lengua su culo. Todo ello sin dejar de acariciar lo que no estaba lamiendo. Continué un rato así hasta que nuevamente se corrió pero está vez lo noté en mi boca, saboreando ese manjar y tragandome todo lo que salía de ella.

D. Quiero que sepas cómo sabes...

Cuando le dije esto me senté al lado suya, la agarre del pelo y le levante la cabeza. Nos comimos la boca como si no hubiese un mañana, pasandole todos sus flujos a ella y haciéndole que se saboree lo que había echado por su chochito. Ese olor, esa lengua jugando con la mía, ese cuerpo que había echo que casi me corra sin haberme tocado aún... Uuufff estaba que no podía aguantar más... Me levanté, me fui tras ella y la elevé por su cintura haciéndole que se ponga como una perrita.

La penetre por su chochito, y tuve que parar para no correrme y menos dentro de ella, así que la saqué, y poco a poco se la introduje en su culito. Ahí es donde si quería correrme.

Estuve jugando unos minutos metiéndosela en cada uno de sus agujeros, pero cuando estaba apunto de correrme, no me dejó que lo hiciera ni en su chochito ni en su culo. Así que se levantó, me la agarró y se la metió hasta la garganta. Me la succionaba, la lamía, se la metía y se la sacaba entera, sin parar de pajearme también con sus manos. Cuando le dije que no aguantaba más, se separó, abrió su boca e hizo que me corriera dentro de ella. Me vacíe encima de su lengua, se lo tragó y continuó limpiandome todos los restos de leche que se me habían quedado.

Luego de saborearse y terminar de limpiarme entero con su boca, quiso hacer lo mismo que yo, quiso que me probase. Me agarró de la nuca, me bajo y me empezó a comer la boca donde hace unos segundos me había corrido. Me volvió loco los sabores suyos y míos mientras nuestras lenguas luchaban.

Ahí no se acaba ni los días de campo ni mi sueño..aún falta el baño a continuación en la piscina antes de que llegasen nuestras parejas y nuestros encuentros a escondidas.

Espero que les haya gustado este primer capítulo de mi sueño, pero tan real que no puedo dejar de recordarlo en cualquier momento de mi intimidad.

Continuará...