Sueño humedo
Todo comenzó con el sueño humedo que me hizo descubrir lo mucho que deseaba inconscientemente a mi hermano.
Mi nombre es Martha, tengo 20 años, soy una mujer considerada atractiva por muchos, mido 1.67, tengo ojos café, un cabello hasta los hombros color negro y brillante, mis senos no son grandes pero si muy bien formados, mi cintura es estrecha y mi trasero una verdadera delicia.
Soy estudiante universitaria, tengo una familia pequeña y muy unida, mis padres y mi hermano el es cinco años mayor que yo, trabaja para una compañía aseguradora, es soltero en parte porque no ha encontrado a la mujer ideal, ha tenido tres novias formales y una infinidad de aventuras, y como no si el es un hombre que a fuerza de ser sincera es sumamente apetecible entre las mujeres, es alto, moreno claro, le gusta hacer ejercicio por lo que ha logrado tener un cuerpo con músculos muy bien definidos, tiene unos brazos grandes los cuales muestra cada vez que se pone camisetas sin mangas.
La relación entre mi hermano y yo no ha sido ni buena ni mala, simplemente compartimos momentos familiares y ya, nunca nos sentamos a hablar sin embargo nuestro trato es cordial.
Una noche como tantas después de cenar, me sentí un poco mal por lo que fui a acostarme a mi habitación, no sin antes desearle buenas noches a todos, era una noche calurosa de verano por lo que me puse una pequeña y una tanguita, era temprano cuando logre conciliar el sueño.
Comencé a tener un sueño en el cual "yo estaba tomando un baño de espuma en la bañera, la luz era tenue, mi hermano entraba al baño y yo no me inmutaba por eso, se acercaba hacia mi y comenzaba a enjabonarme la espalda, limpiaba cada rincón de mi cuerpo, la sensación suave del jabón y sus manos sobre mi cuerpo me hacia suspirar, en ese momento no pensaba que era mi hermano, lo veía como una mujer mira a un hombre, finalmente salía de la bañera y el secaba mi cuerpo con una toalla lentamente, yo solo me dejaba seducir por el momento, tomaba mi mano y me llevaba a su habitación, me acosté sobre su cama y el comenzó a quitarse la ropa hasta quedar completamente desnudo frente a mi con una fuerte erección, me levante hasta quedar sentada sobre la cama, su pene quedaba a la altura de mi boca y sin pensarlo dos veces comencé a besarlo suavemente, enrollando mi lengua y saboreándolo, mi vagina estaba muy húmeda para ese entonces, y mi excitación crecía cada vez mas, al darse cuenta mi hermano me tiro a la cama y se tiro encima mío, me penetro sin mas preámbulos, comenzó a moverse circularmente lo que me hizo estallar de placer .".
Justo es ese momento desperté, estaba transpirando y la sensación de placer todavía persista como si en realidad acabara de pasar. Me senté en la cama y todavía no podía creer el sueño tan delicioso que acababa de tener y lo mas increíble es que el protagonista era mi propio hermano que dormía en la habitación de enfrente. Que significaba eso?, acaso era un deseo oculto?, o simplemente había sido una mala jugada de mi inconsciente?
Me levante y todavía transpirando en exceso me dirigí a la cocina a tomar un vaso de agua, cuando entre me lleve una sorpresa al encontrar a mi hermano ahí, vestido solamente con un pants, no lo quise ver a los ojos y el pregunto "¿Qué te pasa, te sientes bien?", le dije: "claro, lo que pasa es que este calor no me deja dormir, que hora es le pregunte", "son las 11, yo tampoco puedo dormir ".
Tome un vaso y lo llene de agua, el silencio reino por unos minutos, hasta que el decidió romperlo y me dijo: "porque no tomas un poco de vino, te relajara y tal vez logres conciliar mejor el sueño", a lo cual le conteste "si tienes razón, sírveme un poco", me senté junto a el y comenzamos a tomar mientras hablábamos como nunca lo habíamos hecho, de nuestras vidas y de cosas banales, me di cuenta que todos estos años había perdido la oportunidad de compartir mas con el casi sin darnos cuenta nos acabamos la botella, me sentía mareada pero para mi hermano eso no había sido nada. Al darse cuenta de que estaba muy mareada, se ofreció a llevarme a mi habitación. Me agarro de la cintura y me llevo hasta mi cama, me acosté en ella y el se sentó y me dijo: "no te preocupes mañana estarás mejor, creo que no debiste tomar tanto", le dije: "dame un beso de buenas noches".
El se acerco a mi y me dio un beso en la mejia, yo lo abrase fuerte y el me correspondió el abrazo, nos separamos y el se levanto y se dirigió a la puerta, yo me levante y le dije: "espera, no me dejes sola", el se dio la vuelta y me miro de pies a cabeza, y me dijo: "Martha, ya es tarde, ¿que quieres?", me le acerque y lo volví a abrazar pegando mi cuerpo lo mas que pude al suyo, en ese momento el se separo de mi, pero yo volví a abrazarlo y me di cuanta que tenia una erección, pegue mi sexo al de el, el quería resistirse pero no podía, lo deseaba tanto como yo. Coloco sus manos en mi cintura y le di un beso que el correspondió, en ese momento comprendí que ya no había marcha atrás, el deseo podía mas que la palabra incesto.
Bajo su mano hasta llegar a mis nalgas, subió la bata y metió su mano debajo de ella comenzó a acariciarme con fuerza, yo me deje llevar por el placer, y metí mi mano en su pants y comencé a acariciar su sexo. Le dije: "hazme tuya ya, por favor". No había terminado de decir esto cuanto el me quito la bata y me comenzó a lamer mis pezones que estaban duritos, mientras acariciaba mi sexo por encima de mi ropa interior que ya estaba mojadísima, se bajo el pants y quedo desnudo, me quito la tanga y me tiro a la cama, se coloco encima de mi y me penetro despacio, comenzó a meter y a sacar primero despacio y después lo hacia cada vez mas y mas rápido mientras acariciaba mi clítoris, era una sensación deliciosa que me hizo terminar en el orgasmo mas rico que había tenido en mi vida, me dijo: "date la vuelta, quiero terminar en tu culo", me di la vuelta dejando mis piernas abiertas en una posición que favoreciera la penetración, metió primero un dedo, y después coloco la punta de su pene en ese pequeño orificio, sentí un poco de dolor pero era tanta la excitación del momento que ese dolor era delicioso, quiso penetrarme poco a poco pero gracias a la lubricación de mi vagina se deslizo de un solo, sentí dolor, pero era fabulosa la sensación de tenerlo sobre mi espalda, dirigió su mano a mi clítoris y comenzó a acariciarlo, mientras metía y sacaba su pene de mi culito, esa doble sensación de dolor y placer me hizo tener otro orgasmo que hizo que mi cuerpo se estremeciera completamente, a los pocos segundo el tuvo un orgasmo, se quedo un minuto pegado a mi cuerpo, y después se aparto de mi y se acostó a mi lado, las piernas me temblaban y ambos estábamos transpirando en exceso, el se levanto y se puso el pants y me dijo: "si hubiera sabido que eras tan caliente, desde hace tiempo que te hubiera hecho mía Martha buenas noches".
Me quede inmóvil en mi cama, no podía creer como mi propio hermano me había llevado al clímax. Ese sueño me había hecho descubrir lo mucho que había deseado inconscientemente a mi hermano por tantos años, era una bomba de tiempo que tarde o temprano tenia que explotar.
Al día siguiente me levante tarde con un fuerte dolor de cabeza, ya todos estaban en la mesa desayunando, me senté como siempre al lado de mi hermano, el me hizo una mirada como nunca antes. Terminando de desayunar mi madre me dijo: "Martha, recoge la mesa por favor", y mi hermano dijo: "yo te ayudo", al llegar a la cocina, mi hermano me abrazo por detrás y me pregunto: "¿te gusto?, yo le dije "claro", me dio un beso en el cuello y se fue.
A partir de esa noche mi hermano y yo hemos seguido teniendo nuestros encuentros, he descubierto nuevas formas de llegar al clímax. Ambos sabemos que tarde o temprano esto se acabara, sin embargo vivimos cada uno de nuestros encuentros al máximo y nos entregamos el uno al otro sin pensar en nada que no sea placer