Sueño erótico
Prosa poética erótica.
Sueño erótico
A veces cuando duermo, y cuando estoy igual de vestido que una hoja de papel en blanco, sueño contigo. En tales sueños estoy tocando con un dedo el borde de tus labios más ocultos. Voy dibujándolos y pintándolos como si salieran de mi mano. Esos labios ocultos que mi mano derecha elige, que te los dibuja y les da todo el color en tu entrepierna. Unos labios que llegan a coincidir exactamente con los labios que se humedecen en agua bella por debajo de los que mi mano te dibuja y te colorea. Los hago nacer cada vez que mis dedos, mi boca y mi entrepierna lo desean. Esos labios que son elegidos por mí entre tantos otros. Primero los creo y les doy forma, luego los saboreo y después los someto a la prueba mayor, mientras tu estómago y tus pies se comprimen y se descomprimen continua y violentamente.
En otros sueños suelo hacer lo mismo pero con tus pechos, mientras empiezo a notar que tu mirada se está dilatando como ventana en un día nebuloso y tu cuerpo tiembla como sol en un lago para pesca. En otros sueños contigo, suelo también ponerme a inventar oraciones que nadie dijo o nadie leyó jamás.
“Una mariposa besada, es una mariposa que está siendo rociada con una pequeña muestra del más dichoso e impuro goce”; “Una mariposa lamida, es una mariposa atrapada dentro del más acaramelado y caliente deleite húmedo”; “Una mariposa enteramente absorbida por una boca, es una mariposa que siente y que no puede dejar de sentir, retazos labiales y linguales”.
“Un pirulí besado, es un pirulí entrando en ebullición, correspondiendo agradecidamente a esos estímulos”; “Un pirulí lamido, es un pirulí ansioso por sentir más, hasta que no aguante”; “Un pirulí absorbido por una boca, es un pirulí volando hacia el cielo de la satisfacción, entusiasmado por querer superarse en sus limitaciones”.
“Unos pezones besados, son unos pezones que no saben ocultar su reacción”; “Unos pezones lamidos, son unos pezones que intentan resistir esos ‘ataques’ y no lo hacen eficazmente”; “Unos pezones absorbidos por una boca, son unos pezones empapándose en cosquilleos y a punto de reventar”.
“Un surco besado, es un surco bañándose en un río de estremecimiento”; “Un surco lamido, es un surco debilitándose -a gusto- en todas sus defensas”; “Un surco absorbido por una boca, es un surco que puede correr, el peligro de caer en la trampa del enamoramiento, por una boca que disfruta mucho divertirse con él”.
Increíble y maravillosa, es la gran riqueza de placeres corporales que puede caber en una sola cama y en una sola noche. Hay mañanas en las que me despierto sin haber soñado nada, pero estoy con un pirulí que es rebelde y muy reacio a la hora de tener que mantenerse cabizbajo. No quiere sentarse o acostarse –salvo cuando está muy cansado– porque le gusta estar siempre parado. “¿Por qué será?”, preguntarás tú de forma graciosa, queriendo aparentar la ingenuidad que no tienes. Sabiendo muy buen su por qué.