Sueño de verano

A todos nos paso en algún momento.

SUEÑO DE VERANO

Verano del 2005, enero en Cap. Federal, un calor insoportable, nada con que menguar el sofocón que provoca.

La mente obnubilada por la resaca, provocada por el alcohol de los festejos de fin de año, aumenta dicha sensación. Entorno la puerta del departamento y luego me dirijo hacia el balcón a efectos de abrir la ventana, y ver si de esa forma se produce alguna brisa para paliar la situación.

En ese instante, un ruido en el piso inferior llama mi atención, me dirijo al balcón para ver que lo había producido, pero lo hago con mucha precaución, ya que mi mente había dibujado la posibilidad de que fuera una inesperada situación.

Al asomarme veo una mujer que, con una manguera, se moja con delicadeza, ajena y distante, de todo lo que ocurre a su alrededor.

Está vestida con un traje de baño muy diminuto que deja ver sus hermosos glúteos, como así también sus prominentes senos, cuyos pezones parecen querer escaparse del corpiño al resaltar por la tela mojada.

Su contorneo era tal, que despertó en mi el deseo, las ganas de tenerla entre mis brazos, para acariciar todo lo que estaba ofreciendo. De repente, sin dejar de mojarse, comienza a acariciarse suavemente, desliza su mano por la cintura llegando hasta su hermoso culo, el cual rodea con un solo dedo hasta llegar al borde de su bombacha, introduciendo su mano comienza a tocarse de manera muy delicada.

Dejando la manguera, con la otra mano comienza a tocarse los pechos, a presionarse los pezones, ya a esta altura su cara comienza a transformarse en una mueca de placer.

Mientras tanto yo que estaba recaliente, sin darme cuenta llamo su atención, me mira y con una dulce sonrisa y sin dejar de tocarse, me hace una seña para que baje, no tardo en llegar más de 5 minutos, estoy delante de ella observándola, sin palabras, no puedo balbucear ni un ola, levanta la manguera y en silencio la pone en mi mano para que la moje.

Comienzo a hacerlo por la espalda, dirigiendo el chorro hacia su cintura lo bajo hasta su culo, es un placer verla como se mueve bajo el agua sin dejar de acariciarse, me recalienta tanto que comienzo a acariciarle la espalda con mucho temor, espero su reacción, pero como nada sucede continuo hacia abajo, llegando a la cintura me detengo, es tan chiquita, tan frágil, la tomo con mis dos manos y la giro hacia mí con mucha suavidad, hasta quedar enfrentados cara a cara mirándonos, sin decir una palabra.

Tomo nuevamente la manguera y dirijo el agua hacia sus pechos, su panza y bajo hasta su pelvis, le acaricio un hombro, un pecho, deteniéndome en el pezón que está duro y parado, lo tomo entre mis dedos y mientras le tiro agua lo presiono en un movimiento circular observando su cara y sus expresiones.

Ella me ofrece sus carnosos labios, incitándome con un roce muy leve de su pelvis sobre mi aparato, que para ese momento ya estaba más que erecto, comenzando los dos a acariciarnos y besarnos con mucha sensualidad.

Mis manos comenzaron a moverse con mucha experiencia, sin dejarla de besar, le desabrocho el corpiño y se lo saco con mucha suavidad, dejando de esa manera sus duros pezones a merced de mi lengua, que incansablemente los lame en forma circular, bajo luego suavemente por su panza hasta detenerme en su ombligo, introduzco mi lengua en su interior produciendo en ella un suave gemido de placer, sigo con la lengua hacia abajo y comienzo a circundar su pelvis sin sacarle la bombacha.

Entrando por sus bordes repetidamente la excito dé tal manera que me agarró por la cabeza con ambas manos, apretándome contra su suave capullo humedecido obligándome a pasar la lengua sobre el clítoris,, mientras tanto con un leve movimiento de sus piernas hace que su bombacha se deslice hasta quedar completamente desnuda.

Abriendo sus piernas deja que mi lengua le acaricie por completo su concha, mientras tanto le meto el dedo en el culo y con la otra acaricio sus tetas, acaba una vez con un gemido que me enloquece, me paro y hago que me la agarre con la mano, que me acaricie, que suavidad que tiene, me vuelve loco, se arrodilla y me la empieza a chupar, se la traga toda, me coge con la boca, que mamada por favor, nunca antes me la chuparon así, no se como contenerme, la tomo por la cintura y la acuesto en el suelo, la doy vuelta haciendo que levante la colita y me la ofrezca toda, le empiezo a chupar el culo, le meto mi lengua dentro y se retuerce de placer, acaba otra vez, con un jadeo impresionante, que de solo escucharlo casi me hace acabar.

Le sigo chupando el culo hasta que me pide por favor que la haga mía, que le meta mi pedazo, que no aguanta más, se la pongo despacito por la concha, le jugueteo en la puertita, pero no aguanta, tirándose hacia atrás, hace que entre toda, y gime de placer, goza, se mueve, se retuerce acabando otra vez. La saco y se la pongo despacito por el culo, juego con él, entro y salgo despacio, es tan cerrado, tan estrecho que me recalienta, me enloquece sentirla tan apretada y más sintiendo como se queja. Después de varios empujones entró hasta el fondo, comienzo a moverme dentro de ella de tal manera que los dos nos volvemos una máquina de placer, es tal el frenesí que grita su tercer polvo.

Acompañándola le digo que yo también estoy por acabar, que no aguanto más, que es un placer inexplicable, que me vuelve loco, pero cuando estoy por explotar suena el despertador.