Sueño de verano

Una siesta en la playa de una mente calenturienta

Era una tarde de finales de verano, no tenía nada mejor que hacer, y decidí ir a una playa muy tranquila que queda aparatada de la civilización ya que tienes que andar un rato por un bosque, efectivamente, cuando llegué, comprobé que no estaba muy concurrida. No es que fuera una playa nudista, pero como eramos pocos quien la frecuentábamos, cada uno iba como quería. Ese día, había dos chicas en topless, y una pareja los dos desnudos..

Puse mi toalla lo más alejada que pude de la poca gente que había, no tenía ganas que ningún ruido me molestase, quería calma y tranquilidad... me desnude completamente y me tumbe a disfrutar del sol de la tarde.

Medio dormido, oigo movimiento cerca, y moviéndome un poco veo tras las gafas de sol que una pareja de unos 50 años, aún no habiendo mucha gente en la playa se ponen bastante cerca. Primero maldigo mi suerte, pensando que se acabó la tranquilidad, pero cuando terminan de dejar las cosas y poner las toallas, ella se empieza a sacar el vestido que lleva... más que sacárselo me parece que me hace un striptease sin dejar de mirarme! cierro los ojos, pensando que mi mente calenturienta me está jugando una mala pasada y que todo es producto de mi imaginación. Los vuelvo a abrir y la veo con un bikini negro muy elegante, creo que me sigue observando y se a dado cuenta de la erección que se empieza a despertar en mi entrepierna, que por vergüenza intento ocultar mientras ella sonríe pícaramente, se desabrocha el sujetador y lo empieza a retirar lentamente... poco a poco empiezo a entrar en el juego mostrando la excitación que me provoca y ella se muerde el labio inferior... tiene un cuerpo muy apetecible, no es una modelo, tiene su barriguita, sus arrugas... pero ese cuerpo maduro, dorado por el sol, me atrapa. Sus pechos son grandes, no desmesurados, pero dan ganas de perderse en ellos, con unos pezones grandes y oscuros que me pide a gritos que los mordisquee y note en mi boca como se endurecen de excitación... Despierto cuando se va hacía el agua moviendo su poderoso culo, mínimamente tapado por el tanga del bikini y zambulléndose completamente...

Cuando la pierdo de vista, de repente me acuerdo que no ha venido sola! Asustado por su reacción y sin pensar miro hacía sus toallas y veo al que ha venido con ella... un hombre alto, moreno con el cabello canoso, no es un atleta pero se le ve cuidado, que me está mirando con una sonrisa que me descoloca y a la vez me tranquiliza... Mueve la cabeza afirmativamente y con los ojos me indica que vaya hacía ella!!! Mi cara de sorpresa le divierte y vuelve a asentir con la cabeza, le sonrío y me levanto rápidamente y me zambullo apareciendo muy cerca de ella! Se hace la sorprendida, empezamos a hablar, es muy simpática y coqueta, sin darme cuenta empezamos a jugar inocentemente con el agua, y aprovechando la mínima excusa para que nuestras manos rocen nuestros cuerpos... Hasta que no aguanto más y agarrándola de sus nalgas la presiono contra mi cuerpo, y ella enrosca sus piernas en mi cintura y nuestras bocas se encuentran apasionadamente y mi lengua busca la suya desesperadamente.

Absortos en tocar cada centímetro de este nuevo cuerpo que hemos encontrado, parece que se haya detenido el mundo y nos olvidamos de lo que nos rodea. Ella agarra mi polla con ganas y acaricia mis huevos, mientras mis manos amasan sus nalgas y van apartando la tela de su bikini para que mis dedos jueguen con su culito y su coñito...

Cuando noto otras manos que le agarran del culo, me sobresalto, ella ríe y girando la cabeza besa al que luego supe que era su marido, que le pregunta si se lo está pasando bien, y ella contesta que está disfrutando muchísimo, y mirándome a los ojos, termina diciendo, pero más si jugamos los tres... noto que me coge una de las manos que tengo en su culo y la lleva en dirección a la entrepierna de su marido, no doy crédito a lo que sucede, pero parece un sueño y no quiero despertar y perder de entre mis brazos a esa mujer. Mi mano es llevada a una polla dura que rozo con el dorso de la mano, mientras me susurra al oído, "¿Jugamos los tres?" y mordisquea mi oreja...

Nunca había tenido en mis manos una polla que no fuera la mía, pero estoy tan excitado que sin pensarlo demasiado, giro mi mano y empiezo a sobarla mientras su propietario suspira, y ella da un grito de alegría y me come a besos! Estamos un rato más en el agua, cada uno tiene tres manos resiguiendo sin prisa su cuerpo. Las tres bocas están fundidas en una, y sus respectivas lenguas, pelean para entrar en alguna boca... disimulada ella se retira poco a poco y quedamos su marido y yo besándonos mientras oímos como nos dice "que perra me pone ver a dos machos así!" y se vuelve a unir a la fiesta con más ímpetu.

Al rato, nos coge las pollas y nos tira hacía fuera del agua, y entre bromas y risas salimos del agua, vamos ha sus toallas y nos tumbamos, yo en medio de los dos, pero no pasan ni dos minutos de descanso que empiezo a notar como cuatro manos acarician mi cuerpo, yo con los ojos cerrados me siento en el cielo, tan relajado que no opongo resistencia al notar una boca caliente atrapa mi polla y una húmeda lengua juega con ella... no se quien es, pero no me importa, es delicioso como la chupa y con la mano masajea mis huevos... al final descubro que es él, cuando ella me pregunta si disfruto, y no acabo de decir si que se sienta encima de mi cara y me aplasta con su coño y no puedo hacer más que mover mi lengua, mientras mueve sus caderas al ritmo de las chupadas que me da su marido, las cuales no tardan en hacerme correr en su boca, que recoge toda mi leche y se la ofrece a ella, que en cuanto la saborea empieza a correrse escandalosamente en mi cara!

Me despierta la subida de la marea que ha puesto mis pies en remojo y con una calentura descomunal decido entrar al agua para desahogarme y recordar lo soñado, esperando que el próximo día sea realidad...