Sueño Cumplido

Por fin logramos nuestro deseo

Luego de algunos experimentos, por fin obtuve lo que quería. Estar en la cama con mi marido y una mujer juntos.

Semanas después de haber compartido con Zel, me enteré charlando con mis hermanas, que hasta ese momento solo yo no había experimentado el amor lésbico ya que las tres lo habían hecho y dos de ellas se consideraban bisexuales. Esto me dio la certeza de que era algo con lo que debía continuar y si mi marido estaba de acuerdo pues mucho mejor.

Desde Marco, mi esposo y yo no habíamos vuelto a mencionar la posibilidad de otro encuentro, lo que me agradaba pues me dejaba toda la libertad de planear lo que deseaba. Como parte del plan le pedí a Zel que le enviara unas fotos suyas en bikini que tiene de la playa, pidiéndole que se las quemara en un cd y por otro lado dejó de usar sostén en casa de mis padres cuando nos encontrábamos nosotros, usando solo camisetitas de tirantes, lo que obviamente comenzó a llamar la atención de mi marido.

Por cuestiones de trabajo, mi esposo debería viajar a Los Cabos (por si no lo comenté, vivimos en La Paz) en fin de semana con lo que obviamente nos colamos mis hermanas y yo, para que no fuera tan obvio. Así el viernes pasado, las cuatro con mi sobrino lo acompañamos con la idea de pasar el fin de semana completo allá y Zel y yo poner en practica nuestro plan.

Nada de lo que pasó ese fin de semana importa, salvo lo del sábado por la noche, donde alrededor de la 6 de la tarde quedamos de vernos en el bar que está junto a la alberca y pedimos una botella de Herradura para los cuatro. El tequila desde joven me ha prendido y ayudado a obtener mis mejores noches de sexo y mi esposo lo sabe por lo que fue el quien pidió la botella. Después de algunos tragos comencé a acariciarlo, el llevaba un short, lo cual era señal para mis hermanas de llevar a dormir al niño, excepto Zel que vestía el mismo bikini de las fotos que le envió a mi marido, bajo pretexto del sol se sentó del otro lado de mi marido y siguió bebiendo mientras mi esposo y yo nos besábamos y acariciábamos cada vez mas cerca de nuestros genitales. El momento había llegado, mi hermana dijo que subiría al baño y se fue. En ese momento llevé mi mano por dentro del short de mi esposo hasta alcanzar su miembro que ya se sentía duro y recorría su entrepierna hasta la rodilla. El me desanudó el pareo y me llevó a la alberca y en un rincón comenzó a besarme y acariciarme con mas pasión y en busca de ponernos a punto para subir a la habitación.

Después de un rato de manosearme como novio de secundaria las tetas y las nalgas y yo de frotar mi pierna en su miembro sujetándolo de sus nalgas, me pidió que subiéramos ya que estaba empalmadísimo. Salimos de la alberca y sin dejar de restregarme su miembro en el trasero llegamos al elevador, solo era un piso pero lo aproveché para meter mi mano en su short y masturbarlo bajo la ropa; al salir al pasillo y ver que nadie se encontraba me apretó hacia él tomándome de los senos y me los acarició hasta que llegamos a la habitación.

Entrando a la habitación me desabrochó el sostén del bikini y me dio la vuelta para comerse mis tetas apretándome con una mano de la espalda y con la otra acariciando mi sexo debajo de la tanga, de pronto y de manera "sorpresiva" salió mi hermana del baño completamente desnuda diciendo: ¿Me invitan? A mi marido se le iban los ojos, debo aceptar que por los cinco años menos que yo su cuerpo luce mejor que el mío. No sabía si seguir en lo suyo, o ir por ella, yo solo le tendí la mano, se acercó, la tomé de la cintura y la acerqué a nosotros, mi esposo incrédulo se dejó tocar por ella que inició por el pecho y recorrió su mano hasta la cinta del short, la jaló y de inmediato la metió hasta alcanzar su miembro. Mi esposo no dudó y la tomo de una nalga acercándola mas y volvió a chupar mis senos; mi hermana dejo a mi esposo y me desnudó por completo, se puso tras de mi, me acarició los senos y restregó los suyos en mi espalda mientras mi esposo iba de uno a otro con su boca y me apretaba por el trasero hasta que se arrodilló y comenzó a lamerme, chuparme y mordisquearme el clítoris y los labios vaginales, yo solo atinaba a tomar de las nalgas a mi hermana. En cierto momento, me dejó y se puso detrás de mi esposo y lo puso de pie, desde atrás lo acarició en el pecho y le besó el cuello, yo mientras lo besaba, ella bajó sus manos hasta quitarle el pantaloncillo y tomarle el miembro para empezar con una lenta masturbación, mi esposo fascinado con una mano me tomaba de una nalga y con la otra la nalga de Zel mientras nos besábamos.

Yo no podía mas, mi entrepierna escurría mis jugos, así que los jalé hasta la cama, acostamos a mi esposo y sin que mi hermana dejara de masturbarlo yo lo chupé y lamí hasta que le sacamos su primer eyaculación, mi hermana de inmediato se tragó su miembro y no lo soltó hasta dejarlo limpio y flácido, yo lo lamí alrededor limpiando el semen que había escurrido y luego ella y yo nos besamos y nos abrazamos frente a él que se incorporó y nos acariciaba y besaba intercaladamente en brazos, cuello y nalgas. De pronto y supongo que por el hecho de vernos juntas, ya estaba listo para regresar a la acción y de inmediato se dirigió a Zel, se puso tras de ella, la agachó y la penetró lentamente, ella se dejó hacer lo que mi esposo le pedía mientras yo solo los miraba. Hizo que lo montara, la cogió de perrito, lamió su sexo mientras la masturbaba, mordió sus pezones y le pidió el ano, a todo le dijo que si, hasta el punto de volverse a tragar su semen mientras le eyaculaba. Yo me masturbaba solo de conocer lo puta que era mi hermana también.

En cuanto lo volvió a dejar limpio se inclinó hacia mi y me comió el clítoris, y metió su lengua en mi vagina arrancándome suspiros de placer, me dobló de forma tal que mi ano quedó al aire y comenzó por lamerlo y humedecerlo todo, recorrió de mi ano a mi clítoris, poco a poco fue introduciendo su lengua en mi ano y lo fue preparando para introducirme un dedo. Después de habérselo dado a mi esposo el dedo era muy gratificante. Conforme iba jugándome el agujero mi marido se iba calentando, Zel se dio cuenta y le dijó "es todo tuyo", mi marido no lo dudó y de inmediato atacó mi ano metiéndome la pura cabeza y deteniéndose un poco, al ver que no decía yo nada lo metió hasta la mitad y solo emití un gemido, en ese momento, lo sacó un poco y lo empujó hasta el fondo de un movimiento e inició su movimiento dentro mío arrancándome gemidos y gritos de placer, mientras mi hermana le lamía y chupaba el ano a mi esposo, cosa que hizo que su erección fuera mas firme y sus empellones mas fuertes, después de un rato, le pedí que la sacará la quería en mi vagina, pero primero lo mamé desde la punta hasta los huevos y nuevamente como mas lo disfruto con mi culo al filo de la cama el me penetró de pie rápida, furiosa y profundamente, Zel se sorprendió del tiempo que duró erecto esa tercera vez y de los tres orgasmos que me provocó con ello, yo no podía mas y mi marido seguía firme por lo que fue una vez mas con mi hermana y poniéndola de pie recargada en la cama la penetró por detrás, con una cara de desesperación por metérsela lo mas fuerte y al fondo posible de forma que le provocó dos orgasmos en los que no pudo contener los gritos y sin preguntarle la inundó con su semen con embestidas que dejaron la cara de mi hermana roja de la excitación.

Ya exhaustos los tres nos metimos a la regadera juntos y seguimos acariciándonos. Al salir, llamamos a mis otras hermanas para irnos a cenar y mientras llegaban mi esposo nos volvió a provocar orgasmos lamiéndonos, mordisqueándonos y chupándonos las vaginas y los clítoris a ambas. Las dos terminamos felices y complacidas y mi esposo muy orgulloso de haber satisfecho a dos mujeres juntas.

Zel nos pidió que ya no la excluyéramos, desea seguir formando parte de nuestros encuentros. Le dije que lo pensaríamos y mi esposo que el ahora desearía un intercambio con otro matrimonio, que será nuestro siguiente paso.

Si hay matrimonios interesados, ya saben mi correo….