Sueño con un antiguo compañero de clase
Necesito contar la follada que soñé. No he podido dejar de pensar en ello de lo caliente que me tiene.
En secundaria tenía un amigo de clase con el que soñé una vez. Javi, moreno de piel, muy simpático. En el sueño, estabamos en la ducha de los vestuarios y empezó a enjabonarme por detrás, hasta que llegó a mi culo y empezó a meterme un dedo poco a poco… No sé si fue mi primer sueño gay pero seguro que de los más relevantes. Hace poco lo vi y creo que, por eso, he vuelto a soñar con él, pero esta vez más explícito todo. Normalmente lo veo por el barrio, han pasado unos años pero sigue viviendo por aquí, lo que pasa que hasta ahora no había tenido un sueño con esta intensidad. Como no hay mucho que explicar, lo acompañaré de imágenes con chicos que, más o menos, se parecen a mí en complexión física y edad. Así no quedará tan vacío el relato.
Hace tres dias tuve una noche agitada y recuerdo que soñé que estabamos en una casa, creo que la mía no era, y encontramos en una mesa un dildo.
---Javi, tu has probado uno de éstos? -dije.
---Pero qué dices -se rie -. A mí no me va que me metan nada.
---¿Y metersela a un chico?
---No… Si me gustara lo sabría.
---Igual si aperece alguno atractivo te encandila.
–-Imposible.
---¿Te juegas algo?
---No sé, ¿qué quieres jugarte y qué has pensado? -preguntó con cierto temor.
---A que te pongo cachondo y me quieres follar. 50 euros -muy seguro yo.
---¿Quieres perder 50 euros? -preguntó con aires de sorpresa.
No, yo quería otra cosa. Y en el sueño, tan real, tan excitante, salía todo bien.
Javi se sentó en el sofá, yo cogí el dildo, me quité la camiseta y empecé a chuparlo. Primero lentamente, pasando la lengua por todo el tronco y me lo metí. Había que lubricarlo. Hasta le pedí que lo sujetara él.
Seguidamente, me quité los pantalones, me bajé la ropa interior y con una pequeña patada los lancé. Entonces volví a coger el dildo, lo puse en el suelo y me senté sobre él dando la espalda a Javi. Empecé a cabalgar…
Me giré. Sonreí al ver que se acariciaba el paquete. Me acerqué a gatas, le bajé el pantalón y su polla miró al cielo, dura, húmeda. Pasé la lengua por la punta recogiendo su líquido y paré.
---Ah, has perdido -dije
---¡Está bien, pero chúpamela ya!
Me la metí en la boca hasta que él se puso de pie, se quitó toda la ropa y empezó a hacer como si me follara por la boca.
Después me puso en posición de perrito, me azotó en el ojete con la polla y me la metió.
Parecía una sensación muy real, incluso que la sacaba entera y la volvía a meter.
Hasta que finalmente no pudo más y se corrió en mi culo, por fuera.
Creo que el que se corrió fue yo y entonces me desperté. Es un polvo imposible porque él es completamente hetero, pero valió la pena. Es una lástima que casi nunca tenga sueños tan sexuales, ¡pagaría por tenerlos todas las noches!