Sueño con ese día

Anhelo llegar a poder amarte y tener ese encuentro esperado contigo.

Espero ese día en el que aparezcas. Fantástica con tu pelo suelto y tu ropa ajustada.

Sueño con ese momento en que me cojas de la mano, me metas en tu coche y me lleves a un lugar muy lejos de aquí, en donde no pueda recordar ni familia, ni trabajo, ni problemas varios,, en donde solo pueda mirarte a los ojos y sentir que soy la mujer más afortunada del mundo.

Es de noche,y nos sentamos en la parte trasera de tu coche. No puedo dejar de mirarte y llorar y agarrar tus manos y tenerlas entre las mías sólo para sentir ese calor.

Lentamente te acaricio el pelo y acerco tus mejillas a las mías para sentir una vez más el calor que irradia tu cara todas las veces que te he besado ahí.

No quiero pensar en qué puede pasar esta noche en la que cada una expresa todo lo que lleva dentro y el entorno social no le deja sacar a flote.

Sólo estamos tú y yo, y una magnífica noche invernal nos acompaña.

Me estás mirando deseando que te ame y corresponderme lentamente.

Te acaricio la mejilla y te beso suave en la boca, me correspondes; me agrada sentir tus labios rozando con los míos. Quiero continuar así por largo espacio de tiempo e ir ampliando horizontes, Sí, mientras nos seguimos besando los labios nuestras manos escalan por debajo la ropa subiendo por la espalda. Me estremezco y no sé si podré soportarlo, es demasiado escalofrío el sentir tus labios explorando los míos y a la vez una mano tuya acariciando mi cara y la otra subiendo por mi espalda. El corazón se me acelera a un ritmo vertiginoso.

Continuaría horas besando y explorando los infinitos rincones de tu cara, de tu cuello mientras con los ojos cerrados no dejo de besarte y con mis manos atravieso la frontera de tu ropa buscando tu espalda y tus pechos por debajo.

Después puedo continuar abrazándote y besando tu cara y tu cuello con infinitos besos dulces pero ahora quiero seguir buscando más lugares en tu cuerpo.

Te me adelantas y me quitas mi ropa hasta dejarme la espalda y los pechos descubiertos, ahora me toca a mi quitártela a ti, todo muy despacio descubriendo cada centímetro.

No podemos evitar abrazarnos y juntar nuestros pechos mientras seguimos besándonos la piel que encontramos sumidas en el abrazo. Demasiado nerviosismo vivido durante tantos meses tiene que salir en algún momento a la luz y seguir el camino de la tranquilidad de saber que podemos tenernos sin dar explicaciones a nadie.

Ahora estamos más tranquilas, es el momento de seguir bajando y acariciarte los pechos con las manos y con los labios,

(continuará)