Suena el telefono

estoy en mi habitación con una correa alrededor del cuello como la perra que se que te gustara que sea cuando nos conozcamos me tumbo en mi cama y de repente noto que no tengo puesto ni el pantalón ni las bragas y mi mano esta tocando mi coño que esta mojado...

Suena el teléfono.

Esperaba tu llamada, pero me pone nerviosa, descuelgo y aparento tranquilidad.

Empezamos hablando de cosas poco importantes, tonterías nos reímos me encanta escuchar tu voz.

Yo sin darme cuenta ya estoy en mi habitación con una correa alrededor del cuello como la perra que se que te gustara que sea cuando nos conozcamos me tumbo en mi cama y de repente noto que no tengo puesto ni el pantalón ni las bragas y mi mano esta tocando mi coño que esta mojado.

Te lo digo, tienes derecho a saberlo.

Tu tono de voz se trasforma, ahora es la voz de un Amo, mi Amo.

-Ponte a cuatro patas como una perra

Ya estoy axial sin que tú me lo tengas que pedir.

-Tócate.

También lo estoy haciendo, es como si fuese lo más normal del mundo, hablar contigo estando desnuda a cuatro patas, esa es mi condición natural de perra.

-Frota tu clítoris, mete tus dedos en el coño, hasta el fondo

Así lo hago

Me toco, froto cada vez estoy mas excitada te lo cuento me animas a seguir, siento que empiezo a correrme te pido por favor que me des tu permiso o me dejes parar de tocarme, me dices que te gustaría azotarme el culo eso me moja mas.

Primero con tu mano, imagino tus manos dejando su huella color rojo en mi piel después con el cinturón, imagino que tu polla me penetra por el culo, mi culo virgen, te digo que lo hagas despacio por lo menos la primera vez, mientras me dices como me penetraras no paro de frotar mi clítoris con mis dedos, se que se acerca el orgasmo.

-Por favor déjame correrme o mándame parar

No me haces ni caso tengo que seguir, me corro no puedo evitarlo es un orgasmo fuerte, sentido que me hace gemir desde lo mas profundo de mi ser. Me dejas un momento y después te pido perdón por correrme sin tu permiso.

-Ve a la terraza agarra cuatro pinzas

Estoy desnuda con un cinturón al cuello como si fuese un collar de perra y las pinzas están en medio del patio.

No me dejas ponerme nada para salir a por ellas

Salgo y entro corriendo.

Las cojo y regreso a la cama

Me tumbo boca arriba, me mandas ponerlas en mis labios vaginales, dos a cada lao.

Me molestan pero las soporto, es mi castigo.

Empiezas hablarme de cómo ser la primera vez que nos veamos pasan unos minutos.

De repente me dices levántate y ve a por otras dos pinzas.

Apenas puedo andar con ellas

Las agarro y regreso. Me coloco de nuevo sobre la cama y me ordenas colocarlas sobre mis pezones. Las pongo

-Tócate para mí.

Sigues diciéndome cuales son tus planes y eso me gusta. Me imagino las situaciones y me excito.

Cada vez aumenta mas la presión de mis dedos en mi clítoris y mis ganas de poder hacerte sentir lo mismo que tu provocas en mi.

Siento que me corro de nuevo.

Te informo y me dejas.

Este segundo orgasmo es aun mas intenso que el anterior.

Gracias

Gracias

Gracias

Es lo único que puedo decirte, ahora solo deseo que esto llegue algún día a convertirse en realidad y deje de ser una de mis fantasías.