Sucky y Lobo 2

Después de aquella pequeña sesión de prueba la noche continua, como será esa cena

Después de aquello todo cambió. Lo que se presentaba como una cena tranquila entre amigos pasó a ser casi una tortura.  Sucky notaba como la humedad de su coño iba en aumento, aquella pequeña sesión de prueba la había dejado demasiado excitada,  pero no quería hacer ni decir nada a Lobo, no tenía muy claro en qué punto estaban ahora mismo. Le había dicho que hablarían luego, pero iban por el segundo plato y aun no se había pronunciado, ella podía ver, como el bulto de su pantalón no desaparecía tampoco. Tan absorta estaba en estos pensamientos, que no se dio cuenta de cómo el, empezaba a acomodarse en la silla para tener un fácil acceso a sus piernas y su coño, de tal manera que cuando notó su mano subiendo lentamente por la parte interna de su muslo se sobresaltó y dio un pequeño salto en la silla. Lobo no pudo evitar reír, pero no dijo nada. En cambio, su amiga, que estaba sentada justo en frente de ella, se percató y le preguntó que le ocurría.

-Nada,  estoy bien, me noté algo en el pie, y pensé que era un bicho.- Lo dijo sin apenas voz, y notando como sus mejillas se llenaban de sangre, a la vez que la mano de Lobo llegaba hasta su clítoris a través del tanga, puede que eso influyese en su manera de hablar. La cara de su amiga no era de estar muy convencida, pero prefirió no preguntar más.

Mientras tanto, Lobo seguía en sus quehaceres, masajeando suavemente el clítoris Sucky y notando toda su humedad, la cual empezaba a traspasar el tanga y a deslizarse por sus muslos. Ella, sin ser capaz de hablar, le dirigió una mirada de súplica, aunque tampoco tenía muy claro que le pedía. Lobo con una sonrisa socarrona, y en voz alta, para que toda la mesa pudiese oírlo le preguntó- Quieres algo más  Sucky.- Aunque se suponía que le preguntaba por la comida, ella entendió el doble sentido, y negó con la cabeza.  En ese momento Lobo paró, sacó su mano y disimuladamente la acercó a la cara de Sucky para que esta pudiera notar más aun lo húmeda y cachonda que estaba. Su cara fue de desesperación total, que pretendía, que quería de ella, empezaba a estar demasiado frustrada y eso no la ayudaba a pensar con claridad.

Lobo cogió su móvil y se puso a hablar por whatsapp como si ella no estuviera a su lado, como si no la conociera, lo cual puso más nerviosa a Sucky, a los cinco minutos, su teléfono sonó, era un mensaje de un número que no tenía, pero al abrirlo supo que era él.

“Si quieres terminar lo que yo he empezado sorpréndeme”

Como demonios había conseguido su teléfono, bueno, eso ahora era lo de menos. Sucky lo miró extrañado, pero él ni siquiera se molestó en devolverle la mirada, seguía a lo suyo. No era capaz de pensar… se levantó de la silla excusándose de que iba al baño y de nuevo él la ignoró como si no estuviese.

Quería que le sorprendiese, pero a quien pretendía engañar, la imaginación nunca había sido su fuerte, pensó en quitarse el tanga y llevárselo, pero le parecía demasiado simple, alguna foto… no… muy visto, entonces tuvo la idea. Fue a su cuarto, sacó la maleta de sus juguetes, menos mal que siempre la llevaba por lo que pudiera pasar. Sacó el vibrador y se lo colocó justo en el clítoris, como a ella le gustaba, entonces  lo probó y viendo que estaba como le gustaba volvió a la mesa. Se sentó y puso encima de esta el mando para controlar el vibrador se lo pasó a Lobo y rezó para que nadie se diese cuenta de lo que tramaba.  Él lo miró, luego la miró a ella, y le lanzó esa mirada que la llevaba volviendo loca desde el primer momento, era tan dominante, no pudo sostenerla, de nuevo agachó la cabeza y no dijo nada.

Lobo cogió el mando a distancia y se lo guardó. Sucky no sabía si le había conseguido sorprender, en cualquier caso le tocaría esperar para saberlo. Continuó en la cena como si nada hubiera pasado, y cuando llegó el postre se vio sobresaltada por el vibrador, lo había puesto a una potencia alta, estaba demasiado excitada, si lo dejaba ahí demasiado tiempo se acabaría corriendo, y no quería hacerlo sin antes pedirle permiso. Sin tener muy claro el por qué, Lobo lo volvió a parar.  Terminada la cena, todo el mundo empezó a levantarse de las mesas para ir a la mazmorra o a los sofás a charlar con más gente.

-¿Sabes, hay mucha gente que no conozco aún, te importaría presentarme Sucky?- Le dijo Lobo. Lo dijo con toda la naturaleza, como si no hubiera estado toda la noche jugando con ella. En sus palabras no había ni una pizca de perversión, toda naturalidad.

-Sí claro, vamos y así hablamos un poco también.- Era la primera vez desde que le conoció que podía hablar con él normal, sin tener que agachar la mirada ni nada de eso.

Empezaron a andar, ella intentaba encontrar el valor para hablar con él, para preguntarle que pretendía, que quería de ella, si todo aquello solo era un juego para él o que… Por tercera vez ya aquella noche, se volvió a sobresaltar, el vibrador empezó a andar como si tuviera vida propia, aunque ella sabía que no era así, sino que era él quien le daba vida. Llegaron a la altura de unos amigos y pararon a saludar, o al menos Lobo, porque ella estaba concentrada en no poner ninguna cara extraña y no correrse delante de nadie. Mientas, él intentaba aguantar la risa, y sobre todo las ganas de cogerla y llevarla a una habitación para cogerla, se moría de ganas por hacer eso, pero debía hacerse desear. Se despidieron de los amigos y continuaron caminando, Sucky no podía más. –Lobo, por favor, vamos a algún sitio, necesito correrme.

Lobo empezó a reír,- ¿A dónde quieres ir? Además, no te preocupes, no vas a llegar todavía.- La cogió de la mano y continuó hasta encontrarse a otros conocidos, pero esta vez le tocaba a ella presentarles. Volvió a encender el vibrador mientras que Sucky intentaba hablar con normalidad ocultando su excitación y ganas de acabar, estaba a punto de llegar al orgasmo, cuando Lobo volvió a pararlo.

El juego continuó con varias paradas más, Sucky notaba como su humedad cada vez se deslizaba más por sus muslos, no podía parar de pensar que todo el mundo se iba a dar cuenta de lo que estaban haciendo, y Lobo… Se podía ver de lejos su excitación a través del pantalón. Pero me temo que no podremos saber hasta la próxima, como acaba esta historia…

CONTINUARÁ…