Sucedió en carnaval 2018
Relato sobre lo que sufrió la rotagonista, Marta, en carnavales 2018. (relato ficticio)
SUCEDIÓ EN CARNAVAL 2018
Viernes nueve de febrero de 2018 fiestas de carnaval en Madrid, Marta, una joven, disfrazada, va por la calle Rafaela Bonilla, camino a la plaza de toros de Las Ventas donde ha quedado con sus amigas. A lo lejos ve a un hombre, como perdido, mirando en todas las direcciones como buscando algo.
Se va acercando a él, cuando él la ve, deja de mirar a todos los lados y espera a que la joven pase a su lado.
H – Hello good night, sorry to disturb you. I'm from England and I find myself a little lost... You could show Me how I go from here to Lozoyuela Street. (Hola buenas noches, disculpa que te moleste. Soy de Inglaterra y me hallo un poco perdido… Me podrías indicar como voy desde aquí a la calle Lozoyuela).
S – Yes, expect me to think and tell you. You follow this street over there, all straight, until you can go further, twist to the right. Continue straight until you pass a hotel and a little farther on the left you will see a pedestrian street, up that street up and the second On both left and right hand side is that street (Sí, espera que piense y te digo. Sigues esta calle por ahí, – indicándole por donde ella había venido –, todo recto, hasta que no puedas avanzar más, tuerces a la derecha, sigues recto hasta que pases un hotel y un poco más adelante a la izquierda veras una calle como peatonal, subes esa calle arriba y la segunda tanto a mano izquierda como a derecha es esa calle).
H – Ah lot of trouble!. You could do me a favor and join me. Is that ten minutes ago I asked some young people down that street and I think to laugh at me they sent me where it was not. (Menudo lio. Me podrías hacer el favor de acompañarme. Es que hace diez minutos he preguntado a unos jóvenes por esa calle y yo creo que para reírse de mí me han mandado por donde no era).
S – I don't know I'm meeting my friends and I don't want to be late. (No sé he quedado con mis amigas y no quiero llegar tarde).
H – You seem like a good girl and you sure sent me to the right place, sure if I ask others send me to the other end of Madrid. Please do the good deed of the day. (Pareces una buena chica y tú seguro me has mandado al sitio correcto, seguro que si pregunto a otros me mandan a la otra punta de Madrid. Por favor haz la buena acción del día).
S – It's okay I'll walk with you. Give me a moment to write a message to my friends. (Está bien te acompaño. Dame un momento que escriba un mensaje a mis amigas).
Marta mandó un mensaje a las amigas comentándolas lo que le había sucedido y como iba a acompañar a aquel extranjero al lugar donde quería ir. Sus amigas la contestaron que se irían donde siempre y que ella ya aparecería. También le dijeron, entre risas, que no fuera tonta que si estaba bueno se lo tirase que si las daba plantón que no se lo iban a tener en cuenta.
H – What's your name?. (¿Cómo te llamas?)
S – Marta and you?. (Marta ¿Y tú?)
H – Thomas, delighted. I'm sorry to tell you, but do you seem too young to go out alone at this hour?. (Thomas, encantado. Perdona que te diga, pero ¿pareces muy joven para salir tú sola a estas horas?)
S – Thanks for the young, although I am young, I have been twenty-seven years. (Gracias por lo de joven, aunque soy joven, ya he cumplido los veintisiete años).
T – Well, you don't really seem to. (Pues en verdad no los aparentas).
Y así hablando de cosas triviales Thomas y Marta llegaron a la casa donde estaba residiendo Thomas.
S – Well Thomas, nice to have met you. I'm going with my friends who will be waiting for me. (Bueno Thomas un gusto haberte conocido. Me voy con mis amigas que me estarán esperando).
T – Wait, for the inconvenience caused by cordiality requires me to invite you to have a drink at my house. (Espera, por las molestias ocasionadas la cordialidad exige que te invite a tomar algo a mi casa).
S – Really Thomas no need I didn't do it for you to invite me to something. (De verdad Thomas no hace falta, no lo he hecho porque me invites a algo).
T – I know you don't see that you've done it because you're good people, but I insist you take something with me. (Ya lo sé que no. Se ve que lo has hecho porque eres buena gente, pero insisto que tomes algo conmigo.)
S – Okay, I'm going to take a drink with you. (Vale, voy a aceptar tomar algo contigo).
Subieron a la casa y Marta tuvo que reconocer para sí misma que la casa estaba limpia, no se esperaba tal grado de pulcritud.
T – What do you want to drink? (¿Qué quieres beber?)
S – With a Coke I'll settle. (Con una coca cola me conformo).
Thomas se fue a la cocina a servir lo que había pedido Marta al cabo de unos minutos salió con dos vasos con coca cola con hielo, ya que aunque era invierno la casa estaba a demasiada temperatura para el gusto de Marta.
T – How is, do you find it too cold? (¿Qué tal está? ¿La encuentras muy fría?)
S – Not the truth. It's very good. In the street could be that it was cold, but here with this temperature so pleasant is grateful that this cold. (No la verdad. Está muy buena. En la calle pudiera ser que estuviese fría, pero aquí con esta temperatura tan agradable se agradece que este fría).
Ya se había tomado la mitad de la coca cola cuando Marta se empezó a encontrar mal, primero fue embotamiento de cabeza y más tarde somnolencia. A tal punto llegaba la somnolencia, que dejó el vaso en la mesita que estaba enfrente al sofá para que no se le cayese.
Marta eso es lo último que hizo antes de desmallarse. Cuando se desmalló Thomas llamó a su hermano Hugo.
T – Hugo ven aquí date prisa ya se ha desmayado. Hay que prepararla antes de que se despierte.
H – No hay prisa, ya sabes que esa dosis dura media hora.
T – Da lo mismo. Cuanto antes la preparemos mejor.
La tumbaron en una cama y la ataron de pies y manos. La colocaron una mordaza en la boca para que no pudiese gritar y que los vecinos alertasen a la policía, y la dejaron allí a la espera de que se despertase.
Ya era noche cerrada cuando Marta se despertó y se encontró atada y amordazada. Su estupor llegó al máximo cuando vio entrar en la habitación a Thomas y la habló:
T – Sí que has tardado en despertarte…
S – HHmmmm
T – Sí, hablo castellano perfectamente, es más es que soy español, pero el inglés lo hablo sin ninguna clase de acento, ¿no te parece? Jajajaja
Tomás se acercó a la cama donde estaba tumbada Marta con un cuchillo en sus manos.
T – Has visto que he sido bueno mientras estabas inconsciente y no he hecho hada… pero ahora vamos a ver qué es lo que escondes. Te recomiendo no moverte mucho no te vayas a clavar el cuchillo.
Tomás empezó a cortarle la ropa muy lentamente, como disfrutando de cada sonido que hacia el cuchillo al usarlo. Cuando la dejó en tanga y sujetador paró un par de minutos disfrutando de la visión del cuerpo de Marta.
Se entretuvo pasándole la punta del cuchillo por su cuerpo y viendo la carne de gallina de miedo que se le ponía a Marta al hacer eso. Después de eso dejó el cuchillo encima de la mesilla y metió sus manos entre las copas del sujetador y los pechos de Marta, se los acariciaba con maestría, ya que sin que Marta lo pudiese evitar, sus pezones se pusieron duros. Tomás al notarlo empezó a pellizcárselos para que no volviesen a su estado anterior. Cogió el cuchillo y cortó los tirantes y abrió los corchetes traseros y volviendo a meter sus manos en el sujetador tiró hacia afuera de él dejando los pechos de Marta a la vista.
Siguió jugando con ellos esta vez a parte de sus manos usaba su boca y dientes, mordiendo los pezones suavemente y tirando de ellos, mientras que al otro pecho lo masajeaba con una de sus manos. Llevaba unos cinco minutos con ese tratamiento a los pechos de Marta cuando los dejó y volvió a coger el cuchillo esta vez para cortar el tanga. Cortó las dos tiras laterales del tanga, metió su mano derecha por su espalda y la bajó hasta coger la parte trasera del tanga, la mano izquierda agarró la parte delantera y le estuvo frotando su coño y su clítoris con su tanga, mientras con las manos hacía ese movimiento su boca no se estaba quieta y lamía, mordía sus pezones. Hasta que Marta sin poderlo evitar se corrió, muerta de vergüenza de que su propio cuerpo la hubiera traicionado.
T – Veo que aunque tú no quieras tu cuerpo sí que desea disfrutar de la noche… Pues continuaremos haciendo caso a tu cuerpo. Prepárate para continuar.
Dicho eso soltó la parte del tanga que agarraba la mano derecha y con la izquierda tiró fuerte, quitándoselo y a la vez rozándole todo el coño y clítoris. Cuando tuvo el coño al aire se lo quedó mirando y le fue pasando suavemente los dedos de su mano izquierda por coño y clítoris para que su excitación no descendiese. Mientras le pasaba los dedos su boca fue descendiendo desde sus pechos hasta el coño, mordisqueando el clítoris en el camino. Cuando vio que el cuerpo de Marta otra vez la traicionaba se quitó los pantalones y de un solo viaje le metió su polla en el coño. Le fue cambiando el ritmo continuamente para evitar que ambos se corrieran, más porque quería aguantar más antes de correrse que por cortar el orgasmo a Marta.
Cuando se cansó de follarle el coño se salió, sin que ambos se hubieran corrido, la soltó una mano y se la ató a la otra, después le fue soltando las piernas y por último, le soltó las dos manos atadas juntas. La levantó de la cama y la acercó a la ventana donde había unos anclajes, que no se había dado cuenta de que estaban. Ató cada extremidad a cada uno de los cuatro anclajes quedando con brazos y piernas en cruz. Tomás salió de la habitación dejándola allí atada y regresó al cabo de un par de minutos con un bote de lubricante en la mano, que dejó cerca de donde Marta estaba. Se fue hacía el interruptor para apagar la luz, quedando la habitación a oscuras, solo entraba un rayo de luz por la parte inferior de la puerta, el cual no era suficiente para iluminar nada de la habitación.
Después de eso Tomás caminando a oscuras llegó hasta Marta y pasó de largo hasta llegar a la ventana, cogió la cuerda de la persiana y tiró de ella, subiéndola, Marta quedó aterrada sintiéndose observada por todos los habitantes de las casas de enfrente suyo. Se revolvió todo lo que pudo pero estaba bien atada así que no logró su objetivo.
T – ¿Te gusta esta sorpresa? ¿No te la esperabas verdad?
Tomás en ese momento ya podía hacer las cosas más rápido, ya que aunque desde el exterior no podían ver nada del interior de la habitación, la luz de las farolas hacía que la habitación estuviese en penumbras. Tomas cogió el lubricante, se echó una cantidad considerable en la mano y se la pasó por el culo a Marta, esta visto las intenciones que tenía su asaltante se intentó separar de él pero no había espacio suficiente.
Se puso él también lubricante por toda su polla para que entrase más suave, colocó la punta en la entrada del culo de Marta y le dijo:
T – Pero que tontería más grande has hecho al intentar separarte de mí… ya no te puedes alejar más, ahora solo puedes ir hacia atrás, y eso significa clavarte más mi polla en tu culo.
Sin decirla nada más le fue apretando el culo con su polla y poco a poco entrando esta cada vez más adentro. Cuando la tuvo toda dentro Tomás sujetó a Marta de la cintura echándola hacia atrás, cuando estuvo en su posición natural empezó a bombearle el culo con su polla sin descanso y con un ritmo endemoniado, a la vez que seguía apretando su cintura desde atrás. Marta a ratos gritaba con todas sus fuerzas por el dolor que le estaba provocando aquella invasión y a rato gemía por la excitación que le producía que la apretasen la cintura con fuerza, era su punto débil era superior a sus fuerzas, era que la apretasen la zona del ombligo y casi correrse al segundo, pero por culpa de la mordaza solo Tomás gracias a su cercanía la oía quejarse y este creía que todo eran quejidos no sospechaba que parte de sus gritos eran del placer recibido por la presión en la zona de la cintura.
Cinco minutos más tarde Tomás se corrió dentro del culo de Marta, ésta agotada física y anímicamente, se dejó caer, se mantenía en pie por las argollas que le ataban las manos. Después de correrse Tomas se salió de dentro de su culo y al salirse parte de su semen cayó al suelo. Bajó la persiana, volvió a encender la luz y soltó a Marta de las argollas, ahora de forma más descuidada, visto en la situación en la que estaba Marta y la volvió a atar a la cama.
Tomás durante esos minutos que tardó en volver a atar a Marta a la cama sintió que llamaban a la puerta de la casa. Oía hablar a su hermano con alguien aunque no distinguía los diálogos. Cuando cogía el pomo de la habitación para salir oyó un disparo, Salió a toda prisa de la habitación.
Cuando Tomás vio a su hermano gemelo, Hugo, muerto por los disparos de la policía, supo en ese momento cual iba a ser su destino, siempre habían estado juntos, nunca se habían separado, y pensar en vivir el resto de su vida sin una parte muy importante de él se le hacía insufrible, así que sin pensárselo dos veces, atacó a los policías que habían entrado en su casa.
Varios policías desataron a, una llorosa y presa de un ataque de nervios, Marta de donde estaba.
P – Tranquila, tus amigas al ver que no aparecías nos llamaron preocupadas. Menos mal que diste la dirección a donde ibas.
Mientras, el resto de policías, investigaban por la casa mirando que pruebas encontraban en la misma. Encontraron diversos artículos como una máscara completa de BDSM, que solo tenía una abertura en la boca y con ella no se veía nada, también un medidor de saturación de CO 2 y O 2 , casi profesional, con un pequeño monitor y el cable con una especie de pinza que se pone en el dedo y un corsé modificado, por dentro tenía, repartidos tanto por la zona del pecho y abdomen como por la espalda, un montón de saquitos, unos más grandes, en la zona del abdomen y la espalda, y otros más pequeños, en la zona de los pechos, e incluso alguno de ellos estaba ocupado, en esos momentos, por canicas o bolas de diversos tamaños.
Los policías que estaban registrando los cadáveres, encontraron una agenda y llamaron a la agente más veterana del grupo.
P – Vega, mira lo que hemos encontrado, ¿sabes lo que significa?
La agente Vega cogió la agenda que le pasaban y leyó una lista de tres nombres que había escrita en ella.
Carmen J. P. Febrero 2016
Margari B. G. Febrero 2017
Marta Febrero 2018
V – Esto significa que cuando llegue a la comisaria tengo que hacer una llamada que quería hacer desde hace dos años.
Este relato, sin ser literalmente, por que son dos relatos casi independientes uno de otro. Puede llegar a ser la segunda parte del relato “Asaltada en el autobús” que subí hace unos días, al finalizar el relato he dado diversas claves que si te fijabas podías llegar a esa conclusión. Espero que este juego con los relatos os haya divertido.
Desde estas líneas quiero agradecer la ayuda que me ha prestado “Carmen” para dar forma a las ideas que tenía en mi cabeza para realizar este relato y sobre todo por ser mi traductora. Muchas gracias.