Subiendo nota-3

Es la mayor de las delicias. Cuando intuí que Cris asumió su rol de sumisa mi cuerpo temblaba. Aún me parecía increíble que siguiese ahí, entre mis piernas con la boca ocupada, escuchando el destino que le había diseñado… ¿Lo aceptaba? ¿qué importa? Era mía. Para lo que yo quisiera

  • Pasa el pestillo y ven

No faltó a la cita. Sigo pensando que esa falda es demasiado larga. Habrá que conseguirle otra mucho más corta, aunque no pueda usarla en el insti para no levantar sospechas, pero ese uniforme es muy morboso. Hay “compas” suyas que lo demuestran, seguramente una camisa más ceñida que le marque los pezones cuando no lleve sujetador.

  • Deja el móvil sobre la mesa y dame tus bragas

Su cara era inexpresiva. Ni sorpresa, ni miedo, ni enfado… ni morbo. Da igual, mi polla si que reacciona. Ayer tres pajas. Levanto lo justo la falda para bajarselas… cuando me la entregó la acerqué a mi tomándola de la muñeca. Apartó la cara cuando mis manos empezaron a recorrer su muslo por el interior hasta encontrar el tesoro. Costó poco notar la humedad en los dedos que se introdujeron…

  • He hablado con un amigo. Irás a su academia, será la coartada para el cambio de tus notas… y para estar conmigo. Su piso está en el mismo edificio de la academia, tendrás media hora de clase y luego pillarás el ascensor para otra hora conmigo. Le he propuesto una compensación por dejarnos el piso, ya te imaginarás cuál es.

No. Tonta no es. Ahora si que me miró con cara de desaprobación pero… ya ha asumido que no hay negociación posible. Puede que fuera involuntario pero sus caderas comenzaban a moverse al ritmo de mis dedos en su coño… despacio.

  • ¿Has hablado ya con Nicolás?

  • No. -respuesta seca, tajante.

  • El miércoles acabáis a las 12. Os largais todos escopetados, pero tú y Nicolás no. Lo llevarás al aseo de chicos, al último, el que está junto la ventana. Arriba, a la derecha de la cisterna estará la cámara, mirala, que se te vea bien la cara. Luego te arrodillas y le haces una buena comida de polla. Antes de tragarte su leche enseña tu boca llena a la ca…

  • No, por favor…

Saqué los dedos de su coño rápidamente

  • Putita, tu cara de lástima no me conmueve. Al contrario, me da más morbo. Arrodíllate

Titubeo, pero aunque negando con la cabeza bajó ante mí. Le hice mirarme a los ojos, mis dedos llamaron la puerta de sus labios hasta que los abrió y dejó que entraran, Luego con la saliva que había cambiado por sus flujos recorrí los labios para que brillaran

  • Repite que harás cuando entres al aseo

  • Por fav…

  • Si quieres irte, la puerta está ahí

Intentó agachar la cabeza pero la mantuve por la barbilla, quería que siguiera mirándome mientras decía..

  • Miraré la cámara, me arrodillaré, se la chuparé y cuando se corra, la enseñaré a la cámara y me la tragaré.

  • Muy bien, levanta. Toma, tengo un regalo para tí

Se sorprendió. Era un móvil.

  • No quiero llamar al tuyo. Discreción. Este será el que vas a usar conmigo y para lo que te diga, como grabar tus pajas… por cierto, desbloquea el tuyo y enséñame la de anoche.

  • No...no pude…

  • Tsss… tsss. Mal, muy mal. lo pasaré por esta vez, pero esta noche no se te puede olvidar. Y quiero que sea muy guarro. Usa el vibrador para enseñarme como se la chuparás a Nicolás y luego te corres con él en el coño

  • No, eso…

  • Me dijiste que tenias vibrador.

  • Sí, pero…

  • Sin peros. Y no hace falta que me lo envies. Las fotos y videos que hagas con ese móvil se guardan automáticamente en Drive y ya las veré. Por cierto que también quiero que vayas fotografiándote con tu ropita más sexy, braguitas, minis…

  • ¿Y si me pillan el móvil?

  • No creo que seas tan torpe. Siempre puedes decir que es de una amiga. El pin es 0011. Yo iré borrándote las fotos conforme las descargue. Y ahora vete. Nos veremos el jueves, después de la mamada… si no la haces no es necesario que vengas

  • Me… ¿me das las bragas?

  • No. Me las quedo. Servirá de contrato de alquiler del picadero de mi amigo ¿algún problema?

  • N...no

  • Hasta el jueves, puta… perdón, Cris. No olvides el video

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Sí. Había material “aprovechable” en su vestuario. Claro que se podría mejorar pero alguna falda o top… quizás fuera de cuando era más pequeña y por eso le venía más corto o ceñido. La ropa interior no es que fuera muy sensual, aunque sobre ese cuerpo resaltaba mejor de lo que era. También es lógico: debe ser complicado tener ropa seductora a esa edad, cuando es tu madre la que pone la lavadora… pero algo habrá que idear.

El video no fue gran cosa. La habitación estaba demasiado oscura. Le hice repetirlo con más luz al día siguiente… se empeñaba en no mostrar la cara. Ya se lo corregiré en otra ocasión.

Chema, el de la academia, aceptó de buen grado (con un “cabrón” por medio mientras las olía) las bragas como anticipo por cederme el piso por las tardes.

No le daría clase él sino una compa que parece es una fiera sacando punta a repetidores. Quizás ésto me haga perder el chollo de tener que subirle nota el próximo curso, así que habrá que aprovechar bien a Cris los dos trimestres que quedan.

Normalmente son clases de 45 minutos pero Chema le dijo que solo podría venir media hora… yo tenía adjudicada la hora siguiente.

Pero ante todo, la prueba de fuego… el miércoles, en cuanto acabé la clase me encerré en el despacho. Tenía claustro pero me excusé, llegaría un poco tarde… el tiempo justo de ver si Cris cumplía y pajearme en homenaje. Y cumplió.

Imagino el desorden mental de Nicolás. Su cara de bobo al entrar al cuartito, empujado por Cris, lo expresaba todo.

La muy puta tenía prisa. Sonrisa forzada a la cámara, le bajó los pantalones, le sentó en el inodoro y se la comió sin preámbulos… una pena que esa cámara no captara sonido: el chup-chup de ella y los jadeos de él debían ser una sinfonía sublime.

Solo hubo algo que no me gustó. Cuando él puso las manos sobre su cabeza, quizás para parar su frenético ritmo, ella se las apartó de un manotazo…. tss-tsss… esa no es manera de tratar un “cliente” putilla, habrá que corregirlo también.

No llegó a los dos minutos… mostró su boca abierta a cámara, tragó y salió escopetada, dejando a Nicolas allí, sentado, con los pantalones por los tobillos y con la cara de más bobalicón… pero contento.

Con este video sentía tener ya inmunidad absoluta, y también que podía apretarla un poco más. Le envié un whatsapp. Al día siguiente nos veríamos con el de la academia.

= = =

Lo que no le había dicho era que sería en su piso. Seguramente se extrañó que cuando me avisó de su llegada le dijera que subiera al tercero y no al entresuelo donde estaba la academia.

Tras la presentación formal, besitos en las mejillas, Chema y yo nos sentamos. “No, tú no, desnúdate”

  • ¡¡¡QUEEE!!!

Su cara de susto era una delicia

  • A ver, Cris, tendrás que compensar a Chema por el uso de su piso, además de la matrícula de la Academia y de que te haya colado, las plazas ya están cubiertas pero va a hacer una excepc…

  • No, eso no… no-no

Sólo movía la cabeza, negando, su rostro iba cambiando a cada instante, del susto al enfado, luego se sonrojó y finalmente una lágrima…

  • Bueno, Chema, lo siento, nos vamos. La tía esta prefiere joderse la vida a chupártela, ¡qué le vamos a…!

  • No… no puedes pedirme

  • ¿Desde cuando me tuteas? Un respeto, niña

  • Por favor… señor… Don Armando

  • Ayer se la chupaste a un compañero de clase… ¿qué problema tienes en repetir con quien te puede ayudar a salvar el año, putilla?

  • Por… por qué?

  • ¿Porqué te vas a desnudar antes de chupársela? Porque no vas a ir con el uniforme manchado si se te escapa algo…

Lloraba. Con los brazos cruzados, como queriendo tapar su cuerpo a nuestro escrutinio… Si pretendía darme lástima estaba consiguiendo justo lo contrario. El morbo me había despertado la entrepierna.

  • Bueno, decídete. Que Chema ha de volver a la Academia. O baja contigo para hacerte la ficha o te largas y te olvidas de todo lo que hemos hablado.

Ladeando la cabeza comenzó el estriptis, la chaqueta sobre la mesa, desabotonando la camisa iba mostrando un sujetador de fina blonda… y Chema cambiaba la expresión divertida de nuestra conversación a la expectante, fija en esos movimientos y frotando (o calmando) lo que se levantaba entre sus muslos.

  • No te quites el sujetador, ni las bragas… hoy no te vamos a follar.

No hizo falta más instrucciones, Cris se arrodilló entre sus piernas. Entonces nuevas sorpresas… para ella: saqué mi móvil para grabar. De nada sirvió su cara de reproche, sabía que era inútil… otro más.

Y la otra sorpe¡resa cuando llevó sus manos a la bragueta de él y Chema mostró un billete de 20€ y se lo coló entre el sujetador y la teta. Me miró sorprendida.

  • Sigue. Te hará falta

Desconcertada… pero siguió con su tarea, Chema le ayudó a liberar su herramienta.

La mamada cada vez mejor. La práctica es lo que tiene. Hube de recriminarle cuando apartó las manos de Chema de su nuca. No, una buena mamada la debe guiar el que la recibe.

Se la tragó toda. Buena chica. Después bajaron a las formalidades de la academia. Preferí quedarme. Veinte minutos después estaba ante mí. Era mi momento, estrenar mi polla en su boca, pero…

  • Píntate esos labios - Le ofrecí un pintalabios rojo. Esa boquita enfundando mi polla debía ser lo más morbosa posible. Yo sí que la quería desnuda… pero jugando.

  • Ve desnudándote. Toda. Pero sin sacarte la polla de la boca.

Muy bien. Era hábil, solo una vez se le escapó y la volví a encarar con mi mano.

Ya había acariciado esos pechos, pero hacerlo mientras sube y baja su cabeza… acaricié su pelo...

  • Putita, debes dejar que el hombre marque el ritmo de la mamada. La próxima vez toma la iniciativa. Cógele las manos y llévalas a tu cabeza. Después cruza las tuyas en la espalda. Como una buena puta.

Paró. Me miró a medio camino entre la indignación y la queja.

  • No soy una puta

  • Lo eres. Ya te lo dije. Y hoy está grabado. Esos veinte euros son por tu primer servicio…

  • No-NO

  • Sí. Niña. A ver. te lo voy a explicar para que te entre de una puñetera vez en tu cabeza: hasta final de curso eres mi puta y te comportarás como tal. Follarás conmigo y con quien yo quiera…

  • ¡¡NOOO!!!

  • Te puedes largar cuando quieras, pero no lo harás porque sabes que las consecuencias pueden ser…

  • No me puede hacer ésto Don Armando, por favor… soy virgen

  • Follarás con quien yo quiera. Y te comerás las pollas de quien yo quiera. Asimilalo cuanto antes… Y te diré más…

  • No, no, por favor…

  • Deberías usar ese dinero de Chema para comprarte una peluca si quieres hacer más difícil que te reconozcan

  • Por favor…

  • Calla. Llénate la boca de polla. Todo ésto no es negociable. Escucha y hazte a la idea.

Lo hizo. Albergaba mi “compa de pajas” en su boca y me miraba, implorante.

  • En el móvil que te dí hay una cuenta de instagram y otra de Onlyfans: eres @boquita_dulce16. Ahí puedes ver ya las mamadas de Nicolás y Chema, tu paja y los modelitos que me enviaste. He difuminado tu cara, pero es mucho mejor que uses peluca… y algún maquillaje excesivo porque quiero que publiques más cosas. Por lo pronto ya tienes más de 300 seguidores…

  • No puedo… eso no…

  • ¿Porque abandonas mi polla, puta? ¡Cómetela!

Es la mayor de las delicias. Cuando intuí que la niña asumió su rol de sumisa todo mi cuerpo temblaba. Aún me parecía increíble que siguiese ahí, entre mis piernas con la boca ocupada, escuchando el destino que le había diseñado… ¿Lo aceptaba? ¿no? ¿qué importa? Era mía. Por fín. Y para lo que yo quisiera.

Era mucha la leche acumulada, por suerte no llevaba nada que manchar, recogí un poco y lo llevé a su boca, lo restregué por sus tetas, su pancita…. y su coño. Fue un breve intento el de parar mi mano, pero mi mirada le recriminó y llevó sus manos a la espalda. Buena chica.

Me tocaba a mí. Tenía tiempo. La hice sentarse y saboree el delicioso coñito con que tanto había fantaseado estos días. Un verdadero manjar y ese dulce botoncito al que mi lengua logró arrancarle el orgasmo. Sus movimientos y jadeos fueron lo que necesitaba mi polla para encabritarse de nuevo, me incorporé el tiempo justo para que los chorros fueran a su cara, no pudo apartarse porque la tenía cogida firmemente del pelo.

  • No te muevas. No se te ocurra moverte.

Necesitaba mi móvil. Espatarrada en la silla, la cara embadurnada, un ojo tapado de semen, no se cuantas fotos hice, incluso esbozó una sonrisa cuando se lo pedí… se lo ordené más bien.

Salió del aseo perfectamente arreglada, salvo por el rubor de sus mejillas exactamente como llegó.

  • No quiero volver a verte por el despacho. Hablaremos por wasap. Chema nos dejará la llave en el macetero de la entrada, si aún no he llegado entras y te cambias la ropa del cole, te pintas los labios...y me esperas de rodillas. Aunque no llegue. ¿Lo entiendes, Cristina?

Musitó una especie de “si”. La acompañé a la puerta tomándola por la cintura, al abrir la puerta levanté su falda y le dí un suave cachete en el culo.

  • Hasta pronto.

Las vacaciones de Navidad llegaron demasiado pronto, solo pude disfrutarla tres veces. Y la última fue una mamada rápida pues su madre le esperaba en la calle de la academia para ir de compras.

Me desquité en la fiesta de Navidad del centro. Ya le había metido mano a Ester en otras fiestas, es una borrachina, pero nunca había podido llegar a tanto. Ese día tenía un camarero a su servicio permanentemente: yo. Su vaso se llenaba sin pausa.

Me la follé en el despacho imaginando que era Cris. Es más entrada en carnes y edad, pero un coño así de ofrecido hay que aprovecharlo siempre.

Con su “chufa” no fue difícil hacerle creer que llevaba condón… y que se había roto dentro.

No acabó ahí la noche. Julio nos acompañó al pub pero le dejé claro que esa noche era solo mía. La magreó bailando. Culo y tetas. Me la dejó preparada pero no quise compartirla.

Mientras me la mamaba en el aseo le llegó un wasap: “Son las 2, cari”

Respondí al cornudo: “Lo siento. He dejado el coche en el cole. Nos lleva Bego, vuelvo pronto.”

Y mientras recibía su respuesta en forma de carita con beso, la boca de su parienta recibía toda mi leche.

Vomitó, claro. Como en estos garitos los aseos de tíos no tienen tapa no hubo gran desastre. Me divirtió que se disculpara, que me pidiera perdón ¿sería por haber vomitado mi semen? Enternecedor

Le pedí un gin-tonic, pero flojo, para enjuagarse la boca… y para que Julio pudiera comérsela sin mal aliento mientras le metía mano, las tetas al aire. El sofá estaba discretamente ubicado, quedaba poca gente y, la verdad, cada cual iba a lo suyo.

No le dejé que se la llevara al aseo, así que tuvo que conformarse con una paja. Ester hizo un amago de resistirse pero Julio se impuso, le colocó la mano en su polla y… se corrió en ella.

Le restregó la mano llena de lefa por su cara y le hizo lamerla… tenía cara de pocos amigos, así que ella ni siquiera pudo dudar.

Como no podía arriesgarme a que me vomitara en el coche tuve que follarmela frente a su casa. Hubiera preferido hacerme su culo pero en los asientos de atrás la posición era muy incómoda. Ni mencionó el condón, total ya la había llenado antes de leche.

Por “desgracia” no “pudimos” encontrar sus bragas, jeje, así que atravesó la calle hasta su portal chorreando… lo único que pude ofrecerle para limpiarse era un folleto de esos que dejan en el parabrisas.

Cuando veía su culo tambalear por culpa de los tacones solo se me ocurría que ojalá el cornudo no tuviese ganas de fiesta porque se iba a encontrar una sorpresa. En su piso cuando llegamos había una luz encendida, cuando salió recién follada ya no, así que quizás tuviese suerte.

No la ví al día siguiente y su coche seguía en el parking cuando me fui. Abrí de par en par la ventana para airear mi despacho, olía a alcohol, sexo… ¡qué se yo! y limpiar esas gotas delatoras frente mi mesa. Menos mal que aún no había pasado la limpieza.

El lunes sí que apareció. Era un día inútil, sin alumnos ni nada que hacer, preludio de las vacaciones, pero la Directora se empeñó en reunirnos para soltarnos un discurso, como los del rey en la tele. Al minuto ya había desconectado, solo miraba divertido a Ester que, sonrojada, evitaba girar la cara hacia mí. Bueno, ya habría tiempo de recuperar su confianza, al menos lo suficiente para petarle el culo.

Pero esa es otra historia