Su primera doble penetración.. Cada día mas putita

Como los anteriores,100% real y escrito por mi perrita...

Me gusta ser la perrita de mi Amo. Cada vez me cuesta menos asumirlo. Aceptarlo me ha generado un fuerte conflicto interno, pero es así.  Me gusta que sea así,  aunque se salga de todo lo que yo he conocido, me encanta y me lleva hasta una excitación extrema y jamás sentida.

Es lo más parecido a mi idea del amor pasional que haya podido vivir.

Me gusta, le adoro, me derrito, con él.

Hace dos días  estuvimos juntos. La noche anterior ya consiguió excitarme con un mensaje suyo. Decía que nos veríamos  en breve. Eso bastó  para que mi sangre ardiera y me excitara hasta el punto de apenas poder dormir.

Al levantarme al día siguiente me apeteció vestirme como si fuera a verle esa misma mañana. Medias de rejilla negras, con aperturas en zonas estrategicas y tanga de encaje negro a juego. Me excitaba verme así, pensar que ese día podría  verle... Así que decidí  enviarle una foto con la intención de provocarle todo lo que estaba sintiendo yo en ese momento....

Me fui al trabajo con una falda de cuero negro, zapatos de tacón alto, maquillada más de lo habitual, excitada..... Mis compañeros me miraban, no se atrevían a decirme nada, pero sentía sus miradas a mi falda. Y recibí  el mensaje de mi Amo diciéndome  que esa noche nos veríamos. Tenía que ocultar mi entusiasmo y excitación en el trabajo, pero no fue posible. Estaba loca por verle y se me notaba en exceso, hasta tal punto que me llegaron a decir que ese día  estaba especialmente guapa y pletórica, en realidad era como me sentía.

Por la tarde llegué a su hotel. Apenas hablamos. Al quitarme el abrigo se me salió una teta de la blusa que llevaba con un profundo escote. Él arrimó su boca a mi pezón y comenzó a morderlo. ... No hay cosa que me guste más. Estuvo un buen rato, si hubiese seguido habría  tenido un orgasmo de todo el placer que me producía sentir su boca, sus labios, sus dientes en mi pecho....

Me ordenó ponerme de rodillas para comerle la polla. Lo deseaba tanto.... me la metí en la boca. Subía y bajaba con mi lengua por toda su verga que cada vez se iba endureciendo más. Me gusta lamerle, ser su perrita, estar postrada ante él mientras le como.... Lamerle los huevos, pasar mi lengua por sus muslos.

Cogió mis manos me dio el antifaz y me ayudó a levantarme para tumbarme en la cama boca abajo. Antes me obligó a quitarme la blusa y la falda. Semidesnuda, postrada en su cama, comenzó a azotarme. Por cada latigazo, le daba las gracias a mi Amo, mientras mi coño se iba dilatando y casi mi corro de placer....

Me dijo que un día  quiere dejarme marcada, no sabe cuanto me gustaría. Se tumbó encima mía y comenzó a follarme. Tengo que controlarme para no gritar al sentir su polla dentro de mi coño con el ímpetu que él  lo hace.

Me puso a cuatro patas. Yo bajé la cabeza hasta las sábanas  dejando el culo totalmente dispuesto para él.  Me gusta esa postura, ofrecerle mi culo, mi coño mi cuerpo para lo que él  guste. Y llegó alguien a quien él  había  invitado. Mi Amo me dijo que a partir de ahora ya no estabamos solos y que me portara como la buena perrita que soy. Así  lo hice y me dejé llevar, por él y por su invitado. Al llevar antifaz y no ver nada, hace que el resto de los sentidos  se agudicen, así que yo me límite a cumplir órdenes para dar placer a los dos hombresque estaban conmigo. Un placer que yo también recibí y por partida doble.

Su invitado me masturbaba el clitoris y el coño mientras yo le comía  la polla a mi Amo. Me corrí pronto, porque ya estaba demasiado excitada con todo lo que me habia hecho mi Dueño. Ese día  estaba muy, pero que muy salida. No sabía  qué  me pasaba y sólo quería que me follaran, follarles, comerles a los dos las pollas era increíble las ganas que tenía de devorarlos. Y para mi sorpresa, mientras me follaba a mi Amo, su invitado comenzó a follarme el culo, con tanta facilidad, que apenas me dolió su primera embestida, y a partir de ahí me fueron follando los dos, uno el coño y otro el culo. Dos pollas follándome a la vez. Indescriptible el inmenso placer que sentía. Yo tumbada sobre mi Amo, le abrazada fuerte, les dejaba hacer, mi coño se desbordaba, yo temblaba del éxtasis al que me estaban llevando los dos, fue increíble. ....

Mi Señor, se levantó, me obligó a ponerme encima de su invitado para follarle, le dijo que podía  hacer conmigo lo que quisiera. Pero fui yo la que comencé a moverme encima suya, para perder de nuevo el control. Mientras mi Dueño, se puso a mi lado, colocando su polla en mi boca. Le iba haciendo una mamada, mientras me follaba a su invitado. Tuve varios orgasmos, y no sé como lo consiguieron, pero mi cuerpo comenzó a temblar como muy pocas veces lo había hecho. Mis pezones estaban duros como una piedra, y mi piel totalmete erizada. Fue intenso, muy intenso, tanto que los dos se dieron cuenta de todo el placer que yo estaba sintiendo en ese momento y eso, creo, les encendia más a ellos.

Mi Amo me trajo agua, para recuperarme un poco y aprovechó para esparcirme un buen chorro por la cara y los pechos, cosa que agradecí porque estaba excesivamente caliente.

Su invitado quiso que le comiera la polla. Así  lo hice mientras mi Amo me agarraba la cabeza para que se la chupara bien. Le lamía con mi lengua y mis labios toda su verga, mientras me decía que no parase hasta que se corriese dentro de mi boca. Mi Dueño guiaba mis movimientos, cada vez más rápidos, que me provocaban arcadas cuando la polla del invitado tocaba lo más  profundo de mi garganta, pero no quería parar. Hasta que se corrió y llenó, no sólo  mi boca, sino mi cara y sus muslos con toda su leche. El invitado se quedó  tumbado en la cama. Mi Amo me cogió, me tumbó  también para ponerse a horcajas sobre mí. Y comenzó  a follarme la boca, fuerte. Me sacó  su verga y me obligó a limpiarle a su invitado la polla y el muslo que aún tenia restos de su leche. Mi Dueño seguía  masturbandose, me volvió  a tumbar y se corrió en mi cara juntando su leche con la de su amigo. Así acabamos la sesión. Yo con la cara llena de las corrridas de mi Amo y de aquel hombre, y exhausta de todo el placer que me habían hecho sentir.

Estoy deseando volver a verle.