Su primer trio...

Mi perrita cuenta como fue el primer día que la entregué a otra persona...

“¿Y qué te digo yo a ti?” con esa frase junto con una sonrisa, es con lo que me recibe nada más abrir la puerta de la habitación del hotel. “¿Y yo a ti?” le respondo con otra sonrisa. “Mejor no digas nada” es su respuesta. Me vuelve a mirar y me dice “me gusta tu vestido”, eso es lo último que sale de su boca antes de darme el antifaz al que ya le he cogido cariño.

Y es que es el objeto que me acompaña y me oculta todo lo que hay a mi alrededor, mientras mi cuerpo sólo recibe lo que él me quiera dar. Es como si ese pequeño trozo de tela me abrazara y me dijera “tranquila”, no te va a pasar nada es un juego sin más intención que dejarte llevar, entregarte totalmente a quien le has otorgado tu total confianza para que haga de ti lo que él quiera.... Ufffff.

Menos mal que esta vez, como fondo musical, no puso a Joaquín Sabina y estuvo más acertado con la selección de música instrumental.

Con mis ojos ya vendados me coge por detrás y me dice “Sabes que no estamos solos” a lo que yo le respondo con un gesto afirmativo.

Me gusta que se ponga detrás de mí, que me apriete contra él y sentir cómo su polla se va endureciendo con el roce de mi culo. Sentir su aliento en mi cuello, su voz... Me baja el vestido, dejando al aire mis tetas ansiosas de que las toque.

Estoy nerviosa, muy nerviosa. Sé que hay alguien más allí que en cualquier momento me puede tocar y no sé cómo voy a reaccionar.... Pero ya me fui una vez y en esta ocasión no podía hacerlo.

Así que dejé mi mente en blanco, no pensar en nada, ser una marioneta de quién le había entregado “los hilos” y el control de mis actos.

Me deja sola, de pie. Intuyo que los dos están allí, mirándome. En ese momento me ordena que me dé la vuelta, me levante el vestido y que me acerque a ellos. Hago lo que me dice con movimientos torpes, por no ver nada y por los nervios que invaden todo mi cuerpo.

Siento su azote en mi culo, fuerte y seguro. Otra mano me acaricia e intenta azotarme. Pero no es lo mismo, me da la sensación de que esa otra persona no está acostumbrada a este tipo de cosas....

Creo que mi Amo también se ha dado cuenta de eso. Así que se pone detrás de mí, me obliga a agacharme y es cuando mete su polla en mi coño húmedo, como siempre, preparado para él.

Como me gusta sentirle... Pero es poco el tiempo que me tiene así, tres sacudidas fuertes y me coloca de tal forma que pueda comerle la polla a su “invitado”.

Sin intención de menospreciar a nadie, siento que la polla que me tengo que comer, no tiene nada que ver, nada, con la de mi Amo. Pero cumplo su deseo y comienzo a saborear lo que se me pone en la boca. Empieza a endurecerse, me da la sensación de que se va a correr y es entonces cuando mi Amo me tira del pelo sacándome la polla de su “invitado” de la boca diciéndome “¿Es que quieres que se corra ya?”

Desde luego no es mi intención que se corra en mi boca.... Pero yo cumplo órdenes....

Y sin miramientos mi Amo me mete su polla en mi boca. Como me gusta.... Se la comería todos los días, a todas horas.... Si algún día durmiese con él me despertaría en mitad de la noche sólo para comerle la polla, ponérsela dura, cabalgarle como una posesa, volvérsela a comer y beberme toda su leche.... Me vuelve loca....Pero eso sería otro capítulo...

Me obliga a sentarme en el sofá y en ese momento mi Amo dice “Puedes hacer con ella lo que quieras”, joder.... ¿hacer conmigo lo que quiera????? Vuelvo a dejar la mente en blanco, será lo mejor, y sigo en mi papel de “marioneta”. Su “invitado”, me abre las piernas, duda entre comerme el coño o follarme, y opta por lo primero. Se recrea con mi coño, le noto excitado y escucho a mí Amo que le dice “¿Te gusta, eh?”

En ese momento, mi Amo le aparta, le dice que si me quiere follar se tiene que poner un condón, cosa que yo agradezco....

Mientras el “invitado” se va a buscar el condón, mi Amo, se pone encima de mí, me folla y me dice que no me preocupe, que él está ahí para protegerme, yo confío totalmente en él y le digo sin pensar, que “eso espero”. Cuando el otro regresa, mi Amo, me ordena ponerme de rodillas, me coge del pelo y a cuatro patas voy hacia la cama mientras los dos me van azotando el culo.

Tumbada boca abajo en la cama, siento los diez latigazos que por la mañana me dijo que me iba a propinar por gastarle una broma.... Tengo que tener cuidado con lo que le digo, pero es que.... Soy así de inconsciente.... A parte de que me gusta hacerle enfadar... me excita mucho más.

Terminado mi castigo, siento como me arde la espalda y el culo, tengo mucha resistencia al dolor, es más fácil hacerme daño psíquico que físico. Aunque soy una mujer pequeñita, tengo mucha resistencia para cualquier desafío físico, pero reconozco que mi punto débil son los sentimientos.

Mi Amo vuelve a cogerme del pelo para levantarme de la cama. Él se tumba boca arriba y me ordena que me suba. Yo encantada, le obedezco, me meto su polla en mi coño y comienzo a cabalgarle. Mientras su “invitado” me mete su verga en mi boca. Yo extasiada con mis movimientos con la polla de mi Amo dentro de mí, perdiendo el control, me corro, por primera vez en mi vida sintiendo dos pollas, una en mi boca y otra en mi coño, mientras agarro con fuerza el brazo de mi Amo, al que me hubiese gustado abrazar y besar intensamente. No sabría explicar la sensación, por una parte me alegraba de estar cumpliendo las expectativas de mi Amo, que me confirmó que me estaba portando muy bien... Mi orgasmo fue muy intenso, como todos los que tengo con él que me dejan temblando. Y por otra parte, todas esas sensaciones se las estaba trasmitiendo a los dos hombres que estaban allí conmigo. A mi Amo sé que le estaba haciendo “feliz” porque es lo que quería que hiciese, y al otro noté que le estaba excitando mucho todo aquello.

Todavía jadeando, mi Amo me obligó a levantarme de la cama. Me ofreció su mano y nos fuimos a otra estancia

de la habitación. Allí de rodillas, le limpié la polla a mi Amo y después me comí la de su “invitado”. Aquello me excitaba, soltaba la polla de uno para comerme la del otro.... Hasta que llegó un momento en que el invitado se corrió en mi cara y mi Amo en mi boca.

Dos corridas en mi cara.... Me tragué la leche de mi Amo, me gusta todo lo que sale de su polla, todo...

El “invitado” se fue mientras yo me duchaba. Mientras me secaba, entró mi Amo en el cuarto de baño y me dijo que sabía que me había gustado. No le contesté. Simplemente le dije que la próxima vez elegiría yo al tercero....jajajaj... que chula yo!!!.... Cómo si pudiera hacer esa elección...

No me canso de decirle que soy una chica muy normal, con una vida muy normal. No podría contarle esto, ni a mi mejor amiga. ¿Quién se lo iba a creer? A parte de que me tacharían de loca.

Después nos pusimos a hablar, como si tal cosa. Hasta que llegó un punto en que me enseñó la foto de una chica, que podría ser su novia, muy guapa. Me sentí muy incómoda, así que sin nada más que decir le solté que me iba mientras me ponía los zapatos.

Me hubiese gustado abrazarle, acariciarle, besarle, pero..... lo único que me dijo es que ya hablaríamos. Que se iba de vacaciones e iba a estar fuera.... Todo muy frío.

Y ¿qué pasa cuando una se entrega totalmente como sumisa a su Amo y cumple lo que él cómo me dijo por la mañana, llevaba años intentando hacer conmigo? Objetivo cumplido, por su parte, y ahora qué?

Al montarme en mi coche, me entraron ganas de conducir sin rumbo determinado. Si no hubiera sido por mis responsabilidades, me hubiese ido hasta Lisboa. Llegar hasta el límite donde se acaba la tierra y comienza el océano. Me encanta conducir, me relaja, ponerme música, cantar.... Y llorar, sí.... Cada vez que me voy de su lado lloro, y mucho, es muy frío conmigo. Yo le quiero y no sabe cuánto.

Lógicamente no me fui a Lisboa, pero sí cogí el camino más largo para llegar a casa. Cuando pasé por un centro comercial, tuve que parar porque tenía unas ganas tremendas de hacer pis. Me lavé la cara. Tenía los ojos hinchados de llorar y no podía volver así a mi casa.

Al salir del cuarto de baño, oigo que me llaman, era la madre de una niña a la que le he estado dando clase este año. Me comentó muy contenta que se iban de campamento y que si yo no iba, que le gustaría que fuera.... Ay, Dios!!!! Y qué hacía yo por allí, tan sola. Me inventé que había ido a comprar unas cosas, y con un beso a la niña y otro a la madre, me despedí deseándolas que pasaran un buen verano y que me alegraba mucho de verlas.... Y sobre todo, pensé, gracias por haberme hecho regresar a mi realidad.