Su padre 4

Cuando me vio me sonrió y mire sus manos y recordé como estas que ahora jugaban con esos niños esa mañana habían vuelto loco a mi cuerpo y me excite, siempre me pasaba lo mismo, Claudio me excitaba con cualquier tonto movimiento trayéndome recuerdos de nuestros encuentros

Las cosas volvieron a la normalidad, con la llegada de Diego. Este volvió algo raro, estaba muy callado y más serio que de costumbre. En las siguientes semanas me vi con mi suegro un par de veces fuera casa y alguna en casa.

Esa mañana desperté temprano y Diego estaba en la ducha, fui hacia el baño sin hacer ruido y oí a Diego hablar por el móvil, lo que oí me dejo de piedra.

-cariño, solo quería darte los buenos días, cuida que tu marido no te oiga, te quiero, mañana nos vemos, te llamare.

Me quede de piedra, mi chico serio tenía una amante, podéis pensar que eso me iba bien, claro que me hacía sentir menos mal para con el pero realmente me preocupaba, si lo nuestro se iba al traste también dejaría de tener a Claudio.

Cuando salió hacia el trabajo me dirigí a la habitación de mi suegro, este estaba desnudo en su cama.

-tenia fe de que hoy pudieras quedarte, ven mi niña te he echado de menos bonita mía.

-Claudio creo que Diego tiene una amante

-como lo sabes?

-lo he oído hablar con ella por teléfono, le daba los buenos días y le decía que la amaba.

Teníamos que ver qué pasaba pero de momento, mi mano agarro su polla y la suya busco mi rajita bajo las sabanas y un rato después ambos jadeábamos después de otro orgasmo esplendido.

El fin de semana había una fiesta familiar y me daba algo de miedo ver a Julio, en el trabajo lo había evitado, al estar a otro nivel no coincidíamos demasiado.

Me arregle con cuidado, quería estar guapa, era una barbacoa en los jardines de la casa, toda la familia y algunos amigos.

Elegí un vestido ligero de verano, con una sola manga y un hombro descubierto, de faldita vaporosa y cortita.

Cuando me reuní en el jardín, muy iluminado para la cena, las mesas ya estaban puestas y el primero con el que me cruce fue con mi suegro.

-estas preciosa, me pregunto que ve alguien tan hermoso como tú, que podría tener al hombre que quisiera en mí. Sé que no estoy mal, pero podría ser tu padre.

-pero no lo eres, eres mi suegro y yo te encuentro de lo más atractivo y además eres el mejor amante que he conocido y me tienes loca

-pues anda que tú a mi

Al momento se nos unió Diego y al rato llego Julio, este saludo a su padre, a su hermano y por ultimo a mí, beso mis mejillas y me dijo flojito:

-estas preciosa

Mas entrada la noche en un momento dado Julio se acercó por detrás, no me toco pero notaba su cuerpo muy, muy cerca del mío

-me encantaría repetir, esta noche solo puedo pensar en subirte ese vestido y azotarte hasta que te corrieras

-Julio dijimos solo una vez

-y reafirmo eso, solo una vez y olvidaba vuestra historia, esto no tiene nada que ver, solo te estaba proponiendo sexo sin más.

-lo siento Julio, aunque no te lo creas no soy de esas

-si lo eres, recuerda que note tus dos orgasmos con mis azotes, a pesar del dolor, a pesar de estar haciendolo por obligación y bajo amenaza te corriste dos veces, créeme si eres de esas.

Lo deje allí y me fui, volví a la seguridad de Diego, pero no le encontré, decidí alejarme y que me diera el aire, los alrededores de la casa se extendían bastante y decidí pasear bajo la noche, cuando me había alejado algo, oí voces, reconocí la de Diego y me quede de piedra al reconocer la de ella, era Luisa la mujer del mejor amigo de Diego, volví disparada a la fiesta, entre en la casa y me encontré con Claudio jugando con sus nietos.

Cuando me vio me sonrió y mire sus manos y recordé como estas que ahora jugaban con esos niños esa mañana habían vuelto loco a mi cuerpo y me excite, siempre me pasaba lo mismo, Claudio me excitaba con cualquier tonto movimiento trayéndome recuerdos de nuestros encuentros.

Subí al baño de arriba y cuando cerraba la puerta, alguien me lo impidió. Con la luz aun apagada sentí que me empujaban dentro, que me empotraban de cara a las baldosas y me subían el vestido, me arrancaban las braguitas y al momento dos dedos penetraron mi coñito.

-déjame, que crees que estás haciendo?

Nadie hablo, solo su aliento en mi nuca, olía a ron. Esos dedos seguían hurgando mi coñito, entraban y salían, haciendo que aun sin querer me mojara.

-tengo pis, déjame

Los dedos salieron de mí y me giraron, empujaron hacia abajo y quede sentada en el baño, sin poder retenerme más empecé a hacer pis, en mitad de mi micción esos dedos volvieron a mi rajita, yo estaba excitadísima, esos dedos penetraron de nuevo en mi provocándome un orgasmo por su rudeza, por el morbo del momento.

De nuevo note que me levantaba y me apoyo en la pared, levanto de nuevo mi vestido, no me movía, no hacía nada cuando note una boca entre mis piernas cerradas, no me chupaba, me mordía suavemente el triángulo de mi sexo, apreté más los muslos notando la humedad que no había secado junto con los juguitos del orgasmo anterior. Me hizo separar los muslos y hundió su boca entre mis piernas, succiono fuerte mi sexo y ahí me dio la pista que faltaba, le agarre la cabeza, lo pegue más a mi raja y le di lo que quería, empecé a mover mi coñito sobre su boca, su lengua, me frotaba con el hasta que me corrí en la boca de mi amante, de mi suegro.

El limpio todos mis juguitos y salió por la puerta. Abrí la luz y estaba sola, busque una toallita y me limpie, las braguitas no se salvaban las cogí y las lleve a mi habitación, una nota se escurrió bajo mi puerta.

-si quieres saber quién soy y si quieres que te folle como toca, te espero a las dos, procura que la verja se quede un poco abierta y nos vemos al final del jardín bajo los naranjos.

Mi suegrecito quería jugar e íbamos a jugar, procure que la verja no se cerrara del todo, mire mi cuerpo desnudo frente al espejo y me puse una bata, Diego se movió en la cama y le dije que iba a que me diera el aire que no podía dormir. Él se dio la vuelta y se durmió de nuevo. Salí fuera y me dirigí a mi cita, estaba excitada por el juego, me gustaba que hubiera montado todo eso.

A mitad del camino empedrado encontré una venda y una nota

-póntela y párate yo te guiare.

Lo hice y enseguida note sus manos en mi brazo, me hizo andar un poco más y enseguida me apoyo en un árbol, tiro de mis caderas y note su bulto en mi culo, se frotaba.  Me abrió la bata, desde atrás no me veía, me agarro las tetas y busco mis pezones, los empezó a pellizcar, a friccionar con dos dedos, eran caricias bruscas, estaba enfadado y yo sabía por qué.

El no sabía que yo sabía quién era y pensaba que esto era para cualquiera, mi diversión me excitaba, su rabia me encendía, me dio la vuelta, me apoyo en el árbol y de nuevo se agacho a darme placer con su boca, esa boca única que lo había descubierto, esa forma suya de darme placer, era una mezcla de rudeza, dulzura, ansia y profundidad que hacía que fuera suya de por vida solo por seguir sintiendo eso.

Metió tres dedos de golpe, quería hacerme daño, pero mi coñito se plegó a sus dedos y yo ya gritaba el orgasmo antes de llegar al fondo de mi vagina, no paro siguió follandome con sus dedos hasta que de nuevo grite y entonces me levanto con brusquedad, me dio la vuelta y oí como se bajaba la cremallera y al momento su sexo desde atrás pugnaba por estar donde estuvieron sus dedos, dos empujones lo llevaron al final de mi vagina, salió por completo y volvió a entrar y me lleno de leche mientras mi orgasmo apretaba su polla.

La saco enseguida y me hizo poner de rodillas, me metió la polla en la boca y me la follo, su polla estaba semi rígida, al correrse no se le había bajado del todo y supe que había tomado algo, entraba fuerte notándola en mi garganta ya dura de nuevo, yo agarre sus huevos y tire de ellos, eso le hizo jadear, los apreté, los chupe, los metí después en mi boca mientras lo masturbaba y jadeaba, gemía sin parar y me tuvo mamando su polla largo rato hasta que se corrió en mi garganta, la saco y siguió corriéndose en mi boca. La saco me cerro la boca indicándome que tragara su semen y así lo hice.

Me tumbo donde estaba bajo mi cuerpo había una manta, estaba boca abajo, se arrodillo a mi lado y levantándome el culito lo puso un poco en pompa y al momento sentí un latigazo en mis nalgas, puso dos dedos en mis labios, quería que callara y así lo hice, de nuevo otro latigazo partió mis nalgas, sentí un dolor espantoso, paso sus manos por donde había dado con el látigo.

Aun estando enfadado esa caricia me demostraba su arrepentimiento y amor. Estaba a mil. Volvió a descargar el látigo en mi maltrecho culito y mis ojos se llenaron de lágrimas y mi coñito de jugos, de nuevo tras el latigazo sus caricias, abrió un poco mis piernas y acaricio mi rajita mojada, la pasaba con fricción sin querer agradar, de nuevo otro latigazo sacudió mis entrañas y de nuevo sus caricias, esta vez su lengua lamio el calor de sus golpes. Me corrí después del quinto latigazo con su lengua lamiendo mi culito.

Se incorporó e intente tocar su cara, note sus mejillas húmedas, estaba de rodillas ante mí, me quite la venda y me abrazo.

-lo siento Karlita, se me ha ido la mano, estaba rabiosa porque te dejaras follar por cualquiera.

-Claudio me ha dolido, pero sabes que me he corrido, podría haberte parado y no lo hice

-como lo ibas a parar mi niña?

-sé que hubieras parado cuando te lo hubiera pedido, pero era fácil.

Me levante y lo deje de rodillas, fui a mi bata y saque una linterna, el no perdía detalle, la encendí y lleve la luz a mi cuerpo, en él se leía escrito con rímel en mi torso.

*mi vida, tu lamida te delato, jamás nadie me ha hecho sentir eso, eres mi amante, mi

Hombre –y justo en mi triangulito depilado- mi suegro*

Su cara cambio, sus ojos tristes se iluminaron.

-lo supiste enseguida mi niña?

-claro, al principio me asuste, pensé que podía ser tu hijo y tenía miedo que si chillaba nos delatara y liarla más, por eso fui con cuidado y ya supe que era tú.

-me has alargado la vida cielo, no imaginas lo furioso que estaba, además de excitado.

-ya lo he notado

Veo como mira mi cuerpo, lee lo que pone y su polla de nuevo esta rígida

-viagra?

-sí, pequeña. Vaya descubrimiento

Me abre las piernas y me la mete hasta el fondo sin dejar de mirar, acaricia las palabras, mientras me folla, me posee y adora de nuevo mi cuerpo de nuevo. Hasta que nota supongo que por mi cara que me duele el culo al frotarlo en la manta.

-cariño cuanto lo siento, te duele mucho?

-sí, muchísimo, mira como duele

Le digo mientras pasó su mano por mi rajita mojada, él se sienta y tira de mí

-sube encima así no lo rozaras

Me clavo su polla de nuevo y empiezo a moverme, sus manos me acarician el culito dolorido y calentito.

-está muy caliente putita, no imaginas como me excitaba pegarte

-a mí también me ha excitado

Le digo mientras salgo de él, me pongo a cuatro patas y con cara de niña buena le digo

-suegrito mira como me has puesto el culo, me lo follas?

Se abalanza sobre mí y me monta sin piedad agarrado a mis caderas, jadeamos los dos

-mi niña que putita eres como me gustas

-si así córrete en mi culito dolorido

Muevo mis caderas y aprieto su polla dentro, levanto el cuerpo y el me agarra las tetas las estruja de una en una con una mano mientras con la otra me frota el coñito, me llena el culito de polla.

-mi niña estoy a punto, ponte como una perrita

Lo hago y mi suegro sacando su polla me riega el culito de semen, sin dejar de tocarme la rajita y nos corremos juntos jadeando caigo al suelo. Él se tumba a mi lado y me besa.

-te amo mi niña, gracias

-yo también

Apenas puedo hablar me quedo dormida allí en una manta, en el jardín, en brazos de mi macho, mi suegro.