Su novio me la pone en bandeja
Desde el primer encuentro con Lucía encontré la manera de seguir viéndonos y que su pareja colaborara sin saberlo
Tras el primer encuentro con Lucía no dejaba de pensar cuando volveríamos a vernos. Sólo imaginaba acabar en otros sitios de su cuerpo, su boca...
Nuestro contacto por desgracia era bastante escaso, a veces pasábamos días incluso semanas en las que no hablábamos, y nuestras opciones de vernos se hacían difíciles por incompatibilidades horarias de los trabajos y de nuestras parejas.
Tenía ganas de volver a hacerla mía, aunque con el paso del tiempo la cosa se enfrió, pensaba que tras ese primer desliz lo mismo se había arrepentido.
Por conversaciones con ella sabía que a su novio se le daba bien el tema de las reparaciones, se me ocurrió para poder verla sin levantar sospechas que hoy en dia es facil a traves de las redes sociales localizar a personas, normalmente siempre hay amigos en común, buscar a su pareja y escribirle para pedirle ayuda con unos aparatos que necesitaba arreglar, alegando que me lo habían recomendado.
Sabía que él era bastante controlador, no la dejaba salir de casa casi nunca y mucho menos sola, siempre tenía que llevarla y traerla. Por eso la única opción que me quedaba para verla con asiduidad era que él mismo me la pusiera en bandeja sin saberlo.
Además sería una sorpresa para ella encontrarme en su casa, por supuesto en nuestras conversaciones nunca le mencione que había intentado contactar con su novio. Por fin llegó su contestación y comenzamos a hablar sobre el tema, él se ofreció a recoger las cosas, pero insistí en que prefería llevárselas y así que me las mirara si podía el día que le viniera bien. Concretamos día, hora y me dio la dirección de su casa.
Llegué un rato antes de la hora que habíamos concretado, sabiendo que no estaría. Al tocar abrió Lucía, que se quedó entre asombrada y paralizada.
¿Que haces aquí? ¿Como sabes donde vivo? Y más ahora que mi novio llega del trabajo en 10 o 15 minutos. Tienes que irte.- me decía un poco acelerada y nerviosa.
He quedado con él, no contigo... - le contesté en tono de broma
Se quedó aún más extrañada, imagino que por su cabeza rondaría que cuando y como nos habíamos conocido nosotros.
- Tranquila, no sabe nada ni sabrá, para él nos conoceremos ahora. - dije antes de que empezara a imaginar cosas.
Sin dejarla pensar mucho entré, cerré la puerta, así como un poco bruscamente la empuje contra la pared, empecé a besarla, al principio estaba un poco fría pero a los pocos segundos empezó a devolverme los besos y comenzamos a jugar con nuestras lenguas durante bastante rato.
Comencé a subir con una mano por sus muslos hasta su entrepierna, primero por del pantalón, y al poco intenté meter la mano por dentro, me sujetó la mano y me dijo:
¡Para! Qué va a venir, y aún no me has dicho qué haces aquí y como vamos a explicar esto. -
No hay nada que explicar. He venido a que me haga una chapucilla, tu relajate, si me hago su amigo tendremos excusa para vernos... Además para que me paras? ¿Vamos a desaprovechar el tiempo que tenemos y me vas a dejar así? - le decía mientras me miraba hacía la entrepierna para que se diera cuenta que lo que había provocado en mí solo con sus besos
Volvimos a besarnos, le mordí el labio de abajo mientras volví a meter mi mano entre sus piernas para seguir lo que había dejado a medias hace un segundo, en ella también había empezado a hacer efecto el momento de pasión.
Lejos de dejarse hacer y parecer sumisa como en nuestro primer encuentro, me movio y me puso contra la puerta, metió su mano dentro de mi pantalón, a la vez que me seguía besando y mirándome fijamente a los ojos, comenzó a bajar, esos segundos mientras lo hacía parecía que se multiplicaba mi excitación al saber lo que iba a hacer...
Primero apartó el pantalón y poco a poco acercó sus labios lentamente, sólo rozaba, me miraba, lo hacía a cámara lenta como si tuviéramos todo el tiempo del mundo a pesar de saber que su novio volvería en cualquier momento. Por fin veía como se iba perdiendo dentro de su boca, pero sólo la punta; así estuvo muy despacio unos minutos. Nunca había estado con alguien que usara tan bien la boca... Comenzaba a apretar con sus labios, a succionar lo justo para que sintiera esa mezcla de presión y de excitación, se la introducía entera, aceleraba el ritmo por fin y a veces paraba para volver a aplicar presión en la punta y la zona más sensible. Por momentos creía que iba a conseguir que me explotara.
No dejaba de pensar en que su novio llegaba en 10-15 minutos hacía un rato, había perdido la noción del tiempo, estaba casi seguro que nos podría pillar, a ver qué explicación dabamos si intentaba abrir la puerta de la casa y no podía por estar apoyado contra ella. Lo más prudente hubiera sido parar y no correr tanto riesgo, pero por otro lado el morbo de verla así y la propia excitación...
- Tenemos que parar que tiene que estar a punto de venir - le dije para avisar aunque realmente no quería parar.
No obtuve respuesta, solo un pequeño apretón de su boca y acelerar el ritmo mientras se apartaba el pelo. Tras verla así y parecía esforzarse aún más para hacerme terminar no pude evitar a los pocos segundos sentir que no iba a poder aguantar más...
- Me voy a correr, ufff - balbuceaba como podía, sobre todo por si quería apartarse o sacarsela.
Lejos de eso aceleró aún más el ritmo y siguió apretándome con los labios como si quisiera exprimirme... Creo que ha sido de los más intensos que recuerdo y tuvo que notarlo dentro de su boca, pero siguió como si nada... Poco después se la sacó muy despacio, casi a la vez que me cogía de la mano para llevarme por el pasillo de la casa hacía lo que parecía el salón.
Fue sentarnos en el sofá y sonar el ruido de un coche bastante cercano.
- Si tardas 2 minutos más... Nos hubiera pillado - me dijo sonriendo picarona. Mientras salió del salón en dirección a la puerta
Se escuchó la llave y seguido abrirse la puerta, mientras escuchaba a él saludarla y decirle algo que no pude distinguir.
- Si ya ha llegado el muchacho con el que habías quedado le dije que te esperara aquí. - Le contestó ella mientras entraban al salón.
Nos saludamos y nos dirigimos al coche para enseñarle necesitaba que me arreglara como coartada, el rato que tardó en repararlo me quedé con él para intentar ir haciendo amistad para allanar el camino para próximas veces. Hablamos un poco de todo, cuando a lo largo de la conversación acabó derivando en el mundo laboral, comentó que su novia (Lucía) sólo trabajaba a veces en algunas casas pero que se iban apañando.
En ese momento ví la oportunidad perfecta al comentarle que mi padre vivía solo y ya había comentado en alguna ocasión que le vendría bien que fuera alguien una vez o dos en semana para echarle una mano con las tareas del hogar. Le pregunté si le podía interesar para su novia, que no tendría problema en hablar con mi padre y decirle que era de confianza.
Terminó un rato después y me fuí, sin pasar por su casa ni despedirme de Lucía para que él no sospechara nada, quedé en mantenernos en contacto cuando hubiera hablado con mi padre por si aún no había encontrado a nadie.
Deje pasar unos días, le escribí pidiéndole disculpas por la tardanza alegando que tengo mala cabeza a veces, todo lo contrario a la realidad pero para que no pareciera que estaba ansioso por mantener el contacto, concretando que si aún les interesaba podría ir a casa de mi padre un par de veces en semana cuando le viniera mejor.
Quedamos una tarde en una ubicación cercana, me presente allí como sabía que él no la dejaba ir sola, la llevó en coche, y sin bajarse de él me saludo.
- Buenas, he venido para decirte exactamente donde es y presentarte a mi padre, ya las proximas veces sabrás y así no me toca venir. - dije como intentando quitarme de en medio.
Se bajó Lucía del coche. Mientras él que luego le avisara para venir a por ella o se fuera en el autobús. No me ofrecí a llevarla porque se suponía que yo no estaría.
Subimos a casa de mi padre, que por supuesto me las había arreglado para que no estuviera. Mientras íbamos de camino no dejaba de pensar en que iba a volver a disfrutar de ella y en que había conseguido no solo hacerla mía delante de las narices de su novio sino que además él me la trajera a domicilio y me la entregara en bandeja . En el mismo ascensor, sin esperar más nos dimos el primer beso.
Abrí la puerta y entramos hacia el salón, sin esperar mucho me acerque,la rodeé con mis brazos mientras le iba quitando algo de ropa y besando. La deje casi desnuda por completo.
- Tienes mucha ropa - me replicó
Sin dejarla seguir hablando, me puse detrás de ella, le puse las manos contra el respaldo del sofá, y la hice subir así. Enterré mi cabeza entre sus piernas para devolverle lo del otro día, cuando se fue mojando mezcla de sus jugos y mi lengua, le introduje un dedo, luego dos y poco a poco hasta el tercero, casi con mi mano entera dentro empecé a moverla casi a veces hasta con demasiada fuerza, pensaba que se quejaria si en algún momento le hacía daño, pero todo lo contrario se dejaba hacer y parecía disfrutar con mi manera brusca de hacerlo.
Mientras con esa mano seguía aplicando la fuerza, con la otra le sujete el pelo y tiré fuerte de su cabeza hacia atrás para buscar su lengua con la mía, me quité de detrás y me puse a un lado para facilitarme la labor. Seguíamos besándonos mientras seguía con toda la mano casi en su interior, a veces le soltaba el pelo para darle azotes en el culo, primero más suaves y al poco subiendo la intensidad, al poco le veía uno de los cachetes ya un poco rojo.
Pare y le di la vuelta tumbandola en el sofá con las piernas abiertas, sujetando las hacía arriba, volví a introducir mi mano mientras con mi lengua se lo hacía por fuera. Así estuve intentando que terminara pero no había manera a pesar de mis esfuerzos.
Métemela ya,¿A qué esperas? - me dijo para mis sorpresa
No pienso metertela hasta que te corras, estás castigada. - le contesté
Así seguí un buen rato sin prisa, sabía que cuanto más pasara el tiempo más ansiosa estaría por notarme dentro. En vista de que no conseguía que terminara en mi boca, la levanté y nos dirigimos a una de las habitaciones, a la cama para estar más cómodos.
Una vez allí empezó a quitarme la ropa, una vez que me desnudó se bajó y repitió lo que hicimos en su casa, pero esta vez no la dejé tanto rato, sabía de sus habilidades con la boca, la subí a la cama poniéndola a cuatro, me subí a la cama completamente, desde atrás y encima de ella la fui metiendo poco a poco.
La había castigado sin metersela hasta que se corriera y no pude cumplirlo, me pudo ver ese culo en pompa, a pesar de sus vergüenzas y complejos sobre esto, a mi me ponen mucho las mujeres con algún kilito de más y curvas. Cuando ya por fin la tenía dentro fui entrando y saliendo primero despacio, luego cada vez más rápido. Al estar encima de ella con el propio peso de mi cuerpo hacía que entrara más fuerte y desde arriba, le apoyé una mano en la espalda para empujarla, obligándole a pegar su cara y pecho contra la cama para que aun quedara su culo mas accesible.
Perdí la noción del tiempo que estuvimos así, mientras volvía a repetir lo que le había hecho un rato antes, tirarle del pelo y azotarle fuerte en los cachetes, a veces incluso cogiéndole como si estuviera pellizcando sus caderas para atraerla más hacia mi. No duré el tiempo que me hubiera gustado así, tuve que sacarla porque no podía aguantar más la excitación. Intenté rodear la cama rápido para acabar en su boca pero no llegué y acabé corriéndome en el suelo a escasos centímetros de ella.
Me habían salido bastante mal los planes, quería castigarla para que ella acabara mas veces y al final, Lucia estaba como si nada, con ganas de más y a mi me había podido la calentura. Nos tumbamos juntos en la cama, desnudos como estábamos, sin casi dejar que me recuperara volvió a metérsela en la boca para intentar animarme rápidamente.
Tras unos minutos, se me subió encima, parecía que ahora le tocaba a ella llevar la iniciativa, empezó a meterla dentro , aunque aún no estaba del todo... Pero pensaría que una vez dentro se animaría otra vez...
Estuvo moviéndose encima un ratito, aunque parecía que aún no había conseguido ponerme a tono del todo. A veces la tumbaba encima mía para besarnos, pero volvía a incorporarse, le gustaba más cabalgarme mientras me veía.
- A veces después de acabar tardo un poco en estar otra vez... ¿Pero sabes lo que me pondría mucho? - le dije
Seguía sin darse por vencida ni querer esperar y seguía moviéndose.
- ¿Que? - me contestó
La atraje hacia mí otra vez para besarla y susurrarle al oído.
- Que mientras me recupero y estamos así basándonos llegue otro y te la meta desde atrás mientras me besas a mi y te corras con él, y cuando terminéis ya estaría yo otra vez listo para darte...
Sin respuesta por su parte, solo se volvió a incorporar, por mi parte fue casi instantáneo decirle eso e imaginarmelo y volver a ponerme a tope.
- Me voy a correr - le tuve que advertir solo unos segundos después
Le avise para que se apartara ya que no estábamos usando nada, pero lejos de eso aceleró el ritmo
- Dentro, correte dentro - me dijo
Aunque hubiera querido sacarla como cuando la tenía a cuatro patas no me hubiera dado tiempo porque la tenía encima y mientras la apartaba quizá ya se me hubiera escapado.
- Me corro yo también - me dijo
Si tenía alguna intención de quitármela de encima ya había desaparecido, no tuve fuerza de voluntad para cortarnos el orgasmo ni dejarla a medias con lo que me había costado que se corriera.
Quizá había terminado al notar mi explosion dentro de ella, por todo lo que habíamos hecho,o por imaginarse también la última proposición que le hice...
Nos limpiamos un poco en el baño, recogimos y nos fuimos, quedando en ver si podríamos repetir pronto. Lo mejor de todo es que si la trae todas las semanas a "limpiar" la casa de mi padre, me la seguirá entregando él mismo con bastante frecuencia.
En ese momento de morbo, ya he empezado a tantear si Lucía se presta a mis juegos y me deja compartirla, verla con otros, atarla, vendarla y que se lo haga alguien sin que sepa quien y demás fantasías que nunca otra ha querido realizar.