Su nombre es Alex 8
- ¿Hola, Estefany me saludó Marcos vestido con un elegante smokin color negro nerviosa por la idea de tener otro padre? La palabra padre me cayó de sorpresa y retumbó tan fuerte en mi cabeza que mis ojos empezaron a nublarse. Dudé mucho de una buena relación futura con ese seño
SEIS MESES DESPUÉS .
Amor - se asoma la cabeza de Alice tras la puerta - ¿puedo?
Claro, entra. Ponle seguro, por favor.
Alice entra dejando ver su hermoso vestido azul marino y su cabellera ondulada de un tono menos rojo. Se sienta en mis piernas y cruza sus brazos en mi cuello.
Estás hermosa - le digo y la beso.
Ya, amor, vas a arruinar el labial - comenta terminándolo - tú también estás hermosa. O.… hermoso - recorre mi smoking con la mirada- pareces un caballerito. Mi caballerito - especifica, me da un beso de pico.
No que se te iba el labial - le recuerdo.
Sí, ya ves las cosas que hago por ti, mi caballerito. - responde.
Sí, que arriesgada estás hoy. - comento sarcástica.
Me da otro beso corto. - Sí, toda una aventurera. -sonríe - Oye...-poniendo el rostro serio - abajo te esperan para irnos.
Permanezco callada.
- Bebé, sé que no estás muy feliz con esto, pero ya no hay vuelta atrás.
》 Tu mamá merece ser feliz. ¿No te haz fijado como le brillan los ojos cuando está con él? O lo feliz que está desde que se hizo el compromiso. Lo ama muchísimo, y él parece amarla también.
》 Dale la oportunidad de que te conozca, y tú conócelo también. Quién sabe y te sorprenda lo que encuentres. Muchos intentaron acercársele antes a Maritza, ella que se dio la oportunidad con él por algo debe ser. Tu mamá no es tonta.
Mi papá murió hace unos años. Fue el mejor hombre que he conocido en toda mi vida.
Lo sé, amor . Ella lo sabe, y no lo olvidará nunca. Pero tiene derecho a rehacer su vida, somos humanos y necesitamos compañía.
Lo sé, soy consciente de eso, pero este tipo es tan... - no termino la oración.
¿Tan qué? - pregunta mi novia.
Tan no sé.
¿Compatible con tu mamá? ¿Crees que por ser así pueda reemplazar el lugar de tu papá en ella? - no respondí.
》 Si es lo que crees, déjame decirte que no es así. Tu mamá quiere a Marcos, sí, pero el amor y el lugar que tiene tu papá en ella permanecerá intacto. Así que, para esas nalgas, vamos a por tu madre y dale una oportunidad al man. Si nos sale malo, ahí está el divorcio. También puedo contratar gente para hacer trabajos sucio - dice en broma.
》Anda, no seas agua fiestas. Si vieras lo hermosa que está Maritza.
Está bien.
Así me gusta - Alice sonríe - por eso te has ganado otro beso - se acerca.
No, amor - la detengo - tu labial, recuerda - le regalo una sonrisa, la tomo por la cintura para sostenerla y me paro de la silla.
Eres tan...
¿Genial?
Tan boba - responde caminando atrás de mí.
Soy tu caballerito, ¿no? - le tomo la mano- gracias por todo, lo necesitaba mucho.
Y ni por eso me da besos - hace un puchero.
La boda
Alice estacionó en la entrada del lugar que cambiaría el estado civil de mi madre, yo iba en la parte trasera con ella y desde que bajamos los escalones de la casa no había dirigido una palabra a mi progenitora. No por rencor o molestia a lo que estaba a punto de hacer, sino porque nada que se debería decir a una novia de bodas se me ocurría.
- Bueno, ya llegamos - dice mi novia al apagar el motor del vehículo - las espero adentro. Estefany, no olvides las llaves - me recuerda señalando el llavero que cuelga cerca del volante - iré a anunciar la llegada de la novia más hermosa que ha pisado este lugar.
Dicho esto, sale del auto.
Estefany, yo... - habla mi madre después de cinco segundos que parecieron eternos - ... quiero que sepas que...
No mamá - la interrumpo - no me expliques nada. No te diré que me hace muy feliz la idea de que te vas a casar, mentiría descaradamente. Sin embargo, mereces ser feliz y verte así tan radiante, y hermosa claro, - ella sonríe sutilmente - me hace entender que estás haciendo lo correcto. Yo te amo, lo sabes, y mereces mucho esto y todo aquello que te haga sonreír de esa forma.
》Y sobre Marcos... - agrego en vista de que ella me interrumpiría - le daré un poco más de acceso a mi vida. Un voto de confianza. Eso sí, no prometo nada, eh - añado finalmente.
No te haces una idea de cuan feliz me hacen tus palabras - seguido de eso me abraza - por eso eres mi hija favorita.
Eeh... sabes que soy la única que tienes, ¿no? - comento sonriente.
Ups. -ambas reímos.
Salgo del vehículo y ayudo a mamá a salir, definitivamente Alice tenía toda la razón. Mi madre estaba hermosa. Su vestido blanco, sin mangas, la hacía lucir espectacular; su cabello organizado en un moño perfecto; sus colgantes y collar de perlas, obsequio de Daniela, mi suegra, y zapatillas altas.
Ella me toma del brazo y emprendemos el recorrido.
Déjame decirte que estás realmente hermosa - le comento - Marcos quedará encantado.
Gracias, pequeña. Tú también estás perfecta, pareces...
¿Un caballerito? - pregunto recordando las palabras de Alice.
Emm... no iba a decir eso, pero también acierta. ¿Esa fue la intensión?
No, sólo repito las palabras de Alice - sonrío.
Ah, me cae muy bien esa chica. ¿no piensas dar el otro paso con ella? - me mira.
Desde que la conocí me dijo que no quiere boda antes que su título universitario, así que no pienso en ello.
¿Estás segura de eso? A esa mujer se le nota que te ama, y si hubieras visto con la emoción que trabajó en todos los preparativos, dirías otra cosa. Es que se lo vivía como si estuviera preparando su propia boda, incluso hizo unos comentarios que la puso mucho en evidencia.
¿En serio? - pregunto curiosa.
Claro que lo digo en serio, estoy segura que, si no se lo propones tú, lo hará ella. Sabes que es una mujer muy decidida.
Bueno, la idea no está nada mal - digo pensativa.
Piensa en ello, pueden viajar a otro país donde el matrimonio gay sea leal.
》Ahora sí -cambia de tema - llegó la hora - dice a pocos metros de la entrada.
¿Estás segura de hacerlo?
Más que todo en esta vida - responde emocionada. - ¿Me abrazas? - sin decir nada fui a sus brazos.
Desde que nos paramos en la entrada, empezó a sonar la música. No tenía idea de lo que sonaba, me encontraba en una especie de trance mental. Caminé hasta Marcos y el abogado que los casaría.
- ¿Hola, Estefany – me saludó Marcos vestido con un elegante smokin color negro – nerviosa por la idea de tener otro padre?
La palabra “padre” me cayó de sorpresa y retumbó tan fuerte en mi cabeza que mis ojos empezaron a nublarse.
Dudé mucho de una buena relación futura con ese señor.