Su mascota III

Estefanía ya tiene su mascota

Dormir en la alfombra, aunque sea tapado por la manta, sabiendo que dos chicas de mi edad están en la cama es algo brutal y más sabiendo que una es mi ama y la otra la que me controlará en la facultad.

Debo quedarme dormido pronto porque apenas recuerdo nada y cuando me despierto Estefanía ya está vestida.

.- Vamos dormilón - me dice mi ama, se levanta y me tiende la ropa, un pantalón, una camiseta y unas deportivas distintas a las de ayer, pienso que el que ella escoja mi ropa no será problema mientras la escoja de lo que yo tenía en casa.

.- Vístete - me dice, yo le pido permiso para ir a lavarme la cara y ella accede.

Cuando regreso al dormitorio la encuentro en la misma posición, sentada en la cama, me mira y yo me arrodillo ante ella.

.- Ama, perdone por hablar - se me queda mirando, lleva su mano a la pulsera y me preparo para recibir la descarga - ¿Por qué no se viene con nosotros ama?

.- ¿Por qué iba a hacerlo Roko? - no retira la mano de su la pulsera.

Pero Estefanía me "salva".

.- Vístete que no llegaremos - dice. - Roko tiene razón Raquel, supongo que tiene miedo que aparezca Toni.

.- Roko, prepárate - la miro y dejo la ropa, entonces me da la descarga, todos los músculos se tensan, pero ahogo el grito, en cuanto los músculos se relajan caigo al suelo.

.- Venga, vístete ya.

.- No hace falta Estefanía - dice mi ama, yo miro a mi amiga implorando que lo intente.

.- Pero para mayor seguridad, por un día que llegues un poco antes no pasa nada Raquel, que ayer estaba muy alterado.

Contemplo a mi ama pensando, me arrodillo ya casi vestido, a falta solo de la camiseta, pero le beso los pies, no besos ceremoniales, besos con los que le suplico que venga.

.- Venga, que sois unos pesados. - Pero se levanta, me pone un pie en mi pierna derecha, con las manos me coge la cabeza y me hace levantarla - voy a creer que te gusta que te de descargas, voy a tener que subir un poco la pontencia.

Humillo la mirada.

.- Bueno, Roko, ahora me vas a ayudar a vestirme. - Va cogiendo la ropa, me tiende sus calcetines. En cuanto se vuelve a sentar cojo sus pies, los beso de nuevo, incapaz de dejar de mirarlos, blancos y suaves. Le pongo el primer calcetín, repito con el segundo.

Me da los pantalones y se pone de pie, se los pongo con cuidado, con devoción.

.- Uf Roko, no me voy a romper, ¿sabes? - la miro mientras termino de subirle el pantalón.

Me acaricia la cara, mientras yo le cierro el pantalón.

.- Mi calzado Roko - voy al zapatero y señalo unas media botas negras, planas, se la muestro. Duda un momento, pero al final asiente y se las calzo.

Estefanía se acerca mientras mi ama se termina de vestir.

.- Debe ser alucinante que te pongan los calcetines y zapatos, con ese cuidado.

.- Ya verás tu.

Salimos de la casa, Estefanía y yo vamos un poco justos de tiempo. En el autobús vamos como en el día anterior, ellas dos sentadas y yo aunque hay asientos libres me quedo de pie al lado de mi ama.

Al llegar a nuestra parada caminamos rápidos hasta la plaza desde la que salen los autobuses interurbanos, aquí debemos separarnos de mi ama.

.- Roko, desayuna algo si quires.

.- Gracias ama - le digo

.- Cuando salga quiero que estés esperándome - yo asiento.

Veo como se despiden ellas y corremos hacia nuestro autobús.

Las clases transcurren como en el día anterior, conmigo totalmente desubicado, con miradas más o menos furtivas al collar que llevo. Al final de la segunda clase, es cuando tenemos el descanso para el desayuno.

.- Manu, en pie, tengo que ir a orinar - aunque no lo dice en tono normal sí hay compañeros que la han escuchado. así que prefiero no mirar, levantarme y acompañarla sin más.

.- Manu, me está gustando esto, ¿sabes?

.- Eso es bueno Estefanía, al menos para la cita de esta tarde.

.- Sí, sí, no lo he olvidado. Espera aquí - entra en el aseo de ellas.

Cuando sale vamos a la cafetería, ya sin prisas.

.- ¿Llevas dinero? - me pregunta

.- Sí, creo que sí - miro mi cartera y sí - sí, no ha cogido el dinero que llevaba, sigue en la cartera.

.- Ok, de lo de esta tarde, creo que estaré yo más nerviosa que la chica que vendrá.

La cafetería está atestada, como siempre. Veo a los compañeros del equipo de baloncesto, nos cruzamos con ellos e intercambiamos unos saludos.

.- Manu pide tu que tienes más fácil abrirte paso hasta la barra.

.- Ok, dime que te pido, por favor.

Como dijo Estefanía, llego rápido a la barra y en nada me atienden, el que el camarero nos conozca de jugar al basket, por supuesto, ayuda.

Desayunamos, yo en silencio. Termino mi desayuno, ahora no sé que hacer, Estefanía llama mi atención, me enseña su móvil, veo una foto de la chica con la que se ha citado, se encoje de hombros.

.- Me resulta extrañísimo - me confiesa - ¿sabes? esperaba un chico

.- ¿Por qué quedaste entonces con ella? - le pregunto

.- No sé, quiero probar. Me resultó simpática al teléfono.

.- A ti todos te parecen simpáticos - le digo y ella me mira, vuelve a encogerse de hombros.

Luego las conversaciones del resto nos envuelven y así llegamos a las dos últimas clases del día, que para mi pasan volando.

Salimos sin perder tiempo al encuentro de Raquel.

.- ¿No coges apuntes? - me pregunta

.- No, nunca lo he hecho - ante la mirada que pone - me quedo con los resultados que da, teoremas, corolarios y luego trato de desarrollarlos, los miro en la web. Si cojo apuntes no pillo toda la explicación.

.- Vaya coco Manu. - yo me encojo de hombros y busco cambiar de tema.

.- Imagina que con la chica que verás esta tarde llega también Toni.

.- Pufff

Cuando llegamos mi ama ya está fuera. Estefanía y ella se besan, luego mi ama me mira a mi. Yo me acerco a ella, tiendo la mano hacia su bolsa y ella me deja cogerla, luego me sonríe.

.- Muy bien manu, así me gusta.

.- Bueno, vamos - dice Estefanía

.- Sí, vamos, Manu, detrás de nosotras - me ordena mi ama

.- Es que Manu me ha puesto de los nervios. - oigo que dice Estefanía

.- ¿Qué te ha dicho? - pregunta mi ama que me mira seria

.- Nada Raquel, ha preguntado qué pasará si cuando llegue la chica está Toni en casa

.- Sí, yo también he pensado en eso, tengo que hablar con él, pero sin alterarme.

Cuando llegamos a la casa, Toni no está, mi ama se resigna.

.- Vamos a la habitación Roko

En la habitación me ordena desnudarme y una vez hecho no tardo nada en tener puestos mis arneses.

.- Bien Roko - se sienta en la cama, conmigo ahora de rodillas frente a ella, se descalza y me mira. Yo me agacho y beso sus pies. Ella reclama mi atención, me incorporo hasta volver a estar de rodillas.

.- Si lo de Estefanía sale bien hoy, quiero que pongas a la venta tu casa Manu.

Yo asiento.

.- Si de verdad quieres vivir esto tenemos que salir de aquí, ¿lo entiendes?

.- Sí ama, lo entiendo.

.- Yo tengo que hablar con mis padres, para ver que hacemos con esta. - Me traba la correa. Y sin decirme nada se pone las zapatillas y sale caminando, así llegamos al salón, se sienta en el sofá. Enciende la televisión. Se saca las zapatillas.

.- Roko, quiero un masaje en mis pies, quítame los calcetines. - Se los quito admirando sus pies, suaves y blancos, con las uñas sin pintar. Se los beso y comienzo a acariciarlos y un momento más tarde a masajearlo. Ella se recuesta para atrás. Incluso gime cuando con mis nudillos recorro la planta de cada pie y otra vez cuando contraigo y relajo las articulaciones de cada dedito, luego cogiendo cada pie con una mano y masajear, ella se incorpora, me mira fijamente y sonríe.

.- Gracias Roko, vamos, en pie - ahora me lleva al aseo, allí se lava las manos y me lleva a la cocina, como voy a comer a cuatro patas, mis manos no importan. En la cocina como de costumbre la sigo de un lado a otro hasta que ya lo tiene todo preparado y vuelve al salón comedor.

A la mesa, se sienta a comer tras dejar mi cuenco a sus pies.

.- Come Roko - es más puré de verduras. Me pongo a comer aunque estoy más pendiente de sus pies que de la comida. Cuando termino de comer le beso los pies, ella mira y ve mi cuenco vacío.

.- Vale Roko, espera que acabe yo y ahora te pongo un poco de agua.

En eso estoy, esperando que acabe cuando entra Toni, extrañamente, viene sereno.

Saluda a mi ama.

.- Raquel, me voy a ir.

.- Creo que es lo mejor Toni - dice Raquel

.- Sí, he venido a recoger mis cosas, ¿te importa si lo hago ahora?

.- No, no, ahora es buen momento Toni.

Mi ama se levanta, recoge mi cuenco y me lleva a la cocina.

.- Toma Roko, bebe - deja mi cuenco de agua en el suelo. Cuando dejo de beber me lleva al dormitorio.

.- Toni, ¿te preparo algo para comer? - le pregunta mi ama

.- No gracias Raquel, ya he comido.

.- ¿Quieres que te ayude?

.- No, porque no vas a dar marcha atrás en lo de la mascota, ¿verdad?

.- No Toni, Estefanía va a tener otra mascota también. - Veo que Toni niega con la cabeza.

.- Ya mismo acabo Raquel.

Mi ama me lleva al jardín, se sienta en el suelo, con el trasero en la terraza y los pies en el césped.

.- De rodillas a mi lado Roko - me arrodillo a su lado y al rato está llorando en silencio. Yo me muevo intento abrazarla, ella me deja pero tan solo un momento, luego me ordena ponerme a su lado y realmente me duele hacerlo.

Cuando se calma coge su teléfono, empieza a escribir, yo arrodillado a su lado me siento absurdo, sin poder mirarla, mirando al frente, sin poder moverme. Pero no quiero desobedecerla.

El teléfono vibra.

.- Estefanía vendrá en un rato - me informa. Se levanta y se sienta en mitad del césped, en una silla, mirando hacia el interior. Me indica con la mano, sin hablar, donde quiere que me arrodille. A su lado.

No pasa mucho hasta que sale Toni, deja las dos maletas que lleva en el salón y sale al jadín. Raquel se pone en pie.

.- Bueno Raquel, lo siento pero esto me supera por mucho.

.- Lo siento Toni, pero ésto es consecuencia de tus largas ausencias. La relación ya estaba tocada.

.- Espero que todo te vaya bien Raquel, en serio. - Entonces le da un abrazo.

Toni vuelve a la casa y coje las maletas, en un momento sale de la casa. Raquel se abraza a sí misma llorando. Yo me pego a sus piernas, me restriego contra una de sus piernas, ella me revuelve el pelo, pero unos segundos después me aparta.

Camina al interior de la casa

.- Roko conmigo - gateo rápido hacia ella, coge la correa, va directa al sofá se sienta allí, suelta la correa y termina por tumbarse.

.- Roko no te muevas, voy a intentar dormir, no te separes de mi. - me echo a descansar a su lado. Noto como se queda dormida, su respiración se regulariza. Me quedo dormido pensando en las clases de hoy.

Nos despierta el timbre. Mi ama se levanta, se calza las zapatillas.

.- Vamos Roko - recoge la correa.

Abre la puerta, como en las veces anteriores me coloco en la parte de la puerta que me tapa al abrirse.

Mi ama suelta la correa, se abraza a Estefanía. Entran, cierran la puerta. Estefanía me saluda y recoge la correa. Los tres caminamos hacia el salón.

Se sientan en el sofá, mi ama le pide la correa a Estefanía y me arrastra a su lado.

.- De rodillas Roko - me ordena. Hablan de la marcha de Toni, mi ama dice que aunque deseaba que se fuera, ahora verlo irse le ha resultado duro. Es normal pienso, pero no abro la boca.

.- Bueno, en un rato llega la chica - dice Estefanía, a quien noto muy nerviosa.

.- Este, tienes que calmarte - le dice mi ama - piensa que ella viene a conocer a su dueña, si te ve nerviosa vas a dar una mala impresión.

.- Joder Raquel, que para mi esto es nuevo, seguro que mucho más nuevo que para ella.

.- Bueno, sé tu misma. Y piensa, si te dice que sí, ¿qué harás? ¿ vendrás aquí?

.- Supongo que sí, pero tía, no cabemos los cuatro.

.- Le he pedido a Roko, que si esto sale bien ponga su casa en venta. Yo tendría que hablar con mis padres para ver si me permitirían vender esta.

.- A ver como sale - dice Estefanía.

.- Tu habla con ella, pregúntale poco a poco las cosas, yo estaré al lado y tendré a Roko conmigo. Será más fácil para ella si ve a Roko.

Y llega la hora, le suena el móvil a Estefanía.

.- Joder, dice que está delante de la casa.

.- ¿Le da miedo tocar el timbre? - pregunta mi ama

.- Da igual, voy a abrir - Estefanía sale del salón, abre la puerta, la escuchamos hablar con la chica, cierra la puerta.

Ahora la escucho hablar camino del salón, la chica habla en tono muy bajito, cuesta entender lo que dice.

Cuando entran en el salón mi ama se pone en pie y se acerca a ella llevándome a mi de la correa, noto como ella me mira a mi. Se presentan y se dan dos besos, se llama Sonia, incluso cuando le dicen que mi nombre en Roko ella me acaricia la cabeza.

La invitan a sentarse, mi ama recupera su sitio dejando así que Estefanía se siente más cerca de ella.

.- Bueno Sonia, esto es lo que ofrezco - dice Estefanía señalándome - él es un amigo mío desde siempre, compañero en la uni y ahora es la mascota de mi amiga. Si aceptas eso es lo que tendrás, vivirías conmigo, aunque aún no tengo claro donde, y te llevaría con una correa siempre pegada a mi.

.- ¿Siempre? - pregunta ella, habla terriblemente bajo, calculo que es menor que nosotros, que yo sepa todos tenemos alrededor de 20 años, ella no creo que los tenga.

.- Él sólo lo hace en casa, a la uni no va con la correa, aunque sí lleva el collar. Además come y bebe en unos cuencos para perros y se le está acostumbrando a hacer sus necesidades una vez al día, más o menos siempre a la misma hora y en el jardín.

Levanta la mirada, mira directamente a Raquel, veo que es una chica muy guapa, pero parece muy tímida, como si tuviera miedo de hacerse notar.

.- Dime Sonia, ¿qué es lo que buscas tú? - le pregunta Estefanía.

.- No sé, esto supongo, necesito - hace una pausa, puedo ver en su cara como busca las palabras - necesito

.- Tranquila Sonia, sabemos lo que necesita Roko, dilo sin miedo.

.- Necesito sentirme cercana a otra chica - respira hondo. - Me cuesta mucho acercarme a otras chicas y es frustrante. Creo que eso es la forma más fácil, o al menos la - ahora la chica sonríe - la que menos me exige.

.- ¿La que menos te exige? - pregunta mi ama - Mi mascota renunció a todo, a la uni, a sus amigos, a su música, a sus libros, a sus juegos.

.- Sí, pero renuncia a eso y ya está, no tiene que dar explicaciones, ni excusas, ni convencer a nadie - nunca lo había visto así pero creo que tiene razón, exige mucho pero no es una lucha diaria. Además veo que una vez se explica su cara se ilumina y es realmente preciosa.

.- Vale Sonia, creo que te entiendo - le dice Estefanía - bueno si aceptas yo seré tu ama, te quitaré muchas cosas que ahora forman parte de ti. ¿Estudias?

.- Sí, estoy - me mira a mi - en vuestro campus, a él lo he visto en los partidos de baloncesto. Estoy en primero de Física.

.- Sí, él y yo somos de matemáticas, Raquel es de Arquitectura, por mi parte podrías seguir estudiando, pero luego tendrías que presentarte ante mi, desnudarte, y tus aficiones dejarías de hacerlas.

Ella asiente.

.- Si quieres piensatelo y en un par de días me contestas - le dice Estefanía. Ella se queda sentada.

.- No necesito tiempo para pensarlo, quiero hacerlo, quiero intentarlo - ahora habla casi en un susurro.

.- ¿Vives con tus padres? -pregunta mi ama

.- No, vivo con compañeros, no soy de aquí.

.- ¿Puedes llamar a tus compañeros para decirles que hoy no irás a dormir? - le pregunta Estefanía

.- Sí, podría, pero no creo que si falto lo noten.

.- Llama de todas formas Sonia - le dice Estefanía.

.- Vale - se levanta para llamar, se encamina hacia el pasillo, pero Estefanía la llama.

.- Ponte de rodillas a mi lado - le ordena, la chica se pone colorada pero se arrodilla donde se le ha indicado.

Habla con alguien, con voz suave y sin dejar de sonreír. Cuando corta Estefanía le pide el teléfono. Ella se lo da.

.- Desnúdate Sonia - mi ama agacha mi cabeza aunque me da tiempo ver como Sonia mira hacia nuestra posición, especialmente hacia mi.

.- Obedece Sonia, no te debe importar que Raquel o Roko estén aquí, solo que yo te lo estoy ordenando. Además Roko no hará nada que no se le ordene.

Sonia obedece, se desnuda con lentitud, nerviosa, Estefanía trata de calmarla. En un momento Sonia está completamente desnuda.

.- Raquel, tengo que comprar un collar y los arneses - mientras lo dice acaricia la cabeza de Sonia que se mantiene inmóvil.

.- Ya lo creo, nos da tiempo ir a comprarlo ahora si quieres. Y cuencos.

.- Vale, vamos. - dice Estefanía.

.- ¿Qué hacemos con las mascotas?

.- Las dejamos aquí. Aún tienes la jaula, ¿no?

.- ¡Sí! - exclama mi ama.

Se pone en pie, y sale hacia el pasillo, conmigo gateando tras ella.

.- A mi dormitorio Roko - me suelta, ella entra en su estudio, yo gateo hasta el dormitorio. Tras de mi aparece Estefanía y Sonia gateando tras ella.

Mi ama aparece arrastrando la jaula, la deja delante del armario donde guarda mi ropa.

.- Toda tuya Estefanía. - le dice

Me coge del collar, me quita la correa y me ata a la mesilla.

.- Roko, te quiero totalmente quieto y en silencio.

Estefanía ordena a Sonia que entre en la jaula, veo a la chica entrar, no está tan encajada como estaba yo, pero no le permite moverse. Cierra el candado de la puerta.

.- Sonia, al igual que Roko, te quiero en silencio. - no puedo evitar sorprenderme del cambio producido en Estefanía.

Sin más se van dejándonos en el dormitorio, los dos inmovilizados y con la orden de no hablar. Yo me echo, la miro y me da pena, ella no puede echarse, tiene que permanecer arrodillada, inclinada hacia adelante. Me devuelve la mirada y me sonríe con cierta complicidad, le devuelvo la sonrisa y me encojo de hombros. Me sorprende lo blanca que tiene la piel.

Al final no puedo evitar quedarme dormido.

Me despierto con el ruido que hacen al entrar, vienen hablando entre ellas. Mi ama se acerca, me acaricia la cabeza y yo aprovecho para besar sus pies. Me libera de la cadena y me engancha la correa. Se sienta en la cama y yo vuelvo a besar sus pies.

Mientras Estefanía saca de la jaula a Sonia. Se sienta en la cama y le indica que se acerque, Sonia gatea hasta quedarse frente a mi amiga.

.- De momento te voy a poner este collar - se lo muestra, es un collar de cuero, rosa, se lo pone. - Pero en cuanto lo tengamos te pondré un collar como el de Roko. El collar de Roko es un collar de castigo. Raquel, por favor, ¿se lo muestras? - nooooooooooooooooo me dan ganas de gritar.

.- Claro - y se lleva la mano a la pulserita que lleva en la muñeca. Yo me convulsiono, otra vez el dolor agudo como de un millón de agujas por todo el cuerpo y otra vez acabao despatarrado en el suelo.

.- Te he pedido uno igual - yo me levanto y beso los pies de mi ama, ella me acaricia. - También te pondré un arnés como el que lleva Roko, de momento te ataré las piernas y brazos con estas vendas fuertes. Venga túmbate bocarriba.

Ahora sí, Sonia obedece a la primera.

.- Sube los brazos, tocándote los hombros con cada mano - Se pone como le han indicado y veo como le coloca la venda. - Bien Sonia, ahora las piernas.

En cuanto está lista nos llevan al salón. Veo como Sonia va sufriendo, al no llevar el arnés no lleva protección en codos y rodillas. Así que sin querer hablar, no quiero causar un mal ejemplo para la chica. Gimoteo, llorando.

.- ¿Roko? ¿qué te pasa? - pregunta mi ama, la miro y gateo hasta Sonia, agacho la cabeza y con la nariz toco su rodilla, luego levanto mi pierna.

.- Ostras, es verdad, gracias Roko. - me dice mi ama y me hace sentirme henchido de orgullo.

.- Este las vendas no le ofrecen protección para los codos y las rodillas. - le dice mi ama

.- Tranquila Sonia, ¿te duele caminar así? - la pobre chica asiente con la cabeza. Entonces Estefanía se agacha y le saca quita las vendas.

.- Camina apoyando pies y manos - Sonia asiente y luego me mira y me hace un gesto con la cabeza agradeciendome el detalle.

Se sientan en el salón, mi ama en el sitio que normalmente ocupa, yo a sus pies, Estefanía en el otro extremo y Sonia a sus pies.

.- Es que no me esperaba que quisieras empezar hoy mismo Sonia - le dice mi amiga que acaricia la cabeza de su perrita. - Tengo que pensar un nombre para ti.

.- Ah Roko, le hemos comprado un par de cuencos a Sonia, y como ahora sois dos, hemos comprado un saco de pienso para perritos, es lo que comereís la mayoría de los días.

.- Otra cosa Sonia, habrás visto que Roko lleva un apartito que no le permite tener erecciones, ¿verdad? - Sonia asiente con la cabeza a su ama.

.- A ti quiero ponerte un par de piercings, en tus labios vaginales y unirlos con un candado para que sólo puedas tocarte cuando yo te lo permita - a Sonia se le eriza la piel, por primera vez se da cuenta de lo que ha aceptado. Su ama es guapa, es esbelta, tan solo un poco más alta que ella misma, tiene una cara alegre, que transmite confianza y una risa preciosa. Tras ver como Roko ha saludado antes a su ama, ahora imita su forma de proceder y besa los pies de su ama.

Estefanía le agradece el gesto acariciando su pelo, y Sonia siente ese contacto como un contacto electrizante por todo su cuerpo.

.- Tengo una idea Este, llevemos a los perritos al jardín - mi ama se levanta y yo me preparo para caminar, en cuanto lo hace ella yo gateo a su lado, abre la puerta del parque, suelta mi correa y me indica que vaya donde están las sillas, que espere allí. Obedezco sin dudar, gateo hasta las sillas, me arrodillo al lado de una a esperar. Detrás de mi gatea Sonia, mucho más ágil, copia mi forma de actuar, se arrodilla al lado de la otra silla.

Tanto mi ama como Estefanía se quedan en el salón, están hablando. Veo que se ríen, un minuto después somos llamados por nuestras amas y volvemos al salón, ahora sí, Sonia sin mis ataduras llega mucho antes que yo.

.- A ver perrito y perrita, hemos pensado en una pequeña maldad - dice mi ama

.- Sonia, de rodillas aquí - le indica Estefanía, la chica gatea hasta donde su ama indica, luego Estefanía le abre las piernas con ayuda de un pie, luego con el dedo gordo del pie empieza a frotar el sexo de su perrita que nerviosa se mueve.

.- Sonia, quieta, no te atrevas a moverte, la pobre chica se queda paralizada y pronto empieza a gemir.

.- Roko - me dice mi ama, ponte cerca y todo lo que caiga al suelo lo lames, me acerco a Estefanía, no me puedo creer que me vayan a hacer eso, no que Estefanía haya estado de acuerdo en esto.

Sonia ya está abandonada a las caricias de su ama, sus gemidos son sorprendentemente sonoros si los comparamos con su tono de voz. Y Estefanía con su pie es imperturbable, sigue frotando el dedo gordo de su pie hasta que Sonia no aguanta más y tiene un orgasmo inmenso que cae todo al suelo. Cuando se recupera Estefanía le ofrece su pie para que lo limpie.

.- Roko, adelante - me dice mi ama

Así que me voy a poner a lamer el suelo pero Estefanía me indica que primero limpie a su perrita, Sonia se me ofrece mientras ella lame el dedo gordo del pie de su ama. Yo limpio primero los muslos de la chica, luego su vulva, intento no volver a estimularla, así que limpio rápido y cambio al suelo, el suelo está empapado y me lleva un buen rato lamer todos sus jugos. Hasta ahora no me he dado cuenta, pero mi Ama está de pie, mirando lo que hago.

.- Roko conmigo - me ordena y obedezco encantado, ahora mismo es su contacto lo que más me reconforta y mi ama no me falla, me acaricia con dulzura el pelo y yo siento que podría morirme así.

.- Wow Sonia, vaya corrida, te vamos a tener que poner un pañal - la pobre chica baja la mirada avergonzada.

.- Ven aqui perrita - la chica gatea hasta su ama y esta le acaricia el pelo, apoya la cabeza de la chica en sus rodillas y ella se siente en el cielo, eso es lo que buscaba, esa sensación de estar en manos de otra chica y de algún modo las caricias que recibe la llenan más que el orgasmo que ha tenido. Mientras la miro y aunque sé que es la perrita de Estefanía pienso que en cualquier momento puede ponerse a ronronear.

Estamos así un rato, nuestras amas acariciándonos como las mascotas que en realidad somos para ellas. Luego acompaño a mi ama hasta la cocina, se prepara algo, la oigo cortar, luego poner algo en la vitrocerámica, se apoya a esperar y yo busco lamer sus pies, ella me mira, sonríe y me deja.

.- Que glotón y que goloso eres Roko - al cabo de unos quince o veinte segundos se agacha y me levanta la cabeza con sus manos.

.- Lo que has hecho hoy no lo vuelvas a hacer sin mi permiso, ¿entendido? - yo asiento.

.- Pronto, creo que muy pronto te usaré yo para eso y espero que sepas lamer también mi sexo como te deleitas con mis pies. - asiento seguro de mi maestría y por dentro espero saber hacerlo.

.- Ahora Roko, sigue con mis pies mientras cocino - vuelvo a poner mi atención en sus pies, sus delicados y suaves pies y en eso estoy cuando Estefanía y su perrita entran en la cocina.

.- Ya mismo acabo esto Estefanía, ¿le pones tu la comida a las mascotas?

.- Vale - la veo abrir la bolsa del pienso y coger los dos cuencos.

.- ¿Dónde se las pongo? ¿En el patio? - pregunta Estefanía

.- No, yo creo que mejor que sigan comiendo a nuestros pies. - yo apruebo la decisión de mi ama.

.- Vamos Sonia, sígueme, pegada a mi - le ordena Estefanía a su perrita, ésta gatea tras mi amiga camino del salón. Yo por el contrario sigo de rodillas al lado de mi ama. Y me encuentro meloso por lo que restriego mi cara por su pierna, mi ama me mira extrañada.

.- ¿Qué pasa Roko? - yo me encojo de hombros pero apoyo mi cabeza en su pierna.

.- Ay Roko - me acaricia el pelo - que bonito.

Otra vez se mueve, coge un par de platos y luego la bandeja que ya conozco tan bien, suele llevar en ella mi cuenco cuando me ponía comida de .... ¿personas?, sí, ahora es comida de perros.

.- Vamos Roko - no coge la correa, así que me esfuerzo a ir lo más rápido que puedo, ella no me facilita el poder seguir su ritmo.

En el salón se sienta, sirve la comida a Estefanía, yo me arrodillo al lado de mi ama, veo que Sonia está arrodillada al lado de Estefanía. La pobre Sonia mira el cuenco y luego me mira a mi, hace un gesto con la cara, yo asiento, me encojo de hombros.

.- Roko, a comer - mi ama me da permiso para comer.

.- Tu también Sonia - pero Sonia espera a verme a mi.

Hundo la cabeza en el cuenco, olfateo, no huele a nada, espero que tampoco sepa a nada, cojo un poquito, una bolita pequeña, no me gusta comer así, pero no pienso masticarlo, me lo trago directamente. Veo que Sonia agacha la cabeza hacia el cuenco, saca algo y veo que lo mastica, de alguna manera acaba por tragarlo todo, entonces me mira y asiente.

Bueno, al final parece que nos ayudaremos entre nosotros. El rechazo inicial a nuetra comida parece que lo hemos vencido, porque tanto Sonia como yo lo comemos. Mientras tanto nuestras amas comen en la mesa.

Una vez que hemos acabado, yo me acuesto, ella me mira y hace lo mismo, aunque sin los arneses lo tiene más fácil.

Hasta que no acaban es como si se hubiesen olvidado de nosotros. Luego tanto Estefanía como mi ama recogen los cuencos de comida, cada una la de su mascota. Estefanía sale con nuestros cuencos a la cocina y Sonia gateando a su lado, mi ama sale con la bandeja y yo gatenando tras ella.

Luego nos llevan al patio, caminmos los cuatro juntos, mi ama y mi amiga en el centro, Sonia llevada con la correa en la izquierda y yo con mi correa en la derecha. Cuando llegamos al retrete Estefanía le indica a Sonia donde tiene que hacer sus necesidades, a mi mi ama me indica que deberé esperar a que acabe Sonia, que desde hoy siempre lo haré después de la perrita.

Sonia al ser su primera vez, esconde la mirada, no levanta sus ojos del césped bajo ella, además Estefanía se agacha y acaricia su pelo

.- Tranquila perrita - le dice.

Yo que esoty cuatro patas, mi ama tira de mi correa.

.- Sentado Roko - bueno, me arrodillo a esperar que me den permiso para moverme. Finalmente veo como Sonia logra orinar, un torrente de orina largo, se ve que llevaba tiempo aguantando, luego se pone en posición para defecar. Estoy pendiente de Sonia y mi ama me acaricia la cabeza, entonces desvío la mirada y pienso que vaya cosa rara, quedarme a mirar como la chica hace sus necesidades mayores.

Bien, por fin termina, mientras Estefanía la lleva hasta la manguera, mi ama me acerca al retrete, me pongo inmediatamente a ello pués llevo bastante tiempo deseando orinar. Un minuto más tarde ya he terminado y ahora soy yo el que recibe el chorro de agua fría.

.- ¿Nos quedamos un rato en el jardín? - le pregunta mi ama a su amiga

.- Sí, hace un día estupendo.

Se sientan en las sillas.

.- Bueno, tenemos que pensar lo de mudarnos - dice mi ama.

.- Depende de que se pueda vender el piso de Manu - dice Estefanía.

.- Sí, pero - me revuelve el pelo - quiero que lo venda y no sé si debería dejar que decidiera él o decidirlo yo.

No sé que pensar, no sé si llegaría a aceptar la venta si yo no quisiera venderlo. Pero si lo vendemos y compramos otra cosa seguramente, pienso, no la pongan a mi nombre por lo que lo perdería lo poco que ahora tengo.

.- Pero Manu, ¿lo venderías? - me pregunta Estefanía. Yo me encojo de hombros y asiento. Miro a mi ama, le beso las rodillas, ella me acaricia.

.- Habla Roko, ¿la venderías?

.- Sí ama, pero ¿han visto donde mudarnos?

.- Sí Roko, más o menos. Una casa más grande, con cuatro habitaciones que nos permita tener Estefanía y yo una habitación propia cada una y en las otras un estudio, que tenga jardín donde podamos pasearos.

.- Y ya puestos Raquel, que esté cerca de la play - apunta Estefanía

.- Ama, podríamos intentarlo pagando un alquiler entre los cuatro, mientras se venda mi casa o no, en caso de venderla podríamos dar una entrada para comprarla.

.- Bueno, podría hablar con mis padres, a ver si me darían para un alquiler.

.- Yo también - dice Estefanía - y tu Sonia, ¿lo estás pagando ahora?

.- Si ama - dice la chica

.- Vale, perrrito, bueno Roko, en silencio, échate a mis pies - me dice mi ama

.- Tu también Sonia, túmbate a mis pies - Y Sonia lo hace encantada y literal, apya la cabeza en los pies de su ama, y Estefanía me sorprende sonriendo y doblándose para poder acariciar su cabeza.

.- Roko, aquí quieto, no te muevas. Voy a por el portatil. - Observo como entra en casa, a la carrera.

En un momento regresa al jadrín con su portatil. Se ponen bien juntas. En un momento están mirando casas. Claro que sólo ellas dos, tanto Sonia como yo mismo quedamos fuera de la elección de la casa.

Las oígo hablar, comentar fotos y precios, deciden a que casas se apuntan.

.- Roko, lame mis pies perrito - mi ama decide darme un premio. Ella misma se saca las zapatillas y yo tumbado pego mi lengua en uno de sus pies, pierdo la noción de todo lo demás, ahora mismo mi atención está puesta en mi ama y en sus pies, suaves, aromáticos y lo más importante, receptivos, lamo el empeine, ella me facilita la tarea doblando levemente el pie, luego sus deditos, riquísimos, ella juguetea moviendo los dedos dentro de mi boca.

.- Roko, se te hace la boca agua. - mi ama tiene razón pero mientras no me riña o lance algún reproche seguiré disfrutando de la tarea asignada. Pero retira el pie y me pone delante el otro. Estoy pasando la lengua por la planta del pie, cuya suavidad me fascina, oigo a mi ama emocionarse con una cosa.

.- Esta es ideal - dice - mira, jardín con piscina, la casa en una única planta y sótano, cuatro habitaciones en planta y cuatro salas en el sótano.

.- Allí podríamos montar una celda para las mascotas para cuando necesitáramos dejarlas solas en casa.

.- Vale, ya está, a ver si alguno nos contestan y poder hacer alguna visita. - dice mi ama

.- Roko en pie - me arrodillo a su lado

.- Vamos a la cama, que se hace tarde, ¿no? - pregunta Estefanía - ¿dormimos juntas?

.- Claro, sólo hay una cama.- dice mi ama. Y las mascotas cada una en una alfombra al lado de cada una de nosotras.

En el dormitorio mi ama me hace tumbarme en la alfombra, me pega a la cama, luego coge la manta y me tapa con ella. Le tiende otra manta a Estefanía, por debajo de la cama veo a Sonia tumbada en la otra alfombra, nuestras miradas se cruzan, me sonríe pero se queda mirando mi arneses, la posición de mis brazos y piernas, luego Estefanía acarica su pelo, se lo aparta de la cara, ella mueve la cabeza y besa la mano de su dueña, que responde acariciando sus mejillas. Sonia está emocionada, sus ojos están a punto de empezar a soltar lágrimas.

Luego mi ama se sienta, se cambia y cuando se mete en la cama deja caer un brazo, me acaricia la cara, yo beso su mano, imitando el comportamiento de Sonia, ella deja su mano puesta en mi mejilla y así arrullado por su contacto.