Su mascota II

Continúa la historia

Suena el despertador, mi ama me despierta poniéndome los pies encima. Abro los ojos algo desorientado.

.- Venga Roko, que vas a la facultad, no me hagas volver a pensarlo. - me avisa

Me pongo a cuatro patas, le beso los pies agradeciendo que me deje seguir estudiando y seguir viviendo esta otra vida.

.- Espera que te quito los arneses - me los quita rápidamente, se queda pensando con los mismos en la mano - no me gusta esto Roko, no era lo que tenía pensado. Yo vuelvo a besar sus pies, ahora con un par de besos lentos.

.- Ve a darte una ducha, deja abierto que ahora te acerco una toalla - me ve mirando su cama - Sí, Toni aún no ha vuelto, nada nuevo Roko.

Yo vuelvo a besarle los pies y cometo un error

.- Lo siento ama - le digo, ella me mira

.- No importa tu intención Roko, te lo agradezco, pero no tenías permiso para hablar. - Se anda en su pulserita y siento la descarga que me paraliza, hace que cada nervio vibre y acabe otra vez despatarrado en el suelo.

.- Espera siempre a tener mi autorización para hablar Roko. - agacho la cabeza humillado.

.- Venga, ve a la ducha - ahora sí me pongo en pie aún dolorido y entro en la ducha, abro los grifos y me doy una ducha rápida, estoy enjuagándome cuando ella abre la puerta.

.- Aquí tienes una toalla - la miro y agacho la cabeza como forma de agradecerselo.

Me seco rápido, salgo de la ducha y ella sigue de pie. Me voy a arrodillar pero no me lo permite.

.- Vas un poco tarde - dice mientras me acaricia el pecho - he dejado tu ropa en la cama. Vístete.

Voy al dormitorio y me visto rápido, el aparato de castidad me resulta algo molesto, el collar se ve con total claridad, no es feo, es solo raro, es semicircular, con la parte curva hacia el exterior, la parte abierta al interior, de color metálico lacado. El cable que va por el interior apenas se puede ver. Me lo estoy mirando en el espejo cuando entra Raquel.

Abre un cajón y me da mi cartera y mi teléfono.

.- En la cartera llevas el dinero que tenías, pero no gastes nada fuera de lo necesario. Tampoco puedes hablar, a no ser que Estefanía te lo permita, y cuando vengas me darás el móvil para que vea el registro de llamadas. Si tienes que llamarme que sea por algo importante.

Me arrodillo y le beso los pies.

.- Venga vete Manu - me sonríe - en un rato tendré que salir yo.

Salgo, aunque al salir del dormitorio vuelvo a girarme y mirarla, sonrío encogiendo los hombros. Ella me devuelve la sonrisa y algo se rompe en mi interior. Me da una pena tremenda.

Cuando salgo de la casa Estefanía está fuera, esperandome. Me da un par de besos que ahora sí devuelvo.

.- Vamos Manu a la parada del bus - la sigo

.- ¿Qué tal lo llevas? - me pregunta, yo la miro y me encojo de hombros.

.- Venga ya Manu, puedes hablar.

.- Gracias Estefanía, lo llevo bien, es extraño pero me gusta.

.- Bueno, y yo tengo que controlarte. Darte permiso para hablar. - no sé si sabré llevarlo

.- Sí, es raro Estefanía, pero tiene que ser así porque sino no me dejará acabar la carrera.

Hasta que llegamos a la facultad todo ocurre con normalidad, en la facultad sí hay un cambio importante, no me puedo sentar donde me solía sentar, casi al final del aula, sino sentarme al lado de Estefanía, más cerca de la pizarra que del centro del aula. Y aunque no tenemos sitios fijos, el sentarme ahí trastoca los planes de algunos. Incluso a mi los compañeros con los que suelo estar me reclaman que suba hasta donde están.

Una clase entretenida sobre el apasionante mundo del Cálculo numérico y algunas miradas cazadas hacia mi collar. Al final de la hora se acerca uno de mis amigos y me pregunta por qué no me voy arriba con ellos, le digo que tengo que hablar con Estefanía, luego me mira el collar y me dice que vaya chulada, le digo que sí, es una chulada. Estefanía no pierde detalle, pero llega el siguiente profesor y para mi supone un alivio.

Al terminar la clase, Estefanía se levanta.

.- Vamos Manu, tengo que ir al servicio - yo me levanto y me coge del brazo - Vamos.

Me resulta rarísimo ir por los pasillos de la facultad pegado a Estefanía, entra en los servicios y espero en la puerta. Dos minutos que espero viendo entrar a unas y salir a otras.

Cuando por fin sale, me sonríe y me indica que la siga. Llegamos a la cafetería, allí espero mientras ella pide en la barra, se gira y me indica que vaya a la mesa donde están sus amigas.

.- Hola - digo al llegar a la mesa, me devuelven el saludo.

La situación es incómoda, ni las conozco, ni me conocen, salvo de vista jamás hemos hablado. Al poco llega Estefanía con una bandeja y las conversaciones se reanúdan.

.- Toma Manu, esto para ti - yo la miro implorando con la mirada, pero me enseña su teléfono y tiene un mensaje de Raquel donde le pide que me compre desayuno ya que no he desayunado en casa. Le doy las gracias y me pongo con mi café y la tostada.

Al rato llegan un par de compañeros del equipo de baloncesto, yo miro a Estefanía, ella asiente discretamente pero no pasa desapercibido a nadie. Me pongo en pie, pero me niego a separarme más de un metro de la mesa de Estefanía.

Les digo que no podré quedarme esta tarde, que estoy teniendo problemas en casa y debo regresar en cuanto antes. Más o menos se lo creen pero me pone de los nervios las miradas que echan al collar.

Una llamada a mi teléfono me sirve para separarme de ellos, miro a Estefanía, le muestro el móvil, es Raquel, por lo que salgo de la cafetería mientras contesto.

.- Hola Raquel

.- ¿Has desayunado?

.- Sí, gracias Raquel

.- ¿Cómo va siendo el día?

.- Un poco raro, no dejan de mirar el collar, ni entienden que no me siente con los compañeros de siempre, o que no quiera jugar al baloncesto.

.- Bueno Manu, ahora lo importante es que estés aquí cuando yo salga.

.- Sí ama, allí estaré.

Regreso con Estefanía en la cafetería, ella me mira y yo sonrío tímidamente.

.- Es muy buena - le digo y ella me dice que sí, que lo sabe.

Ahora sí algunas de las amigas de Estefanía me preguntan cosas, una toca el collar, yo aparto un poco la cabeza para que no toque, para que no note el cable.

.- Manu, aprobaste con nota los primeros parciales, ¿verdad? - me pregunta una chica que se llama Alicia, una chica preciosa, con algún kilo de más, pero la cara pecosa, una cara que la miras y es imposible no sonreír.

.- Sí, bueno, se me dan bien - digo y Estefanía dice algo que las hace reír aunque a mi me pone rojo.

Así seguimos hasta que tenemos que regresar, dos horas más de clases, en una fila que no suele ser la que ocupaba, con extraños, pero bueno, me centro en las explicaciones y así pasa el tiempo.

Al acabar la última hora, Estefanía me indica que debemos salir. Los chicos del equipo de baloncesto me piden que me quede, que esta tarde jugarán, digo que no puedo, que debo regresar rápido por la situación que tengo en casa.

Salimos del campus, Estefanía no deja de preguntarme cosas, de lo que siento, de lo que he hecho, de las cosas que he hecho, lamer sus pies, oler sus zapatos, comer y beber como me vió hacerlo y luego le explico que lo importante es la complicidad, la cercanía que siento, decirle que aunque apenas la conozco, que la conozco menos que ella, sin embargo la conozco mejor, la he visto en un momento de debilidad, en momentos de concentración.

En unos veinte minutos entramos en el campus donde está la facultad de Arquitectura. Esperamos en la puerta. Me confiesa que lo mío le ha sorprendido tanto o más como le sorprende que Raquel disfrute teniendo a un hombre como mascota. Pero me sorprende.

.- Creo que eso que dices de conocer a Raquel de una forma más íntima creo que sí debe ser bonito. Aunque a que coste.

.- No hay otro coste para conocer así a alguien. - hago una pausa intentando ordenar mis ideas - Es que ante su mascota no tiene miedo de sentir pena, de estar furiosa, de ser ella, sin preocuparse de agradar a nadie.

.- ¿Pero por ser ella? ¿te gusta?

.- No me había fijado nunca en ella

.- Y, ¿lo habrías hecho conmigo si el anuncio fuera mío? ¿Te habrías ofrecido?

.- ¿Contigo? Con los ojos cerrados, sin pensarlo. -

Unos minutos más tarde aparece Raquel, nos saluda y resopla. Se me queda mirando y yo acabo bajando la mirada. Entonces me coge del collar.

.- No olvides quien soy Roko.

.- Vamos a la parada del bus - dice Estefanía

.- Vale, Manu camina detrás nuestra - me dice Raquel y me hace temer que esté enfadada.

Me coloco a metro y medio detrás de ellas, las oigo hablar pero acepto que me ha excluído. En el autobús entra primero Estefanía, luego Raquel que me hace pasar, paga ella por los dos. Luego de la mano me lleva hasta un asiento, se sienta al lado de Estefanía y en un susurro me dice que me quede de pie a su lado.

Llegamos en nada a nuestra parada, son cinco o seis los kilómetros, los últimos cuatro por autopista, sin paradas. Bajamos y Raquel sin hablarme me tiende su mochila, así llegamos a su casa.

Entramos en la casa tras despedirnos de Estefanía.

Pasamos por la cocina. Allí está Toni. Se sorpende al verme vestido

.- ¿Pero qué haces? - le pregunta

.- Comer, ¿no lo ves? - contesta Toni mientras me mira a los pies de su novia. - Pensé que éste se había cansado y se había ido ya.

.- Eso es la comida de la mascota, que no, no se ha ido - y se parte el culo. Toni aparta el plato

.- Parece crema de verduras - dice él

.- Sí, es crema de verduras, pero es de la mascota

.- Joder tía, pues ahí hay más - y se va llevándose su plato fuera de la cocina.

Seguimos hasta el dormitorio.

.- Roko, ya sabes, desnudo y de espaldas al suelo - en un par de minutos vuelvo a tener los arneses puestos.

.- Mañana saldremos un poco antes para ir a tu casa a coger ropa - mientras me habla se ha descalzado, está cambiándose, se pone un pantalón que parece de pijama, de color morado, se calza las zapatillas.

.- Bueno, vamos a la cocina Roko - me traba la correa y me esfuerzo por seguirla

En la cocina, desierta ya, se prepara algo de comer, mientras me pone el cuenco con agua en el suelo.

.- Bebe mientras caliento mi comida. - Bebo, poco y mal, aún no sé como beber bien así, pero al menos me refresco la boca. En seguida me ordena seguirla y como no coje la correa me veo obligado a tratar de no quedarme demasiado atrás.

En el salón, Toni está tumbado viendo la televisión, mi Ama se sienta obligando a que él recoja las piernas, luego deja el cuenco de mi comida en el suelo, y así, a sus pies, como.

.- ¿De dónde viene él? - pregunta Toni

.- Él tiene nombre, Roko - apunta mi ama - de la facultad, al final dejaré que acabe sus estudios.

.- Y si no se lo permites, Roko dejaría la carrera, ¿eso quieres decirme? - pregunta incrédulo

.- Sí, ese era el plan.

.- ¿Y tu, la habrías dejado?

.- ¿Yo? Roko es mi mascota, es normal que se quede en casa, pero yo como su dueña puedo salir. - Yo en el suelo dejo de comer, la conversación está cogiendo un grado que no me puede acabar bien.

.- Ah, entonces, ¿sigues pensando que tu y él sois iguales? Flipo Raquel, de verdad y no sé si me cabrea o me da pena el tío que tienes a tus pies.

Oigo a Raquel resoplar, entonces me da una patadita.

.- Roko, vamos a ir a tu casa esta tarde - yo no opino nada, tampoco es que pueda.

.- ¿Te vas a su casa? - pregunta Toni

.- A coger ropa para que no vaya a la uni siempre con lo mismo, no te hagas ilusiones.

.- ¿Ilusiones? flipas tía, de verdad, esto me lo tendrías que haber dicho cuando te conocí.

.- ¿Habrías querido ser tu mi mascota cariño?

.- No habríamos vuelto a vernos.

.- Y ¿qué te impide irte ahora? - me da miedo la conversación, así que beso los pies de mi ama, ella mueve el pie, me aparta con un empujón con los pies.

.- No sé Raquel, eso trato de averiguar.

.- Pués hazlo rápido Toni, porque se me acaba la paciencia.

Toni se levanta visiblemente alterado.

.- Voy a dar una vuelta - dice y se va, cuando escuchamos cerrarse la puerta de casa mi ama se pone en pie.

.- ¡Acaba la comida ya coño! - eso me lo dice a mi y temo que pague el enfado conmigo.

.- Estúpido - yo me encojo, ella me mira - no es a ti Roko, termina la comida.

Se vuelve a sentar para darme tiempo a comer.

.- Venga Roko, termina que vamos a tu casa. - le beso los pies de nuevo y me mira, entonces ve el cuenco vacío.

.- Vale Roko, en pie - coje el cuenco y lo pone en su bandeja - conmigo.

A la cocina, de la cocina a su dormitorio, allí coge mi ropa, se queda parada, mirándome. Suelta la ropa.

.- Vale Roko, te voy a dejar atado aquí, voy a ir yo sola. Dime la dirección. - Se la digo y se cambia para salir.

Me ata a la pata de su mesilla de noche, me ordena no moverme (sé que podría arrastrar la mesilla), coje mis llaves de la caja donde metió todo, sólo tengo tres llaves en ese llavero.

.- No hagas ruido Roko.

Se va y me quedo solo y temo que pueda regresar Toni. Pero no, me quedo frito, me despierta mi ama cuando regresa, además sin miramientos, una patada en el trasero que me despierto pensando que es Toni, pero al girar la cabeza la veo a ella.

.- Bonita casa Roko. - Abre el armario, saca la jaula, pone una balda donde antes estaba la jaula y mete la ropa allí. Y se lleva la jaula a rastras. Vuelve al momento y me desata de la mesilla.

Se sienta en la cama y con ayuda de sus propios pies se quita las deportivas que lleva y se deja caer sobre la cama. Yo pegado a ella como estoy por la escasa longitud de la correa, le acaricio con la cara las piernas enfundadas en un pantalón vaquero.

.- No he visto nada raro en tu casa Roko - no sé que esperaba encontrar. - Tu ordenador no lo he encendido aunque me han dado ganas, he visto que tienes tres pelotas de baloncesto, tus libros. Estefanía me dijo que te gustaba leer, pero no me imaginé que pudieras tener tantos libros.

.- Dime, ¿habría encontrado algo raro en el ordendor? - digo que no con la cabeza, pero tumbada como está no lo ve.

.- Puedes contestar Roko

.- No ama

.- ¿Seguro?

.- Bueno ama, no sé que considera raro. Para mi no hay nada raro en el ordenador

.- ¿Tienes porno? - ufff, la pregunta que temo.

.- Sí ama, no mucho pero sí, aunque no creo que lo hubiera encontrado. - me da una patada sin demasiada fuerza, pero al moverme y estar sujetado por la correa sí me hace daño en el cuello.

.- No soy tonta Roko, cuidado con lo que dices.

.- No ama, he cambiado la extensión de los ficheros, están en una carpeta protegida por mi certificado digital, que siempre pide la clave y además es una carpeta oculta con un nombre que es numérico y se muestra vacía.

.- ¿Qué más vería?

.- No sé ama, apuntes de la carrera es lo primero que se ve, porque tengo accesos directos en el escritorio, libros, unos dos mil libros electrónicos, música y dos o tres juegos que tengo instalados.

.- Vale Roko, volveré a ir, me tienes que decir la clave de tu certificado digital y el nombre y ruta de la carpeta.

.- De acuerdo ama, además si llega a la carpeta deberá buscar elementos ocultos y abrir el reproductor de video y arrastrar los ficheros.

.- Vale, ahora Roko, sácame los calcetines - Se incorpora para, sentada en la cama, ver como lo hago.

Son calcetines cortos, justo por encima del talón, muerdo el borde y lo bajo por el talón, el olor de su pie es agradable, no huele a sudor, muerdo ahora el calcetín por arriba y lo bajo un poco, luego otra vez por la planta, lo saco un poco más y luego desde la puntera lo saco.

.- Wow Roko, que maestría, ¿lo habías hecho antes? - niego con la cabeza

.- Ok, venga el otro.

Repito la operación.

.- Bueno Roko, voy a intentar dormir un rato que estoy muy desanimada por lo de Toni. Intenta seguir descansando tu. - Se pone la correa en el tobillo. Yo me acuesto en la alfombra y me quedo pensando en que la relación de mi ama y su novio va a estallar.

El tiempo va pasando pero no logro dormir, no sé el tiempo que ha pasado pero la escucho balbucear y moverse inquieta, yo me incorporo y veo que tiene gotitas de sudor, entonces lamo sus pies con suavidad, poco a poco se relaja, se gira, se pone de lado y estira las piernas, entonces me golpea en la cara, al no darme tiempo retirarme. Abre los ojos.

.- ¿Qué haces Roko? - me tiro al suelo con la frente en el suelo.

Se sienta en la cama y me mira seria, me golpea con un pie.

.- Dime que estabas haciendo Roko o te estaré dando descargas hasta que me canse.

.- Ama, estaba sudando, nerviosa y balbuceando, le lamía los pies para relajarla, pero cuando se ha relajado ha estirado las piernas y me ha golpeado.

Ella se queda pensando con una mano sobre su muñeca.

.- De rodillas Roko. - Me arrodillo con la cabeza agachada totalmente sometido.

.- Gracias Roko - me acaricia la cara - gracias de verdad, tenía una pesadilla.

Pongo mi cabeza en sus rodillas.

.- ¿Me relajé cuando me lamías los pies? - asiento con la cabeza.

Se baja de la cama, se calza las zapatillas sacándose la correa del tobillo. Echa a andar conmigo gateando a su lado.

Entra en el aseo, se echa agua en la cara conmigo a sus pies, baja una mano y estira los dedos salpicándome, se ríe y me revuelve el pelo. Luego se acerca al inodoro, veo que cae su pantalón y luego la braga. Al instante está orinando.

Veo que se limpia y como se vuelve a vestir. Vuelve al lavabo, yo pienso que esto de estar pegado a ella a cada momento, es tan literal que sí que resulta extraño. Estamos entrando en su estudio cuando suena su teléfono.

.- Vale, ¿me acompañarías a casa de Roko? - me imagino que habla con Estefanía.

.- Venga, nos vemos en un rato.

Damos media vuelta, vuelve a llevarme a su habitación, se vuelve a calzar, me vuelve a atar a la mesilla.

.- Bueno Roko, voy con Estefanía a tu casa, escribe la contraseña de tu certificado digital y la ruta que te pedí. - me tiende su móvil y lo escribo todo.

.- Bueno, como antes, ni ruidos, ni moverte. Volveré en un rato.

Sale de la habitación, veo que entra en su estudio, un minuto más tarde sale de casa y me quedo solo, otra vez a acostarme sin buscar dormir. La casa queda en silencio.

Unos veinte o treinta minutos después vuelve a sonar la puerta de casa. Escucho caminar por el pasillo y entra en el dormitorio, pero es Toni.

.- ¿Y Raquel? - me pregunta, yo me encojo de hombros. Se va sin insistir. Vuelve a salir de casa aunque por lo que oigo la ha llamado por teléfono.

Vuelve a entrar un minuto después, entra en la habitación.

.- Cuando la veas dile que se puede ir a tomar por culo - y se va dejándome asombrado.

Unos veinte minutos o treinta minutos más tarde escucho a mi ama, hablando con Estefanía, entran en el estudio y en nada en la habitación. Estefanía corre hacia mi y me .... revuelve el pelo.

.- Hola Roko - ufff, hasta ella me llama ahora así

Mi ama me desengancha la cadena.

.- Vaya Roko, que cerdito, lo que había en tu ordenador, bien oculto como me habías dicho, pero no me sorprende.

Yo me siento avergonzado y humillo mi cabeza. Estefanía vuelve a tocarme con suavidad.

.- Tonto Manu, digo Roko, al menos has sido sincero. ¿Desde cuándo te atraen nuestros pies? - nuestros ... supongo que se refiere a los pies de mujer.

Yo miro y me encojo de hombros.

.- Anda Raquel, permite que hable que si no nos enteramos - y sí mi ama me da permiso para contestar a lo que me pregunten.

.- Desde siempre Estefanía - veo su cara de sorpresa - desde que empecé a sentir atracción por vosotras. Recuerdo un día que Laura con esas sandalias azules que tenía un día para indicarme que venía Pedro me giró la cabeza con el pie.

Estefanía me interrumpe para decir que lo recuerda porque protesté.

.- Sí, protesté porque me daba vergúenza que se dieran cuenta que me gutó sentir su pie en la cara. Y fue duro darme cuenta que me atraían vuestros pies y ver que a los demás no. El darme cuenta que yo era el raro.

.- No eres raro Roko, es más común de lo que piensas.

.- Si ama, ahora lo sé, pero con quince años no lo sabía.

.- Pero, de gustarte los pies, ¿cómo pasaste a gustarte ser sometido? - me pregunta mi ama

.- Eso vino solo, con mi primera experiencia sexual, ¿recuerdas la chica esa punk con la que me fui del garito ese al que íbamos?

.- Sí, claro que recuerdo esa vez, te buscamos durante horas.

.- Fué traumático, estaba tan excitado que cuando la penetré no duré ni dos minutos, y supe que ella no llegó a tener su orgasmo. Desde entonces siempre he rehusado penetrar a la mujer hasta haber conseguido que se corriera, con mis dedos, con la lengua, y el placer de la mujer, su excitación, sus gemidos me llenan, es decir, someto mi placer al de la mujer.

.- Pero eso es sumisión sexual, no tiene nada que ver con esto. - me dice Estefanía

.- Ya, pero sí, yo sé que a mi ama le gusta esto y eso me gusta a mi, verla contenta.

Entonces mi ama cuenta lo de la pesadilla y como la calmé.

.- Vaya un perrito guardián - dice Estefanía y mi ama se ríe.

Ahora llega el momento dificil.

.- Ama, perdón, pero vino Toni

.- Sí Roko, me llamó - me corta ella

.- Es me dijo que le dijera algo muy grosero ama.

.- Que le den - dice mi ama

Me agacho y le beso los pies.

.- Bueno, ¿pedimos Pizza? - pregunta Estefanía.

.- Sí, llama si quieres.

.- Vale, ¿cuál os gusta? - os, ¿me invitarán a cenar?

.- A mi todas - dice mi ama

.- ¿Y tu? - me pregunta Estefanía, yo me encojo de hombros, pero mi ama me mira, se ríe

.- Contesta Roko, vamos a cenar como amigos, que es un día que necesito eso, amigos, luego te tendré otra vez con la correa.

.- Cualquiera Estefanía.

Mi amiga sale de la habitación mientras llama a la pizzería.

.- Hemos traído algunas cosas de tu casa, he visto los libros que tienes en el ordenador. ¿Los has leído todos?

.- No ama, los de las estanterías sí, de los electrónicos muchos, muchísimos, pero no todos.

.- Y los juegos, ¿te gustan los videojuegos?

.- Sí ama, algunos, no muchos, pero sí tengo dos o tres.

.- Y ¿cómo lo haces? Videojuegos, leer, baloncesto y estudiar.

.- No sé ama, nunca me ha parecido dificil, leo en cualquier parte, en la cama al acostarme, juego al baloncesto por las tardes, dos o tres tardes, el resto de las tardes estudio, y videojuegos algún fin de semana que otro.

.- Te voy a quitar tantas cosas ...

.- Pero me está dando algo mucho más grande ama - ella sonríe

.- Si esto sale bien esclavo, te permitiré de vez en cuando algún libro o algún videojuego, pero tengo que tener claro que te sepas mío.

.- Claro ama, para mi es lo más importante, hoy cuando tenía la pesadilla, no pude resistirme a intentar calmarla y no se me ocurrió otra cosa. Y por favor, se lo suplico, creáme, me encanta estar a la altura de tus tobillos, pegadito a usted ama.

Me sonríe y coge mi correa.

.- Te voy a dar tu paseo de hoy, para que puedas orinar. - Se levanta y yo me pongo de pie, esperando que empiece a andar. Gateo tras ella hasta el pequeño jardín trasero, Estefanía nos hace un gesto con la mano. Me lleva al retrete montado aquí y me indica que haga mis necesidades.

Me tengo que poner a orinar y defecar sin que ella suelte la correa en ningún momento. Además mientras lo hago ella me habla.

.- Roko, dejarte ir a la uni no va a ser gratis, a cambio de dejarte ir una vez al mes vamos a salir fuera a dar un buen paseo como dueña y perrito.

Está a punto de cortar mis necesidades fisiológicas, pero sigue hablando y me convenzo de que haré lo que sea por verla sonreir.

.- Me encantará pasear con mi mascota Roko - yo termino y con la cara acaricio sus piernas, ella me da unas palmaditas en la cabeza.

.- Venga Roko, te voy a limpiar - me pongo en posición mientras ella coge la manguera y en un momento el chorro de agua helada en mi trasero. Luego en el aparato de castidad, lo que me hace encogerme. Estefanía viene y se queda mirando como me lavan.

Mientras cierra el agua le suena el móvil, sin hablar le tiende la correa a Estefanía. Ella entra en la casa.

.- Dale una vuelta por el jardín, por favor - dice desde la puerta que separa la casa del jardín.

.- Bueno Roko, a pasear - me dice mi amiga.

Echa a andar y yo a gatear tras ella, llevamos cinco minutos caminando cuando me manda parar, se agacha frente a mi, mirándome.

.- Joder, es cierto, caminar contigo pegado a mi, tan tan abajo, hace que me sienta poderosísima. - Yo me encojo de hombros.

Se pone en pie de nuevo y me acerca un pie a la cara, le doy un beso, pero no lo retira, le doy otro y otro y entonces lo quita pero lo que hace es cambiar de pie, ahora besuqueo el otro pie.

Nos ponemos otra vez en marcha, camino de la casa ya. Mi ama está en la puerta y ha visto lo que ha ocurrido. Estefanía le da la correa y mi ama me lleva dentro. Se sientan en el sofá conmigo echado a los pies de mi ama.

.- Joder tía, me están dando ganas de poner yo otro anuncio buscando mascota - dice Estefanía

Mi ama se queda callada un momento y luego habla.

.- Sería estupendo, el imbécil de Toni que se vaya a tomar por culo y nosotras viviendo juntas con nuestras mascotas.

.- Pués sí, estaría chulo. Además yo para eso tendría que venirme aquí o a casa de Roko.

.- Vale, espera aquí, voy a por el portatil - Se pone en pie y sale para su estudio, yo tengo que gatear tras ella. Coge el portatil y media vuelta, de nuevo al salón.

En un rato están rellenando el anuncio de Estefanía mientras yo descanso en el suelo con la cara apoyada en los pies de mi ama.

.- Bueno, ahora a esperar y que el que te conteste sea tan bueno como Roko.

Llaman a la puerta y mi ama se levanta

.- Déjame a Roko, no salgas con él anda.

.- No te preocupes - entonces Estefanía sale también.

Mi ama abre la puerta dejándome en el lado que quedo tapado por la puerta, a su lado se pone Estefanía, lo que hace que mi ama de un paso más hacia mi lado, deja la correa enganchada en el pomo de la puerta y se saca la cartera para pagar. Yo estoy aterrado, un poco más que se abra la puerta y me verá el repartidor. Pero no, mi ama recupera la correa y cierra la puerta tras la despedida.

Entramos en la cocina, mi ama coge una cortadora de pizzas, platos, vasos. Volvemos al salón, mi ama deja todo en la mesa y me lleva otra vez para su dormitorio, allí me quita los arneses. Luego me da una camiseta, la que he llevado a la facultad.

.- Ponte en pie - obedezco encantado, me pongo la camiseta y cuando sale para el salón tengo que ir pegado a ella, inclinado hacia abajo porque sigue llevando la correa. Ella se ríe

.- Ahora en la mesa soltaré la correa. - me dice mi ama

Nos sentamos en la mesa, me quita la correa.

.- A ver si aclaro mi relación con Toni porque me atrae muchísimo la idea de vivir juntas Estefanía.

.- Joder tia y a mi. Irme a casa de Roko, sin él me parece hasta feo.

.- Bah, Roko no te pondría ningún problema, ¿verdad esclavo? - me pregunta mi ama

.- Claro que no. - Voy a coger una porción y Raquel me sujeta el brazo

.- Espera Roko. Me dice Raquel - Voy a por tu cuenco

.- ¿Está en la cocina? - pregunta Estefanía, mi ama le dice que sí.

.- Debería comer en el suelo, Estefanía, así te acostumbras, le ponemos algunas porciones de pizza y se las pisamos.

.- Vale Raquel, probemos.

.- Roko, al dormitorio, te voy a recolocar tus arneses.

En el dormitorio, conmigo tumbado con la espalda en la alfombra, mientras me coloca los arneses.

.- Manu, ¿venderías tu casa para que yo deje esta y podamos coger una entre los dos?

La miro a los ojos, lo que de algún modo resulta hasta cómico, yo bocarriba en la alfombra, ella sentada en la cama.

.- Sí ama - le digo aunque no es fácil tomar esa decisión, es una casa que perteneció a mi familia, pero mis padres murieron el año pasado en un accidente de tráfico.

.- Tenemos que hablarlo, no quiero abusar de ti, no de momento, claro.

Llegamos al comedor, yo gateando a sus pies sin dejar de pensar en el paso ese, por una parte sería un sueño, por otra sería perder algo que me pertenece.

Me meto bajo la mesa, entre las dos, mi ama pone el cuenco en el suelo, a sus pies. Es dificil comer pizza sin las manos, porque me han puesto una porción que es enorme. Mi ama y mi amiga miran como intento comer y se ríen, me he manchado la nariz de queso y tomate.

.- Raquel ¿puedo ayudarle con la pizza? - pregunta Estefanía

.- ¿Cómo le vas a ayudar?

.- Pisando su porción a ver si con los dedos del pie puedo partirla en trocitos más pequeños que se los pueda comer mejor.

.- Ah vale

.- Roko, empuja tu cuenco hasta mis pies - me pide Estefanía que mientras tanto se descalza con sus propios pies.

.- Quítame los calcetines primero Roko, no me los quiero manchar.

Wow, quitarle los calcetines con la boca a mi amiga de toda la vida supone un grado de humillación que no pueden ni imaginarse, no le huelen mal los pies, los calcetines son grises, bonitos, pequeños, quitárselos no me cuesta, es la excitación que me provoca lo que más me cuesta, además al llevar la boca a la planta del pie veo que me está mirando, excitada, con los ojos brillando, mordiéndose el labio inferior, me sonríe nerviosa, saco el calcetín y mirándola beso sus deditos, ella los mueve, luego me pongo con el otro calcetín.

.- Joder Raquel - me estoy poniendo a mil.

.- Es una pasada.

Hablan del poder que sienten viéndome tan sometido a sus órdenes, yo no quiero ni separarme de sus pies, si eso sienten ellas, yo me siento hipnotizado ante sus pies, no entienden que para mi no hay mejor sitio.

En cuanto tiene los pies libres de los calcetines pisa la pizza que tengo en el cuenco, lo pisa y lo pisa, desarmándola entera, sé que me tocará lamer sus pies para limpiarlos antes de ponerme a comer.

.- ¿Vas a pisarlas tu también? - le pregunta Estefanía a mi ama

.- Sí, pásame el cuenco si quieres.

.- Roko, arrastra el cuenco a tu ama - me ordena Estefanía.

Con la nariz, con la cara, llevo el cuenco a los pies de mi ama, sus pies son más blancos que los de mi amiga, un arco creo que un poco más alto, se los beso, pero no me hace caso, empieza a seguir destrozando mi porción de pizza, se ríe al ver como está.

.- Roko ven a lamer mis pies mientras tu ama te pisa la comida - me ordena Estefanía.

Gateo hasta mi amiga y me pongo a lamer sus pies, las plantas están manchadas y se limpian con un par de lametones que realmente disfruto como no puedo explicar, los deditos están peor, me tengo que esforzar con la lengua para lamer entre sus dedos, lamer sus uñas, recoger hasta la más pequeña mancha que veo en sus deditos

.- ¿Te ha lamido los pies? - pregunta Estefanía a mi ama

.- Sí, he visto que le gusta mucho.

.- Es una pasada, me está limpiando los pies, joder, me los está limpiando - Estefanía no se lo puede creer.

Su entusiasmo me está haciendo sentirme humillado, ahora me va a dar miedo que me tenga que controlar en la facultad. Se mira los pies.

.- Joder manu, nunca imaginé que tu, Tu, tío, me fuera a limpiar los pies con la lengua. Anda ve con tu ama.

.- ¿Por qué lo tratas como alguien especial? - pregunta mi ama mientras empiezo a limpiarle los pies a mi ama.

.- Es el tío perfecto, está buenísimo, es un coco con las mates, es super fácil llevarse bien con él, sabe escuchar, te hace sentir cómoda.

Joder, yo bajo la mesa, con la lengua ocupada en los pies de mi ama estoy alucinando, ¿así me ve? Yo sigo centrado en los pies de mi ama, ella se mira los pies de vez en cuando, como con Estefanía donde más sucio están de pizza es entre los deditos. Lamo con hambre, no de pizza, hambre de complacerla, estoy deleitándome con sus pies cuando oigo la puerta, al instante noto la incomodidad de mi ama.

Toni entra al salón, hasta yo debajo de la mesa noto el olor a alcohol que lleva.

.- ¿Pizza? - es lo primero que dice.

.- Joder tío, saluda aunque solo sea porque vas a gorronear pizza - le dice mi ama, ahora le lamo los pies buscando calmarla.

.- Hola - dice - hola Estefanía, ¿has visto ya a la mascota de Raquel?

.- Toni ¿por qué has regresado? - pregunta mi ama

.- Anda, si está debajo de la mesa. Joder que guarrada está haciendo - dice cuando se asoma

.- ¿Guarrada?

.- Te está babeando los pies, coño, ¿es qué no lo notas?

.- Me lame los pies, ¿sabes qué hace con eso?, no ¿verdad? Ni se te pasa por la cabeza que hace.

.- ¿Adora a su dueña? - pregunta cogiendo un nuevo trozo de pizza.

.- Estúpido, no sabes ni ofender. Me lame los pies porque nota lo nerviosa que me pones, busca relajarme.

.- Si tu lo dices - se va

.- Ni se te ocurra ir a la habitación, a dormir la mona te vas ... fuera, donde quiera que hayas estado desde ayer.

Me giro para ver que hace, mi dueña se pone de pie, descalza. Él se da la vuelta y se queda mirándola con la rabia pintada en la cara.

.- A la mierda tía - Y se encamina hacia la puerta de la casa.

.- Eso es, vete a la mierda y no vuelvas - él se queda quieto un segundo, luego se gira y vuelve al salón.

.- ¿Eso es lo que quieres? Y quedarte con el ...., con eso que tienes a los pies.

.- Eso es lo que quiero, sí. Pero porque no disfrutas a mi lado ni siquiera la mitad de la mitad de lo que disfruta él. Porque él ha sido capaz de renunciar a lo que le gusta por sus ganas, por su necesidad de contacto con otra persona, conmigo, ¿y tú? Haces todo lo necesario para alejarte de mi.

.- Tu misma, ya te darás cuenta que un perro no puede sustituir a un novio.

.- Idiota, eso es lo que te dije el primer día, él no te sustituye a ti. Tu te alejas solo, sin ayuda.

Se va sin decir nada más. Ella se vuelve a sentar y yo me pongo a pensar en si eso es lo que soy, ahora me siento mal por lo que hago.

.- Se me ido el apetito - dice mi ama

.- Sí, me ha pasado lo mismo, lo siento tía, es un estúpido - le dice Estefanía.

.- Roko, vamos al patio - me ordena mi ama y salgo de debajo de la mesa, gateo al lado de su silla, ella se calza y se gira hacia mi, me acaricia el pelo

.- Espera aquí Roko, voy a por tu correa. - Veo como sale en dirección a su dormitorio.

Estefania se levanta y se pone a mi lado, me acaricia igual que ha hecho mi ama.

.- Que feo todo esto, tío. - yo la miro como puedo, es decir me tengo que poner de rodillas para poder verle la cara.

Vuelve mi ama y me traba la correa, sale hacia el jardín obligándome a seguirla, otra vez a no ver por encima de sus tobillos. En vez de llevarme directo al retrete pasean por el jardín en silencio. En silencio hasta que suena el teléfono de Estefanía.

.- Ostras Raquel, ya se ofrece alguien.

.- Ábrelo anda.

Se quedan quietas mientras miran el teléfono.

.- Tía, es una chica

.- Bueno, queda con ella si quieres y sino pasa de ella.

.- ¿Cómo ves que sea una chica?

.- No sé tía, será una mascota. Decide tu.

Estefanía se acerca lenta mientras habla con la chica, la escucho reír. Ella se miran.

.- Dile que venga mañana, que vea lo que es Roko, que vea si ella cree que puede soportarlo.

Oigo como Estefanía queda con ella para mañana, le da la dirección y la hora. Se acerca a mi, me acaricia la cabeza.

.- Coge esas sillas Estefanía.

Se sientan en dos sillas plegables, yo me pongo al lado de mi ama, a sus pies, bueno, me pongo donde me pone ella. Se ponen a hablar de Toni, de lo que le gustaría que se lo hubiera tomado de otra forma. Yo no puedo evitar sentirme culpalbe, tengo los deditos de mi ama a unos cuatro o cinco centímetros de mi cara.

.- No Raquel, no es problema de como se ha tomado lo de Roko, él ya se ausentaba mucho antes.

Raquel está llorando, mira a Estefanía y asiente.

.- Tu misma decías que buscabas una mascota para no quedarte sola cuando él se iba. No soporta que no hayas querido quedarte sola cuando él sale. Es un egoísta. - Pero Raquel no puedo contestar.

Yo le beso los pies con suavidad, le cubro los pies con besos, ella me acaricia.

En el incómodo silencio que se hace sólo se escuchan los sollozos de mi ama, que poco a poco se va calmando.

.- ¿Quieres que me quede esta noche? - pregunta Estefanía.

.- ¿Y si viene él? - pregunta mi ama

.- Si viene mejor que esté yo, ¿no crees?

.- Vale. - dice mi ama

.- Voy a llamar a mi casa

.- Vamos Roko - dice mi ama que se pone de pie.

Me lleva hacia su dormitorio, se sienta en la cama y se me queda mirando.

.- ¿Seguirías conmigo aunque no te dejara ir a la uni?

Yo de rodillas, la única forma de poder mirar su rostro, asiento. Ella coge mi cabeza y me lleva hasta sus piernas, me la apoya en su muslo. Así estamos cuando entra Estefanía.

.- Ya está

Ambas chicas se desnudan, Raquel se pone su pijama y luego del armario saca otro para Estefanía, además saca la manta con la que me tapará a mi. Cuando apagan la luz, mi ama baja un brazo y me acaricia la cabeza y yo me siento en la gloria.