Su mascota, Cap. 5

Los comienzos

Su mascota, Cap. 5, Los comienzos


Título original: His Pet, Chapter 5 (The Beginnings)

Autor: Mindgames48@Hotmail.com

Traducido por GGG, octubre 2020. En diciembre de 2003 traduje el capítulo 2 de este relato, pero no había encontrado los demás hasta ahora. No estoy muy satisfecho de esta traducción, tal vez sea un poco difícil incluso en el idioma original (inglés)

Si tienes menos de 18 años, no te molestes en leer esto. Si piensas que control mental, sadomasoquismo suave, sexo oral o anal o con juguetes, añadidos a la ecuación no son para ti, será mejor que busques otra cosa que leer. Para el resto de vosotros, por favor disfrutadlo y no dudéis en enviarme un correo electrónico con vuestros comentarios (¡Por favor, sed amables!).

Se puede archivar o reimprimir esto siempre que mi correo electrónico esté en él y si no se hacen cambios. Si tienes alguna sugerencia de cambios, házmelo saber.

Si quieres más, avísame.

Esta es solo la parte 5 de 6 pero siento que hay más hirviendo a fuego lento en el quemador trasero.

Mindgames48@Hotmail.com Juegos mentales para ti

Esto es fantasía, pura y simple (?). No hay ningún personaje en esta historia que esté destinado a representar a ninguna persona específica, ya sea de aquí y ahora o de otros tiempos anteriores, o en cualquier otro plano de existencia.

Dentro de esta fábula se encuentran acciones sexuales que incluyen: control mental, sadomaso ligero, juguetes sexuales, sexo oral y anal, en solitario, muchos hombres contra una mujer, caramba ¿y quién sabe qué más? Lo que hay aquí puede ser ilegal leerlo para cualquiera de nosotros. Ciertamente no debería ser leído por jóvenes de 18 años o menos o que sean impresionables, ¡y TÚ sabes quién eres! El autor no pretende ofender a nadie, por lo que si encuentras objetable cualquiera de las cosas anteriores no dudes en saltarte esto.

El autor es narrador de historias y le gusta jugar con los "qué pasaría si" y las posibilidades de la mente. A un escritor de novelas de crímenes puede afectarle mucho ver sangre y no haría daño ni a una mosca y puede simplemente fascinarle la intriga. De modo que el erotismo presentado aquí está escrito simplemente para eso. No representa necesariamente los deseos del autor.

Su mascota

Capítulo 5

Los comienzos

Lo siguiente está tomado de las primeras transcripciones de grabaciones de su mascota durante el primer mes, mientras estaba bajo hipnosis. Pesaba todavía más de 200 libras.

En los negocios, sabía cómo "vestirse de poder" y dirigía su empresa completamente. Él la ayudó a delegar más de sus tareas en otros para que pudiera tomarse un tiempo y trabajar en sus "asuntos". El conocía el significado de la palabra, mientras que ella la tomaba en el sentido de sus problemas mentales, las cosas que la mantenían ocupada, sin dejarle sentir que controlaba su propia vida, fueran las que fueran.

Después de convencerla para que se sintiera muy relajada y decirle la palabra clave, le pidió que le contara algunas de sus fantasías. Él sabía que nosotros guardamos secretos sobre nosotros mismos en nuestras fantasías. Así que la llevó de forma más profunda y más relajada a ese lugar de donde vienen los sueños y las fantasías sin la censura de la razón.

“Háblame de una fantasía en la que no tienes control. ¿Quién o qué te controla?" Le preguntó.

Dio un largo suspiro y dijo esto como si lo hubiera recitado muchas veces. Es a través de esta imagen que aprendió lo que ella necesitaba y cómo podría lograr ella sus objetivos y él los SUYOS.

Lo que comenzó como un experimento y desde entonces ha cobrado vida propia. Nosotros, que somos sus alumnos, tuvimos que aprender esto y memorizarlo. Nos analizamos y vemos en cada una de las personas que observamos todos los días. Ya que este experimento nunca se había hecho así con esta profundidad creemos que estamos ayudando a escribir la historia, Su-historia.

Ella está hablando en voz baja, sintiendo profundamente el relato y las necesidades expresadas:

Ponme un collar.

Véndame los ojos.

Despójame de mi ropa y de mi dignidad.

Trátame como a una mascota.

Acaríciame y háblame como lo harías con una buena mascota.

Las mascotas necesitan aire fresco. Me llevas a dar un paseo.

Oh, no, creo, no quiero que todos me vean.

Sin embargo, el aire le sienta bien a mi cuerpo.

Mis pezones están erectos.

El aire en el coño es tan erótico.

Me miras.

“Veo que te encanta estar aquí. ¡Buena mascota!"

Me acaricias el pelo, la cara, los pechos, la piel de gallina demuestra el placer que me estás dando.

Sonríes.

Me haces cosquillas en los pezones.

Gimo.

Sé que estoy fuera y que otros pueden verme pero estoy entregándote mi voluntad a ti y al placer que me estás dando.

Sabes esto y continúas acariciando mi coño y luego me haces separar las piernas para poder acariciarme allí.

¡Oh, sí, no soy más que tu mascota!

Ves que estoy mojada.

"¡Bien, mascota!"

Me paseas arriba y abajo de la calle.

La gente mira fijamente y tú les dices con un guiño que soy tu mascota.

Me haces parar para que puedan verme, para que jueguen conmigo.

"¡Ven, le encanta que otros la acaricien!"

Estoy nerviosa. ¿Qué estás haciendo? ¡Estos son nuestros vecinos!

"¡Mira, así!"

Vuelves a acariciarme el pelo, la cara, los pechos, la barriga, el culo, las piernas.

Vuelves a repetir "Abre las piernas, mascota, ¿cómo pueden saber que te gusta?"

Siento muchas manos.

"¡Mira esto!" Dices mientras me mordisqueas los pechos.

Gimo y me retuerzo de placer.

"Uau, ¿puedo probar?" Pregunta alguien.

"¡Por supuesto!"

Ahora hay un extraño lamiendo y mordisqueando mis pezones.

"¿Qué es eso?" Pregunta alguien.

"Baba sexual. Demuestra que le encanta toda esta atención. Tócala."

La mano de alguien me acaricia el muslo hasta mi coño mojado. No puedo evitar inclinarme hacia la mano.

"¿Pero no se supone que la mayoría de las mascotas andan a cuatro patas?" Pregunta alguien.

"Lo hará. ¡Está tan bien entrenada!" Dices mientras tiras de mi correa y ordenas "¡Abajo!"

Me pongo a cuatro patas.

"¡Guau!"

Tiras de la correa para hacerme gatear mostrando el trasero y tu habilidad para controlarme.

Pueden ver lo mojada que estoy mientras la humedad se escurre por mis piernas.

La gente me acaricia la cabeza y la espalda.

Alguien juega con mi raja. Mi cuerpo gravita hacia sus manos, especialmente hacia la de mi chocho.

"¡Ahora siéntate!" Me tira del collar y me veo obligada a alejarme del placer mientras me siento sobre mis piernas arrodilladas.

"Ven aquí, quiero mostrarte algo". Traes a alguien cerca de mi cara.

"¡Abre!"

Abro la boca.

Los dedos mojados se deslizan en mi boca. Lamo los dedos para limpiarlos de mis jugos.

Me pones tu entrepierna en la cara.

"¡Mira esto!"

Tienes a alguien trabajándome los pezones.

Entrepierna. UMMM. Te acaricio. Te quiero a ti y las maravillas que hay en tus pantalones.

"¡Oh, vaya, tiene hambre!" Dice alguien.

“Es mi mascota. Hará cualquier cosa por mí. ¡Mira!" Las correas unidas a mis muñecas me levantan las manos hasta tu entrepierna. Mis manos hacen lo que se espera naturalmente. Abro la cremallera, meto la mano y saco el objeto de mi deseo.

Alguien me está chupando los pezones. No puedo resistir. Delante de todos te estoy chupando la polla. no me importa quién esté ahí, quiero tu corrida. Mi cuerpo se retuerce de deseo.

"No, ahora no. Tenemos mucho que hacer hoy. ¡Abajo, mascota!"

Mi boca está suplicando, me duele el cuerpo. la pierna está mojada y estoy dejando un charco debajo de mí.

"Suficiente por hoy, se está excitando demasiado".

Me llevas de vuelta a casa.

No me dejas estar de pie. Voy gateando.

"Talón" dices.

Me arrastro a tu lado. Me acaricias el pelo, la espalda, el culo y la raja.

"Qué buena mascota".

En la casa me atas afuera.

Solo puedo estar a cuatro patas. No me importa porque siento tus dedos dándome placer.

"Vuelvo enseguida". Dices.

Estoy estupefacta al quedarme sola afuera. Aunque no me cuesta mucho olvidar. Disfruto del aire fresco tocando mi cuerpo desnudo, me muero imaginando toques tuyos.

Pero alguien nos ha seguido a casa. Siento las manos sobre mí, jugando con mis pechos y mi coño. Sé que no eres tú y me da vergüenza. Sé que no se me permite hablar porque solo soy una mascota. Sé que no debería responderles en absoluto porque soy tu mascota ¡pero me gusta tanto!

Alguien está debajo de mí lamiéndome los pezones, pellizcándolos, retorciéndolos. Gimo y me retuerzo de ganas.

Alguien más está metiendo los dedos en los alrededores de mi chocho.

Me retuerzo cuando encuentran el clítoris. Encuentran mi agujero y empiezan a empujar algo dentro y fuera. Oigo reír pero no puedo dejar de responder a las buenas sensaciones que me está dando. Otra polla está en mi cara. Lamo con hambre y la chupo.

Mi cuerpo se mueve en éxtasis por haber sido estimulado por todos lados.

De repente se abre la puerta.

"¡A casa, niños!" Estás gritando.

Me avergüenzo.

"Mascota mala", me regañas.

Quiero esconderme. Agacho la cabeza.

Me desatas y me llevas a la casa.

"¡Mírate!" Exclamas. "¡Estás asquerosa!"

Me arrastras al baño y me metes en la bañera. Me arrojas chorros con la ducha de masaje concentrándote en los puntos que esos niños habían ensuciado. Me sienta estupendamente. Las pulsaciones en los pezones y el chocho me mantienen deseando. Necesitando.

Me sacas y me secas con una toalla áspera concentrándote en los pezones.

"¡Tengo que dejarlos buenos y secos!" Dices.

Pones la boca sobre ellos y chupas bien y fuerte. ¡Oh, qué gusto!

Se me menea el culo. Pasas el dedo alrededor de mi coño y luego lo metes dentro. Quiero más.

"Pero ya has tenido suficiente por ahora y es hora de la siesta de la mascota", me dices.

Me llevas a mi lecho en el suelo. Por supuesto, después de todo eso no puedo dormir. El chocho me sigue goteando. Los pezones están tiesos. Intento tranquilizarme, pero todos los orificios sienten necesidad. Las manos vagan por mi propio cuerpo en busca de alivio. Alejas mis manos. Me meto en la boca la que había estado en mi chocho y chupo los maravillosos jugos.

Me avergüenzo de mí misma por la falta de control. Sin embargo, los muslos todavía se mueven con fuerza frotándome el clítoris. Respiro profundamente con pasión. Como un animal en celo.

Sientes pena por mí, te sientas en la silla y me acaricias.

"Pobrecita. Eso es lo que nos separa. No se espera que las mascotas puedan controlarse".

Tu entrepierna está muy cerca y huelo tu aroma. Me acerco. Te estás cambiando de ropa. Mientras te bajas los pantalones, estoy tan emocionada que nadie me detiene. La lengua está lamiéndote los huevos y la polla. Mientras chupo, me froto el chocho contra el suelo y pronto contra tu pie. Los dedos de tus pies se mueven contra mi clítoris y estoy en el paraíso de las mascotas. Chupo y chupo hasta que ese maravilloso sabor inunda mi boca y lo bebo hasta que no queda más.

Te ríes de lo linda que soy, me pellizcas los pezones y me empujas el chocho con el pie muy mojado. Quiero más, pero sé que tienes que irte.

"Te compré algo para mantenerte feliz mientras estoy fuera". Me dices.

Desapareces en la cocina y vuelves con eso. Tiene la misma forma que tu polla y tus huevos y contiene los mismos jugos maravillosos. Me pasas el juguete nuevo y te vas.

Huele a ti y rápidamente me lo meto en la boca. Cuando te vas, me subo a la cama disfrutando de mi nuevo juguete. El maravilloso jugo no sale muy rápido y requiere mucha succión. Las mandíbulas se me cansan. Me encanta mi nuevo juguete. Me abrazo a él. Resulta delicioso contra mis pezones. Lo sostengo entre mis pechos acariciándolo con ellos como siempre te agrada cuando te lo hago. Luego me lo paso por la barriga. No pasa mucho tiempo antes de que haya llegado a mi chocho humeante. En poco tiempo, entra y sale de mí con furia.

Soy ajena al resto del mundo. Somos solo mi juguete y yo. No me doy cuenta de que me estás grabando videos para mostrar en tus clases, compartir con los amigos y que les cobras la entrada a esos niños cachondos que acabas de espantar.

¡Estás tan orgulloso de tu mascota!

Finalmente me corro. ¡Ha pasado tanto tiempo! Dejo la polla dentro,  sienta tan bien. Estoy cansada de mi ajetreada mañana y me quedo dormida con la mano tocando mis propios huevos.

Sueño que estoy en tus brazos.

Segura.

Amada.

Y sintiendo que te he complacido.

Cuando termina de hablar, cae más profundamente en su trance. Ha cumplido su deber.

"¿Te gustaría ser mi mascota?", le pregunta.

Ella sonríe y dice: "Oh, SÍ"

“Entones te llevaré a casa y te ayudaré a perder peso y te entrenaré para que seas MI mascota. De hecho, cuando me oigas decir esas palabras y notes que te estoy acariciando tu cabello y tu cuerpo, te hundirás en este estado de entrega total a mí. Y cuando juego con tus pezones como ahora, todos los recuerdos de ti y tu pasado y tu presente desaparecerán reemplazados por un hambre sexual profunda que sabes que solo yo puedo satisfacer. Esta será la forma en que serás libre. No tendrás que preocuparte, cubriré todas tus necesidades. Voy a amarte y apreciarte profundamente, y se acrecentará en ti el hambre extrema de amarme y apreciarme. Empezarás a ver mis necesidades como tuyas propias y ¡serás la mejor amiga de este hombre, mi dulce mascota! "

Mientras dice eso ella se está moviendo hacia su voz. Se arrodilla a sus pies y apoya la cabeza en sus rodillas. Él acaricia su cabello.

"¡Oh, sí, MI dulce mascota!"

Este fue el último día que la vieron en el mundo. La llevó a casa con él. Este fue el último día que usó ropa. Esta fue su primer día con las correas y el collar que anhelaba tener. Se convirtió en su mascota.