Su mascota, Cap. 2

Despertar de un sueño hipnótico y asumir la nueva situación

SU mascota. Capítulo 2. Propiedad revelada


Título original: HIS Pet. Chapter 2. Ownership Revealed.

Autor: Mindgames48@Hotmail.com

Traducido por GGG, septiembre 2020. En diciembre de 2003 traduje este capítulo 2 del relato, pero no había encontrado los demás hasta ahora. No estoy muy satisfecho de esta traducción, tal vez sea un poco difícil incluso en el idioma original (inglés)

Si tienes menos de 18 años, no te molestes en leer esto. Si piensas que control mental, sadomasoquismo suave, sexo oral o anal o con juguetes, añadidos a la ecuación no son para ti, será mejor que busques otra cosa que leer. Para el resto de vosotros, por favor disfrutadlo y no dudéis en enviarme un correo electrónico con vuestros comentarios (¡Por favor, sed amables!).

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Si quieres más, avísame.

Esta es solo la parte 2 de 6 pero siento que hay más hirviendo a fuego lento en el quemador trasero.

Mindgames48@Hotmail.com Juegos mentales para ti


SU mascota

Capítulo 2

Propiedad Revelada

Se despertó en mitad de la noche. Podía ver. Por alguna razón había pensado que estaba ciega pero allí estaba la habitación. ¡Tan lujosa! Cama de cuatro columnas de proporciones enormes. La habitación parecía continuar eternamente y no podía encontrar la puerta. Había una mesa de comedor en mitad de la habitación. Pensó de nuevo en comer. ¿Por qué siempre tenía hambre?

Intentó moverse, todavía estaba retenida. No era una mala sensación ser retenida tan cerca. Se sentía amada. De modo que intentó no molestar los propios dulces sueños de él.

Demasiado tarde, él sintió su despertar.

"Así que estás viendo dónde vives ahora. Eres una parte de mis pertenencias, mi mascota, ¡la más preciada!"

Pero soy una persona, tengo una vida fuera de esta habitación... Sé que la tengo... Sí solamente pudiera recordar, piensa ella.

Él sabe por dónde van sus pensamientos. Observa cómo se apodera de ella el temor. Sabe lo que vendrá a continuación, siempre ocurre así. La conoce tan bien.

Ella intenta recordar desesperadamente. Ve con el ojo de su mente: trajes de negocios, oficinas llenas de gente ocupada contestando teléfonos, escribiendo a máquina, comidas, reuniones...

"Sí, mascota, fueron tuyos una vez pero me los diste todos a mí... ¡y a todo esto!"

Ella no podía creer que se hubiera dado a sí misma y a su vida a nadie, ¡era demasiado orgullosa para eso! Tenía que salir de aquí.

Luchó por levantarse.

Pero él la tiene. Un collar rodea su garganta, enganchado a una correa, tiene una especie de esposas rodeando sus tobillos y muñecas, enganchadas a otra correa más. Le recuerda a una marioneta de cuerdas; debe ser su marioneta. ¡Ella no! Se largará de aquí. Hum, ¿pero cómo? Quizá debería seguirle la corriente, ver de qué va todo aquello... pero espera, ¿es el sonido de alguien fuera? Gritará, quien quiera que fuese la oirá y llamará a la policía y podrá escapar.

Grita a muerte. Y no para. Él la deja hacer. Todo es parte del juego.

Déjala desahogarse. Es bueno para ella.´ Piensa.¿Y si el jardinero la oye? Se imaginará que estoy otra vez con esas cosas raras.´ Sonrió mientras imaginaba al jardinero deseando poder hacer tratos con ÉL. Pero el jardinero sabe que esta mujer está aquí por su propia voluntad, ella misma lo había admitido tímidamente delante de él. Recuerda prometer secretamente al jardinero que si ella intentaba escapar debía capturarla él mismo y retenerla para sus propias locuras junto con sus hijos y los perros, durante 24 horas. Tras el enorme patio y jardines, laberintos, y huertos había una alta pared con muchos dispositivos de protección para mantener a los malos fuera y a los buenos dentro. Mis perros estaban entrenados para capturar pero no matar, sabían que serían recompensados. Sonríe. `Así que chilla, mascota mía. Me encanta oír toda esa pasión que viene de ti. Me excita.´

Se cansa de gritar. Se queda muy tranquila. Él la retiene de una forma tan adorable que casi la convence de que esto es lo bueno.

"Sí, mi amor, elegiste esto, y esta es la razón..." Le besa el cuello y la espalda. Le acaricia la espalda y los brazos y las piernas. Le gusta eso, lo que él le hace. `Dios, se nota suave y ¡huele tan bien! Mi mascota, mi amor, ¡mascota amada!´

La empuja hacia él para poder acariciar su parte delantera. Le acaricia el vientre, ahora tan plano gracias a él. Recuerda lo gorda que estaba nada más llegar para pertenecerle. ¡Fue tan desagradable! Pero la trató como a una reina, dándole todo lo que su corazón deseaba. Entonces no quería escapar, estaba contenta de estar aquí.

Luego él aprendió que botones pulsar para hacer que le perteneciera. Estudió hipnotismo y supo cómo someter a una persona a su encanto. Le había prometido que perdería peso sin esfuerzo y ¿no había mantenido su promesa?

Sonrió y continuó sus caricias. Ella las disfrutaba, no podía negarlo. Puso un brazo bajo su cabeza y al mismo tiempo otro sobre sus dos manos acariciando sus pechos.

"Te gusta realmente ¿verdad?" ella gime y se mueve.

Empezó a jugar con sus pezones, levemente, luego arañando y pellizcando. En este punto ella empieza a dejarse ir.

"Tú me amas cariñosamente y quieres agradarme, ¿recuerdas?"

Ella asiente y sus caderas empiezan a girar. Continúa con sus pezones hasta que puede decir que está lista para correrse, sólo con estos toques y ningún otro. Desearía poder tocarla entre las piernas pero retenerla significa mantenerla en necesidad.

"¿Eres mi mascota?"

"Humm humm." gime ella.

"Entonces demuéstralo. Sabes la manera."

Ella se toca entre las piernas. Las correas parecen jugar contra sus pezones. Él la hace enrollarse pero ella no lo nota porque se está dando placer. Él abre sus piernas para mirar. Esta empalmado con su propio deseo, pero sabe que será satisfecho. Acaricia su polla delante de ella. Ver esto la llena de deseo.

"No, no tendrás nada de esto ahora, intentabas escapar, ¿recuerdas? Pero observa y desea." Hace que las correas rocen en sus pezones con más fuerza aún, utilizando una mano mientras con la otra se acaricia y gime con su propio placer.

A ella le corroe el deseo de él. Frota su clítoris cada vez más rápido. `Si la dejo seguir más perderé el resorte que la mantiene MIA.´ Piensa él.

"¡Alto, es suficiente!" Tira de las correas llevando su cara cerca de su polla. Quiere que se la chupe... pero todavía no.

Le demuestra lo mucho que la ama pasándole la mano por la cabeza. "Ven mi bomboncito, mi dulce mascota."

Le sigue al aseo mientras le restriega los bajos y le hace que le restriegue los suyos. De vez en cuando le chupa los pezones o les da un apretón. "¡Demuéstrame que me amas!" dice. Ella se toca entre las piernas, inserta su dedo y saca un dedo goteando. Él lo chupa con una pasión que desea que pudiera verse, pero era solo una batalla no la guerra... ¡La guerra es el amor!

Mientras han estado ocupados el mayordomo ha preparado el desayuno. La mesa está llena de alimentos apetitosos. De nuevo ella siente el hambre.

"¡Ah, el desayuno!" Él se sienta, arreglando la cubertería. Ella mira alrededor confundida porque parece no haber silla para ella.

"Ese cojín es tuyo, ¿recuerdas, mascota mía?" Le indica el cojín que está bajo la mesa. Pero en vez de dejarla ir la atrae hacia él. Lame y chupa a su ninfa, está seguro de que esta comida es mejor que la que tiene preparada delante de él. Pero necesita mantener su fortaleza. Después acaricia y atormenta sus pezones y le envía sugestiones hipnóticas: Tienes hambre de mí y sólo de mí. Comerás lo que se te sirva, y sólo eso. Eres mi mascota. ¿De acuerdo? ¿Me amas? Demuéstralo.

Ella clava su dedo en su entrepierna y le muestra que su deseo es fuerte. Él lo lame hasta dejarlo limpio y besa su bonita frente y la empuja bajo la mesa. "Esta es mi mascota."

La mesa es de cristal. Él podría observar cualquier movimiento de ella y ella solo podría ver el fondo de los platos. Él nunca comió desnudo. Sería indigno de un hombre de su clase. Por eso llevaba su traje. Saca el periódico y lo abre por su sección. Mientras tanto la roza con su pierna o pie, luego empuja su cabeza a su regazo para poder acariciar su pelo. Ella siempre estaba desnuda, de modo que él pudiera tener fácil acceso a cualquier parte de ella que desee en cualquier momento. Disfruta tocándola abajo y retorciendo sus pezones, su resorte mental, lo justo para hacer eficaz ese trance.

Sorbe su café. Mejor no dejar que se enfríe, piensa con una sonrisa, acariciando su pelo. Se baja la cremallera del pantalón. Tener su cabeza en el regazo hace que su polla se empalme de deseo, así que se asoma fuera.

Ella la acaricia adorablemente. Le coge los huevos que tanto ama. Acaricia su masculinidad con su pelo y su cara.

"Bonita gatita. Bonita mascota."

Ronronea y empieza a lamer. Cada una de sus comidas se le sirve en su polla. Él la había programado así y esto ayudaba a mantener la dieta de nutrición óptima. También había programado que nunca masticara la comida, solo le estaba permitido lamer y chupar. Tiene crema enriquecida para ella que él hace gotear en su polla, de forma que asegurase que ella toma algo nutritivo. Ella lame hambrienta. Él hace gotear miel, queso envasado, añade a su dieta cualquier cosa que pueda gotear y que no le haga daño a él, un poco de cada tipo de alimento, algunos los había tenido que preparar en una confección combinada. Sonríe al pensar en el nuevo deletreo de la palabra. (Juego de palabras: concoction, confección y concocktion, de cock, polla). Mantequilla de cacahuete era una de sus proteínas favoritas. Tenía un guante especial para untarla sobre su polla. Le llevaría mucho tiempo lamerla toda. De esa manera él podía terminar en paz su desayuno sin perder su trance.

Estaba tan hambrienta que se la limpia gustosamente. Su polla disfruta con la estimulación pero estaba acostumbrada a ello, de forma que no siente la necesidad de correrse. Pero cuando ha terminado el café, aparta su revista porno para mirarla. Ella, que estaba ocupada recorriendo su polla para limpiarla, pudo ver antes las fotos de las páginas y se le abrió el apetito de tener lo que las mujeres de las fotos estaban consiguiendo. Había un tipo con toda su polla enterrada en la boca de la mujer. El semen se derramaba de su boca. Eso era lo que ella quería de él. ¡Oh, como lo quería! Tomó su polla totalmente en su boca, sorbiendo profundamente.

Él jugó con las correas para llevar las manos y los pies donde pudieran hacerlo más a gusto. El cojín estaba fabricado con un consolador incorporado para simular un hombre en erección en sus pantalones. Mientras la pasión de ella crecía él apartó sus piernas de modo que su coño se apoyó directamente en el bulto. Le encantaba observar cómo le deseaba. Tiró de sus manos para que le acariciaran los huevos. Ella chupaba y bombeaba y su trasero se movía arriba y abajo al ritmo de su deseo.

¡Ah-h, esto iba bien! Sabía que podía correrse y estaba listo para más, había trabajado en esto durante años. La retiró y roció su cara y pelo con su semen. Esto la dejó frustrada. Ella lo quería para sí, saborearlo, y tragarlo. Lamió y recogió lo que pudo de su glorioso néctar.

Dejó que le limpiara, luego limpió su cara con las manos. Le presentó las manos y ella empezó a limpiar sus maravillosos jugos de todos y cada uno de sus dedos, ahora chupándolos, ahora restregándose contra el cojín. Oh, que maravilloso tenerla... ¡toda SUYA! Tiró de las correas.

"Se acabó el desayuno, dulce mascota." Sí, ella era suya. Siempre lo que él quisiera y cuando quisiera. Le pertenecía.