Su mascota, Cap. 1

La comida como elemento de entrenamiento de una mascota

Su mascota, Cap. 1, Comida


Título original: His Pet (Food)

Autor: Mindgames48@Hotmail.com

Traducido por GGG, septiembre 2020. En diciembre de 2003 traduje el capítulo 2 de este relato, pero no había encontrado los demás hasta ahora. No estoy muy satisfecho de esta traducción, tal vez sea un poco difícil incluso en el idioma original (inglés)

Si tienes menos de 18 años, no te molestes en leer esto. Si piensas que control mental, sadomasoquismo suave, sexo oral o anal o con juguetes, añadidos a la ecuación no son para ti, será mejor que busques otra cosa que leer. Para el resto de vosotros, por favor disfrutadlo y no dudéis en enviarme un correo electrónico con vuestros comentarios (¡Por favor, sed amables!).

Se puede archivar o reimprimir esto siempre que mi correo electrónico esté en él y si no se hacen cambios. Si tienes alguna sugerencia de cambios, házmelo saber.

Si quieres más, avísame.

Esta es solo la parte 1 de 6 pero siento que hay más hirviendo a fuego lento en el quemador trasero.

Mindgames48@Hotmail.com Juegos mentales para ti

Su mascota

Capítulo 1

Comida

Es tan difícil despertar. Intentó restregarse el sueño de los ojos. Sus brazos no se movían. No había luz. Siente que le acarician la cabeza, la cara, los labios.

"Aquí está mi mascota. Muy bien."

¿Realmente lo había oído o estaba en su cabeza?

Le pregunta si tiene hambre. Descubre que se muere de hambre. Le coloca de nuevo los dedos en su boca. Puede oler ... ¿pudín? Le lame los dedos, chupando hasta el último bocado porque tiene tanta hambre. Se tumba con la boca abierta.

"¿Quieres más?"

Ella asiente.

"Gatea hasta aquí".

Mantiene los dedos ante su nariz para guiarla. Se acerca a Él ansiosamente. Ahora puede notar que lleva un collar. La lleva como el asno y la zanahoria proverbiales, pero no dejará que su nariz se desvíe de donde quiere. Le lame los dedos. El suyo es un mundo de sensaciones únicas. Su único conocimiento es que Él es su guardián que la ama y la cuida.

Los brazos parecen estar atados delante ella dejándole las manos y dedos libres. Las piernas están atadas pero separadas por algún tipo de dispositivo, haciendo que el viaje a donde sea que Él la esté conduciendo más una cuestión de equilibrio. Pero está muy hambrienta.

"Alto."

Obedientemente, se detiene.

"Siéntate, ahora, dulce mascota, siéntate".

Se levanta de la posición de rodillas, se yergue, con las manos delante de los pechos.

"¡Qué buen cachorro!" escucha mientras se gana otra caricia en la cabeza.

Está feliz de haberle complacido.

Huele la comida y casi babea de deseo. Otra vez otro dedo lleno de algo... ¿queso? Lo lame hasta dejarlo limpio.

El dedo mojado hace un recorrido alrededor de su cara mientras trata de capturarlo con la boca. Luego desaparece. A continuación, el frío húmedo de un cubito de hielo. Solo se le permite chupar, morder no, nunca morder.

El hielo sale de su boca y se desplaza hacia abajo. Baja por el cuello y sobre los hombros. Hace cosquillas, pero es fresco y delicioso, y el contoneo de ella hace que él se ría. La hace feliz oírlo reír.

El hielo retrocede y hace círculos una y otra vez alrededor de sus pechos. La sensación es casi impactante, pero intenta mantenerse quieta y no alejarse. Hacerlo le desagradaría y podría hacer que ella perdiera el equilibrio y callera.

Los círculos se hacen más pequeños a medida que el hielo se encuentra con sus pezones. Los pezones se ponen erectos inmediatamente.

“Quiero que se queden así, son tan bonitos. Muestran lo que quieres".

Así que le ata una bolsa de hielo a la parte posterior de sus muñecas para que el hielo siempre esté cerca de sus pezones.

"¡Mira lo felices que están!"

Pero el olor de la comida es abrumador, se relame los labios con deseo.

"Todavía no, cariño".

"Levántate un poco más. Muéstrame lo alta que eres".

Ella estira la espalda y el cuello hacia arriba.

Le da una palmada en el trasero.

"¡Esto también!"

Mete el culo y espera. Pronto habrá comida.

"Veamos esto. ¿Cuánto deseas esto realmente? "

Siente sus dedos acariciándole las piernas. Dos dedos dibujan los labios del coño. Gime de placer.

"¡Bonito coño!"

Ella ronronea y se mueve para sentir que los dedos hagan más. Él atiende cada una de sus necesidades, tiene tanta suerte. Sabía que tenía hambre pero ahora tiene hambre de todo.

Le separa los labios e inserta un dedo dentro de su humedad.

"Bien bien."

Se mueve hacia su dedo.

"No, no, no te muevas. ¡Mantén el culo en alto! "

Solo puede esperar.

Quitó el dedo para rodearle el clítoris. Le hace cosquillas y la provoca. Se ríe de lo difícil que es para ella no moverse. Retira el dedo hacia su ano y le hace cosquillas allí también.

"Eres tan encantadora, mascota mía."

No se siente tan encantadora. No hay una parte de ella que no le duela de deseo.

Él siente su necesidad.

Olor a más queso cerca de su boca. La abre y saca la lengua. No encuentra nada más que el hielo frío moviéndose alrededor de sus pezones y el sabor de sus propios dedos.

"Chúpalos todos, nena".

Se siente como un bebé mientras obedece y se lame y chupa sus propios dedos y llega a los pulgares.

"Este se queda ahí".

Se está chupando el pulgar. Deseando comida, deseando acabar con el hambre de su cuerpo.

Él empuja entre sus piernas lo que parece una gran almohada.

"¡Siéntate!"

Se sienta solo para descubrir que hay un bulto justo entre sus piernas. Es duro y cilíndrico. Le parece que lo siente bien y se menea sobre él.

"¡No, aún no!"

Entonces se limita a balancearse apenas por encima de aquel bulto.

Olor a comida.

Le devuelve la atención a su boca ansiosa.

Le retira el pulgar.

"Vuelve a chuparte los dedos, todos"

Obedece hambrienta. Él ve que se está desmayando de hambre.

"Basta."

Le quita el hielo para exponer los pezones erectos.

Le guía las manos hacia donde él las quiere.

Oh, que amabilidad dejarla estar tan cerca.

Pero está el olor a comida.

"¿Lo quieres?"

"¡Suplícame! Déjate babear. Primero juega con la comida".

Derrama gotas de algo en sus dedos mojados. Ella mueve los dedos alrededor de ellos mismos y rodeando la suavidad de él.

Derrama unas pocas gotas más en sus manos.

Ella quiere lamerlos para limpiarlos.

“No, juega un poco más. ¡No juegas lo suficiente! ¡Qué cosa tan dulce!"

Juega un poco más. El tejido blando se está poniendo duro. Ahora ya sabe dónde la tiene. ¡Ahora tiene mucha hambre!

“¡Oh, ahora mira lo que has hecho! ¡Me has hecho un lío! ¡Vas a tener que limpiarlo! "

Le desata las muñecas pero solo para atarlas a cada una de sus piernas.

“¿Quieres limpiarme? Demuéstramelo."

Abre la boca de par en par, gira la lengua recorriendo los labios.

"Quiero oírte suplicar por esto".

Gime y babea convincentemente, estirando el cuerpo y la boca hacia él o cualquier cosa que pudiera tener que ofrecerle.

La acaricia, atrayéndola hacia él.

Ella extiende la lengua hacia la comida, hacia él.

Es una especie de cosa cremosa y como de queso. Sabe bastante bien. Lo lame todo lo mejor que puede.

"Aquí, por ahí". Le dirige la lengua y la boca todo alrededor como si ella fuera una especie de máquina.

"¡Ups, te has dejado esta zona!"

Le guía la boca a la parte superior de su enorme polla, con lengua lamiendo todo el recorrido. Busca más comida. Allí arriba había más. La lamió hasta dejarla limpia.

"Si chupas esto, habrá más".

Se abre para recibirlo. Chupa todo lo que puede.

Él deja escapar algún gemido.

"Oh, mascota mía, toma más".

Le empujó suavemente la cabeza más hacia abajo.

"¿No se siente maravillosamente?"

De repente se dio cuenta de que las caderas se le movían arriba y abajo humedeciendo lo que fuera que tenía entre las piernas.

Ya no tenía tanta hambre de comida. Ahora sus deseos eran innegables pero poderosos.

"Déjame verte mover esas caderas. Tómala ahora, lentamente, toda entera".

No sabía ni le importaba qué extremo se suponía que debía tomar así que obedeció para ambos extremos.

“Mira como vas. Siento que está llegando más comida para ti. Chupa con más fuerza. Más. ¡Ohhhhhhh!"

Y mientras le decía todo esto, la boca se llenó con su polla mientras se hacía más grande y más dura y empezaba a palpitar. Esto la excitó aún más. El maravilloso postre estaba cerca, al igual que su propia euforia.

Explotó en su boca. El sabor era la cosa más maravillosa que había probado y se lo tragó rápidamente deseando más.

Mientras tanto, sus caderas golpeaban contra lo que estaba entre sus piernas. Cada vez estaba más húmeda y comenzó a perder la poca conciencia que tenía. Flotó cuando las explosiones la sacudieron. El estallido interior se hizo audible. De repente, dejó este mundo.

Nunca supo que fue lo que siguió. Pero los que observamos vemos lo maravilloso que él es para ella.

La ama tanto. Le está quitando las correas mientras ella llega al orgasmo. La sujeta cuando se desmaya. Solo lo mejor para ella. La tumba sobre su cama. Deja la bolsa del hielo sobre un trapo que está cerca. Le limpia la cara, el cuello, los brazos, los pechos, la barriga, las piernas, ese chocho maravilloso. Luego le da la vuelta para continuar limpiándola. Luego vierte aceite de jazmín en las manos y comienza a darle el masaje de su vida. La ama y lo demuestra de esta y muchas otras formas.

Después del masaje completo, la atrae hacia él y duermen en modo cuchara. Está tan feliz de tener esta mascota. Nunca le haría daño y siempre la protegerá.