Su madre nos pilló desnudos en la piscina (1)
Mi novia y yo, nos quedamos en agosto en casa de mi suegra mientras ella se iba a visitar a unos parientes. Sin previo aviso, la señora adelanta un par de dias su regreso como para darnos una sorpresa, y la sorpresa se la lleva ella.
Era el mes de agosto y como no teníamos otros planes, yo me trasladé a casa de mi novia ya que mi suegra se marchaba casi todo el mes a casa de unos familiares con casa en la playa.
Al fin y al cabo lo nuestro no eran unas vacaciones playeras pero el plan no estaba nada mal. Mi novia vive con su madre en un chalet con piscina, que además tiene todo el seto lo suficientemente tupido y alto como para que no se pueda ver desde las casas vecinas, así que nos pasábamos la mayor parte del día completamente en pelotas en la piscina tomando el sol, refrescándonos de vez en cuando e incluso algunas veces follando en pleno día sin preocupación alguna a ser descubiertos. Eso de follar de día, en la calle y en cualquier momento que te apetezca es una sensación verdaderamente placentera y muy excitante. No se por que pero es mas excitante ver a tu pareja caminando desnuda después de follártela en pleno día y en el exterior. Después puedes darte una ducha o tirarte a la piscina directamente.
Como estábamos solos en la casa, no solo andábamos en pelotas por la piscina y alrededores, sino que directamente no nos vestíamos al levantarnos, y casi siempre estábamos los dos desnudos a no ser que tuviésemos que salir para algo a la calle. Después de tanto tiempo sin usarlo yo creo que no sabía ni siquiera donde tenía guardado mi bañador. Así que cuando llevábamos unas tres semanas estábamos los dos muy morenos y sin marca alguna de prendas de baño en el cuerpo. He de decir que mi novia tiene un cuerpo precioso y que verla tan morena la mayor parte del tiempo en pelotas y sin marcas le hacía todavía mucho mas atractiva y fueron bastantes las folladas que practicamos en la zona de la piscina, algunas veces en las hamacas y otras con las manos de ella apoyadas sobre una pared y yo dándole desde detrás, cuando me corría la sacaba y podía verse como le chorreaba mi semen por el interior de las piernas mientras que riéndose iba a limpiarse a la ducha.
En general nos lo pasamos muy bien todo el mes, saliendo también algunas noches al pueblo que queda a unos 3 kms para cenar y tomar unas copillas. También organizamos alguna que otra barbacoa y quedadas con amigos para que se viniesen a pasar el dia, dia que lógica y forzosamente teníamos que ponernos los bañadores. Es en esos momentos cuando ya te has acostumbrado a andar la mayor parte del tiempo sin ropa alguna cuando te das cuenta de lo que te incomoda llevar el bañador.
Pero como todo en la vida, lo bueno y lo malo tiene su final y se iba acercando el momento en el que tenía que regresar mi suegra, mientras contábamos los días que faltaban para que se esfumara nuestro pequeño paraíso de modo de vivir.
Y así una tarde que estábamos en la piscina igual vestidos que siempre durante este tiempo, yo tumbado en una hamaca deleitándome mientras miraba a mi novia a cuatro patas hurgando en la depuradora y dejándome ver con extrema claridad todos sus agujeros, era una escena realmente excitante, quedaban todavía dos días para que mi suegra regresara, cuando de repente escuchamos: Hola!!! Yo quise que se me tragase la tierra y mi novia sin embargo se dio la vuelta con toda la naturalidad del mundo diciendo: Mama!!! Mientras corría en pelota viva a saludarla. Pues si, la buena señora había adelantado su regreso un par de días, pero no tuvo la deferencia de llamar a su hija para comunicárselo, quizá pensando que iba a ser una sorpresa placentera y de hecho para ella debía serlo porque abrazaba a su madre, y la besaba estando totalmente desnuda y con la misma naturalidad que actuaba conmigo cuando estaba asi, en pelotas. Se notaba que su madre tenía costumbre de ver a su hija desnuda y con el coño totalmente depilado porque actuaba de igual modo como si estuviese vestida y solo le hizo un comentario sobre lo morena y lo guapa que estaba, ahhhh!!! Y sin marcas de bikini o bañador.
Mientras ellas hablaban yo no tenía ni idea de cómo escapar de aquella situación, porque el bañador estaba en nuestra habitación y además que no sabía ni dónde y tampoco teníamos toallas en la piscina, pues las hamacas tenían sus propias colchonetas y no las necesitábamos.
Yo seguía tumbado y ellas, madre e hija seguían hablando y se iban acercando cada vez mas a la zona donde yo estaba tumbado. Sentía que, de un momento a otro, no me iba a quedar otra opción que levantarme a saludar a mi suegra así, tal cual estaba, porque mi novia no se si por pura naturalidad, porque no había caído en ello, porque le hacía gracia que su madre me viese completamente desnudo o porque quería ponerme a prueba, pero el caso es que en ningún momento dijo nada, ni hizo amago alguno por sacarme de aquella situación. A mi suegra parecía también importarle poco mi desnudez o casi hay que pensar que le apetecía verme porque no se puso para nada nerviosa ni intentó evitar la comprometida situación en la que yo estaba, que podría perfectamente haberlo hecho entrando en la casa a dejar su maleta y dándonos el tiempo para que yo pudiese solucionar el tema de mi desnudo. Pero no, no fue así, mas bien todo lo contrario. Mi suegra tiene 59 años, aparentando algunos menos porque la verdad es que se conserva muy bien, es muy parecida a su hija, con buenas tetas, un culo respingón y un cuerpo en general bastante bien cuidado, se puede decir que a pesar de su edad la mujer está bastante buena, y que es una tia a la que te tirarías. Alguna veces que la he visto en la piscina en bikini ya se me ha pasado por la cabeza. Bueno, el caso es que ya me había visto porque había echado un par de vagas miradas hacia donde yo estaba, se fueron acercando un poco mas y cuando estaba a unos cuatro metros dijo: Hola Nacho! Yo para entonces ya me había incorporado y estaba sentado en el borde de la hamaca a fin de que se me viese menos la polla. ¡Menuda gilipollez! Porque no tenía escapatoria alguna, y además a causa de estar dándole directamente el sol la polla siempre tiende a ponerse un poco mas grande que en un estado de flaccidez normal. En ese momento dijo mi novia, ¿Qué pasa Nacho no te vas a levantar a saludar a mi madre? Y ya no me quedó otro remedio que ponerme de pie, con la polla por delante y bastante grandecita, y caminar los 4 metros que me separaban de ellas muerto de vergüenza. La cara de la madre reflejaba que estaba disfrutando de la situación, no se si de lo embarazosa que era para mi o de poder verme en pelotas pero bien, porque desde luego no se cortaba para nada y me miraba sin disimulo alguno. Llegué hasta donde estaba y le di dos besos, procurando no acercarme demasiado, pero fue ella la que si que se acercó sin miedo ni disimulo y mientras estaba cambiando de mejilla, la rocé ligeramente el cuerpo con mi polla. Ahí si que pasé verdadero miedo, porque aunque yo no me atrevía a mirármela, me daba la impresión de que mi polla había crecido un poco mas y por eso me la rocé accidentalmente contra su cuerpo. Entonces mi suegra me dio un claro repaso a todo el cuerpo sin disimulo alguno y dijo, te digo lo mismo que a Marta (su hija): estás muy bien, muy moreno y desde luego que te queda muy bien no tener marcas del bañador, ja,ja. Muchas gracias le contesté yo, la verdad es que hemos descansado mucho, hemos aprovechado bastante la piscina y hemos estado como en unas vacaciones. Mi novia dijo, anda mamá, te has quedado muy corta, está hecho un cañón y se me acerco y me planto un beso en la boca. Yo para entonces, ya con o sin miedo de mirarme la polla, sabía que me había crecido al menos otro veinticinco por ciento.
Total que allí estaba yo completamente desnudo delante de mi suegra y mi novia también desnuda y con un principio de empalme bastante importante, muerto de vergüenza mientras madre e hija no paraban de hablar de banalidades, mientras iba pasando el tiempo pero allí nadie hacia el mas mínimo amago de entrar a por los bañadores o mi suegra para dejar las maletas. Mi suegra se notaba que estaba disfrutando de lo lindo y no se cortaba en absoluto en mirarme descaradamente de arriba abajo, ni centrar su vista en mi polla sin disimulo mientras esbozaba una sonrisa que iba pasando casi a la risa entre las conversaciones y sus miradas hacia mi polla que para entonces se encontraba ya casi paralela al suelo, aunque ninguna de las dos hizo referencia alguna al estado de semi empalme. Llegó afortunadamente el momento en que Marta dijo, bueno vamos a ayudar a mi madre a meter esto en casa. Me sorprendía la tranquilidad con la que actuaba dejando que su madre me viese completamente desnudo y con un principio de empalme del que ella si que se percató porque varias veces me miró la polla y después me miraba a la cara mientras se sonreía o mas bien casi se reía. En una ocasión me hizo incluso una seña que hacía referencia al tamaño que iba cogiendo mi pene, a lo que yo solo pude contestarle con la mirada y encogiéndome de hombros como diciendo “ya lo se, pero que quieres que haga”. Yo creo que le gustaba enseñar a su madre el tamaño de mi polla que sin llegar a ser enorme, es bastante mas grande de lo normal y con el capullo siempre a la vista, lo que según muchas dicen muchas mujeres la hace mas apetecible y atractiva, también he de decir que voy depilado prácticamente al cien por cien, con solo cuatro pelillos en el pubis lo que resalta todavía mas el tamaño del miembro. Mi suegra por su parte no puso ningún impedimento y dejó que fuésemos nosotros desnudos los que acarreásemos con sus dos maletas para meterlas en la casa, y solo dijo ¡Ay! Pues os lo agradezco un montón porque vengo muy cansada del viaje. Yo lógicamente cogí la mas grande y mi novia una pequeña de mano. Y así de esta guisa, nos dirigimos hacia la entrada de la casa hasta donde había que caminar al menos quince metros y después subir unas escaleras que daban a una especie de porche donde se encontraba la puerta de entrada. Yo caminaba en último lugar, pero no fueron pocas las veces que mi suegra se dio la vuelta para preguntar si íbamos bien o a mi si pesaba mucho la maleta y aprovechar para echarme otro vistazo a mi rabo.
Llegamos a la entrada de la casa que afortunadamente manteníamos abierta y entramos cargando las maletas en dirección al dormitorio de mi suegra. He de decir que si ya de por si que te vea en pelotas tu suegra en la piscina es una situación bastante embarazosa, ya andar por el interior de la casa desnudo, medio empalmado, sin posibilidad de protección alguna y con tu suegra completamente vestida es mucho peor todavía y llegas a sentir un puntito de dominación por parte de la persona con ropa. Menos mal que la habitación no estaba muy lejos de la puerta y en seguida llegamos al dormitorio, donde mi suegra dijo: gracias Nacho, déjala ahí mismo encima de la cama. Yo solté la maleta rápidamente deseando salir de allí y de la situación en la que me habían envuelto madre e hija, pero no fue tan fácil porque ellas seguían dándose conversación la una a la otra e introduciéndome a mi en ella en cuanto podían, de manera que no veía el momento de salir corriendo a por mi bañador. Mientras mi suegra volvía a mirarme el miembro constantemente. Llegó un momento en el que ya no pude mas y le dije a mi novia: bueno vamos a dejar a tu madre que deshaga sus maletas tranquilamente y luego ya nos sigue contando, a lo que ella contestó: vale me parece buena idea, así también me doy una ducha y ahora os veo y como quedan un par de horas de sol igual hasta me salgo un ratito con vosotros a la piscina, Ahh!! Por cierto, y por mi no hace falta que os tapéis, que se os ve muy bien y muy a gusto así a los dos. Entonces mi novia se rio y dijo: no, si no pensaba hacerlo.
Salimos del dormitorio de la madre y le dije a mi novia: ¡NI DE COÑA! A mi no me hagas pasar por esto otra vez, ella se rio y dijo: ¡anda! No seas tonto, si ya has visto como se lo toma mi madre y además ya te ha visto todo lo que te tenía que ver, acompáñame un momento a la cocina a por algo de beber. Bueno, te acompaño pero yo no vuelvo a salir en pelotas otra vez con tu madre por aquí y menos cuando ha dicho que igual se pasa ahora un rato por la piscina. Además ¿te has dado cuenta que se me está empalmando cada vez mas? Ja, ja, si eso ya lo estaba notando, pero tampoco me importa y a mi madre supongo que menos todavía, ja, ja. Ya pero a mi si, me de mucha vergüenza poder llegar a empalmarme del todo, porque eso ya no parece tan inocente como tomar solo tomar el sol desnudos. Bueno, no te preocupes, que ya lo arreglaremos de alguna forma, ja, ja, y me dio una caricia en la polla, con lo que subió de tamaño otro poquito mas. Fue llegar a la cocina y al momento aparecer otra vez mi suegra con una bolsa de ropa sucia que iba a dejar en la lavadora, y otra vez que volvió a verme y a mirarme sin disimulo la polla, esta vez todavía mas crecida que minutos antes, de lo que al parecer se percató mientras dejaba entrever su sonrisa. Marta cogió algo de la nevera y se dirigió sin preguntar hacia la puerta de salida, a lo que yo le dije: que no tía, que no, que yo me pongo el bañador. Ella me contestó, venga anda, no seas así si ya está hablado que no pasa nada, y yo, que no, que no ¿Qué pasa que te mola que me vea tu madre en pelotas? A lo que se quedó un segundo pensando y me contestó, pues la verdad es que si, no te puedo decir por que pero me gusta que vea el pedazo de pollón que tienes. Bueno pues ya me lo ha visto pero de lo lindo, ahora vamos a la habitación a buscar mi bañador, que por cierto ¿tu sabes donde está no? Creo que si. Venga pues vamos. Nos dirigimos hacia la habitación de mi novia donde dormíamos y tenía yo mis cosas y nada mas entrar ella cerró la puerta y me dijo, antes de buscar e bañador, lo primero es lo primero, vamos a arreglar esto ja, ja, me cogió la polla con la mano y me dijo: joder, la verdad es que la tienes bastante crecidita, así está mi madre que no le quita ojo, ja, ja. Ves, pues por eso, vamos a buscar mi bañador y tu haz lo que quieras. Espera que antes esto te lo soluciono yo ahora mismo. Me tumbó sobre la cama y comenzó primero con la mano, para pasar a metérsela en seguida en la boca, y acto seguido se sentó sobre mi y empezó a cabalgarme mientras jadeaba en bajito. Le pregunté: ¿Has echado el pestillo? Solo faltaba que entrase ahora tu madre y ya de paso que nos lleva un buen rato viendo en pelotas y a mi casi empalmado, ahora nos pille follando. Ahh!! Pues no estoy segura, pero mi madre no va a venir y si viene y ve la puerta cerrada llamaría antes de entrar. Yo ya me desentendí un poco y me dediqué a follarme a Marta con desenfreno.
CONTINUARA