Stefa y Yo

Quinta parte

CAPITULO QUINTO

Mi tío se llama Paul, mi mamá lo crio desde bebé ya que sus padres o sea mis abuelos murieron cuando el apenas había nacido, Mi madre es la mayor de todos los hermanos y se casó con mi papá que se llama Luis, muy jovencita y tuvo a mi hermana Lorena como a los 17 años y como creyeron que no iban a tener más hijos, mis padres tomaron la iniciativa de criar a mi tío que estaba huérfano, además porque mi hermana mayor ya iba a estudiar a otra ciudad y ellos pensaron que se iban a quedar solos, pero casi a los dos años de traer a mi tío a vivir a la casa, nací yo. Les pasó lo mismo que mis abuelos, me tuvieron ya de viejos.

Debido a que Paul y yo casi somos de la misma edad compartimos todo, desde el cole hasta los oficios de la casa, pero como él es más grande que yo, hace muchas más cosas que yo y eso me gusta porque no deja que yo haga oficios pesados, además como esta dos grados más que yo en el cole me ayuda a hacer las tareas y a explicarme las lecciones que no entiendo.

Con mi tío Paul compartimos casi todo, por que pasamos mucho tiempo juntos, hasta hace poco nos bañábamos juntos y más que bañarnos pasábamos jugando con el shampoo, pero de un tiempo para acá mi mamá ya no nos deja bañarnos juntos, dice que porque cada uno tiene que ser independiente y pudoroso y además por que las niñas deben comportarse como damitas desde chiquitas y que necesitan su espacio de privacidad y no sé qué cosas más, pero yo creo que tiene que ver con lo de la desnudez y para que no desperdiciemos el tarro de shampoo.

Ahora como mi mamá nos prohibió bañarnos o dormir juntos, tratamos de compartir más cosas sin que ella o papá se den cuenta y eso es mejor ya que Paul se ha vuelto como mi cuidador oficial ya que me consiente más y hasta se hace regañar por mi culpa para que no me castiguen.

Siento que él me quiere mucho porque aunque este enojado nunca peleamos y si yo le hago alguna maldad él nunca se enoja con migo, solo me dice “hay nenita” El siempre trata de darme gusto aunque a veces yo no tenga la razón, me trata con mucho cariño, me dice mi nenita, me acaricia la cabeza, me da besitos en las mejillas y me abraza con ternura por eso y por muchísimas cosas más yo también lo quiero mucho.

Mis amigas del colegio dicen que él es muy lindo, y eso creo que es cierto porque si lo comparo con los compañeros del cole, él les lleva mucha ventaja porque él siempre quiere estar limpito, oliendo bien y bien vestido.

Mis amigas del colegio me dicen, no sé si en broma o en serio, que quisieran tener un tío como el mío, pero más que tío un novio así tan lindo y bien educado,

Una vez me dijeron que querían que se los presente para hacérselo amigo y cuadrárselo, yo me reí y les dije que ya lo conocían que si querían cuadrárselo tenían que decírselo a él y no a mí, y me dijeron que no se atrevían porque él era serio, pero que ganas no les faltaba.

Me dijeron que querían besárselo y que a un novio como él le permitiría que les toque toda, yo la verdad no me había dado cuenta de eso, hasta ahora que me lo mencionan.

Una vez me dijeron que como era el desnudo, que si yo lo había visto, que les cuente como era, que si a mí no me había dado ganas de espiarlo cuando se baña para verle el pájaro. Yo les dije que no, que era mi tío y que eso no se hacía entre tíos y sobrinas y me respondieron que con lo bueno que esta, que no importaba que fuera el tío y hasta con mayor razón por que todo lo que hacían se quedaba en casa, y se rieron.

Desde esa vez mi tío se convirtió en mi amigo y lo vi con otros ojos, por eso cuando empezamos a descubrir cosas sobre el sexo, sentía como cosquillitas en mi estómago porque era con mi tío que las iba a conocer, aunque no sabía a ciencia cierta si él pensaba lo mismo y por eso tenía que ponerlo a prueba para no llevarme una desilusión.

Mis amigas, las más grandes, me aconsejaban sobre cómo debía obrar con los hombres, y todo porque yo les pregunte alguna vez sobre qué era eso de pajearse de que hablaban los hombres y otras cosas sobre el sexo.

Me dijeron que los hombres se derriten por una mujer y mucho más si es bonita o si hablan de sexo con ellas y que ellos quieren a toda hora estar tocando, besando y manoseando a una mujer que les gusta, que un hombre está dispuesto a hacer  todo por conseguir lo que quiere con una mujer y que solo hay que saber cómo tratarlos para que ellos hagan lo que una quiera solo con pedírselo, en otras palabras que es fácil manejar a un hombre con un solo dedo, solo hay que saber cómo coqueterles.

A mí me parecía que ellas exageraban porque mi tío nunca se había puesto raro con migo o con otras muchachas del colegio y porque él siempre me consentía y nunca me había acariciado de alguna manera diferente. Pero aun así quise ponerlo a prueba y simplemente para saber si era cierto lo que decían las muchachas del cole sobre cómo reaccionan los hombres con el sexo

Mi plan lo puse en práctica una noche que habíamos hablado por primera vez sobre sexo, y nos habíamos contado las cosas que por nuestra cuenta habíamos averiguado con nuestros amigos sobre que era pajearse. Y empecé poner en practica porque cuando yo le estaba contando cosas sobre cómo se masturban la mujeres, el cambio su mirar, es como si fuera otro, me miraba diferente, quería saberlo todo, incluso quería que le enseñe como se hacían todas las cosas que yo le estaba contando y cuando yo le pregunté lo que él había averiguado sobre el sexo, para mi sorpresa se sacó el pene y me lo estuvo mostrando sin ningún pudor.

Yo estaba muy impresionada por que me tomó por sorpresa su reacción, nunca él había actuado de esa manera y a mí en el fondo me gustó, sentí una especie de calor que nunca había sentido y me hormigueaba mi entrepierna, no podía caminar bien, ni siquiera podía sentarme, por lo que estaba sintiendo en mi vagina, no podía tampoco quitar mi vista de su pene, era gordo y largo, nunca pensé que un pene se podía poner de esa manera, bueno la verdad, es que era el primer pene parado que veía. Por un momento estaba que le mostraba como se hacía lo de la paja, quería que él me toque, quería tocar ese pene, sentir en mis manos por primera vez un pene, pero me detuve, me hice la difícil y empecé a aplicar mi plan.

Mi plan era ver que hacía o que pensaba mi tío sobre el sexo sin que yo le dijera algo o le propusiera directamente algo, solamente provocándolo, para que sea el quien tome la iniciativa, que me cuente que siente, que me haga alguna propuesta.