Spin Off: Final

Os dejo con el final de esta serie, espero que os haya gustado, si no es así ruego me disculpéis pero la intención era buena. Estaré unos días sin escribir a la espera de que la musa de la inspiración venga a visitarme. Como siempre todos los comentarios serán bienvenidos. Gracias.

Spin off: Cuarta parte.

Llegamos a Madrid después de seis horas de viaje, pero teníamos un problema serio, no teníamos ninguna identificación, y no sabíamos cómo conseguirla, sin ella algo como coger una habitación en un hotel, se convertía en algo imposible. Decidimos jugárnosla y con el criterio de mi nueva amiga, decidimos pillar una pensión cutre donde por lo menos nos darían cobijo si pagábamos como es debido, la muy zorra de la dueña de la pensión nos cobró por una habitación de mala muerte, más caro que en el Rizt. Una vez allí, pudimos hablar con tranquilidad.

-        ¿Cómo vamos a conseguir los papeles?, dijo Cristina.

-        Bueno, Puri me contó cosas…

-        ¿Qué cosas?

-        Bueno que había que conseguir una nota del registro civil, y con eso podíamos pedir los papeles.

-        Eso no es posible en nuestra situación.

-        ¿Entonces?

-        Entonces, nada…iremos a buscar una yonki se los robamos y punto.

-        De eso nada, no me arriesgo a que me coja la policía, te recuerdo que nos pueden volver a encerrar.

-        Si no te arriesgas, no podrás hacer nada. –Dijo ella muy convencida.

-        Mira, yo voy a probar por lo legal, tú puedes hacer lo que te dé la gana. –Dije yo más convencida todavía.

-        ¿A qué registro vas a ir bonita?

-        Aquí en Madrid, habrá de todo.

-        Lo primero es que tendrás que pedirlo en el registro civil donde te registraron, si no sabes ni donde naciste.

-        Eso es cierto. –Dije yo con resignación.

-        Oye, ¿por qué no nos acercamos al registro de aquí y vemos lo que podemos hacer?

-        Nos jugamos mucho, pero lo intentaremos, pero no podemos ir con estas ropas, mañana iremos a comprar algo de ropa y maquillaje, una buena presencia abre muchas puertas.

Nos dormimos y al día siguiente nos lavamos como pudimos, la ducha estaba muy asquerosa, desayunamos en una cafetería cercana y nos lanzamos a ver la gran ciudad. De paseo por esta, vimos una tienda de ropa enorme y allí que nos metimos, compramos de todo desde ropa interior, zapatos un bolso y ropa de fondo de armario, yo en mi caso, había escogido unos pantalones vaqueros que me hacían un culo precioso y una blusa fina de color blanco rematado con una chaqueta de punto marrón preciosa. Luego pasamos a otra cafetería y nos cambiamos en el servicio,  la ropa del amo la tiramos a un contenedor de basura. En la cafetería preguntamos dónde estaba el registro civil. En la cafetería me di cuenta de una cosa enseguida, atraía la atención de los hombres, me miraban algunos sin ningún disimulo al escote, y notaba como otros se fijaban en mi espléndido culo. Lo más curioso fue cuando yo me fijaba en ellos, prácticamente todos bajaban la cara abochornados.

Esto, se lo comenté a Cristina por que no sabía el motivo y ella se limitó a decir que los hombres en su inmensa mayoría se arrugan ante una mujer guapa. Una vez más mi mente se ponía a maquinar, ¿si eso era cierto?, ¿por qué no hacer uso de ello?. La  prueba, la tuve una vez llegamos al registro, una vez allí, observé que el guardia civil que estaba en la puerta me miró con cara lasciva, era curioso sentirse el centro de las miradas.

Después de hacer cola un rato, me toco el funcionario, era un hombre gris, más bien gordito y bastante feo, muy mal arreglado casi desaseado. Le pedí si podía hablar con el más tranquilamente para explicarle mi problema, a lo que él me invitó a pasar a su mesa. Le conté una milonga, le dije que era española, pero que siendo muy pequeña mi padre se fugó conmigo por venganza hacia mi madre que le ponía los cuernos, yo era muy pequeña y él murió, hacía unos meses. No tenía ningún tipo de identificación, el muy amablemente, me dijo que haría lo que pudiera, le di nombre completo y mi fecha de nacimiento. Pero no sabía mucho más ni el sitio donde nací. El muy cortés, sin dejar de mirar mi escote, me dijo que me pasara por ahí mañana que me tendría informada de todo. Salí de allí contenta, parecía que la cosa prometía.

Durante el resto del día, terminamos de comprar unas cosillas más. Había descubierto que me encantaba la lencería, así que pase por una tienda y me compre un par de conjuntos chulísimos. Visitamos la ciudad, Madrid era grande, pero yo me encontraba como en casa, luego fuimos al cine, no había ido nunca y descubrí otra pasión más.

Al día siguiente, me arreglé y me puse muy guapa, nos dirigimos al registro para ver las pesquisas de nuestro “benefactor”. Una vez allí, me dijo que le esperara en una cafetería cercana, a los cinco minutos de llegar, llegó él. La verdad es que se había aseado un poco, pero seguía pareciendo un ser deprimente.

-        Hola, bueno que eso que no me puedes contar. -Dije yo intrigada.

-        Tu caso es muy difícil, he buscado en la red interna del registro y estás muerta desde hace muchos años, como no hay nada, a todos los efectos no existes.

-        No puede ser. –Dije yo con los ojos humedecidos a punto de romper a llorar.

-        Sí, lo siento. Mira Pepa, yo te creo. No es normal que vengas aquí y te encuentres con esto. De todas maneras, puedo ayudarte. Pero no te va a salir gratis, me juego mucho.

-        Tengo dinero.

-        No es dinero lo que quiero. –Me dijo con cara lasciva.

-        Podemos follar, pero ¿qué garantías tengo de que sólo quieras aprovecharte de mí?

-        Esa será una parte del trato, sí voy a follarte, pero quiero algo más.

-        ¿No tienes bastante con mi cuerpo?

-        No.-Dijo él secamente.

-        Entonces, ¿qué es lo que quieres?

-        Necesito una acompañante, dijo bajando la cabeza.

-        ¿Necesitas compañía?....

-        No, exactamente….Mira, tengo la posibilidad de conseguirte unos papeles de una yonki que ha muerto de sobredosis que me ha llegado esta mañana al registro. No tiene familia, puesto que ha venido desde el juzgado. Más o menos tiene tu misma edad, la muerta tenía veinticinco años. El caso es que me puedo hacer el tonto y entregarte los datos y la hoja del registro civil. Hay mucho jaleo en los registros y es normal que de vez en cuando se pierda algo. Además no está muy informatizado. Si los quieres, tendrás que hacerte pasar por mi novia durante el próximo fin de semana.

-        Explícamelo mejor….-Le dije yo con cara de incrédula.

-        Es sencillo. Este fin de semana celebramos el décimo aniversario de antiguos compañeros de colegio mayor. Vendrán todos mis viejos colegas, yo nunca quise ser ingeniero, quería ser escritor, por eso preparé estas oposiciones. Ni que decir tiene que mi padre dejó de hablarme cuando se enteró. Pero es así, además me han publicado un par de libros con un éxito moderado, pero con unos seguidores muy fieles. No puedo dejar mi trabajo, pero los libros me dan un plus de dinero que me hacen tener caprichos y tener mi piso pagado, no tengo tiempo para ligar con mujeres y si quiero echar un polvo, pues me voy de putas y punto. Bueno, todos mis compañeros de promoción van con mujeres impresionantes. Yo estoy encantado con mi vida, pero quiero impresionarles. Estoy harto de que me sigan mirando con desprecio por lo que hago, pero yo soy feliz con lo que tengo. No necesito más……¿Hay trato?

-        En principio sí, pero te costará algo más…necesito papeles para mi amiga.

-        Eso está hecho, cuando llegue otro caso por el estilo de una mujer de cincuenta años hacemos lo mismo.

-        Vale….dime cuando me recoges y donde, pero no quiero malos rollos. Si veo algo que no me gusta te delato delante de tus compañeros. Y sobre todo te exijo que me trates con respeto, si no, puedes tener problemas.

-        No hace falta que me amenaces, no estás en disposición de ello, por otro lado, necesitarás un traje de noche y he de ver cómo te comportas.

-        No te preocupes, estoy muy bien educada no te pondré en evidencia. Pero la conversación está grabada, si no cumples la grabación irá a la policía. –Era mentira, pero tenía que asegurarme de que no me la jugaba.

-        Mañana, pásate por aquí, le dejaré un sobre cerrado al camarero con las instrucciones y un pequeño historial que debes aprenderte para que todo vaya bien. El viernes, pasa por esta dirección a las cinco en punto y nos prepararemos a fondo. Otra cosa, lleva ropa cómoda para la mañana y un traje de noche para la cena de gala.

-        No tengo un traje de noche…

-        Bueno, pues te compras uno. ¿hay trato entonces?

-        Que sí, pesado.

Cuando llegué a la pensión, le conté todo a Cristina, ella no estaba segura de que todo fuera bien, pero entendimos que si pasaba algo, siempre podíamos darle una paliza, ante nuestra desesperación no nos quedaba otra, así que decidimos ir de compras para preparar el asunto. Para la ocasión tuvimos la suerte de encontrar una tienda que estaba liquidando por cierre y conseguimos un traje elegante, pero muy discreto y bolso y zapatos a juego por una cantidad razonable de dinero. Pero teníamos que conseguir los papeles ya si no, tendríamos problemas. Al día siguiente recogí los papeles que me había dejado en la cafetería, era una dosier muy detallado para que no nos pillaran, con fotos personas y nuestra historia de “amor”.

El día llegó a la hora señalada y allí estaba yo en la dirección que me había indicado. Llamé a la puerta de lo que imaginaba era su casa, al entrar me quedé impresionada. Allá por donde miraba había libros y más libros, suciedad por todas partes. Era una casa realmente asquerosa con las paredes amarillas del humo del tabaco. No me extrañaba que no hubiera mujer que aguantara al individuo en cuestión. Pero era mi oportunidad…

-        Hola Pepa, quieres tomar algo.

-        No gracias.

-        Perdona el desorden, pero cuando uno vive solo al final no repara en lo que piensan las visitas. Te puedo garantizar que esta es la única habitación sucia y desordenada.

-        No te preocupes.

-        Bueno, ¿te lo has estudiado bien todo?

-        Sí…

-        Vámonos, nos esperan en un viaje agradable para todos.

-        Espera un momento…no irás a ir así. -La verdad es que iba realmente mal arreglado.

-        Sí, qué pasa.

-        Pues pasa que yo me he comprado un vestido para la ocasión, si tu no vas arreglado no va a tragar y van a pensar que soy una puta alquilada para la ocasión y eso no te conviene.

-        ¿No?

-        Pues no, anda déjame ver lo que tienes mientras de duchas y te afeitas.

-        Es que yo soy así.

-        Y así te ha ido, déjame hacer. Hoy vamos a ser la envidia.

La verdad, es que había más bien poco donde elegir, por no decir nada. Los zapatos estaban raidos y viejos, al igual que el resto de la ropa. Una vez salió de la ducha, le hice vestirse para ir a comprar algo en una tienda de ropa. Afortunadamente, en el bajo que había de su casa había una tienda de ropa, allí le elegí un conjunto completo de camisa, corbata, chaqueta, pantalón, zapatos, calzoncillos. Vamos que lo compramos todo. Luego paramos en una peluquería para que le cortaran el pelo y lo peinaran como es debido, allí se cambió de ropa. El cambio fue más que radical.

-        Ahora estamos como es debido.

-        Joder, me he dejado una pasta.

-        Vamos que tampoco pasa nada, más caro te hubiese salido ir con una puta a la reunión. Además estás realmente atractivo.

-        ¿De veras?

-        Sí, hoy vamos a ser el centro de atracción.

Llegamos al sitio donde se celebraba la reunión y nada más llegar fuimos el centro de atracción de todo el mundo, nadie se imaginaba que el pringao de la promoción iba a aparecer con una imagen nueva y con una tía espectacular colgada de su brazo. Nada más llegar sus compañeros nos rodearon con cara socarrona uno de ellos preguntó con el mayor de los descaros diciéndole con cara graciosa.

-        Manolo, este año te has esmerado con la puta.

-        Oye Chema, no te consiento que hables así de mi novia, dijo mi acompañante visiblemente mosqueado.

-        Déjalo, dije yo….no merece la pena discutir con alguien que no te llega a la suela de los zapatos.

-        Oye;…yo soy ingeniero industrial y este no deja de ser un puto funcionario del registro.

-        Él, es tan ingeniero industrial como tú, la única diferencia es que no ejerce, ha decidido otro estilo de vida, Manolo es escritor, vale que no es un best-seller pero tiene una legión de fieles incondicionales. Él es feliz así, cosa que yo dudo que tú lo hayas sido en tu vida, mírate, tienes tripa cervecera ojeras, tus pupilas dilatadas delatan tu adicción a la coca, tienes que trabajar catorce horas diarias para poder mantener tus vicios, por el color de tu tez amarillenta debes de empezar a tener problemas hepáticos. Chaval, tú si que eres un pringao y no Manolo, que tuvo los cojones de plantar cara a la sociedad y hacer lo que le salió de los cojones.

El muy cabrón me levantó la mano para darme una hostia, pero Manolo se adelantó dándole una patada en los huevos, cuando se recuperó salió corriendo con el rabo entre las piernas,  nunca mejor dicho. En este momento mi acompañante y yo nos miramos como para salir corriendo, pero no fue así. La gente nos rodeo y vino a darnos la gracias, tal y como dijo uno de los asistentes a la reunión “ya era hora de que alguien le parara los pies al capullo este”.  El resto de la velada fue increíble para mi nuevo amigo, el fue el centro de la reunión la gente se interesó con verdadero interés por sus libros e incluso alguno se destapó como un fiel seguidor de estos. Intuí que por primera vez en mucho tiempo Manolo era una persona feliz, no sé por qué pero se le notaba seguro de sí mismo y como que había perdido ese aspecto gris que tenía el día que lo conocí.

Estábamos terminando la reunión cuando el capullo de Chema, vino acompañado por una pareja de policías con la intención de denunciar a Manolo, pero la gente declaró que había sido en legítima defensa porqué, él había intentado agredirme. Yo estaba realmente asustada, si me cogía la policía estaba realmente jodida, pero al final, la mujer de uno de los asistentes era juez y se pudo aclarar todo  allí sin tener que ir a comisaría. Me había librado por los pelos…con todo lo ocurrido, dimos por terminada la fiesta y decidimos que era hora de irse. Manolo se dio cuenta de que estaba mal y me pidió que me quedara en su casa para que él pudiera cumplir su parte del trato. Una vez allí, preparó café y comenzó a sacar papeles, para luego decirme:

-        Mira estos papeles son el certificado de la inscripción registral, están en blanco, pero están sellados, el juez tiene la costumbre de dejarlos firmados en blanco, el sello es cosa mía. No puedo darte los datos de otra persona simplemente porque para el D.N.I. te toman las huellas. Así que me la voy a jugar….nadie me ha hecho tan feliz, con el tiempo los libros del registro se deteriora el encuadernado, así que hare que se ha roto uno deliberadamente y meteré tu hoja de inscripción que ya la he redactado con el sistema antiguo, si luego no sales en los archivos informáticos, siempre se puede alegar un fallo, pero lo que de verdad vale es la hoja, mañana si quieres te puedo acompañar a la delegación de interior donde conozco a un funcionario que no va hacer preguntas. En cuanto a tu compañera, ha habido más suerte, ella si está inscrita en el registro y no ha sido dada de baja por lo que puede hacerlo sin problema alguno. Por desgracia en tu caso tendré que ponerte padres desconocidos.

-        Gracias, dije yo emocionada.

-        Bueno, ahora si quieres ducharte te daré un pijama y puedes dormir en mi cama, yo dormiré en el sofá.

-        No, dije yo, dormimos juntos.

Era la primera vez en mi vida que sentía algo dentro de mis entrañas, quería acostarme con él, tener sexo, mi cuerpo hervía de pura necesidad, estaba cachonda perdida, no sabía el motivo pero sólo me había pasado tiempo atrás con Puri. Con una delicadeza desconocida, me fue desnudando poco a poco, llevándome a su cama en brazos, una vez allí comenzó con un ritual de caricias que hicieron que mi cuerpo se estremeciera inundando mi vagina de flujos. A las manos les siguió la boca, empezando por mis pechos, con su lengua juguetona rodeaba las aureolas de mis pezones y con sus manos estrujaba mis tetas con suavidad, una vez se entretuvo con mis pechos, fue bajando su lengua primero por en canalillo, para seguir hasta mi ombligo y terminar definitivamente entre mis piernas. Se esmeró, pero he de reconocer que el pobre no lo hacía precisamente bien, pero no era el momento de dar lecciones. Besaba la parte interior de mis muslos con auténtica pasión. No pude aguantar más, una especie de corriente eléctrica recorrió mi espalda para terminar corriéndome, esa sensación hizo que me retorciera como una perra. No podía ser malo, mis sentidos habían despertado a una dimensión desconocida. Yo quería agradecer a mi amante las sensaciones descubiertas, por lo que cambié su posición poniéndome yo  encima de su cuerpo bajando mi boca hasta sus ingles. Le regalé algo que nunca antes había hecho voluntariamente, comencé a besarle su escroto y jugando con sus huevos metiéndomelos en la boca, para pasar a recorrer su polla durísima con mi lengua hasta el glande, una vez allí me la comí entera, no tenía un polla muy grande pero era más que suficiente para hacer feliz a una mujer. Tras dos embistes de mi boca el pobre se corrió como un rio desbocado, me comí su leche abundante y espesa como si nada cosa que a mi amante le sorprendió gratamente, luego me enteré que es algo poco usual entre las mujeres. El problema es que su hinchazón había bajado por lo que tuve que empezar de nuevo con mis conocimientos amatorios para poder poner a mi compañero en forma, tuve que estar comiéndole la chorra un tiempo hasta que pudo ensartarme con su cosa. Me subí a horcajadas, quería llevar el mando de la situación y lo cabalgué mientras me agarraba fuertemente con sus manos, me magreaba el culo y las tetas alternativamente, no aguanté mucho más hasta que mi amigo el orgasmo volvió a visitarme, esta vez más fuerte si cabe. Me derrumbé sobre él y me quedé dormida encima de él con su polla en mis entrañas.

Manolo me despertó con un desayuno digno de una reina, hoy es un día importante, será mejor que te des una buena ducha, a partir de hoy empieza tu nueva vida. Tal y como prometío, llamó al trabajo para decir que hoy iba asistir y me acompaño a la delegación de interior para hacerme el carnet de identidad. Como había predicho, antes nos atendió un amigo de él, era un fan de sus libros y sólo se limitó a hacerle preguntas a él, a mí simplemente me rellenó los datos.  Entregamos las fotografías de carnet y todo lo demás fue sobre ruedas. En una semana disponía de mi carnet de identidad. El de Cristina estaría listo un par de días más tarde. Lo del registro salió bien por lo que no hubo más problemas desde entonces.

Manolo, se convirtió en un gran amigo, nunca me pidió tener sexo con él, lo único que me pidió es que me casara con él. Pero yo me negué siempre, quería ser libre, no estar sometido a nadie. Pero mantuvimos un contacto directo siempre. El me reeducó, me dio una cultura basta me enseño a disfrutar del arte y me potenció el gusto por el cine y la lectura. Un infarto me lo arrebató cinco años más tarde. Me nombró heredera universal de todos sus bienes, así como sus derechos de autor.

Una vez tuve los papeles, tenía la obligación de trabajar y de mudarme de la pensión. La segunda misión fue fácil, Manolo convenció a un compañero para que nos alquilara el piso. El precio era sensiblemente inferior a lo que pagábamos por la pensión. El otro problema era el del trabajo, al final yo conseguí uno en una boutique de ropa íntima, por desgracia a mi compañera de piso, le fue realmente imposible, por lo que decidí que ella se quedara cuidando de la casa y yo por el contrario llevaría el sustento de las dos, no le hizo mucha gracia, pero la verdad es que era una estupenda ama de casa. Entre mis obligaciones de contrato era posar con la lencería y hacer fotos. La dueña de la boutique tenía la deferencia de ocultar nuestro rostro con máscaras de carnaval. Era un trabajo agradable, además se me daba bastante bien. Sobre todo cuando tenía que atender a un señor abochornado por ir a comprarle un conjunto sexy a su pareja.  Una día la jefa, que por cierto se llamaba Toñi, me pidió que me quedara después de cerrar para hablar conmigo, me temía lo peor, estaba despedida. Me entregó un sobre con el dinero del mes y las comisiones era bastante dinero, ella estaba muy contenta, entonces me sorprendió con una pregunta.

-        ¿Te gustaría ganar diez veces más y trabajar la mitad?

-        ¡Claro!,  a quién no, pero, ¿qué tendría que hacer?

-        Es sencillo, mi tienda de lencería es una tapadera. En realidad soy lo que se dice una Madame, dirijo una próspera agencia de Scorts, sólo trabajo con las mejores, bien educadas con cultura idiomas, nada de drogas ni alcohol. El trabajo es sencillo, acompañas a señores, una vez sólo tienes que acostarte con ellos, otras veces en cambio tienes que acompañarles a reuniones, incluso irte de viaje con ellos, tendrás sexo, pero también te darán generosas propinas y regalos. Piénsalo bien puedes ganar mucho dinero, incluso si eres lista aprovechar las distintas informaciones que te brindan los clientes para ganar mucho dinero en bolsa o comprar pisos y locales en condiciones muy por debajo del precio del mercado. Las chicas más listas que trabajan o han trabajado conmigo pueden llegar a ganar cerca de doscientos mil euros al año, sólo como acompañantes, una de ellas llego a acumular activos por valor de más de tres millones de euros en cinco años de trabajo, ahora sólo se dedica a cobrar alquileres.

-        Pero, yo he estado sometida a ese tipo de vejaciones durante años, no quiero volver a pasar por ello.

-        ¿Cómo?

-        Es parte de mi pasado, no quiero volver a pasar por una época oscura de esclavitud.

-        Ahora entiendo ciertas cosas, tu forma la forma tan correcta en la que te diriges a los clientes y cómo nunca me discutes las decisiones, lo organizada y metódica que eres para todo.

-        ¿Tanto se nota?

-        Sí, pero en este trabajo, tú decides si irte o no con el cliente, si se propasa contigo vas escoltada por un hombre de la organización y en el mejor de los casos el cliente es vetado de la organización. Los clientes son habituales y tienen un historial intachable, si viene algún cliente nuevo, este ha de venir abalado por un par de clientes actuales. Si no se comporta como es debido, el nuevo es expulsado y los otros multados con un dinero importante.

-        Suena bien.

-        Piénsalo unos días y me lo dices, por cierto, yo me llevo un veinte por ciento de tus ingresos. Piensa que tendrás que afrontar unos gastos importantes en tema de ropa, cuidados personales. Tendrás que pasar revisiones periódicas para estar sana al 100%, nada de drogas, ni alcohol. ¿Tienes pareja?

-        No.

-        Mejor, bueno ahora vete a casa y consúltalo con la almohada.

-        Sí, buenas noches Toñi.

-        Buenas noches Pepa.

Bueno, estaba en una encrucijada de mi vida otra vez, el dinero me haría más independiente si cabe, pero por otro lado, no quería volver a pasar por la vida del amo. Toñi, era buena como jefa, si me reprendía lo hacía con buenas palabras y a solas. Decidí consultarlo con mis dos mejores amigos, Cristina y Manolo. La primera, no lo vio con buenos ojos, pero sabía a ciencia cierta que si perdía el trabajo, las dos nos íbamos a la calle y no teníamos un futuro asegurado, en mi caso podría buscar algo pero ella lo tenía crudo y no estaba dispuesta a dejarla en la calle, además me cuidaba como una madre.

Por otro lado, Manolo se negó en redondo, me dijo que no necesitaba prostituirme por dinero que él ganaba suficiente para mantener a las dos. Ahí fue donde se equivocó, yo elegía y eso lo tenía muy claro desde el primer día de mi libertad, tenía claro una cosa, ningún hombre iba a imponerme nada, si lo que decía Toñi era cierto yo podía decidir en qué momento cortar y desde luego si iban a pagar tanta pasta por follar y un poco de compañía, tampoco era nada del otro mundo, sobre todo en mi caso. Manolo se enfadó conmigo tanto que estuvo cerca de dos meses sin dirigirme la palabra.

Al día siguiente, le hice saber mi decisión a mi jefa, ella se alegró bastante, imagino que era más bien por los pingues beneficios que le iba a reportar. Antes de nada me obligó a someterme a un completo chequeo médico, psicológico y me acompañó de tiendas para que tuviera un buen fondo de armario, como no tenía dinero, me dijo que me lo iría descontando poco a poco, me abrió cuenta en un exclusivo centro de belleza y me recomendó que me apuntara a un gimnasio. El viernes me pondría a prueba con un cliente fiel de la casa. Ese día llegó, mi jefa me había entregado un dosier con todo lo relativo a la información del cliente, que le gustaba y lo que no le gustaba, como tenía que ir vestida y si iba a acompañarle alguna reunión.

El señor en cuestión se llamaba Vicente, era bastante feillo, pero era tremendamente educado y cortés, me trató francamente bien, me invitó a cenar y luego le acompañé a un hotel que mi jefa tenía contratado para la ocasión. Una vez allí, me contuve de hacer ningún comentario de su micro pene, pero es cierto que la ley de compensación existe, puesto que me hizo una comida de coño bestial, pero cuando me penetró, pues ni me enteré. Yo le obsequié una buena mamada y el pobre no tardó mucho en correrse, el me pidió sexo anal y que me obsequiaría con una buena propina si me dejaba, yo la verdad es que había tenido cosas más grandes en el culo por lo que me coloqué a cuatro patas y el tío me sodomizó, pero es que ni por esas, era pequeña y punto. No quería reírme del pobre hombre que además había sido muy galante conmigo. Al terminar el me obsequió con una propina de trescientos euros y yo le despedí con un beso en la mejilla dándole las gracias.

Al día siguiente quedé con mi jefa para ajustar cuentas, ella me dio un sobre con mil euros que era lo que había pagado Vicente por una noche conmigo. Yo le dije que había cobrado una propina de trescientos y se lo día para que se llevara su parte. Ella muy contenta me dijo.

-        Sabía que te habías llevado una propina, Vicente es un gran cliente y siempre lo llamo para probar a las nuevas, él ha quedado muy satisfecho con tus servicios. Con tu gesto veo que eres bastante formal, no suelo quedarme con las propinas, pero si me gusta que me tengan informada para lo que pueda pasar. Toma este es tú dinero, mil euros menos quinientos de los mil quinientos que gastamos en ropa. ¿Quieres trabajar mañana?

-        Por supuesto.

-        Sería todo el día, vas a una cacería acompañando a otro cliente, el sueldo es de tres mil menos mi comisión, con estos dos trabajillos ya has ganado en dos días más que vendiendo bragas en un mes. Por cierto ¿

Sabes conducir?.

-        No, no tengo ni carnet.

-        Bueno eso es algo que debes ir pensando en ir sacándotelo para que puedas tener más independencia de movimientos. Toma el dosier y apréndetelo bien.

-        Gracias.

-        Sigue así y ganarás mucho dinero, otra cosa, en estas reuniones hay droga y alcohol, ni se te ocurra probarlas, la primera ni olerla la segunda una copita de champán, vale pero no más.

-        Así lo haré jefa.

-        Nos vemos dentro de dos días para ajustar cuentas.

La cacería fue bien, bueno demasiado bien, mi acompañante se emborrachó y se quedó dormido como un bebé sin tocarme ni un pelo, vamos que volví intacta de ese trabajo, impresionante la manera tan fácil de ganar dinero que había descubierto, una vez más fui honesto con mi cliente, a la mañana siguiente le dije que había quedado rendido y no habíamos follado. El con una sonrisa socarrona, me dijo,

-        No te preocupes has sido una compañía estupenda además me gusta que seas sincera conmigo, desde ahora requeriré siempre tus servicios.

-        Gracias, Julio.

A los dos días, quedamos y Toñi yo volvimos a hacer cuentas, ella estaba muy contenta conmigo el cliente se había puesto contacto con ella para agradecerle mis servicios. Este fue el inicio de una sociedad perfecta, yo a veces follaba otras no, pero siempre que lo hacía me implicaba al 100% y eso le gustaba a mis clientes. En mis ratos libres, me saqué el carnet de conducir, me compré un coche, me saqué el graduado escolar y aprobé el examen de acceso a la universidad para mayores de 25 años y saqué la diplomatura en marketing y dirección de empresas. Mientras Cristina se dedicaba en cuerpo y alma a mí bienestar, me hacía de comer se preocupaba de mi ropa estuviera limpia, de llevar al día la contabilidad de mi casa, si se compraba algo para ella me lo decía pero siempre le dejé plena libertad para gastar el dinero. Yo todos los meses le ingresaba en una cuenta un buen dinero en concepto de sueldo y en otra cuenta ponía los gastos de la casa.

Por otro lado, mi relación con Manolo volvió por sus cauces, el me ayudo con mis estudios, el siguió insistiendo hasta el día de su muerte en que me casara con él. Pobrecillo, la muerte le sobrevino durmiendo plácidamente. Estuve realmente mal durante mucho tiempo, gracias al soporte moral de Toñi y de Cristina pude salir adelante, pero he de decir que fue el único hombre al que amé, a mi manera pero lo quise.

Un día Toñi, nos hizo llamar a todas las chicas que controlaba, una vez allí, pude ver la cara menos amable de mi jefa. Quedamos en una nave industrial que desconocía que fuera de ella, cuando llegamos, nos encontramos a la jefa realmente mosqueada y nos dijo en voz alta:

-        Una de vosotras ha estado poniéndome los cuernos y trabajando por su cuenta, quiero que salga por voluntad propia.

Estuvimos mirándonos unas a otras, y al final nadie salió. Entonces sacó de una habitación a una señora mayor y a un chaval joven, más o menos de mi edad.

-        Sales tú o sigo diciendo al ruso que les hinche a hostias, eh Claudia.

Claudia era una estupenda mulata que trabajaba desde hacía poco tiempo con Toñi, lo que no sabía era que había sido esclava como yo, pero veía en mi intuición que no era trigo limpio. Ella tuvo la poca vergüenza de negarlo todo, entonces Toñi estalló, con una señal al ruso que era su guardaespaldas, este la sacó arrastrándola por el pelo.

-        Tienes el descaro de negarlo.

-        Cuando viniste a mí pidiendo trabajo, después de despedirte a la francesa me contaste una historia fantástica sobre un antiguo novio que os vendió a ti y a tus colegas aquí presentes, según tú escapasteis de una granja de esclavos, donde fuisteis sometidos todo tipo de vejaciones. Me diste lástima y esta es la moneda con que me lo pagas, puerca. Valery…

Entonces el ruso comenzó a repartir estopa, les dejo la cara hecha un cristo una vez terminada la faena, le dijo al ruso:

-        Dáselos a Kostia, para que se dediquen a hacer la calle, esto no se me hace a mí. Nuestro negocio se basa en la discreción, dijo Toñi dirigiéndose al resto. No hacemos chantaje a nuestros clientes con fotografías ni videos, como han hecho los tontos estos. Siempre me entero de todo, esto es lo que pasa por……..

Entonces Toñi cayó al suelo desmayada, un infarto nos dijeron al ruso y a mí que fuimos los dos únicos que estuvimos con ella todo el tiempo en el hospital. Cuando ella fue bajada a planta, una noche me dijo:

-        Pepa, has sido mi mejor descubrimiento, has sido lista, sacaste tus estudios adelante y has ganado mucho dinero.

-        Sí, pero siempre gracias a tus consejos.

-        Has sido lista, yo no tengo fuerzas para seguir con el negocio y llevo un tiempo en traspasarlo, he recibido ofertas, pero nadie me convence. ¿por qué no te lo quedas tú?

-        Porque aunque he ganado cerca de medio millón de euros en estos cinco años, no tengo el dinero efectivo y además no podría pagarte lo que pides.

-        Eso es fácil, quiero cinco millones que es el beneficio íntegro del negocio en tres años, págame en seis años y es tuyo.

-        Con una condición, tú tienes que trabajar un año conmigo para aprender el negocio.

-        Trato hecho.

Así fue como me convertí en meretriz. El primer año, aprendí todo lo que pude de mi amiga Toñi, como había que tratar con las chicas, cómo controlarlas y como gestionar a los clientes. Me empapé bien con todo, las chicas no pusieron mucha objeción en que yo siguiera sólo dos decidieron no seguir conmigo, pero al año volvieron pidiéndome que fueran readmitidas. El segundo año, ya con todo mi poder intacto, creé una sociedad para que facturando a los clientes en concepto de estudios de mercado y asesoría pudieran desgravarse las facturas, con lo que tenía a cantidades ingentes de gente queriendo trabajar conmigo. Creé una serie de divisiones, para atraer a más clientes, conforme fueran mejorando sus servicios y teníamos claro que eran buenos, pues les íbamos subiendo o bajando de categoría, ni que decir tiene mi cartera se amplió a nivel internacional, en el segundo año había pagado íntegramente el dinero invertido, me había vuelto inmensamente rica. Tenía propiedades, valores en bolsa así como una cantidad de dinero ingente en efectivo, además mis chicas estaban de alta en la seguridad social, tenía cola de chicas que querían trabajar conmigo y de clientes dispuestos a dejarse el dinero.

Cristina seguía siendo mi fiel apoyo, siempre allí. Con una labor callada, un día le pregunté:

-        ¿Por qué nunca te has independizado?

-        Vaya pregunta más tonta, dijo ella. Contigo he hecho lo que me ha dado la gana a cambio de trabajar muy poquito, tengo dinero cuando he tenido ganas de follar me lo he hecho con el ruso, que además no veas el cacho de polla que gasta, contigo he sido feliz.

-        No sabes lo que me alegra saberlo, es una pena que Manolo no esté con nosotros.

-        Siempre he tenido una duda. ¿Sabías realmente lo de Trece?

-        Realmente no, aunque lo sospeché. Otra cosa, nunca te lo dije, pero yo me quedé con más dinero que tú cuando lo robé al amo.

-        Ya sé que nunca me lo dijiste, pero tampoco le hice la mayor importancia.

El tiempo fue pasando, yo era feliz, para más inri había recuperado a mi familia, el día que me presenté no pudo hablar de tanto que lloramos. Ahora la relación se ha normalizado, nunca les he dicho a lo que me dedico, pero les regalé un piso a cada hermano y les he montado un negocio que les funciona bien para vivir, tengo unos sobrinos muy majos y listos a todos los que lo han necesitado les he pagado los estudios, pero les exigía unas notas para poder financiarles, tengo cinco sobrinos tres de ellos son médicos y otro es economista,  el otro aún es pequeño para estudiar pero creo que va acabar de militar pues es lo que quiere, ya he hablado con un par de generales que son clientes y va a poder entrar sin mayores contratiempos.

Cristina era ya muy mayor para poder ayudarme, pero no quería retirarse así que la tuve que convencer para que dirigiese a las chicas que nos atendían en la mansión, a pesar de la edad sigue estando entera y en plena forma.

Hasta que todo explotó, una venganza política hizo que todo se tambalease. El causante, fue el compañero de Manolo, aquél hijo puta que se llamaba Chema y que le paré los pies para siempre. Se había metido en política, sabía que varios enemigos dentro de su partido eran clientes míos y se había enterado que era yo la jefa del tinglado, por lo que podía matar dos pájaros de un tiro. El día que todo estalló, la policía entro en mis oficinas y fui conducida a la audiencia nacional. El resto ya lo sabe…

Epílogo

Una vez terminada la lectura, el juez levantó la vista al techo el gesto serio y contrariado. Tenía unas dudas enormes, lo que había leído era un relato conmovedor, nunca pensó que en este país había gente que lo había pasado tan mal que eran esclavos en una sociedad libre. Si es cierto que sabía de lo del amo y sumiso, pero entendía que era más que una perversión consentida por ambas partes. Después de reflexionar un buen rato salió del despacho y se fue a ver a Puri, su madre. Una vez allí se dirigió a esta con cara de congoja.

-        Me gustaría que leyeras este relato que me ha escrito tu amiga Pepa, y me digas que piensas de la parte en que era esclava, si es cierto o no es cierto.

Puri, agarró el tocho de folios y estuvo leyéndolos durante un rato, hubo momentos en los que se le caían las lágrimas y sollozaba. Cuando terminó el relato, tras secarse las lágrimas y dar un largo suspiro, por fin habló con la voz entre cortada.

-        Nunca supe lo mal que había lo pasó cuando mi padre me rescató de aquél hijo de puta, se mereció todo lo que le pasó, ¿sabías que murió de cáncer porque tu tío Toni y tu padre le metieron un potenciador de células cancerígenas en una botella de vino?

-        Nunca me hablaste de esta época de tu vida.

-        Hijo, hay cosas que nunca deben de salir a la luz y están bien en lo más profundo de cada uno. Yo fui muy feliz con tu padre y eso me hizo salir adelante. Esta experiencia me hizo muy dura sin ello no hubiese sido capaz de hacer de ti el hombre que eres. Te lo aseguro.

-        Dios mamá, ¿cuánto tiempo estuviste cautiva?

-        Cerca de tres años, los primeros dos años fueron terriblemente duros, me había convertido en una bestia, Pepa me devolvió a mi ser, gracias a ella volví a ser persona. Por eso te exijo que la sueltes, ella no se lo merece.

-        Mamá, si la suelto me juego el puesto y una pena de cárcel, hay mucha mierda política de por medio.

-        Bueno, eres el juez instructor, una instrucción mal hecha puede dejarla en la calle.

-        Sí, eso sí, pero he de ser cauteloso y que este escrito no salga a la luz, por favor quémalo. Cuanto termine todo podrás ver a tu amiga.

-        Gracias hijo, por lo del trabajo no te preocupes, lo que te dejó tu padre y la gestión del tío Toni tienes de sobra para vivir un par de vidas como un sultán.

-        Ya mamá, pero sabes que esto no lo hago por dinero, simplemente lo hago por qué me gusta.

-        Confío en ti, ponte a trabajar.

La investigación durante los siguientes meses fue un auténtico infierno, le di la libertad bajo fianza a Pepa, con la investigación había algo que me llamó la atención, es que el entramado de empresas era realmente impresionante lo más curioso es que además ellos facturaban por eventos, informes y estudios que eran entregados, con lo que había dudas de que esto era así. Las empleadas estaban dadas de alta en la seguridad social y prácticamente todas tenían estudios universitarios. La contabilidad era impecable, los auditores del estado no encontraron más que pequeñas fallos que desde luego era algo normal en este negocio, pagaban escrupulosamente los impuestos. La conclusión es que Pepa, era muy lista, sabía que ganaba menos, pero tenía cubierta las espaldas. Las cuentas eran muy limpias, no había evasiones de capitales y si lo había, estaba todo muy bien oculto.

Una vez terminada la instrucción del secreto de sumario, llamé a un periodista para filtrarle mis conclusiones y ver como respiraban los políticos. La verdad es que había tanta mierda para diestro y siniestro que todos se vieron aliviados. Por lo que al final no fue mal acogida la decisión de que no había indicio de delito y que se procedía a no ir a juicio por falta de pruebas que imputaran a los acusados. Todo salió a pedir de boca, cuando la sentencia se dictó, pude ver a Cristina una señora ya mayor que iba en silla de ruedas debido a una reciente operación de cadera y a un gigantón ruso que tiraba de ella. Pepa y ella se abrazaron llorando.

Al salir de la audiencia, el secretario me dio un sobre cerrado con mi nombre, lo abrí y pude ver que era de Pepa:

Querido amigo:

Me gustaría agradecerte todo lo que has hecho por mí, llámame a este teléfono me gustaría invitarte a ti y a tu madre a cenar.

Pepa.

Había una tarjeta con un teléfono, acto seguido llamé a mi madre para comentarle la invitación ella aceptó encantada, quedamos para el viernes, ella mandaría un coche a la dirección que le dijéramos.

El día llegó, yo me vestí con un traje oscuro y madre se puso muy elegante. El coche nos estaba esperando a la hora indicada, después de un viaje corto llegamos a una de las urbanizaciones de lujo de la ciudad. Estaba nervioso por volver a encontrarme con la vieja amiga de mi madre, la verdad es que tenía dudas de cómo iban a reaccionar. La cosa fue bien, ellas tres se abrazaron, durante la cena, hablaron y hablaron las tres como cotorras. Entre los asistentes a la cena, estaba el famoso ruso y una chica, que honestamente era preciosa, era morena no muy alta, su traje de chaqueta no mostraba a ciencia cierta su cuerpo, los ojos eran verdes y unos labios gruesos preciosos, hechos para el pecado, Pepa nos la presentó, se llamaba Luna y era su ahijada. Se debió notar que me quedé embobado mirándola porque en un momento dado, mi madre le dijo algo al oído a su amiga y ella soltó una carcajada bestial.

-        ¿De qué os reís?

-        De nada, hijo mío, de nada. –Dijo mi madre con cara divertida.

-        Bueno, si no lo quieres compartir con tu único hijo, pero recuerda que soy juez.

-        Nos reímos de un comentario de tú madre, que dice que eres muy bueno, pero que eres tonto de remate para las chicas, además se te cae la baba por mí ahijada. –Dijo Pepa con cara divertida.

-        ¡Mamá!, dije yo indignado.

-        Sí, es cierto y es una pena, te vendría bien tener una compañera que te cuidara, un día te vas a volver loco si no descargas lo que tienes dentro. ¿No ves que ella también babea por ti?, vamos ataca, no seas tonto.

-        Sí es guapa, al final reconocí, pero es la ahijada de Pepa, no debería.

-        Por mí no te preocupes, esta chica es muy parada también, es ingeniero de telecomunicaciones, pero sólo vive para su trabajo. –Dijo Pepa.

-        ¡Qué te voy a contar yo!, sabes que su padrino Toni, le ha regalado una casa en Sotogrande y todavía no ha tenido tiempo para ir a disfrutarla.

-        ¿Ese es el Toni que te rescató?; -Dijo Pepa.

-        Sí, conjuntamente con mi pobre marido que en paz descanse.

-        Luna, ven un momento con nosotros.

-        Sí, Pepa.

Tras unirse Luna, estuvimos hablando un largo rato, de cosas triviales, era encantadora. Trabajaba para una gran empresa de telecomunicaciones, no podía pensar que la chica fuera hija de una antigua empleada de Pepa, pero así era, la pobre murió en un accidente de tráfico y a Pepa la nombró su tutora. La crió como a una hija entre ella y Cristina, Pepa le daba los caprichos y Cristina la educación. Conectamos, realmente tenía una conversación inteligente además de ser preciosa, era la perfecta combinación. En un momento de la reunión, ella dijo que tenía que irse porque aún tenía que hacer la maleta para irse de viaje y era muy tarde. Mi madre que estaba con la antena puesta y me dijo que la acompañara a su casa no fuera que le pasara algo. Yo no me hice de rogar, porque realmente me gustaba. Pero no quería dejar a mi madre sola. Pero Pepa, dijo que no pasaba nada que ella le acompañaría a su casa.

Allí me encontré, en su coche camino de su casa. En un principio me sentí un poco violento, porque pensaba que a lo mejor ella quería estar sola. Así le dije:

-        Vaya embolado nos han metido. Espero que no te moleste que te acompañe.

-        No, la verdad es que me he sentido muy a gusto contigo.

-        Gracias.

Durante el resto del trayecto, seguimos hablando nos reímos, al llegar a su casa ella me invitó a una copa y yo acepté. Subimos al apartamento en cuestión, la impresión que me dio era el de un apartamento de alguien muy metódico, todo en su sitio con un orden metódico y limpio hasta la saciedad. No pude reprimir mi comentario.

-        ¡Qué limpio está todo!

-        Sí, dijo ella con cara divertida, es gracias a la estricta educación de Cristina, al principio lo odiaba, pero con el tiempo cogí el hábito y ahora se me valora mucho en mi trabajo por lo metódica que puedo llegar a ser.

-        Siento mucho lo que ha tenido que pasar Pepa.

-        No sientas nada, gracias a ti todo ha pasado.

Me sirvió una Frank Miller con tónica, la verdad es que hacía unos gintonics deliciosos. Estuvimos hablando de lo divino y lo humano, nos reímos. El tiempo pasaba galopando, cuando nos quisimos dar cuenta eran las cuatro de la mañana, yo me disculpé alegando que mañana tenía un viaje y que ella no iba a descansar además tenía que hacer la maleta, pero estábamos tan bien que no quería irme de allí. Ella con una sonrisa en la boca dijo:

-        ¿De verdad piensas que alguien tan maniática del orden como yo iba a dejar la maleta para el último momento?; ¿por qué no te quedas a dormir?

-        ¿Y tu avión?, dije yo con inocencia.

-        Hay tiempo….

-        Bueno, pues me quedo.

No hubo que decir más, pasamos a la acción para empezar morreándonos, mientras nos íbamos desnudando mutuamente, teníamos una urgencia grave, al menos en mi caso. Llevaba sin sexo mucho tiempo. Cuando me quise dar cuenta ya estaba chupando los pezones de mi amante, succionándolos con un ardor no antes demostrado ante ninguna mujer. Ella, mientras jugaba con mi polla dura como ella sola, estábamos decididos a todo. Yo bajé a degustar el jugo del sexo, siempre me ha gustado comer coños, mi última novia lo odiaba y no entendía el motivo, probablemente porque así se evitaba el tener que comerme la polla. Recorría con la punta de mi lengua su raja, estaba muy bien cuidada como todo en ella. Iba intercalando lametones en su clítoris,  mientras con mi dedo corazón lo iba jugando dentro de su ya de por sí lubricado coño. Ella apuntaba gemidito, con la garganta mientras que su cuerpo perfecto bien esculpido con horas y horas de gimnasio se retorcía de puro placer.

No podía más así que me puse encima de ella para penetrarla, su cuerpo pedía guerra y yo era el indicado para dársela. Una vez nos acoplamos, yo culeaba con un buen ritmo mientras ella me abrazaba con sus piernas, el orgasmo nos llegó al tiempo y yo me derrumbé sobre ella jadeante y sudoroso. Podía oír las palpitaciones que su corazón daba de pura excitación, a pesar de haberme corrido, estaba todavía dentro de ella. Estuvimos en silencio un rato, hasta que yo lo rompí diciendo un estúpido comentario que nos hizo reir a los dos. Entonces mi carne salió de la suya, y agarrándome de la mano me llevó a su dormitorio donde nos acostamos abrazados.

El día nos sorprendió, se hacía tarde, pero no lo bastante para que mi amada me hiciera una felación de campeonato recorriendo todos los puntos de la geografía de mi polla y tragando como nadie antes lo había hecho, estaba preparado para más así que ella se montó a horcajadas y comenzó a montarme como si de una experta amazona se tratara. Sus gemidos me hacían sentir fuerte y confiado para intentar sacarle más orgasmos que la relación de hacía unas horas, ella se corrió no una ni dos, sino tres veces montando a su “potro” como ella me decía. Entonces me ofreció algo inesperado, algo que nunca imaginé que una mujer podría ofrecer por propia voluntad, su culo fuerte y precioso, ella aun estaba encima de mí y poco metiéndose los dedos en la lengua fue lubricando su precioso ano. Sólo para mí, yo estaba deseando, pero se notaba que ella sabía lo que hacía se levantó y sacó mi polla de su coño para dirigirla hacia su culo, lentamente, fue bajando poco a poco hasta llenar la oquedad.

Una vez acoplados, ella fue moviendo su cuerpo y arriba y abajo hasta que no pudimos más, nos corrimos. Nunca antes había notado algo tan especial y desde luego tan placentero como eso. Nos volvimos a abrazar, estábamos felices de habernos conocido.

El resto fue una carrera continua, nos dimos cuenta que no llegábamos, bueno en realidad ella perdió el avión, pero con una sonrisa de oreja a oreja me dijo que no importaba que había merecido la pena. Nos despedimos con un sonoro morreo emplazándonos a vernos en cuanto volviera de su viaje.

El resto del día estuve en el juzgado, al que obviamente llegué tarde. Tras una breve parada en casa para ducharme y cambiarme de ropa. Pero no tenía la cabeza en mi sitio, sólo pensaba en ella, nunca lo hubiese creído de alguien como yo, tan serio y cerebral….había sufrido un flechazo en toda regla.

Al salir, llamé a mi Madre, para saber que tal había terminado la velada, ella me invitó a comer para más bien saber qué tal me había ido a mí. Una vez en casa, ella con una sonrisa me dijo:

-        Bueno hijo, ¿qué tal con Luna?

-        Bien, mamá….muy bien, me gusta mucho y creo que yo a ella también.

-        No sabes lo que me alegro….Hijo, hay algo más que quiero contarte.

-        Lo que tú quieras.

-        Todo el tinglado que tenía montado Pepa, lo sabía. Durante la instrucción no te dijimos nada, pero el entramado de empresas y el asesoramiento se lo dio tú padre que en paz descanse y posteriormente. Tú padrino.

-        O sea, que eso de que no os veíais,

-        No era cierto, yo tenía que devolverle el favor, lo que no sabía porque nunca me lo dijo fue lo del castigo del amo.

-        Bueno, mamá…¿sabes qué?

-        No..

-        Que no me importa lo más mínimo, Pepa es una mujer increíble, me alegro por nosotros.

-        Gracias hijo.

-        En cuanto al cabrón que lo denunció…

-        No sigas, anoche antes de irme a casa Pepa me dio este sobre para ti, es una compilación de todos los chanchullos en los que este cabrito está metido, hay suficiente para meterlo en la cárcel y tirar la llave al mar.

-        Dalo por hecho, pero lo voy a hacer llegar anónimamente a un periodista amiguete para que le den bien por el culo.

El resto os lo podéis imaginar, vivo con Luna y estamos constantemente sometidos a una presión terrible por parte de la gobernanta, dijo Cristina para que nos casemos. El Chema está en la cárcel y creo que es muy popular por lo bien que la chupa. Y mi madre y Pepa siguen tan amigas como siempre.